Los países €mergentes

He argumentado en algún post anterior que la situación por la que atraviesan los países periféricos de la Eurozona es lo más parecido a una versión moderna de las crisis de los países emergentes en décadas anteriores. Es cierto que nuestras estructuras productivas, por no hablar de las instituciones políticas, son mucho más sólidas y diversificadas que las de los países que sufrieron problemas de financiación exterior en los años noventa. Pero en otros muchos aspectos estamos siguiendo, casi al pié de la letra, el guión que llevó a esos países a un colapso financiero.

Como los emergentes entonces, los €mergentes o euromergentes de ahora –Italia, España, Irlanda, Portugal y Grecia- se enfrentan a graves problemas de financiación de la deuda pública y privada, con una probabilidad no desdeñable de contagio que puede afectar a otros países de la Unión Económica y Monetaria y del resto del mundo. De la experiencia de aquellos tras la crisis asiática de 1997 y la del rublo en 1998 podemos extraer algunas lecciones útiles para el presente.

Un artículo de Calvo, Izquierdo y Talvi, breve pero muy ilustrativo y que merece la pena releer, nos recuerda como los factores que generaron los sudden stops en países como México, Corea, Rusia, etc, no eran únicamente de tipo fiscal. De hecho, pesaron mucho más los crecientes déficits externos asociados al boom económico, así como la dependencia cada vez mayor de la financiación exterior canalizada a través de bancos nacionales que se desarrollaron rápidamente, con la consiguiente inflación en el precio de los activos. Es cierto que la pertenencia a una unión monetaria con una moneda relativamente fuerte nos protege de la incertidumbre cambiaria, que fue un ingrediente esencial que propició la retirada de capitales extranjeros –y la salida de nacionales- en muchos de estos países en los años 1997/98. Pero, por esa misma razón, la capacidad de endeudamiento de los euroemergentes ha sido mucho mayor, alcanzando niveles de déficit exterior entre el 5 y el 10 por ciento del PIB desde 1999 –con la excepción de Italia- mientras que esta ratio apenas superó el 5 por ciento en la mayoría de los países emergentes.

Para el caso de la UEM, el gráfico 1 resume la evolución temporal de la posición exterior de los países con déficit recurrente por cuenta corriente –€mergentes en la línea azul continua-, la del resto de los países grandes –Austria, Bélgica, Finlandia, Francia, Alemania y Holanda, en la línea roja discontinua- y la tasa de crecimiento promedio del conjunto del área –línea verde de puntos. Si comparamos la recuperación de estos países tras la recesión de principios de los noventa, observamos dos patrones muy definidos. Mientras que un grupo lo hacía apostando por la competitividad, otros optaron por un crecimiento basado en el endeudamiento exterior. Estas posiciones divergentes no han hecho sino acentuarse desde la entrada en vigor del euro. La recesión actual es no sólo más profunda sino diferente y los mercados desconfían de la capacidad de crecer de economías dependientes del crédito exterior cuando éste se agota. Esta desconfianza está resultando self-fulfilling erosionando la confianza de nuestros prestamistas potenciales, erosión de la que las dudas de China para comprar activos europeos, las rebajas de calificación de la deuda soberana o los problemas de los bancos de ciertos países –incluidos españoles- para financiarse en el interbancario son síntomas cada vez más preocupantes. Estas dificultades de financiación exterior nos abocan a una situación que, con todas las cautelas, se asemeja a la crisis de los países emergentes en 1997/98.

Grafico 1

En el gráfico 2 se representa la evolución temporal del déficit por cuenta corriente –línea azul continua- y la tasa de crecimiento del PIB –línea verde de puntos- correspondientes a los principales países emergentes según definición del FMI -Brasil, Chile, China, India, Indonesia, México, Rusia y Corea. Este grupo de países partía de un déficit exterior agregado crónico que, aunque mejorando con relación a los niveles de 1980, seguía siendo sustancial a finales de los años noventa. A consecuencia de la crisis financiera de 1997, y del contagio subsiguiente, algunos de estos países sufrieron una salida masiva de capitales que generó una caída de más de seis puntos porcentuales en promedio en sus tasas de crecimiento. Apenas un año después, estos países recuperaron sus tasas de crecimiento, que no tardaron en alcanzar de forma sostenida los niveles anteriores a la crisis. Esto es lo que Guillermo Calvo, entre otros, denomina Phoenix miracle.

