Reforma laboral: Lo bueno, lo feo y lo malo

Es difícil valorar la Propuesta de reforma laboral recién desvelada por el Gobierno. Está escrita parcialmente en clave, para evitar rechazos. Según Público es “Una propuesta flexible que contenta a todos”. Analizarla requiere cierta dosis de kremlinología.

En asuntos muy polémicos las ideas son genéricas (“es necesario reflexionar sobre…”), pero quiero pensar que detrás hay propuestas concretas, que no se formulan para permitir la negociación (y quizá evitar contradicciones con el resultado final). En todo caso, es necesario descifrar su significado real, así que es probable que me equivoque en mi valoración. Por otra parte, sí se dan detalles en aspectos menos polémicos, por ejemplo sobre las agencias privadas de colocación, el absentismo o el modelo alemán (hay un resumen aquí).

Lo bueno

La primera buena noticia es que se acepta la necesidad de una reforma laboral, tras negarlo durante tanto tiempo con subterfugios (véase mi artículo en 2008). Es un giro bienvenido, aunque es triste, por todo el tiempo perdido, que el intenso debate nacional haya sido insuficiente y solo la reacción de los mercados financieros internacionales lo haya forzado.

También es buena noticia el cambio de diagnóstico. Se acepta por fin que la dualidad es muy dañina (“el problema estructural más grave de nuestro mercado de trabajo”), afecta al crecimiento (“la contratación estable como elemento central del nuevo modelo de crecimiento económico”) y no ha sido atajada por ninguna medida (“las medidas de todo orden (…) han resultado ineficaces”).

También se reconoce la gran desigualdad que genera nuestro mercado de trabajo, perjudicando especialmente a algunos colectivos: los jóvenes, los menos cualificados y, en menor medida, las mujeres. Y se subraya la necesidad de mejorar la formación. Por último, se acepta que es imprescindible aumentar la eficacia de los Servicios Públicos de Empleo, con un apoyo individualizado a los parados, y la posibilidad de dar entrada en la intermediación laboral a las agencias privadas (propuesta hace casi un año en el Manifiesto de los 100).

Lo feo

Se proponen medidas que probablemente no serían muy eficaces. En primer lugar, reformar la regulación de los contratos a tiempo parcial. Creo improbable que estos contratos ayuden a reducir sensiblemente el paro. En parte, por lo que explican Daniel Fernández Kranz y Nuria Rodríguez-Planas en su capítulo del libro electrónico reciente de Fedea.

También se aboga por la reducción de jornada como instrumento de ajuste temporal de empleo, adaptando el “modelo alemán”. No parece una solución para un problema como el paro, que en España es estructural y no coyuntural. Los argumentos están en el capítulo de Luis Garicano y Jesús Fernández-Villaverde.

Se anuncia, en fin, un Programa Extraordinario de Empleo para mejorar la formación de los jóvenes y su empleabilidad con políticas activas de empleo. Sin embargo, en los últimos 35 años, ni los Servicios Públicos de Empleo han ayudado mucho a los jóvenes, ni los contratos de formación han servido para otra cosa que obtener trabajadores a coste reducido.

Y lo malo

Lo peor está en no abordar en serio los dos problemas principales: la dualidad y la negociación colectiva. Con respecto a los contratos temporales se citan vías que ya existen y no funcionan (inspección de Trabajo, etc.). Lo más sustancial es la idea de elevar las indemnizaciones por fin de contrato y/o los tipos de cotización a la Seguridad Social. Lo primero ya se ha probado y no será eficaz sin revisar toda la estructura de contratos, introduciendo un contrato único. Lo segundo no me parece buena idea, ver mi entrada con Juanjo Dolado en este blog.

