Generación Ni-Ni: La cultura del deshecho, la austeridad y la Garantía Juvenil

Papa

El Papa (mayo 2014): "Esto es gravísimo. En Italia creo que la desocupación juvenil está sobre el 40%, en España es el 50% y en Andalucía, en el sur de España, el 60%. Esto significa que hay toda una generación ni-ni.  Esta cultura del desecho es gravísima. Es un sistema económico inhumano”.

 

La Presidenta (en respuesta al Papa): Los culpables son “la  crisis y austeridad".

La Ministra (Febrero 2013, sobre la Iniciativa de Empleo Juvenil: “Nosotros, desde España, hemos venido con los deberes hechos, …” al año: los "resultados son modestos".

Alentado por estas declaraciones aquí va esta entrada: un comentario y 6 gráficos que me parecen básicos para ilustrar el fenómeno ni-ni  a lo largo de esta crisis y los difíciles retos a los que se han de enfrentar las políticas activas si quieren combatir este fenómeno con éxito.

Pero antes, que su Santidad perdone mi atrevimiento y me permita salir en su defensa. En NeG, le hemos dedicado ya numerosas entradas al paro juvenil  (véase por ejemplo: 1, 23, 4 , 5, 6, 7, 8, 9 y 10). Casi todas estas entradas comparten una conclusión: que los problemas de empleo juvenil en España son un fenómeno estructural, no exclusivo de esta crisis. Ya son varias las generaciones de jóvenes que han sufrido altísimas tasas de paro, o cuando no, una exagerada rotación laboral forzosa, el mileurismo, la sobreducación, etc.  La cultura del “usar y tirar” nos viene acompañando desde hace ya casi tres décadas, no es consecuencia de esta crisis, ni tampoco de este período de austeridad.

Al empezar la crisis, el problema del abandono escolar temprano se explicaba por la burbuja inmobiliria, y el aumento del paro juvenil, por el pinchazo de ésta, obviando una cuestión básica: ¿Qué habían hecho el sistema educativo y las instituciones laborales para que esto no ocurriera? Ahora se tiende a asociar nuestra tasa de paro juvenil con la austeridad. Pueden existir varias razones para creer en ello. Reglas como la tasa de renovación de plantilla en el sector público del 1 x 10, afectan evidentemente a los jóvenes, aunque probablemente no nuestros ni-nis. La supresión de la Renta Básica de Emancipación probablemente afecte también al empleo juvenil. Sin embargo, dónde más se podrían esperar efectos negativos de los recortes es en la reducción del gasto en políticas activas. Desde el año 2011, el gasto en políticas activas se ha reducido en un 46%(11). En especial en el año 2012, cuando partidas como la Formación para el empleo se redujo en más de un 30%  (12). Recientemente, sin embargo, la UE abrió la puerta a nuevos fondos destinados a combatir los problemas del paro juvenil vía políticas activas. España se lleva un tercio del presupuesto de este programa en dos años (8). ¿Pero qué podemos esperar de este programa en España?

Para empezar conviene indicar que la evidencia disponible sobre la eficacia de los políticas activas para los jóvenes no es nada alentadora. En el trabajo de metanálisis de Card, Kluve y Weber (13) (del  ya se trató en NeG, (14)), obtienen que las políticas activas provocan efectos negativos en la empleabilidad de los menores de 25 años. Kluve (15) otro estudio similar también obtiene que los programas de políticas activas orientadas a los jóvenes son mucho menos eficaces para mejorar la empleabilidad que otros como la mejorar de los Servicios Públicos de Empleo o la formación no orientada a un grupo de edad en particular. Así, que según esta evidencia,  no cabe culpar a la austeridad de los problemas de paro juvenil de estos años, ni tampoco deberíamos esperar ahora un gran impacto de los nuevos planes como las 100 medidas del Estrategia de Empleo y Emprendimiento Joven y del Plan de Garantía Juvenil. A  no ser que se encuentra la formula mágica combinando distintas acciones de empleo y formación, como ocurre en este ejemplo (16).

Pero vayamos ya a los gráficos que prometí en la introducción:

(1)   La destrucción de empleo fue dramática….y menos mal que cayó la población.