Grafico 2

Esta recuperación del crecimiento no se basó en la vuelta del crédito externo, que de hecho tardaría varios años en fluir normalmente. Por el contrario, tras el frenazo a la entrada de capital, estas economías crecieron con un elevado superávit externo que les ha convertido desde entonces en exportadores netos de capital. Un elemento central de esta estrategia de crecimiento fue la flexibilidad nominal de contratos, en especial de los salarios, que les permitió aprovechar el impulso de las devaluaciones nominales para obtener una ganancia de competitividad permanente. Así pues, países que parecían condenados a una dependencia exterior crónica en su proceso de convergencia con las economías más desarrolladas pudieron sostener unas tasas de crecimiento muy notables sobre una base exportadora cada vez más sólida y, además, lo hicieron precisamente cuando más difícil era el acceso al crédito.

La primera lección macroeconómica que la reacción de los emergentes en los noventa puede darnos hoy es que es posible salir de una profunda crisis financiera, que si bien no ha llegado a provocar un auténtico sudden stop si está afectando seriamente a la capacidad de financiación de algunas economías €mergentes, de una forma relativamente rápida. Es decir, la década pérdida de Japón o Portugal no es un destino inevitable.

La segunda lección es que es posible hacerlo mediante una estrategia que reduzca la dependencia de la financiación externa. Los países de la UEM con más dificultades parecen estar condicionando la vuelta a la senda del crecimiento a que los mercados financieros internacionales vuelvan a bombear el crédito, sin el que sus economías parecen incapaces de funcionar. Pero lo que los países emergentes nos enseñan es que otra alternativa es posible. El paralelismo con el milagro del Ave Fenix es afortunado porque los emergentes no resurgieron gracias a la recuperación de la financiación exterior -que simplemente no estuvo disponible en los primeros años tras la crisis- sino literalmente de las propias cenizas de un sector productivo que sustituyó el crédito por una depreciación real sostenida como motor del crecimiento.

La solución, el crecimiento, vino de la mano de las exportaciones y el cambio fue relativamente rápido. En nuestro caso se trata de hacer de la necesidad virtud. La escasez de fondos nos va a venir impuesta por los propios mercados financieros y la recuperación del crédito y de la inversión productiva será sin duda lenta porque los balances financieros de familias y empresas, por no hablar de los de las administraciones públicas, tienen una extraordinaria inercia. Sin embargo, mientras esperamos a que la disponibilidad de crédito en los mercados internacionales se normalice –lo que puede tardar mucho tiempo dadas las alternativas de inversión más seguras en otros países- es urgente que nos pongamos manos a la obra en una estrategia de crecimiento basada en la competitividad. Los países de la UEM no contamos con la capacidad de devaluación nominal, pero la pertenencia al euro es seguramente el anclaje más sólido que tienen estas economías para que la situación no haya generado a día de hoy un sudden stop en toda regla. Además la depreciación del euro de los últimos meses puede suponer un alivio temporal en el comercio con el resto del mundo.

El verdadero reto de las economías €mergentes en la UEM consiste en emular la flexibilidad de precios y salarios que los países emergentes tenían en el momento de sufrir un parón en la afluencia de capitales o el contagio subsiguiente. Es cierto que esa flexibilidad venía asociada, en muchos casos, a la falta de los mecanismos efectivos de protección social de los que nos hemos dotado en los países desarrollados, y que estos mecanismos son fundamentales para evitar que el ajuste macroeconómico recaiga de una forma muy desigual sobre la rentas de los ciudadanos. Sin embargo la tarea más urgente que tienen ante si los países €mergentes hoy día es la de encontrar un camino para compaginar a corto plazo la protección social con la flexibilidad salarial y la competitividad –en el medio plazo la productividad debe permitir una recuperación de rentas, pero eso lleva tiempo. Las reformas laborales y de mercados deben estar orientadas a conseguir este resultado más pronto que tarde. En caso contrario tendremos que seguir esperando a la recuperación del crédito externo, recuperación que es más que improbable porque como nos enseñaron los emergentes entonces, y como insiste Juan Francisco Jimeno, no es posible resolver una crisis de deuda con más deuda.

