El derrumbe de los salarios iniciales

Por José I. García, Marcel Jansen y Sergi Jiménez (@sergijm64)

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"In some countries the real wages of new entrants in the labour market are at the levels seen at the end of the 80s, previous century 80s", Mario Draghi, President of the ECB, Frankfurt am Main, 4/9/14. 

En nuestra entrada de la semana pasada (aquí) comentábamos que los incrementos salariales de los "stayers", esto es, de las personas que trabajan dos años consecutivos en la misma empresa, solo explican una parte de la realidad salarial española. En esta entrada  ponemos el foco en la flexibilidad externa: en los salarios y el tipo de jornada de los recién contratados o "movers". Como veremos, el ajuste salarial y el  incremento del trabajo a tiempo parcial en las contrataciones de los últimos años en España (véase aquí, aquí o aquí para un análisis sobre el tema) contribuyen a explicar el elevado sentimiento de precariedad de muchos trabajadores, sobre todo de aquellos que sufren una doble, algunos triple, penalización.

La relevancia de los salarios iniciales

El comportamiento de los salarios iniciales es relevante por varios motivos. Por razones obvias, estos salarios suelen ser más flexibles que los salarios de los que ya llevan tiempo trabajando en la empresa, esto es, de los stayers. Esta característica ayuda a suavizar las fluctuaciones cíclicas en la contratación cuando los salarios para estos últimos son muy rígidos. Por lo tanto, ningún análisis sobre flexibilidad salarial y sus implicaciones para el empleo está completo sin un análisis detallado del comportamiento de los salarios iniciales. Pero el distinto grado de flexibilidad de los salarios para movers y stayers también tiene inconvenientes. En países con un mercado laboral dual como el español, esta diferencia en flexibilidad puede generar enormes diferencias en las condiciones de trabajo, imponiendo el grueso del coste de la crisis sobre los “outsiders” del sistema. El presidente del BCE lo reconoció cuando afirmó durante su última rueda de prensa que los salarios iniciales en algunos países periféricos han caído a niveles de las ochenta. Al final de la entrada volveremos sobre este asunto.

La evidencia

En nuestro análisis utilizaremos un panel trimestral (de Abril de 2007 a Diciembre de 2013) que hemos construido en base a una submuestra del 40 % de los individuos potencialmente activos (16-69) presente en alguna de las olas de la Muestra Continua de Vidas laborales (MCVL) de los años 2007 a 2013. Una versión preliminar del panel, con los datos hasta 2012, ya fue utilizada en anteriores entradas sobre salarios (aquí, aquí, aquí) e incluso sobre desigualdad (aquí). La MCVL ofrece información sobre la base de cotización mensuales de los trabajadores, que no tiene por qué ser igual al salario mensual, ya que incluye la parte proporcional de las pagas extras y excluye otros componentes de la remuneración como, por ejemplo, el pago en especie.

El tiempo parcial

La fila superior de la Figura 1 presenta, distinguiendo por sexos, la fracción de trabajadores con contractos a tiempo parcial sobre el total de población empleada así como sobre el conjunto de los que acaban de encontrar un empleo recién contratados. La fila inferior presenta los mismos conceptos para los jóvenes. Durante el periodo de crisis e independientemente del género del trabajador, la fracción de contratos a tiempo parcial ha aumentado alrededor de 5 puntos para la población en general y 10 puntos para los jóvenes. Casi todo el incremento en el empleo a tiempo parcial deviene del espectacular incremento del tiempo parcial en los nuevos contratos: alrededor de 15 puntos entre las mujeres y 20 puntos entre los hombres. Por tanto, parece claro que la flexibilidad externa ha marcado la pauta, dado el fuerte repunte de la contratación a tiempo parcial, en  estos tiempos tan difíciles. Nótese, finalmente, que los datos de 2013, indican una cierta contención del crecimiento de las tasas de contratación parcial, sobre todo entre los recién contratados.

Figura 1. La evolución del tiempo parcial de 2007 a 2013.

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Los salarios

En lo que respecta a salarios (representados por la base de cotización mensual) presentamos dos piezas de evidencia complementarias: la evolución del nivel salarial nominal de los nuevos contratos (Figura 2) en la muestra y la de los salarios relativos, esto es, la comparación de los salarios de los entrantes con respecto a los de los stayers (Figura 3), es decir, aquéllos que trabajan durante dos años consecutivos para la misma empresa. Los resultados con una versión más estricta de stayers, aquellos que conservan el empleo de antes de la crisis, son similares.