El primero muestra como en esta crisis el número de jóvenes de 16 a 24 años que ni trabajan, ni estudian, ni se forman (los ni-nis) se ha situado por encima de los 850 mil (un 20% de la población de esta edad, 6-7 puntos más que antes de la Gran Recesión). Este aumento fue consecuencia de una  destrucción bestial de la ocupación en este tramo de edad (960 mil personas ocupadas, el 65%, entre los primeros trimestres de 2008 y 2014!!). El aumento de la proporción de ni-nis se sitúo sin embargo en sólo 200 mil personas, en gran parte porque la destrucción de empleo fue  amortiguada por el envejecimiento demográfico galopante, con 600 mil jóvenes menos, (un 13%).

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[2] La mejora de las tasas de abandono escolar temprano: bien, pero no suficiente

El Gráfico 1 también muestra como aumentó el número de estudiantes, de educación reglada y no reglada, unos 180 mil, casi un 7%.  Con ello, se produjo una rebaja de la tasa de abandono escolar temprano de unos 8 puntos, después de casi 20 años de resistencia a la baja. Sin embargo, estos avances no parecen suficiente: cerca de un 70% de los ni-nis tienen nivel educativo bajo (ESO o menos) y hasta el mismo Portugal nos ha adelantó por la izquierda, en términos de abandono escolar, y ya sólo vemos a Turquía por el retrovisor.

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[3] Los jóvenes inmigrantes: Un problema escasamente comentado es el los jóvenes ni-nis de origen extranjero, un tema que preocupa más en el resto de Europa, un factor importante para explicar la xenofobia que se ido expandiendo por el continente. Como se puede observar los jóvenes con nacionalidad extranjera tienen una porporción de ni-nis de casi el 30%, el doble que los jóvenes de nacionalidad española. ¿Qué ocurrirá con las segundas generaciones? Este es un problema al que estamos dando la espalda (ni una palabra en la reciente Reforma Educativa, ni en la Estrategia de Empleo y Emprendimiento Joven o en el Plan de Implantación de la Garantía Juvenil) y que muy probablemente nos estalle en poco tiempo, al igual que en otros países de nuestro entorno.

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 (4) Las transiciones de los ni-nis hacia el empleo, la educación reglada y la formación no reglada:

Tengo serias dudas sobre el funcionamiento de la Garantía Juvenil que se ha definido en España de tal forma que: “se esté en disposición de ofrecer a los jóvenes  una buena oferta de empleo o acción formativa, educativa, de formación profesional continua, de aprendizaje o prácticas, antes de los cuatro meses desde la solicitud …”

Los Gráficos 4 a 6 nos muestra la magnitud de los retos a los que se enfrenta este plan:

Las transiciones de los jóvenes ni-nis hacia otras situaciones de empleo, educativas o formativas, son espantosamente bajas. Sólo el 10% de los ni-nis de nivel educativo bajo transitan trimestralmente hacia el empleo, lo mismo que al sistema educativo formal, y menos aún, un 8%, hacia una formación reglada.  Para niveles educativos superiores es sólo un poco mejor, con una caída espectacular de las salidas hacia el empleo durante esta crisis.

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 (5) La actividad y la experiencia laboral de los ni-nis

Aún así, la gran mayoría de los ni-nis son activos: un 70% de los ni-nis con estudios bachiller o menos, y casi un 80% de los de educación superior. Sin embargo, aunque estén activados no por ello buscan empleo a través de las oficinas públicas de empleo, sólo un 40% de los ni-nis que buscan empleo, lo hacen por este medio. De esta forma resultará complicado contactar con ellos para ofrecerles intervenciones de empleo y/o formación, dado que la definición española indica que son los beneficiarios que han de contactar con la Administración, y no lo contrario.

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(6) Los contratos formativos y el emprendimiento

Finalmente, en el Gráfico 6, se muestra la evolución del porcentaje de jóvenes activos con contratos de formación y aprendizaje, y los que se encontraban en una situación de trabajadores independientes o empresarios (emprendedores), dos de las medidas en las que más se insiste en estos planes juveniles: las cifras son realmente muy muy bajas, no pareciendo este un buen camino a seguir.

