¿Debe Europa tolerar una inflación más elevada?

En mi opinión, sí. ¿Cuánto? entre el 3% y el 4%. ¿Para siempre? No, transitoriamente. ¿Cualquier tipo de inflación? No, tenemos que seguir moderando costes pero debemos permitir algo más de inflación si viene asociada a la demanda. ¿Tendría costes? Sí, sobre todo entre quienes sigan sin conseguir un empleo, los pensionistas y los acreedores. ¿Es una estrategia segura? No, habría que controlar el riesgo de pérdida de credibilidad y de desanclar las expectativas en el futuro.

Después de años de crecimiento débil, la Eurozona afronta una recesión que se alargará hasta bien entrado 2013. Esta no es una recesión típica porque el proceso de desapalancamiento aún no ha avanzado lo suficiente en algunos países por lo que los riesgos de contagio son mayores que los habituales –vía comercio y por la posibilidad de que España e Italia tengan que ser rescatadas dejando a Francia en una posición muy difícil. Por ello es previsible que la demanda interna siga relativamente estancada más allá de 2013 con lo que la recuperación no sería muy fuerte.

El BCE ha adoptado medidas extraordinarias como la financiación a medio plazo a los bancos o la adquisición de bonos soberanos, que puede impulsarse aún más si algún país solicita la aplicación del OMT. Es cierto que las medidas de expansión del balance del BCE no han sido tan llamativas como las de la Fed, pero la reducción de la calidad de las garantías exigidas a las entidades financieras para las operaciones de financiación a largo plazo –LTRO- tiene una interpretación parecida. Queda por aplicar una mayor penalización de los depósitos de las entidades en el BCE, pero mientras perdure la incertidumbre en el interbancario no cabe esperar un efecto muy notable sobre el crédito. Y es que toda esta provisión de liquidez ha tenido sólo un éxito parcial: ha servido para evitar quiebras de entidades, evitando una catástrofe mayor que hubiera puesto algunos países al borde de la quiebra, pero no ha restablecido el normal funcionamiento del mecanismo de transmisión de la política monetaria. A la vista de estas limitaciones el canal del tipo de interés cobra más importancia si cabe. La reducción de tipos tiene un efecto directo sobre la demanda abaratando la financiación del sector público, de las empresas y de las familias.

El pasado jueves se reunió el consejo del Banco Central Europeo y acordó mantener el tipo de interés en el 0,75%. Sin embargo tras la explicación de Draghi en la rueda de prensa quedó claro que el BCE se está planteando en serio reducir el tipo de interés en los próximos meses. Puede tratarse de una reducción de tipos de entre 25 y 50 puntos básicos, sin embargo lo que resulta determinante para las decisiones de inversión son las expectativas de inflación futura, y estas dependen de la interpretación que haga el BCE en los próximos meses de su objetivo de mantener la inflación lo más cercana posible al 2%.

Y no es que haya riesgos para la estabilidad de precios en el horizonte ya que del propio comunicado del BCE se desprenden unas escasas probabilidades de que la inflación en la Eurozona supere el 2% en 2013 y en 2014. Los gráficos 1 y 2 tomados del Monthly Bulletin del BCE resumen las expectativas del Survey of Professional Forecasters sobre la inflación en la Eurozona a corto y a medio plazo –cinco años. La imagen del cuarto trimestre de 2012 es típica de lo que hemos observado en el pasado reciente, mientras que la distribución de la inflación esperada en 2013 y 2014 está centrada alrededor del 2% con una cierta dispersión, el consenso sobre las expectativas a cinco años vista es mayor, situándolas ligeramente por debajo del 2%. La cuestión es cómo va a reaccionar la inflación ante una eventual reducción significativa de tipos y si el BCE esta preparado para aceptar que ésta se aleje del 2% -a diferencia de lo que hizo a principios de 2011 cuando el banco corrigió inesperadamente su política ante el aumento del precio del petróleo.