La evidencia presentada por la Figura 2 es muy llamativa: en cinco años el primer salario de los nuevos contratos a tiempo completo han caído alrededor de un 8% en términos nominales para los hombres y un 4% para las mujeres en el conjunto de la población en edad de trabajar. Si añadimos la inflación entre abril de 2008 y diciembre de 2013 (9.5%),  las caídas  alcanzan el 17 y el 13%, respectivamente. Además, en el caso ser contratado a tiempo parcial, las cifras se doblan: 14 y 7% para hombres y mujeres, que se convierten en caídas del 23 y el 16%  en términos reales.

Los resultados para los jóvenes de 16 a 29 son aún más alarmantes, ya que las pérdidas salariales son mucho más elevadas. Su primer salario en un nuevo contrato a tiempo completo cae alrededor de 15 y 12 puntos porcentuales para mujeres y hombres (24 y 21 en términos reales) y, más importante aún, sus salarios a tiempo parcial,  se hunden alrededor de 28 puntos porcentuales (37 contando con la inflación). Por lo tanto, los jóvenes sufren un triple castigo: por ser entrantes, por ser jóvenes y por ocupar, en mucha mayor proporción, puestos de trabajo a tiempo parcial.

En términos de expectativa de salario, la evidencia es  dramática: en 2008 un joven esperaba un salario de 1210 euros cuando accedía a un nuevo empleo, mientras que a finales de 2013 espera solo 890, es decir un 26 por ciento menos (y un 35% menos en términos reales).

Figura 2. La evolución de los salarios de entrada de 2008 a 2013.

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Finalmente, la Figura 3 nos aclara si los movers han perdido poder adquisitivo en comparación con los stayers. En la misma comparamos, en términos relativos, el salario de los stayers que trabajan a tiempo completo con tres grupos poblacionales: movers a tiempo completo, movers a tiempo parcial y stayers a tiempo parcial. El análisis se lleva a cabo por sexo y específicamente para jóvenes.

Son muchas e importantes las conclusiones que se pueden extraer de esta figura. En primer lugar, respecto al grupo de referencia (stayers FT), las diferencias se ahondan mucho más para los hombres que para las mujeres. En segundo lugar, el salario de los movers a tiempo completo se está acercando al salario de los stayers a tiempo parcial. Finalmente, el salario de los movers a tiempo parcial, que empezó en un 40 por ciento de los stayers, es ya sólo del 30 por ciento, acentuando la sensación de precariedad de dichos entrantes, mucho más numerosos hoy como vimos en la Figura 1.

Figura 3. Salarios iniciales y su comparación con los stayers a tiempo completo

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Vuelta a los años noventa

En definitiva, los datos muestran un auténtico derrumbe en las condiciones laborales en los nuevos contratos y por ello nos hemos preguntado hasta que año tendríamos que remontarnos para encontrar condiciones similares. No hasta finales de los ochenta, como vaticinaba el señor Draghi (aquí), pero casi. Para esta comparación histórica utilizamos el valor mediano del salario real, es decir corregido por inflación. Y solo consideramos los nuevos contratos a tiempo completo con una duración de al menos treinta días.

Actualmente, el salario mediano inicial en estos nuevos contratos está en 978€. Tenemos que remontar hasta el año 1993 para encontrar un salario mediano similar (973€). Es decir, el poder adquisitivo mediano de los entrantes en un nuevo empleo es igual al que hubo en España hace 21 años! Y la situación es aún peor para los jóvenes que entran al mercado laboral. En su caso tenemos que remontar hasta el año 1990 para encontrar condiciones laborales similares. Hoy en día un joven mover (entrante en el mercado o no) obtiene un salario mediano de 801€ en un contrato a tiempo completo, comparado con unos 797€ (en términos reales) en el año 1990.

Conclusiones

En nuestra opinión,  la evidencia disponible ilustra la necesidad de explorar otras salidas a la crisis que no pasen (exclusivamente) por más recortes salariales. Muchos de los recién contratados tardarán años para recuperarse del deterioro en las condiciones laborales de los últimos años, si es que alguna vez lo consiguen. Pero la solución no está solo en Europa. La creciente desigualdad en las condiciones laborales de movers y stayers es una muestra más de que las reformas laborales en España no han resuelto el problema de la dualidad. Hoy en día España tiene más tipos de contrato precarios que antes de la crisis y esto se refleja tanto en la duración de los contratos como en los salarios.