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Hay 12 comentarios
  • Creo que es muy de agradecer que artículos como el suyo expongan muy claramente que el desempleo juvenil, aunque no sólo el juvenil, es un fenómeno en gran parte estructural, que se quedará con nosotros, si no hacemos algo, cuando se pase las crisis. Y también es muy de agradecer que exponga que, aunque el gasto pueda tener algún papel, se requiere de actuaciones que vayan mucho más allá.
    El problema de los jóvenes inmigrantes me parece muy preocupante. Difícilmente podremos aprovechar las oportunidades de la inmigración si los jóvenes inmigrantes en una proporción muy elevada ni estudian, ni trabajan. Me parece que debemos afrontar el problema y no buscar que, con un descenso de la población inmigrante, el problema parezca aminorarse, pero perdiendo las ventajas de la inmigración.
    Una duda que me cabe es si realmente ese casi medio millón más de jóvenes que estudian va a tener un impacto muy significativo en el capital humano de nuestro país. Me lo pregunto porque, si en otras condiciones es muy probable que no hubiesen seguido estudiando, probablemente haya muchos estudiantes faltos del interés necesario para una educación provechosa.
    Reciba un cordial saludo.

    • Estimado Gonzalo, el número de estudiantes sólo aumenta al final en algo menos de 200.000. Aunque aumente en 500.000 los que sólo estudian, disminuyen en unos 300.000 los que estudian y trabajan a la vez... Así que son dos las preguntas que nos podemos hacer, no sólo si alargar los estudios ha sido beneficioso, sino también si lo fue el dejar de combinar el trabajo con los estudios.

  • Florentino,

    Gracias por su post. Hay un punto en la cita del Papa que quiero destacar. La cita concluye “Es un sistema económico inhumano”. Discrepo profundamente con esa calificación. El problema es que el sistema económico es muy humano. Si uno creyera que los humanos somos buenos y sólo nos caemos por la kryptonita, el Papa tendría razón. Pero la misión de la Iglesia Católica siempre ha sido rescatarnos del pecado original, en reconocimiento de que necesitamos ayuda para que nuestro lado oscuro no nos condene al infierno. Los esfuerzos de la Iglesia y de muchos otros humanos han contribuido a nuestro perfeccionamiento, pero (casi) todos aceptamos que estamos lejos, muy lejos, de ser perfectos.

    Nuestro lado oscuro sigue vigente. El problema es cómo percibimos su existencia y su importancia para considerarlo en nuestros análisis de la economía y en general de los fenómenos humanos. En Economía ponemos énfasis en la cooperación (la mejor descripción de la obra de Adam Smith es decir que en La Teoría de los Sentimientos Morales se centró en la cooperación en la tribu y en La Riqueza de las Naciones en la cooperación en la sociedad), pero todavía no hemos sido capaces de incluir explícitamente el conflicto y los mecanismos que hemos estado usando para prevenirlo, resolverlo o limitar sus consecuencias. No nos extrañemos que nuestro análisis económico poco pueda explicar cuando el conflicto es un obstáculo a la cooperación, algo obvio en tiempos de crisis, y parezca poco útil para encontrar la salida.

  • Hola Floren,

    Gracias por el post, aunque la verdad que le deja a uno un cuerpo horrible.
    Esa caída de un 42% a un 16% en la tasa de transición de los los titulados superiores ni-nis al empleo es el resumen gráfico de la tragedia de nuestra generación.

  • Completamente de acuerdo en la ineficacia de las políticas activas de empleo cuando la crisis afecta a casi todos los sectores. Buscar empleo donde no lo hay o formarme para empleos que no existen, no tiene sentido. ¿Deberían limitarse los cursos al idioma alemán?

    • La corrupción ha marcado la historia de los cursos de formación, un sistema de miles de millones que en muchos casos financia ilegalmente a los agentes sociales (El País, 17/06/14)
      Ahora ya sabemos para qué sirven las políticas activas de empleo

  • Una pregunta:
    ¿Cambiaría mucho la situación de los jóvenes con estudios superiores si en lugar de considerar el tramo de 20 a 24 lo extendieras algún año más?
    Antes de los 22 años es difícil que acaben los grados.

    Mucha gracias Floren un post muy interesante.