La estrategia de aceptar una mayor inflación para facilitar la salida de la crisis ha tenido ilustres defensores –por ejemplo Rogoff- y detractores –entre otros Rajan. Dado que el debate se ha centrado en el caso de EEUU estos últimos aducen que no está claro como aumentar la demanda y la inflación cuando el tipo de interés topa con el límite cero. La expansión cuantitativa tiene limitaciones porque el desproporcionado incremento de los balances de los bancos centrales no está teniendo un impacto significativo en los precios –lo que no excluye que haya contribuido a evitar una deflación en toda regla. Las opiniones están polarizadas entre quienes, como Woodford, opinan que la expansión cuantitativa no tiene efectos significativos sobre la inflación y aquellos que temen que este efecto esté escondido pero pueda desatarse con intensidad en cualquier momento. Pero el consenso es mayor con relación al efecto de una reducción del tipo de interés sobre la demanda y, potencialmente, la inflación y a que este efecto es directamente proporcional a la percepción de empresas y consumidores sobre la duración de esta medida.

Uno de los peligros que se señalan con frecuencia de una estrategia más inflacionista es la pérdida de credibilidad de los bancos centrales que podría dar lugar a un incremento permanente de la tasa de inflación cuyos costes no son despreciables. La estrategia propuesta por algunos autores para evitar un abandono precipitado de la política de tipos de interés bajos, minimizando la pérdida de credibilidad, es la redefinición del objetivo de estabilidad de precios no tanto en términos de tasas sino del nivel de una variable como el precio o el PIB nominal. No entraré a discutir esta propuesta que tiene defensores como Janet Yellen dentro de la Fed –ya escribí algo sobre este tema aquí- pero su ventaja principal radica en que permite justificar un periodo transitorio de inflación sin abandonar el objetivo a largo plazo del 2%.

El BCE no se ha planteado este tipo de objetivo, pero podemos utilizarlo a modo de ejemplo para calcular unos órdenes de magnitud de la desviación de la inflación y la duración de la misma que serían necesarias para que el PIB nominal en Europa recuperase el nivel que hubiera alcanzado de haber mantenido el mismo crecimiento nominal de la última década. En el Gráfico 2 –barras rojas, eje secundario- se representa la brecha entre el PIB nominal en la Eurozona y el PIB nominal calculado con un crecimiento del 4% anual desde 1999 –es decir, 2% de inflación más 2% de crecimiento real. Las barras azules reflejan esta brecha entre el PIB observado y el que se hubiera alcanzado con un crecimiento anual del PIB nominal del 3% desde 2008–en este caso 2% más 1%- lo que supone que la crisis financiera habría tenido un efecto negativo sobre el crecimiento del output potencial. La brecha alcanza en el primer escenario el 13% del PIB en 2011 (el 7,5% en el segundo); además no ha dejado de aumentar en 2012 y un cálculo sencillo de acuerdo con las previsiones del propio BCE la situaría en el 20% (el 10%) en 2014.

 

Con estos números necesitaríamos un crecimiento promedio del PIB nominal del 7% (4,5% en el escenario de bajo crecimiento del potencial) para volver al nivel tendencial en seis años, o del 5,75% (4%) para hacerlo en diez. En cualquier caso no parece posible alcanzar estas cifras a no ser que la inflación en la Eurozona se sitúe entre el 3% y el 4% durante un periodo de cuatro a seis años. Estos valores están en el rango que Schmitt-Grohé y Uribe encuentran, con un enfoque alternativo en un modelo calibrado, para un país promedio de la Eurozona como el necesario para retornar a niveles de pleno empleo: inflación de un 4% durante cinco años.

Hasta ahora el BCE no ha estado dispuesto a tolerar este nivel de inflación durante tanto tiempo. Hacerlo supondría un cambio importante en la práctica de la política monetaria que ha seguido hasta. Sin embargo si la recesión dura o si, como es más probable, la posterior recuperación es débil puede que una inflación temporalmente por encima del 2% sea la única alternativa que quede por probar para evitar que Europa arrastre durante muchos años tasas de desempleo como las de hoy día.