 

 

Hay 27 comentarios
  • Muchos datos y muy expresivos. Me gustaría saber la dimensión de las ventajas en términos de costes de las medidas de flexibilización externa, dado el elevado peso de los salarios de los que ya estaban contratados en el conjunto de la masa salarial, y en qué medida se ha traducido en mayor empleo y producción. Los nuevos contratados soportan una parte importante del peso de la crisis en términos de empleo, pero también en términos de salario y condiciones laborales, y no se ve que eso vaya a cambiar. Eso puede ser desmoralizador y desincentivador del esfuerzo, y quizá convendría analizar los efectos que pudiese tener sobre la productividad de los nuevos contratados, porque una merma en la productividad de los nuevos contratados se traduciría en pérdida de competitividad.

    Y una cuestión que me parece importante es la de quienes entran en un nuevo sector y provincia a trabajar. La representación sindical de estos trabajadores se hace muy complicada, con lo cual tienen más probabilidades de perder en las negociaciones.

    Un cordial saludo.

    • Hola Gonzalo, gracias por tu interesante reflexión.
      En esta crisis todos han salido tocados, aunque los que pierden un empleo son los que soportan mayores costes, ya que la reentrada, como outsider, tiene cada vez peores condiciones. La influencia de ello en su ánimo y poder de negociación aún está por ver, aunque dudo que sea positiva.

      Sergi

  • Los autores dicen que el costo del ajuste lo han tenido que asumir principalmente los outsiders del sistema y lo intentan probar con los bajos salarios de los nuevos empleados. Claro eso supone que los recursos disponibles no aumentan (luego que por algún shock disminuyeron) y por lo tanto sería mejor plantear cómo aumentar los recursos. Sabemos que o vienen de afuera (shock positivo) o los generamos internamente (eliminando restricciones a invertir y trabajar en nuevas empresas o ampliaciones de las existentes). Y si no se puede o quiere aumentar los recursos disponibles, lo único que queda es redistribuir el costo del ajuste, pero bien sabemos que los incumbents (beneficiarios del estatus quo) gastarán lo necesario para defender lo que tienen, algo que se puede observar directamente en universidades y organizaciones estatales de todo el mundo (leer sobre los sindicatos universitarios en las universidades estatales de EEUU). Para entender cómo se ha estado distribuyendo el costo del ajuste se necesita aclarar bien el contexto de economía política que ha condicionado el proceso de ajuste, su costo y también su distribución.

  • Un apunte importante, estas cometiendo un error garrafal en el análisis, lo que ha retrocedido a niveles de los 90, no es el poder adquisitivos, sino la cuantía neta de los salarios, los precios del 93 eran mucho más bajos por lo que habría que eliminar el efecto de la inflación, y obtener realmente el dato del poder adquisitivo lo que se llama el PPT (purchase power parity), teniendo esto en cuenta, a que año nos estariamos remontando? yo creo que mucho mas atras de los años 60 o 70 seguro...

    • Hola Ivan, los datos de nuestra comparación final son en términos reales (puestos en una cesta común de precios). la PPP se utiliza para comparaciones internacionales.

      Sergi

  • Hay una parte importante de la población activa, la ocupada en el Sector Público, que dada su estabilidad, supongo que el estudio los considera como "stayers", y que no ha sufrido recortes significativos en sus retribuciones (el 5% del 2010, en buena medida se ha ido compensando con los incrementos de la antigüedad y otras gratificaciones). Quiero decir que si se pudiera desagregar este colectivo del resto de stayers, igual el resultado del ajuste salarial en el sector privado es aún mayor.

    • Hola Manuel,

      Probablemente, tengas razon, pero es que los salarios de muchos otros stayers crecieron hasta 2010 en gran medida. Por lo que una cosa puede compensar a la otra. Tienes razón en que con una analisis más desagregado (imposible para un post) ganaríamos mucha información.

      Sergi

      • Hay que tener en cuenta que son datos de Seguridad Social. Por tanto una parte de los funcionarios no están en nuestra muestra. Sí que lo están los contratados temporalmente por la administración y los funcionarios de las CCAA. Un análisis desagregado es el siguiente hito en nuestra agenda. Gracias por el comentario.

        • Ignacio, en la Guía de la MCVL aparecen entre los códigos del tipo de relación laboral los siguientes: 901-Funcionarios y personal estatutario; 902 - Funcionarios interinos y 910-Funcionarios procedentes de MUNPAL (Administración Local). Lo que parece dar a entender que están todos los empleados públicos incluidos, funcionarios, estatutarios y laborales. Gracias.

          • Estimado Manuel, no están los funcionarios de la Adminstración Central ni los profesores de universidad (MUFACE), ni los de ejércitos, ni los de algún que otro colectivo de administración de justicia.