Por otra parte, se propone reanimar el moribundo contrato indefinido de fomento del empleo, que en la expansión suponía un tercio de los contratos indefinidos y ahora solo el 17%. Aquí el texto es críptico. Se cita la “adaptación a nuestro país de fórmulas que en los últimos años se han adoptado con éxito”. ¿Qué significa esto, quizá el modelo austriaco? La prensa especula con que se reducirán las cotizaciones sociales. Sería contradictorio que se reconozca (por fin) que las bonificaciones no han funcionado –basándose en un estudio coordinado por Luis Toharia– y que a la vez se propusiesen nuevas bonificaciones. Máxime cuando lo que generan es el despido una vez la empresa las ha cobrado, como señala el capítulo de J. Ignacio García Pérez.

El documento dice que hay que reflexionar sobre por qué apenas se usa el contrato indefinido con indemnización de 33 días en lugar del de 45. Pienso que en parte es porque excluye a los hombres de 31 a 44 años (salvo los parados más de 6 meses) y por sus otros requisitos y exclusiones. Pero, sobre todo, no se usa más porque los 33 días son para el despido por razones empresariales. Si el trabajador lo recurre, en promedio los jueces sentencian que es improcedente tres cuartas partes de las veces. A los 33 días de salario por año de antigüedad se suman entonces el preaviso, el coste defensa jurídica, el coste de preparación de la documentación económica, etc., lo que es fácil que supere los 45 días.

No es raro, por tanto, que las empresas quieran eludir a toda costa el control judicial. Por la ley 45/2002 la empresa puede despedir al trabajador por una causa disciplinaria, reconocer seguidamente la improcedencia y pagar los 45 días sin ir a juicio. En 2008, del total de despidos (cuando generan prestaciones por desempleo) el 33% provino de despidos por la ley 45/2002 y el 54% de contratos temporales no renovados. Solo hay control judicial potencial en el restante 13%. Más bonificaciones no cambiarán esta situación. (Por cierto, el contrato único extendería la tutela judicial a todos los empleados temporales, como expliqué en este blog).

Creo que lo único que salvaría al “contrato fallido” de 33 días es que esta indemnización se aplicase también al despido disciplinario. Este sí sería un gran paso adelante. Pero en realidad podría suceder lo opuesto. Hay un gran peligro: el Gobierno propone “reforzar (…) el principio de causalidad del despido mediante una más clara distinción entre despidos disciplinarios y despidos económicos y, particularmente, la diferenciación entre el carácter procedente e improcedente de estos últimos.” Si lo que significa es abolir la ley 45/2002, eso causaría un aumento del coste esperado del despido y supondría un gran paso atrás.

Por último, dos ausencias. En primer lugar, se reconoce que “La negociación colectiva presenta problemas en España desde hace años, como son (…) la deficiente articulación entre los diferentes niveles de negociación (…) y la dificultad de adaptar los convenios colectivos a las circunstancias de las empresas y los trabajadores”. ¿Su propuesta? “El Gobierno expresa su confianza en que sean abordados en el marco de las negociaciones en curso para la firma de un nuevo Acuerdo de Convenios Colectivos para 2010 y años sucesivos”. Esto es eludir la cuestión, pues lo urgente es revisar la regulación legal de la estructura de la negociación colectiva. La segunda ausencia notable es la de las prestaciones por desempleo (véase el Manifiesto de los 100).

En fin, con dudas por la ambigüedad, mi impresión inicial no es muy favorable, parece que se van a eludir los problemas más importantes y abordar los menos polémicos, e incluso hay peligro de involución. Habrá que analizar las medidas concretas que se vayan discutiendo y seguir el proceso de negociación. El Ministro de Trabajo ha declarado que se comunicarán los "avances", pero que estará "más pendiente" de la negociación que de los anuncios. Esperemos que haya suficientes filtraciones, nos va a todos mucho en lo que negocien.

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Post Scriptum. Tras consultar con juristas he averiguado que en los contratos indefinidos de fomento se pueden pagar 33 días en el despido por causas objetivas, depositar la indemnización y evitar el juicio (si el trabajador recoge la indemnización). Había discrepancias entre Tribunales Superiores de Justicia de distintas CCAA, pero la doctrina se ha unificado en 2006. De todas formas, saber esto no debe ser fácil para las empresas (ni los propios juristas estaban de acuerdo entre sí). Volveré a este tema en el futuro.