Hay 36 comentarios
  • Estimado Javier Andrés:

    Creo que Europa tiene esa "obligación". De hecho la única obligación para mí que tiene un Estado ( o comunidad de ellos) es preservar su "fábrica social" y evitar que se desmorone entre múltiples transacciones con efectos que pueden llegar a ser indeseables en el largo plazo (en el que todos estaremos muertos, como es bien conocido).

    Respecto a la credibilidad, para mí en estos momentos es 0. Se puede estimar a corto, medio o largo plazo y es vista de manera diferente por los distintos tipos de inversores e inversiones y por acreedores y deudores con diferentes plazos, así como por el "elector", que independientemente de su "sabiduría" es un elemento decisivo.

    Si mis cuentas son creíbles (según para qué y para quien) pero el elector pierde su confianza en ellas todo se desmorona y el coste puede ser inasumible (incluso para la aparente esquizofrenia de ciertos "mercados").

    Siempre quedará la tentación de acudir a la "solución" apuntada en el conocido poema de Brecht: disolver al pueblo y elegir uno nuevo, menos torpe. No deja de ser un ironía inquietante, la historia tiene estas cosas.

    http://mrzine.monthlyreview.org/2006/brecht140806.html

    • Jose Jarauta
      Creo que la política monetaria no tiene tanto poder como poder para mantener ese cohesión social que efectivamente es necesaria para salir de esta situación. De hecho la inflación puede llegar a ser muy dañina para eso, pero hoy el riesgo es otro. Creo que es bueno preservar una estrategia monetaria que básicamente ha funcionado bien –no hay que olvidar que lo que hace el BCE es lo que los europeos le pedimos en los tratados fundacionales de la UEM- pero eso no es incompatible con una cierta flexibilidad.
      Por ello el BCE podría ser más agresivo en su política y no frenarla si la inflación se desvía temporalmente del objetivo. La situación es excepcional y no parece que eso tenga que afectar seriamente a su credibilidad si lo hace manteniendo el objetivo del 2% a largo plazo.

  • Estoy totalmente de acuerdo, es más, pienso que es un deber del BCE tolerar una inflación más elevada para generar un crecimiento más o menos fuerte y en el caso de España, para poder reducir en la medida de lo posible nuestro nivel de desempleo.

    De igual forma, estoy con José Jarauta, preocuparse por la credibilidad en estos momentos en la que esta por los suelos es un argumento muy débil. ¿Por qué no permitir una inflación más elevada a lo largo del ciclo con el compromiso de una vez lograda la estabilidad volver al valor objetivo?

    • Miguel A.
      Efectivamente, esa es la clave, combinar una política más laxa de tipos de interés, que puede generar una inflación más alta, con un objetivo de inflación del 2% a medio plazo. La idea del objetivo de PIB nominal es precisamente esa. La Fed está tratando algo parecido y no parece que eso afecte seriamente a la convicción de los agentes económicos con relación a su compromiso sobre la estabilidad de precios.

  • Aquí podéis encontrar unos gráficos en los que se ve la relación entre crecimiento de la oferta monetaria y crecimiento real del PIB en EEUU entre 1960 y 2009: http://mises.org/daily/3809
    La relación es nula.

    • Ernest
      Creo que esas correlaciones no son muy informativas. La literatura sobre la efectividad de la política monetaria es muy amplia, con mediciones un poco más elaboradas, y el resultado general es que hay una correlación –en la frecuencia cíclica por supuesto- entre dinero y output. Otra cosa es como interpretarla y la magnitud del efecto que puede ser más o menos importante según otras condiciones de la economía.