            Sergi

  • "El comportamiento de los salarios iniciales es relevante por varios motivos. Por razones obvias, estos salarios suelen ser más flexibles que los salarios de los que ya llevan tiempo trabajando en la empresa, esto es, de los stayers."

    No entiendo muy bien que utilices flexibilidad como eufemismo de bajo. ¿Que tiene de flexible un salario bajo y para quien?.

    • Hola Adrían, casi siempre más bajo pero no necesariamente siempre. En el caso español la extrema dualidad acentúa las diferencias entre los dos tipos de salarios (poca flex interna implica mucha externa en los margenes de despido y contratación).

      sergi

  • Estoy de acuerdo con Adrian, salarios flexibles que son??? yo no entiendo esa palabra, pueden ser bajo so altos pero flexibes es que cobras mas un mes que otro o como? dejemos esos eufemismos para los que realmente se arpovechan de la situacion. algunas emrpesas en beneficios historicos tienen salarios tambien historicamente bajos. es de vergüenza, esto tiene que petar por alguna parte.

  • Muy interesante. Creo que la última reforma laboral fue implantada con la intención entre otras cosas de acelerar una devaluación interna de los salarios de los stayers. ¿Habéis notado una mayor bajada en el salario de los stayers en el periódo transcurrido después de la reforma?

    • Hola Greg, nuestra entrada del lunes 15 muestra que muchos (casi) "insiders" han visto reducidas o congeladas sus bases de cotización mensuales. Aún así la flexibilidad externa, reforzada por la discriminación contractual, sigue siendo mucho más importante.

      Gracias,

      Sergi

  • gracias, muy interesante.

    Una pregunta para Sergi: dado que no hay (aparentemente) ningún "fundamental" que justifique la ampliación de la diferencia entre los salarios de entrada y los de los "insiders" ¿no debería -contrariamente a lo que señaláis- interpretarse esa ampliación como proxy el ajuste salarial que aún queda por delante en el conjunto del mercado laboral español? Parecería un caso claro en que los "insiders" están protegidos, pudiendo el empresario rebajar sus condiciones salariales solamente por "attrition" (salida a la jubilación y sustitución por trabajadores nuevos) -fenómeno que se reflejaría en la creciente diferencia entre los sueldos de trabajadores nuevos y antiguos.

    • Estimado Lima, tal y como muestran nuestros post de ayer y la semana pasada el ajuste esta afectando a ambos, solo que en terminos relativos es más importante sobre los entrantes. ¿Durará mucho más? Es dificil de decir y aún no hemos podido analizar todos los datos a nuestra disposición como para atrevernos a dar una respuesta contundente.

      Sergi

      • gracias Sergi. Mi pregunta no iba tanto por ahí, sino por la interpretación de la ampliación de ese diferencial durante la crisis. Que exista un diferencial puede ser lógico (asimetría informativa de la empresa respecto a los nuevos entrantes, que les penaliza); que se amplíe ese diferencial en una situación de shock adverso del mercado laboral creo que sólo puede interpretarse como una indicación del ajuste salarial que todavía tenemos por delante (las condiciones de fondo del mercado laboral español -productividad etc- estarían reflejándose en los nuevos entrantes, pero no en los insiders que debido a su status están más protegidos).

        Si esto es así, tenemos importantes bajadas salariales en el horizonte, no necesariamente "personales" (bajada del salario de uno) pero sí del sistema (sustitución de trabajadores con sueldos altos por otros con sueldos bajos)... con implicaciones también sobre las pensiones (los jóvenes con salarios bajos tendrán que financiar las pensiones de quienes se jubilaron con salarios altos)

        • Hola Lima,

          No estoy seguro que es la única explicación, pero sí comparto tu pesimismo sobre la futura evolución de los salarios, en particular para las personas sin trabajo estable. Si no queremos deprimir aún más sus condiciones de trabajo habrá que crear las condiciones para un creciemiento mayor, tanto dentro de España como dentro de Europa.

          • Acertadas palabras. Los evidentes peligros del "estancamiento secular" o algo peor todavía no deben ignorarse. Desde mi punto de vista veo ciertos paralelismos con las crisis altomedievales: demográficas, económicas, asociadas a convulsiones políticas y sociales con desplazamiento de centros de poder político y económico que duraron siglo y medio (igual ahora es más rápido) .

            Puesto que no sólo hay que descontar la rigidez de los salarios, sino la de otros muchos aspectos mucho más relevantes (sociales, políticos) cuyo coste en consecuencias (económicas también) es varios órdenes de magnitud superior al descalabro actual, creo que va siendo hora de que muchos dogmas ortodoxos pasen a mejor vida y de paso mejoren la nuestra.