Hay 36 comentarios
  • Completamente de acuerdo Javier. Sinceramente, creo que ésta(la internacional) es la pata esencial que faltaba en muchos análisis anteriores. Sin embargo, sigue habiendo un problema esencial. Si la inflación europea se mantiene en el entorno del 2% una ganacia de competitividad rápida exigiría deflación y ésta nos devuelve, en parte, al problema que plantéa Juan José Jimeno(más deuda). Si Alemania y su entorno aceptasen transitoriamente inflaciones del 4-5% sería mas fácil; sin embargo esto no parece plausible. Así pues, me gustaría saber que piensas de una posible situación de deflación.
    Javier Rey-Maquieira

  • Si repasamos la decada perdida del Japón, y se enlaza con una etapa de muy bajo crecimiento, el escenario mas parecido para España, es una mezcla de Japón y Finlandia, porque las salidas de la crisis empleadas por Finalndia son las mas recomendables (innovacion, incentivada con empresas mixtas, Estado-privadas).
    En el caso de Japon, es muy interesante repasar las claves de Richard Koo , Balance-Sheet-Recession, en sus libros nos indica un caso parecido al de España, porque seguramente tendremos por delante varios años con atonía de la demanda privada, la deuda privada es muy alta, hasta que empresas y familias no tengan otra vez una situación patrimonial y de confianza que les haga demandarcrédito de nuevo y reiniciar el crecimiento.
    Las reformas estructurales no son nada faciles, ni nada rapidas, los ciudadanos, los empresarios, los trabajadores, tienen una mentalidad o habitos, que cuestan de cambiar.
    "Las cadenas de la costumbre son tan sólidas que no se sienten, hasta vuelven tan fuertes que nadie las puede romper"S. Johnson
    Ahora ademas no es posible apurar hasta el final el margen de deuda, por las limitaciones de financiación, una deuda que saldria muy cara por la "mala imagen de pais".

  • La inflación es el posible escenario en primavera del 2011, para España, implicaria, pasar ahora un año como el Japon, y despues ir hacia la estanflacion....al sumarle la inflacción..al bajo crecimiento quenos espera.

  • Blanchard puso en duda la prioridad de la política macroeconómica moderna de mantener una inflación muy baja, sugiriendo que los bancos centrales en las economías avanzadas deben tener como objetivo una tasa de inflación del 4 por ciento, en lugar de la meta convencional del 2 por ciento. Una mayor tasa de inflación permitiría tasas de interés mayores. "Si los gobiernos hubieran tenido más espacio para recortar las tasas de interés y adoptar una política fiscal más expansiva, también hubieran podido responder mejor a la crisis", dijo Blanchard.

  • Hola Javier. Lo que veo es estamos en una encrucijada. Por un lado, necesitamos inflación para aliviar la deuda externa, pero necesitamos devaluación (vía salarios y precios) para recuperar competitividad. Además, ha de ser muy rápido. Es vital recuperar las exportaciones. La gente está contenta porque se ha crecido un 0.1%. Sin embargo, lo que en mi opinión no avierten es que ha sido a través de la demanda interna y no mediante el saldo exportador; es decir, las importaciones no han caído porque el consumo interno ha repuntado. Entonces, ¿qué medida adoptar?

  • Cada día estoy más convencido de que para poder salir sin trauma de esta situación, es necesario impulsar o definir el marco de governanza económica en Europa. Nuestra pertenencia a la zona del euro nos hace que tengamos que enfrentarnos a múltiples dilemas ( cuya solución tiene un amplio contenido ideológico) y que por sí solo para poderlos resolver precisamos saber ¿que zona euro queremos?. Esto cada día se parece más a una crisis de transición entre dos sistemas. Nos encontramos en la fase de transición entre los estados soberanos de Europa y un Estado Federal Europeo. Este es el meollo de la cuestión. Si tuvieramos claro que el fin será un Estado federal Europeo, podríamos tener clara las medidas que deberíamos aplicar.

  • Somos varios economistas, que vemos la misma solución:

    Una reorganización del sistema monetario y financiero internacional, que llevará a que se utilicen mucho más los títulos indexados, con vigilancia internacional de la calidad de esos índices. Creo también que habrá menos espacios para políticas monetarias y fiscales nacionales que traten de "exportar" los problemas al resto del mundo. No se llegará a un gobierno económico global, pero habrá un grado mucho mayor de coordinación y condicionamientos multilaterales.

    Pero tristemente, la historia se repite, y antes de buscar una solución coordinada a nivel mundial, va pasando un tiempo valioso que solo genera perdidas e incertidumbre y aumenta el riesgo de pasar de un escenario a otro.

    Es la insensatez de algunos gobernantes, que primero intentan solo su "solución de pais" y no la solución global.