  • Sin entrar en “pequeños” detalles con los que es difícil estar de acuerdo-como que la inversión depende de la inflación esperada y no de los beneficios esperados, como creíamos todos o que una inflación del 2% es suficiente para reducir el desempleo-, el fallo fundamental del post es creer que la inflación puede aumentar el porcentaje que queramos-o que quieran las autoridades-de forma sencilla, como si la evolución de los precios se pudiese decretar en el B.O.E.

    Esta fe sólo se justifica si uno cree, en contra de la evidencia empírica mas reciente-ver el QE norteamericano- en el mas crudo monetarismo según el cual todo aumento en la cantidad de dinero se traduce en un correspondiente aumento de precios, sin importar que la economía esté con un nivel de actividad tan reducido como el actual.

    Saludos.

    P.S.
    Tampoco parece muy revelador hablar de la inflación en la UE, cuando las diferencias entre países es muy acusada

    • Hombre..., la inflación esperada SÍ que afecta a la inversión vía tipo de interés real. De hecho, es la única forma de hacer descender los tipos reales con un tipo nominal cercano a cero o sencillamente bloqueado a la baja por problemas de prima de riesgo.
      Puede que la inflación no aumente en el porcentaje que queremos (la precisión es una cuestión de grado) pero llevamos bastante tiempo creyendo que tenemos cierto control sobre las variables agregadas como para inducir cambios en las mismas en la dirección deseada.
      Otra cosa distinta es que se haya perdido la tracción sobre las variables monetarias y entonces, efectivamente, no haya forma de inducir los efectos deseados. En ese caso, la jugada sería realmente ridícula: tratamos de convencer a la gente de que va a haber inflación durante un plazo concreto (expectativas) y luego no somos capaces de hacer que eso sea efectivo al periodo siguiente. Sería una ¿nueva? pérdida de credibilidad que añadir a la lista.

      • Jorge:

        Aunque en el fondo esto es una cuestión empírica, no parece que la influencia del tipo de interés (real o nominal) sea muy importante. Baste ver la evolución de esta variable en distintos países con tipos de interés muy distintos. Seguramente dejar la inversión como un componente autónomo/exógeno (los “animal spirits” de Keynes) sea mas correcto.

        Saludos.

      • Jorge
        Puede que el ECB no pueda convencer a la gente de que va a subir la inflación. Pero eso yo no lo veo tan importante como convencerles de que el propio BCE no a subir los tipos si la inflación acaba subiendo. En ese caso aunque las expectativas de inflación no reaccionasen de forma suficiente el tipo de interés (nominal) a largo bajaría y aún tenemos margen de maniobra en Europa para eso. Si no es así la reducción del tipo de intervención no se transmitiría a otros tipos más relevantes para la inversión.

    • KEyNES
      En ningún momento digo que la autoridad monetaria fije la inflación. Me refiero a aplicar una política de tipos de interés más activa y no desactivarla si la inflación supera temporalmente el 2% como se ha hecho en otros momentos. La discusión en la reunión de Jackson Hole de este año, que ya comenté en un post anterior, deja clara que la política monetaria aún tiene efectos aunque hay discusión si es la QE u otros instrumentos como el “forward guidance”. Por otra parte es verdad que los precios no aumentan mucho pero había un riesgo claro de deflación que no se ha materializado, al menos por el momento.
      En cuanto a los diferenciales de inflación precisamente el hecho de mantener una inflación muy baja en este momento puede perjudicar a los países que como nosotros tienen que recuperar la competitividad con diferenciales de inflación negativos.

  • Es la solución más rápida, a mi entender. Pero sólo para el sector público y en primera instancia. En España, dado el enorme nivel de endeudamiento privado, pienso que sólo sería realmente útil si viniese acompañada, si quiera parcialmente, de una política de rentas. Tal política volvería a abrir el desequilibrio exterior por balanza de C/C, por lo que solamente se podría utilizar durante un período muy breve. Lo difícil sería controlar su duración, puesto que la apuesta por la inflación es abrir una caja de Pandora muy difícil de cerrar. Es muy difícil volver a disminuirla una vez ha aumentado. Puede preguntárselo al expresidente González.