            Veo esperanzador que alguien como Martin Wolf se sume al creciente coro de críticos y proponga soluciones poco "convencionales". El tránsito del "vicio" a la "virtud" es largo y tortuoso, y la flagelación continua interna y externa desde luego que no nos va a conducir a ese estado. Hay pocas cosas "sagradas" en este mundo, y la "ortodoxia económica" no es una de ellas cuando hay en juego cosas más importantes. No nos corresponde a nosotros como comparsas liderar el cambio, pero no cabe duda de que nos beneficiará a todos, y no sólo a aquellos que puedan ubicarse en los pequeños "clusters" de excelencia y conocimiento transnacionales.

            Eso obviamente tendrá sus problemas e ineficiencias, nada comparables a los que habrá de no corregir el curso.

            Martin Wolf’s ‘The Shifts and the Shocks’, Joseph Stiglitz.

            http://scholar.harvard.edu/files/rogoff/files/review_of_martin_wolf.pdf

            http://www.lse.ac.uk/newsAndMedia/videoAndAudio/channels/publicLecturesAndEvents/player.aspx?id=2581

  • Vamos que lo suyo es poder largar barato a la poca gente que tiene contratos fijo, para así que todos tengan bajo salario y contratos temporales.

    Claro que sí.

    • Estimado Paco,
      No, lo suyo es dejar a los actuales "fijos" como están pero facilitar que los nuevos contratos sean en su mayoría nuevos indefinidos para que cuando llegue una nueva crisis no volvamos a la locura de los últimos años (despido masivo de temporales). Para ello, lo único que puede funcionar es que no haya contratos con coste de despido de 10-12 días por año trabajado (temporales) mientras que otros tenga un coste de despido de casi el triple (actuales indefinidos). Mientras exista esta enorme brecha el empresario se decantará casi al 95% por contratos temporales, como viene pasando desde hace casi 30 años.

      Nacho García

      • Sin dejar de estar de acuerdo contigo sobre la necesidad de reducir la brecha entre costes de despido (personalmente soy defensor del contrato único), me sorprende que siempre se hable del uso o no de contratos temporales en términos de "incentivos" para ello, sin que nadie mencione que el uso actual de la gran mayoría de ellos es ilegal.

        La ley dice que un contrato temporal es la excepción, que solo puede usarse cuando hay una causa perfectamente justificada y acotada de temporalidad de la función a desempeñar. En el momento en que esto no es así, o pudiendo ser así no está bien redactada y especificada dicha causa, el contrato es automáticamente indefinido por ley, y constantemente hay juicios laborales en los que se reconoce la relación de carácter indefinido a trabajadores temporales que lo denuncian, sin que ellos tengan ni siquiera que demostrar que su función es de carácter indefinido, la responsabilidad de probar que es temporal recae en la empresa.

        Por tanto, si se hicieran cumplir las leyes, el porcentaje de contratos temporales en nuestro país sería probablemente tan reducido o más que en otros. No entro a debatir si los costes de despido actuales de un indefinido son excesivos o no, o si lastran la economía del país, eso da pie a otra discusión entera.

  • Hola Sergi,

    Como "new entrant" me resulta muy interesante el artículo. Una duda que me surge es cuál ha sido la evolución de las pensiones en este periodo. Es decir, me pregunto si efectivamente la pensión mediana en términos reales es también la misma ahora que en 1993.
    Intuyo que la pensión mediana sí ha subido más que la inflación en este periodo (debido a que los "stayers" no han sufrido el mismo nivel de ajuste) , y que por tanto hay una menor base de trabajadores, con un salario cada vez menor o que no crece y con la losa de unos pensionistas que cada vez cobran una pensión más alta y durante más años.
    Espero que la pregunta no suene muy "cargada", pero es que el panorama es desde luego de lo más "grim".
    Gracias!

    • Hola Luis, gracias por tu comentario (disculpa el retraso en responder). Efectivamente la pension media (o la mediana) han crecido sostenidamente en el tiempo, muchas veces muy por encima de la inflación (véase https://nadaesgratis.es/?p=21595). Sin embargo, la conexión entre salarios y sostenibilidad de pensiones no es tan directa como comentas. Si bien es cierto que una devaluación salarial dificulta la cobertura de las pensiones corrientes, hay otros factores como el volumen de empleo y la evolución demografica que también deben ser tenidos en cuenta. A este respecto, Nacho Conde nos ilustró recientemente sobre los factores que importan a largo plazo (https://nadaesgratis.es/?p=39511).

      Sergi

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