  • Como siempre las teorias austriacas, tienen dos lecturas, una parte las comparto y otras no, porque es muy dura y supone daños colaterales graves.
    Ver ...el mensaje optimista del prof. Huerta de Soto “el ajuste brutal ya ha sido realizado, con las 150.000 empresas desaparecidas “. En el caso de España nos indica …”La rigidez del mercado laboral, la tasa desempleo el doble, y la segunda rémora el sistema de pensiones y lo que necesita las pymes.”. También nos indica “Gracias a Europa no hemos devaluado, gracias a la disciplina del euro..”.. “gracias a una recesion sin inflación "…” de no estar España en el euro no se hubiesen planteado las reformas ..”

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    “El pánico no destruye el capital, únicamente revela hasta qué punto el uso de dicho capital para obras totalmente improductivas ya lo había destruido de antemano”. – John Stuart Mill, economista político (1806-1873)

  • Javier
    Gracias por tu comentario. No creo que el riesgo de deflación en la UEM sea hoy mayor que hace unos meses. Por otra parte una inflación elevada, aunque de forma temporal no creo que resolviera el problema ya que precios y salarios aumentarían, porque no hemos resuelto ninguno de los problemas de funcionamiento de mercados que nos llevaron a la situación en que nos encontramos ahora. La recesión está generando algo que hacía tiempo no veíamos por estos pagos, los salarios están empezando a moderarse e incluso hay reducciones nominales en algunos casos. Por este camino a lo mejor logramos la depreciación que necesitamos. Una inflación más elevada crearía problemas de credibilidad al BCE y después sería difícil desmontar expectativas inflacionistas sin generar otra recesión.

  • Gracias Ramón, ya lo conocía.
    Una pregunta para quien quiera responderme ¿ Habrá solución para España y otros países con deuda privada muy elevada, para salir de la crisis, sin una unificación de la política económica en Europa?.
    Con el alto nivel de apalancamiento privado una devaluación competitiva, es decir, deflación, agravarían los problemas. La inflación no depende, en gran medida de nosotros. Los alemanes no estan dispuesto a incrementar su demanda interna y el resto de países sus previsiones de crecimiento son mínimas ¿ a donde trasladaremos nuestra mayores exportaciones, fruto de una mayor competitividad? ¿ No será un proceso muy largo?
    Existe algún estudio de algún país que haya llevado a cabo medidas tendentes a generar mayor competitividad, en un contexto de tipo de cambio fijo y con una economía mundial en recesión (abstenerse del caso de Estonia). Yo solamente he encontrado el clásico estudio de Blanchard (2006) sobre Portugal en los años 2000 (me vale para el caso de tipo de cambio fijo), pero me falta el otro ingrediente (recesión mundial). El tema de la crisis de Suecia es a la inversa (tipos flexibles en un contexto de crecimiento económico mundial).
    Gracias

  • Ramón
    (Gracias por los diversos links). Mencionas muchos temas en tus comentarios. Es cierto que la salida a la Finlandesa que describes -caso que yo no conozco bien- parece más atractiva. En esencia es algo parecido a lo que planteo en mi post. La financiación exterior era un factor determinante del crecimiento de las actividades productivas. Cuando este falta hay que buscar otro y creo que la posición exterior actual de Finlandia puede verse como una respuesta a las crisis financieras que tuvo a finales del siglo pasado. En esencia la receta es siempre la misma: los países que han tenido problemas serios de financiación -exterior- tratan de evitar que se repitan a toda costa. Por ello nosotros en vez de esperar a que vuelva la financiación y reiniciar un proceso que nos ha llevado a esta situación tenemos que intentar una senda de crecimiento más basada en los recursos internos y uno de ellos pueden ser un capital y trabajo con unas rentas más adecuadas a nuestras necesidades de competir en el exterior.

  • ludwig

    Efectivamente estamos ante una encrucijada que creo no se resolverá con inflación. En cambio hay bastante recorrido con la competitividad. Primero porque nos permitiría recuperar parte de nuestra demanda interna que ahora se filtra al exterior a través de las importaciones. Nuestras estructuras de mercado no han cambiado sustancialmente y el potencial de recuperación de las importaciones es alta cuando la economía vuelva a crecer. Por ello para mejorar el saldo exterior hemos de ser más competitivos dentro, pero también fuera porque la demanda mundial ya ha remontado.
    Por decirlo de otra forma no podemos seguir esperando a que vuelva el crédito como única estrategia de salida de la crisis. ¿Para qué? ¿Para seguir utilizándolo tan mal como antes? Entiendo que los ahorradores mundiales se lo piensen dos veces antes de seguir prestándonos. Lo mejor es reforzar nuestro tejido productivo y eso a corto plazo sólo tiene una solución: producir más barato que los demás bienes que tengan demanda potencial. Después, si estas actividades son rentables podremos volver a atraer financiación para ellas. Pero creo que nos toca sacrificarnos un poco primero.