    • Juan
      Totalmente de acuerdo, por eso creo que hay que ser cautos y aplicar la política con cuidado. El punto que quiero hacer aquí es que, en mi opinión, hay margen de maniobra para permitir una inflación algo más elevada temporalmente sin poner en cuestión la estrategia global de estabilidad de precios que ha seguido el BCE. No se trata de cambiar el objetivo, ni de desviarnos de él durante mucho tiempo y sistemáticamente. Pero se puede aplicar temporalmente de una forma más flexible.

  • Javier, gracias por el interesante post. esto es algo de lo que ya has hablado antes, que el objetivo de inflación sea más a largo plazo, y a corto y medio se sea más flexible. Lo que me pregunto es que si igual que en una crisis se puede relajar hasta el 4%, si en medio de una burbuja habría que fijarlo al 1% a corto plazo. Es decir, lo que parece que discuten bastantes macroeconomistas, no tener solo en cuenta la inflación sino otros indicadores que no se mueven en la misma dirección y que indican burbujas o depresiones.

    Aparte cuando dices: "No, tenemos que seguir moderando costes pero debemos permitir algo más de inflación si viene asociada a la demanda" ¿quieres decir que este tipo de política monetaria solo tiene sentido si los salarios y las transferencias del estado, como las pensiones, no se actualizan según la inflación?.

    Saludos.

    • Carlos Jerez
      A tu segunda cuestión. Hay que evitar que la nueva dinámica de la inflación se incorpore a la formación de rentas Si la inflación es más alta y permitimos que las rentas salariales y de otro tipo se adapten a la misma hay un riesgo de que esta no tenga un efecto sobre la actividad. Algunos países tenemos que recuperar competitividad y eso no es posible si las rentas salariales siguen a la nueva inflación.
      En cuanto a la política monetaria en medio de una burbuja, sí es cierto que hemos aprendido que la política monetaria debería haber sido más agresiva en el pasado para controlarla. Aunque para las burbujas hay otro tipo de políticas macroprudenciales y de regulación que no hemos aplicado.

  • Panorama tremendo. Callejón sin salida. La praxis alemana no permitirá esa inflación y ya hay que concienciarse y pensar en una degradación que nos puede llevar a algo insospechado en paises europeos "consolidados", como España, Italia, y....Francia, por no mencionar los desahuciados portugueses y griegos...

    Mis ojos verán cosas inauditas.

  • http://research.stlouisfed.org/fredgraph.png?g=dJr
    La oferta monetaria con el PIB no significa nada, porque la velocidad de circulación varía.
    Lo que se ve en el gráfico es que el PIBN y el PIB real (variaciones) están estrechamente unidos.
    Es decir, un inflación menor a la que ha tenido USA estos años hubiera dado un Crecimiento del PIB real menor... Es difícil no encontrar correlación entre deflación y contracción, o entre crecimiento e inflación entro de un tango moderado.
    Incluso hay monetaristas que sugieren que la FEd debería seguir el objetivo del PIBN...
    Nosotros estamos en la edad a de piedra del Dogma el euro, el dogma austérico, u así nos va. Por cierto, un dogma de derechas, abrazado en España por los economistas que se dicen de izquierdas, qué curioso.

  • La respuesta del BCE sería
    "Por debajo del 2%" es un límite convencional, exactamente igual que 120 Km. por hora es un límite convencional de velocidad en las autopistas españolas. (...) , ciertamente el BCE hubiera podido inclinarse por un límite menos exigente, pero ello hubiera podido perjudicar a la credibilidad antiinflacionista del BCE, teniendo en cuenta que la tasa de inflación de la euroárea cuando se elaboró la definición era sólo del orden del 1%.