Hay 15 comentarios
  • Cuando leí la propuesta mi impresión fue la siguiente. Hubo un borrador que abordaba el tema de la dualidad, el contrato único, etc,... A continuación el borrador fue llevado a un nivel más político y el ministro o gobierno de turno dijo que lo que las medidas eran inasumible así que caparon el documento; se queda el diagnóstico, ponen algunas medidas de adorno y lo sacan. El documento transmite esa impresión de "estamos acoj****os".

    Las medidas son básicamente más de lo mismo que se ha venido haciendo desde la transición; un conjunto de parches y cosas parciales e insuficientes.

    • citoyen: Creo que tienes razón en la secuencia de elaboración del documento. Y como ves, no soy demasiado optimista en cuanto a la profundidad de la reforma que puede salir.

  • ¿esto tambien se podria poner en lo bueno ? verdad ?
    Los Países Bajos mantienen el paro en el 4% pese al colapso de su sistema financiero y a la caída del 4,5% del PIB
    Su éxito se basa en el consenso social, la flexibilidad del mercado de trabajo y las políticas activas de empleo

    La promesa de que los trabajadores no pagarán los platos rotos de una crisis de la que no son responsables puede parecer un brindis al sol. Pero algunos países europeos la han hecho realidad. En Dinamarca y, sobre todo, en los Países Bajos, en cuyas políticas se ha fijado la Comisión Europea para elaborar sus recomendaciones sobre la reformas del mercado laboral en la UE, la recesión ha paralizado la economía real y ha llevado a la quiebra a gigantes de la banca, las finanzas y los seguros. Pero las tasas de paro se mantienen allí en niveles envidiables que cualquier líder político, sindical o empresarial de España firmaría sin pensárselo.
    -Los Países Bajos ha tenido una tradición de cooperación. Todos los habitantes, ricos o pobres, empleados o patronos, sabían que si no colaboraban para mantener en pie los diques, al país se lo tragaría el mar».
    http://www.lavozdegalicia.es/dinero/2010/02/08/0003_8280866.htm

    • ramon: En efecto, Holanda es el país que mejor ha capeado la crisis y su sistema de consenso nacional sobre el funcionamiento del mercado de trabajo es la envidia del resto de Europa. La duda es si ese tipo de sistema puede funcionar en países más grandes, en que los acuerdos nacionales son más difíciles. Todos los casos de países europeos con tasa de paro baja son pequeños. Los grandes, salvo el Reino Unido antes de la crisis, todos tenemos tasas de paro altas (aunque no tan altas como la nuestra).

  • Samuel, creo que en un pais donde se demoran los acuerdos, donde como bien dice es dificl los aucerdos, donde siguen las presiones para que nada cambie, donde no se sabe actuar con prevision adaptandose a los cambios del entorno.....solo podemos esperar la fuerza del liderazgo para salir adelante, la fuerza de autonomos, investigadores, pymes y trabajadores...Benjamen Zander ofrece agudos comentarios sobre el significado del liderazgo y la entrega.

    http://video.google.es/videoplay?docid=-6200291961635473004&hl=es#

    • ramon: muchas gracias por la recomendación. Es una persona fascinante: lo que dice, cómo lo dice y cómo ayuda a disfrutar la música.
      Por otra parte, no veo ningún dirigente político en España al que se le pueda aplicar la bonita definición de líder que da Benjamin Zander. Habrá que contar con la gente, como dices.