  • Pedro
    Esa coordinación de la que hablas es fundamental. El problema es que hasta ahora sólo la hemos aplicado en la política monetaria. También hemos de hacerlo en la fiscal y, sobre todo, en la homogeneización de estructuras económicas y mercado interno, como discutía en mi post anterior. El problema es que ciertos países con elevada deuda exterior deben poner en orden sus finanzas sin esperar a ese gobierno federal. Por ello, durante un tiempo tenemos que gastar menos de lo que producimos, para pagar el exceso de gasto del pasado. Eso se iba a terminar tarde o temprano, por lo que seguir esperando a la recuperación del crédito como precondición para la recuperación puede ser muy peligroso. Es mejor pensar en soluciones alternativas y los países emergentes nos enseñaron el camino a finales de los 90.

  • Javier Andres, disculpas por la dispersión en mis comentarios, pero intento dejar comentarios bucando la interelación(accion-reaccion),porque hay varias aristas que nos afectan, y se tienden a plantear soluciones que pueden arreglar un lado pero estropear otro.
    Como uno de los problemas "raiz" sigue siendo el deficit comercial, cuando se indica, mejorar las exportaciones, me pregunto con que tejido industrial, si tenemos la mayoria de empresas pequeñas, poco diversificadas, pocos empleados, con productos maduros, con escasa capacidad de apalancamiento, con una formación que necesita ponerse al dia, en fin poco competitivas para lanzarse al ruedo de la internacionalización.
    Solo veo una posibilidad si existieran sinergias y joint ventures de pymes, con otras empresas europeas...si hubiese una politica industrial europea apoyada por una banca industrial europea . Sin unión y cooperacion lo veo muy gris...
    El caso de Finlandia, es el mas adecuado si tomamos conciencia, de que la salida a la crisis sera lenta, porque hay que volver a plantar semillas, para tener una recuperación fuerte dentro de 3 ,4 ... 8 años.. Y si te digo la verdad prefiero una solución lenta, con unas buenas bases, que una solución rapida, en falso. Por que esta claro que si mañana tuviesemos un mana que nos diera mas financiación....todo seria mas delo mismo .como bien indicas..."para que ?.Para seguir utilizándolo tan mal como antes?

    Asi seguiriamos ..hasta la proxima crisis.

  • Javier Andrés
    Gracias por contestarme. En efecto, la coordinación fiscal es esencial para salir de este atolladero. pero lo que me preocupa es el gran hincapié que se está haciendo de que para salir de la crisis tenemos que ser más competitivos, con el objeto de exportar más. pero me imagino que todos los países están pensando en lo mismo. Y de ser así, no veo quien va a comprar. creo que lo que hay que hacer hincapié es que tenemos que aumentar nuestra productividad, que es lo que generará riqueza y olvidarnos un poco de la competitividad (creo que Krugman tenía razón en su artículo sobre competitividad versus productividad en los países).
    Respecto a las enseñanzas de como salieron de la crisis los países emergentes, no tengo muy claro que esto sea un gran enseñanza para nosotros. Primero, ni habían una crisis mundial como la que tenemos ahora, ni las perspectivas futuras eran tan sombrias como las actuales (¿década perdida para los países de alto ingresos?. Segundo, su estado del bienestar era muy inferior al nuestro, sus niveles salariales eran y son bajos y la protección al empleo era prácticamente nula, por lo que la flexibilización salarial era más viable. Nuestro caso es muy diferente ¿Es políticamente viable?. Tercero, nuestros competidores cara al futuro serán (salvo que pensemos en bienes de alta tecnología, lo que nos llevará mucho tiempo) los grandes países emergentes (China, India etc) y para competir con estos países ¿cuanto tendremos que bajar los salarios y precios? ¿ Cuanto tendrá que aumentar el desempleo?.