    ¿Qué riesgos pretende evitar el límite convencional entre estabilidad e inflación de "por debajo del 2%"? En primer lugar, el riesgo de distorsión en el sistema de precios, que puede llevar a la adopción de decisiones económicas equivocadas. En segundo lugar, el riesgo de pérdida de capacidad de competir en el mercado internacional y, finalmente, el riesgo de incurrir en "injusticia social" por la pérdida del poder adquisitivo del dinero, con la correspondiente necesidad de una "indiciación" generalizada de los valores económicos, lo que no haría sino agravar más el problema de la inflación.

    La "indiciación" generalizada de salarios, intereses del capital, precios administrados, tipos impositivos, desgravaciones, partidas presupuestarias en general u otras variables económicas relevantes como respuesta a la inflación es un claro ejemplo de "remedio peor que la enfermedad", puesto que el remedio agrava la enfermedad aunque palíe sus efectos. "Indiciar" implica dar solidez y agravar el problema de la inflación y, por lo tanto, consolidar las distorsiones, la pérdida de competitividad exterior y la injusticia social inherente a ella." http://www.ecb.int/press/key/date/2001/html/sp010308.es.html

    • Fede,
      Los problemas de la inflación han sido efectivamente experimentados y exhaustivamente estudiados tras los años 70, y desde luego que el de su persistencia o inercia una vez desencadenado no es despreciable. La existencia de un nivel positivo y razonable como objetivo de inflación también es algo bastante consensuado para permitir ajustes de precios relativos sin tener que recurrir a la (imposible) bajada de precios/salarios nominales concretos cuando esta es necesaria.
      Ahora bien, el asunto de la justicia social y la inflación dista mucho de estar claro. Grosso modo, la inflación perjudica a los acreedores netos y beneficia a los deudores netos. En este momento, una inflación de la cuantía y durante el plazo que plantea Javier podría contribuir a la necesaria reestructuración de los niveles de deuda en términos reales. Las implicaciones sociales de este reajuste no son nada fáciles de desentrañar y, desde luego, no es sencillo hablar de justicia o injusticia en ese caso porque no todos los valores de lo que llamamos activos financieros proceden de la acumulación de ahorro genuino.

    • Respecto a la pérdida de competitividad exterior, nada que no pueda arreglar la lógica depreciación del Euro frente al exterior que subyace a esa inflación. No vaya a ser que, por querer mantener el supuesto valor real del Euro, acabemos matándolo de éxito.
      Lo que sí es cierto es que para que esa inflación fuera realmente útil se debería producir un diferencial entre unos países y otros, de manera que fuera más alta cuanto más al Norte estemos en la zona Euro.

    • Fede
      Pero creo que es posible mantener todas esas ventajas de un objetivo claro y creíble con una interpretación más flexible del medio plazo. Una vez recuperado el PIB nominal el crecimiento tendencial del mismo sería compatible con dicho objetivo: 2% (inflación) + 2% (crecimiento real).

  • A mí me ha gustado lo que ha dicho hoy Jonathan Tepper en su cuenta de twitter: "If central bankers couldn't manage conventional monetary policy well, why would we think they can manage unconventional policy well?"
    En fin, confiamos en que apaguen el incendio los pirómanos que lo han creado; el bienestar de cientos de millones no depende de su esfuerzo y trabajo sino de que sean correctas las decisiones de un comité de planificación central. Que el tipo de interés se fije así y no por la concurrencia de ahorradores e inversores es totalmente ajeno al libre mercado.

    • Alekos
      No tengo tan claro que los bancos centrales no hayan manejado bien las medidas convencionales. El BCE no tenía poderes supervisores y reguladores suficientes y pudo mantener en “tiempos normales” el objetivo de crecimiento con inflación estable. Para controlar la burbuja hubieran sido necesarias medidas que no podía aplicar. Los BCs deberían haber optado seguramente por tipos de interés más altos, pero no hay que olvidar que eso habría ralentizado el crecimiento en la década pasada, seguramente desde la perspectiva de hoy hubiera sido deseable, pero no hubiera sido gratis.
      Por otra parte el tipo de interés no es un precio cualquiera. Si hay dinero alguien tiene que controlar su oferta y parece razonable que lo haga el banco central. Y en ese caso, la cuestión de determinar la cantidad o el precio –tipo de interés- es básicamente de operativa bancaria y de eficacia para conseguir objetivos como el de inflación.