    • Hola Virginia,
      Tienes toda la razo. Me centré en los menores de 25 porque así lo hace la Gararantía Juvenil, lo que constituye, por otra parte, uno de sus fallos mayores.
      Creo que el post es de los peores que escribi,.... le faltan muchas cosas, y les sobran muchas más. En fin,. .... agradezco vuestros comentarios.... un abrazo

  • la única publicidad del estado con esta situación , mayor abandono de los estudios ,formación básica ,no reglada ,es la devaluación salarial , este fue en Alemania redujo el desempleo ,ayudas y coberturas.
    la lucha por un status estará en obtener empleabilidad y salarios iguales a titulados .
    Dadas las situaciones cíclicas y de empleo a largo plazo la formación deficiente en el mejor de los casos creara oportunidad de empleo sin educación para abandonar el trabajo de forma continua ,reducción de población autoctona y de empleo en el largo plazo .
    De hecho se confunde el incentivo público económico en general a la empresa con el retardo educativo que carece de incentivo institucional ,mantiene identidad sobre transmisión de conocimiento y empleo .

  • Estimado Florentino:
    Enhorabuena por un gran artículo que dice cosas tan tremendas y tan ciertas como la inoperancia de los paliativos.

    Llevamos cinco años comprobando que desde la ortodoxia "estructural" políticamente correcta, no hay salidas reales. Los problemas tienen mucho más de políticos que de económicos.
    Los problemas de la estructura están relacionados con el conjunto de tratados internacionales y con algunos artículos Constitucionales (que es donde se estableció la estructura) que con alegría poco justificada hemos ido firmando durante muchas décadas. Hoy vemos sus efectos y en la cara de los ministros, que lo entienden a la perfección porque ninguno es tonto, el rostro de la impotencia.

    Por ello, ante problemas gravísimos, los gobiernos nacionales se ven limitados a poner "tiritas", y a esperar a que se pueda organizar otra burbuja "como sea".

    Enhorabuena y un cordial saludo

  • Permíteme introducir una perplejidad.

    Como profesor de secundaria (Filosofía; lo sé, estoy vendido) me encuentro con muchos que rechazan aprender (lo siento, no tengo estadísticas; tal vez es una impresión producto de algún sesgo). Obviamente, no estoy hablando de aprender filosofía sino de aprender a expresarse con fluidez y corrección, aprender cálculo, etc.

    Concedo que nuestra educación obligatoria peca muchas veces de academicismo, pero es que los alumnos de los que hablo no se revuelven contra eso sino que no terminan de ser conscientes de cómo de necesaria es la educación. Y si a alguno se le enciende la lucecita, el retraso es tan grande que es costosísimo que sepan hacer algo más allá de tareas muy elementales.

    ¿Y qué vamos a hacer con tanta gente así? Lo que me planteo es si realmente se puede solucionar.

  • Creo que es el resultado lógico de apostar por un modelo fallido, pero la desgracia tiene muchos padres.

    No existe ningún mismatch de habilidades, casi todas las semanas conozco gente muy bien preparada que se tiene que marchar: ingenieros, arquitectos, psicólogos, economistas, enfermeras...

    Aquí no se les necesita, si hubiera más el flujo sería mayor.

    Desde mediados los 90 hasta el estallido de la burbuja el flujo de emigrantes alcanzó una dimensión comparable a la de Estados Unidos en su marcha hacia el Oeste. No era la fiebre del oro, sino del ladrillo, mimética a su coetánea al otro lado del charco por las mismas fechas.

    Muchos llegaron con las habilidades que se necesitaban, poner ladrillos, limpiar, camareros, jornaleros; aunque también los hubo "sobradamente preparados".

    Aplicar un ajuste salarial deflacionario en una economía basada principalmente en el consumo interno y con una estructura de servicios de tercera tiene las consecuencias que estamos viendo y que no suponen ninguna sorpresa.

    Como el modelo era insostenible eso ya se sabía, pero se confiaba en rogativas o cosas parecidas.

    Efectivamente hay alumnos que no tienen ningún interés por aprender, y muchos entornos en los que hacerlo es casi una heroicidad, para alumnos y para profesores.

    Parte de dos o tres generaciones están perdidas irremisiblemente (salvo actos heroicos aislados), y alguien debería pagar por ello. Sé que no lo van a hacer, porque al final, como en todo lo demás, lo pagaremos entre todos menos los más responsables.

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