  • Ramón.
    No, si las cosas que planteas son muy interesantes y está bien mencionarlas todas porque efectivamente cualquier estrategia de recuperación tiene sus pros y sus contras. La intención de esta entrada era simplemente señalar que condicionar todo a que vuelva la facilidad de financiación exterior es muy arriesgado y que hay que buscar medidas alternativas que potencien los factores domésticos de que disponemos. En ese sentido son muchas las cosas que hay que hacer, pero desde luego acompasar nuestras rentas a la evolución de la productividad es una de las más urgentes. Sobre esta base será posible competir en el mercado doméstico y plantear las estrategias de internacionalización que señalas y que son necesarias para competir fuera.

  • Pedro.
    Las diferencias que señalas entre la situación de los emergentes entonces y las de los €mergentes ahora son ciertas. Sin embargo también tenemos algunas cosas mejores que entonces: coordinación tipo G20, el Euro como moneda relativamente estable y de fiar, etc.
    Por otra parte aunque las devaluaciones nominales generalizadas acaban siendo ineficaces y sólo generan inflación, cuando las depreciaciones son de carácter real –caída del coste laboral unitario- el juego no es de suma cero, porque la demanda y la producción de todos los países aumentan y los desequilibrios relativos de balanza de pagos tienden a corregirse hasta niveles más aceptables que lo que hemos visto en la UEM en los últimos años.

  • Yo tambien estoy de acuerdo con Pedro. Sigo sin entender como podemos salir de esta crisis exportando. En su post, queda claro que los paises asiaticos salieron de la crisis porque fueron capaces de devaluar y entonces de exportar a Europa y USA, que por cierto se endeudaron a tope para poder comprar. En nuestro caso, no podemos devaluar respeto a los demas paises europeos, por lo cual solo podemos exportar a Asia, Usa y America latina. Pero ya no hay creditos para poder endeudarse, por lo cual sigo preguntandome a quien vamos a exportar. Y de acuerdo con Pedro, en que nuestras empresas, son demasiado pequeñas, poco inovadoras, ext.. para la exportacion. Y la otra solucion que se propone es que bajemos los sueldos para ser mas competitivos. Pero una bajada de sueldo con familias muy endeudadas, y con letras de pisos a pagar, solo hara que la deuda privada sea mas dificil de pagar, con las consecuencias que esto tendria en el consumo o en la morosidad de los bancos. Por todo esto no entiendo como salimos de esto....

  • Muy breve. Comparto la reflexión y la "angustia" de DMM. Si la reducción de CLU las empresas no las llevan completamente a precios hay un cierto margen para mejorar competitividad (Carlin/ Soskice) y resolver algunos problemas financieros.Sin embargo, tanto la posible reducción en algunas empresas de los niveles de precios como la caida de salarios aumenta las deudas. ¿Y entonces?

  • Perdón. En la entrada anterior el aumento de deuda se refiere a deflación en algunas empresas y en salarios

  • Javier, como bien dices, la tormenta de ideas se debe enfocar a como aumentamos la productividad teniendo en cuenta nuestras potencialidades y nuestras carencias.
    Creo que la solución es con mas flexibilidad, con mas pragmatismo, el primer ejemplo que se me ocurre, un pais en dificultades no puede permitirse tener prejubilados con 48, 50, 60 años, estas personas deberian tener la oportunidad de ayudar a aumentar la productividad, se les deberia dejar trabajar a quienes quisieran a horas sueltas en puntas de producción, una parte de la hora para el trabajador y otra parte para reducir su gasto en pensión.
    Las soluciones vendrán por un plan de re industrialización de España, hasta que no pasemos a las medias europeas de un 20 % de industria sobre PIB, sabiendo que estamos a menos de un 13 % no se podrán incrementar los recursos, sin no hay mas tarta no hay sostenibilidad.
    Se deben recuperar las 150.000 empresas cerradas.
    Para conseguir mas empresas, solo se podrá dando incentivos a los inversionistas extranjeros (con solares, naves, etc) o bien a cada pyme por nuevo trabajador contratado.
    Mucho me temo, que los jóvenes deberán emigrar unos años si quieren encontrar un empleo bien renumerado.