  • Querer más inflación supone aceptar que el euro, tal como se definió, no es la moneda adecuada para los países europeos (del sur). No aceptamos que cometimos un error al integrarnos, y ahora no podemos o no nos atrevemos a salir por lo que queremos que el euro se desvirtúe. Países como Dinamarca, Suecia o Gran Bretaña demuestran que era posible un futuro dentro de Europa, pero sin el euro. Nuevos miembros, como Polonia, ven con creciente recelo ceder su política monetaria a la luz de los acontecimientos.
    ¿Estamos seguros de que, con las reformas necesarias, el euro es viable? Si no lo estamos: ¿no podemos estar agravando la situación gastando nuestros escasos recursos en mantener un ente inviable?
    Creo que las lúgubres perspectivas de nuestra economía a medio plazo deberían hacernos replantear todos nuestros esquemas desde la base.

    • Fede
      Es cierto que una elevada inflación puede destruir una moneda –como hemos visto en el pasado- pero no creo que fuera el caso con una inflación temporalmente por encima del 2% si el objetivo sigue claro y las expectativas siguen ancladas a medio plazo.
      En cuanto a los temas de diseño del euro, estoy de acuerdo en que nos hemos dado cuenta tarde de muchos de sus fallos y que deben corregirse para que éste sobreviva. Pero mientras tanto hay que hacer algo y la verdad es que nos estamos quedando sin munición. Quizás una política monetaria un poco más tipo Fed pueda ayudar, aunque desde luego no solucionará nuestros problemas de forma definitiva.

  • Buenos días.

    La alta inflación creo que ya la estamos tolerando en España.
    Las subidas de precios extractivos públicos y oligopólicos privados son monumentales (múltiplos altos del IPC oficial) y están escondidas tras la enorme deflacción de la mayor parte de nuestra economía (empresas pequeñas y trabajadores).
    Los promedios parecen arreglarlo. Pero sólo lo parecen.
    Por no hablar de las propias deficiencias del IPC como indicador del coste social real de esto que está pasando.

    Hay, creo, algo perverso en el sistema.
    Si hubiera crédito público a mansalva se podría seguir disfrazando el problema de fondo. Un cliente italiano explicaba no hace mucho que habían aumentado el empleo los últimos años a base de 900,000 señoras emigrantes ukranianas "cuidadoras" de mayores. Nuestra ley de dependencia y el programa de salud de Obama.
    Cada uno es autor de sus propios autoengaños.

    Por otra parte esperamos "que crezca el PIB" --es decir, el consumo--, para que "si crece más del 2.5%... crezca el empleo".
    ¿Qué empleo? ¿Para hacer qué? ¿Casas? ¿Servicios domésticos y públicos que sin crédito no podemos pagar?

    Me queda la triste certeza de que estamos perpetuando el problema de base y no por culpa de ningún economista: por interés político que es el factor principal actuante y fuera de los modelos.

    Buenos días, y gracias, Javier Andrés.

    • Manu
      El tema es la inflación oficial. Si la percepción de quien tiene que gastar es que cuando ésta supere por cierto tiempo el 2% el BCE va a volver a subir tipos, entonces una reducción como la que se espera en los próximos meses sería inútil. Los tipos deben mantenerse durante un tiempo cerca de cero aunque la inflación aumente temporalmente por encima del objetivo –en valores moderados por supuesto.