  • DMM
    Gracias por el comentario. Todas las dificultades que señalas hacen que la recuperación va a ser difícil. Sin embargo mi planteamiento es que se dice que nuestra economía es ‘adicta’ al crédito y que por ello no remontará hasta que este se normalice, pero la estrategia de crecimiento que hemos adoptado no es la única posible. Si nosotros somos demandantes de crédito es porque otros son oferentes. Algunos de los países que son exportadores netos no lo han sido siempre, y no todos basan su ventaja exportadora en lo mismo: unos en tecnología, otros en salarios, etc. Fijémonos en como lo han hecho para ir en esa dirección, pero lo crucial es que no podemos elegir y habrá que empezar por lo que de un fruto más rápido porque en caso contrario corremos el peligro de ‘décadas perdidas’ y todo eso.
    Por supuesto que la normalización de la financiación ayudaría, pero francamente no veo que esto vaya a suceder a corto plazo. Además, hasta ahora nos han prestado porque ofrecíamos tasas de rentabilidad más altas que otras inversiones. En la medida en la que ya no dispongamos de la construcción nuestras empresas no son especialmente rentables como para poder seguir endeudándonos en un 10 por ciento del PIB cada año.
    Así que hay que buscar una solución. ¿A quién vamos a exportar? La competitividad no es sólo para la exportación es también para reducir drásticamente nuestras importaciones sin recurrir a prácticas proteccionistas. Por otra parte no se trata de convertirnos de la noche a la mañana en exportadores netos pero si de poner las bases para ello. Un primer paso debe ser la moderación de rentas, no sólo salariales, -que no debe suponer necesariamente reducciones nominales sino crecimientos nominales en línea con el IPC de la Eurozona durante un tiempo, por ejemplo- aunque la solución a largo plazo es la eficiencia y la productividad, pero no podemos esperar tanto. Además si esta estrategia sirviera para reducir el desempleo más rápidamente eso ayudaría más a reducir la deuda de familias y empresas más que simplemente estar parado y no ingresar nada.

  • Javier
    Es cierto, la moderación de precios aumenta las deudas pero, si me permites el chiste fácil, endeudarse lo hace todavía más. Necesitamos reducir el apalancamiento de todos los sectores productivos. A veces se confía en milagros ‘inflacionarios’ como soluciones mágicas para reducir el valor real de la deuda, pero esa es una solución que además de generar otros problemas que ya hemos discutido más arriba supone un alivio mínimo – a no ser que estemos pensando en inflaciones muy elevadas impensables en el Euro.
    Por supuesto no estamos hablando de una economía sin crédito, sino de una en la que éste sea menos determinante que hoy. Si me permites una simplificación piensa en el crédito para capital circulante como un factor de producción más –algunos autores lo tratan así. Si éste es escaso y/o se encarece la combinación óptima de factores será usar más de los otros lo que será más fácil si su precio se ajusta a su abundancia relativa, que en el caso del trabajo es, lamentablemente, muy elevada.

  • Ramón
    Todas estas medidas que sugieres serán necesarias. La moderación de rentas debe ser sólo el primer paso porque es el más directo. No estamos hablando de que nuestros salarios deban ponerse al nivel de China o India, simplemente que nuestros costes laborales unitarios crezcan durante un tiempo algo más despacio que en el resto de la Eurozona para compensar los diez años en que han crecido más rápidamente.
    Todo lo demás debe venir como producto de una estrategia basada en aumento del capital humano, potenciación de empresas de tamaño más elevado y más innovadoras, reformas del sistema de pensiones, etc. Ningún país desarrollado puede aspirar a mantener una ventaja comparativa sobre la base de una mano de obra más barata, pero puede ayudarnos a despegar. Hoy tenemos la oportunidad, ya que la mano de obra es abundante, y la necesidad, porque no hay muchas alternativas.

  • Javier Andres, por dirigirme a un tema en concreto, Hoy en la TV1, en noticias nos indicaban, que B.P., debido al desatre del vertido de petroleo, habian bajado un 30 % sus acciones, poniendose en peligro sus fondos de jubilación. Primero me parecio una exageración, despues creo que es una muestra de fragilidad del sistema de pensiones anglosajones, pero por otra parte nuestro sistema con el envecimiento de la población tampoco tiene pinta de ser sostenible.
    Mitchell dice que las generaciones actuales y futuras necesitan “nuevas estructuras sostenidas por medio de asociaciones públicas y privadas que las eduquen en lo que concierne a los riesgos que corren y las ayuden a trabajar durante más tiempo [...] además de regular de forma más adecuada los productos y los mercados en un mundo envejecido”.
    http://www.wharton.universia.net/index.cfm?fa=viewArticle&id=1895&language=spanish

  • Ramón

    Estoy de acuerdo contigo. Lo de las pensiones es desde luego fundamental y seguro que tendrá que abordarse bien pronto. Supongo que conoces el documento de FEDEA sobre pensiones en España

  • Si Javier conozco vuestros documentos.
    Solo tengo mis dudas de cual es la mejor forma de reformar la seguridad social...
    .-.-.-.-.
    Lei este documento:
    -Reducir impuestos sobre los salarios (gravan el ingreso salarial) menos impuestos mas salarios en manos del trabajador, mas posibilidad de consumo

    La perdida en la recaudación de los impuestos sobre la nómina salarial sería, potencialmente, compensada por la generalización del IVA.

    La bajada de impuestos sobre la nomina salarial, también tendría efectos beneficiosos para la competitividad.

    -En el documento adjunto nos indican: "La característica redistributiva de los programas de seguridad social no es consecuencia de la progresividad en su estructura de financiación, sino del hecho de que los beneficios son, generalmente, más sesgados que las contribuciones. Es esta característica del sistema de seguridad social la cual genera que las contribuciones al mismo, incluyendo aquellas pagadas por los empelados, más comparables con impuestos que con pólizas de seguros actuarialmente justas o cuentas de ahorro"
    - El estudio pone en duda de que sea mas equitativo desde la perspectiva de la distribución del ingreso, financiar la seguridad social mediante impuestos al trabajo que hacerlo con un impuesto proporcional sobre el consumo"

    fuentes:

    ** http://www.cavallo.com.ar/wp-content/uploads/2008/05/Haciendo-que-la-Consolidaci%C3%B3n-Fiscal-Funcione....pdf” La crisis tiene su origen en el déficit ético ”

  • Ramón

    La propuesta de sustituir cotizaciones sociales por IVA esta siempre sobre la mesa y hay gente que la defiende con bastante fundamento. Sin embargo también hay razones por las cuales esta medida puede no ser muy acertada.
    En primer lugar las cotizaciones salariales se pueden entender como salario diferido, una especie de seguro que los trabajadores pagan ante contingencias laborales y personales. En ese sentido parece razonable que se reflejen adecuadamente en el coste laboral. Si éste es muy alto, tendrá que moderarse pero de forma que se refleje en el salario corriente (reforma de la negociación colectiva).
    Compensarlo con una subida del IVA es peligroso pues si bien hay margen de maniobra para hacerlo -nuestro IVA está entre los modestos en Europa- es posible que necesitemos subirlo más adelante por otros motivos: déficit, financiación de prestaciones como la Ley de Dependencia, etc.
    Por último, el efecto devaluación real que se obtendría de esta manera sería un alivio para la competitividad. Pero si esta reducción de coste para muchas empresas incentivase un mayor crecimiento salarial posterior la ganancia sobre el coste laboral sería temporal. Y entonces nos quedaríamos en el peor de los mundos: más impuestos y los mismos costes salariales.
    Estoy dispuesto a que alguien me convenza de las bondades de este intercambio, pero a día de hoy no lo veo claro.

  • Javier, por este motivo te lo comentaba, porque no lo veo nada claro.

    -Solo la solución temporal, mientras dure la tormenta de la crisis, seria debatible si es conveniente una bajada proporcional de impuestos en los salarios más bajos, porque podrían ayudar a "levantar" el consumo. (rentas menores tienen mayores propensiones marginales al consumo) Si tenemos en cuenta que la mayoría de salarios bajos son a quienes en la declaración de renta les suelen devolver casi todo lo pagado en retenciones, seria solo adelantar a final de cada mes esta devolución.

    Creo que pasa igual con el efecto temporal de esta medida, "la ganancia sobre el coste laboral sería temporal" seria parecido con quienes proponen una reducción del 15- 20 % salarios y precios. Si solo fuese una crisis de España podría ser una solución, pero en una crisis global donde nuestros vecinos europeos, que son nuestros clientes, también están tocados, poco nos compraran..., además la bajada nuestra puede no servir de nada, si los otros países ante sus dificultades también bajan salarios...
    Por esto creo que la solución es global, no por países.

  • Ramón

    Por supuesto, cuanto más global sea la respuesta de política mejor, pero si esta no se pone en práctica cada país tendrá que buscar la mejor solución. Además hay muchos mercados en los que competir que están creciendo rápidamente (los emergentes). Sobre esto insistiré en el próximo post, porque creo que hay mucho para reflexionar. Creo que la situación del crédito en España hace cada vez más necesarias este tipo de soluciones. Además muchos otros países desarrollados están saliendo ya de la recesión y pueden empezar a tirar de la demanda mundial. Si no ganamos posiciones ahí lo vamos a tener muy difícil.

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