  • Me quedo con varias dudas por falta de conocimiento y por ignorante...
    No se supone que se trata de que Los paises del norte (alemania) tengan una inflacion superior a la de los paises del sur? Si todos tenemos la misma inflación los paises del sur no recuperan competitividad, ¿no era esa la razon (o una de las razones) de aumentar la inflacion?
    Por otra parte, ¿sirve de algo aumentar la inflación si casi todo sigue indexado a la misma? ¿No se supone, que el motivo de la inflacion es tratar de hacer lo mismo que una devaluacion? (sistema rapido y chapucero de recuperar competitividad)

    • Fanboy
      Efectivamente de eso se trata. Si la inflación promedio de la eurozona es algo más elevada hay más recorrido para los diferenciales de inflación, en concreto para los diferenciales negativos que tienen que alcanzar los países quieren recuperar competitividad –los países del “Sur”.
      Y en cuanto a la indexación totalmente de acuerdo. Como le decía a Carlos Jerez en su comentario, para recuperar esa competitividad es preciso que nuestras rentas no sigan a la nueva inflación. Si fuera así, sólo lograríamos aumentar la inflación y alimentarla para mañana sin ninguna devaluación ni efecto sobre el output y el empleo.

  • Me va a perdonar Javier pero usted sabe por la experiencia de Estados Unidos que ese objetivo de inflacion del 4% es inviable aunque tegamos los tipos al 0% ya que si en USA no ha funcionado aqui parece que tampoco. Luego parece que el único camino aunque sea utopico pero posible es un recorte sustancial de la deuda hipotecaria de familias y empresas mediante un prestamo de la CEE a 20 años ( 600.000 millones de euros) para que se elimine el efecto riqueza negativo del hundimiento de los precios inmobiliarios y se mejore el consumo con un recorte automatico de un 30%de cada partida del presupuesto del conjunto de las Administraciones ( 120.000 mill €) para llegar a un superavit del 1%. Esta solución mucho más perfeccionada y aplicada retroactivamente requiere de mucho coraje de los políticos y de todos los que tienen trabajo que conserva intacto su ánimo pero desde mi punto de vista de ser un parado es una vergüenza que los economistas ni lo propongan . Si o harían si estuvieran en mi situación. Al final a todos nos tocara la crisis asi es que ya es hora de que vayamos espabilando porque me temo una decada muy mala de desempleo y sin que los econmistas reaccionen .Un abrazo y perdone pero es lo que pienso y creo que estoy en lo cierto

  • Javier me da pena que no abran ustedes a otras opiniones.Me parece injusto porque el tema era el tema del post. A lo mejor me he pasado diciendo que no tienen verguenza los economista pero es que con lo que esta cayendo creo que temdría que tener más coraje moral. Ustedes veran. Usted sabe que tengo razón pero me da la sensación que usted se lo tiene muy subido , pero creame ,usted y los economistas son muy ineficaces y como decía el otro día tienen que ir al divan. ¿ cOMO VA A A AUMENTAR LA INFLACION EN eSPAÑA AL 4% CON EL ENDEUDAMIENTO PRIVADO QUE HAY ? . Es de broma. Si tiene hombría de bien contesteme no se acobarde. Un abrazo

  • De todos modos le pido disculpas por lo que le he dicho pero es que ustedes actuan como si no les doliera el paro y alguien se lo tiene que decir. ¿ A que si un familiar se quedara en paro usted haría lo que yo le he propuesto pero en micro? . Por supuesto que si pues esto es lo mismo. Un abrazo

  • El BCE debe traspasar la frontera cero.
    Esto es, obviamente, una chapuza monetaria, pero posible y deseable porque por mucho que aumentes la base no conseguirás nada. Si un negocio rinde el 4% (ya quisieran muchos hoy), no puede pagar tipos del 3%. Si el BCE pone dinero al -2%, entonces sí arranca el motor porque 4- (-2) = 6% ya empieza a sonar bien.
    Por otro lado, el gran error es calcular la inflación con el IPC. Eso se basa en la suposición de que el mercado equilibrará precios de activos y de bienes, pero eso solo sucede cuando hay estabilidad; cuando no la hay el IPC no representa a "los precios".

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