  • Como buen holandés unos breves comentarios. Hoy día muchos miran con envidia a Holanda. Pero se suele olvidar que Holanda lleva reformando su mercado laboral desde 1982, fecha del famoso Acuerdo de Wassenaar.
    E incluso en esta crisis, Holanda se ha adelantado a España aunque su tasa de paro no supera los 5%. A finales de 2008 implementó un nuevo programa de Kurzarbeit y creó una red de centros de movilidad para ayudar en la recolocación de los trabajadores redundantes. Además, en medio de la crisis se han bajado las indemnizaciones por despido (hasta el 50% por trabajadores menores de 45 años) y el gobierno aprobó el retraso de la edad de jubilación de 65 hasta 67 años. Todas decisiones impopulares.
    De hecho, en un capítulo del reciente libro electrónico (www.crisis09.es/propuesta) intentamos explicar la resistencia a las reformas en España, y en uno de los gráficos se observa que la población holandesa es mucho más reacio a reformas liberales que la española.
    Entonces ¿a qué se debe esta capacidad reformista? Pues como argumenté en su día con Luis Garicano (El País, 31-05-2009) la clave está en el diálogo social. Un diálogo social dónde los gobiernos siempre han llevado la iniciativa ayudados por varias instituciones no partidistas (como el CPB) y bajo la amenaza de aceptar el desgaste político y de implementar reformas no-consensuadas.
    Hace unas semanas parecía que el gobierno español iba a seguir la misma estrategia, pero desde el viernes hemos vuelto a la situación del verano 2009. El documento del gobierno no contiene ninguna medida concreta y para evitar (más) conflictos con los sindicatos el gobierno ha vuelto a vincular las reformas a un acuerdo social. Puede ser que el gobierno tenga el timón de las reformas como dicen algunos, pero la llave del motor parece estar en manos de los sindicatos. Y por desgracia ya sabemos cuál es su disponibilidad para las reformas.
    No pienso que importa el tamaño del país como argumenta Samuel. Importan los políticos y la cultura política. ¿Realmente hay alguien fuera de España que entienda que España todavía no tiene un gran pacto para el empleo?

  • Gracias Marcel siempre es mejor contrastar los articulos con la opinión de la persona que vive o conoce el pais.
    En el articulo, la voz de Galica, deberiamos pues remarcar esta frase "...Claro que para eso no basta solo con promesas, ni con talante conciliador. Según el profesor Schippers, se trata también de una cuestión cultural a años luz de la situación sociopolítica español"

    Este es el problema que tenemos en España, nos hemos / nos han acostumbrado a la tensión, al frentismo y no a los pactos. Los medios de comunicación tampoco ayudan mucho con su direcionamiento y alentando la tension.
    Falta de empatia para explicar las soluciones, una falta de acuerdo para pactar y cerrar asuntos, para actuar por prioridades,se debe de dejar de perder el tiempo en discusiones esteriles.
    Es futo del biparitidismo ? de una falta de un partido de centro que actue de bisagra y pacte entre ambas partes buscando una solución.
    Por otro lado esta el tema de los sindicatos, en este video del profesor Puig, nos deja claro que esta pasando con los sindicatos (no tengo traducción, lo siento) ver el minuto 26.48 http://www.youtube.com/user/UOC#p/c/B335F47D9075B61D/8/LphPfP4-Tbg

  • Estimado Samuel:

    Me ha parecido muy interesante su artículo. Por mi conocimiento de la legislación laboral, entiendo que los contratos con 33 días de indemnización tienen los 33 días en caso de despido objetivo declarado improcedente (no, por ejemplo, en el caso de despido disciplinario improcedente).

    Por tanto, entiendo que cualquier empresa puede despedir a un trabajador con ese tipo de contrato alegando motivos objetivos, reconocer luego su improcedencia y abonar los 33 días (con un tope de 24 mensualidades), y no 45, sin necesidad de acudir a los tribunales. ¿Estoy equivocado? ¿A qué se refiere con "motivos empresariales"?

    Rodrigo Albiach

    • Rodrigo: En efecto, es correcto lo que dices. Yo pensaba que no cuando escribí este texto y luego recibí un comentario que me llevó a consultar con juristas cualificados. Y averigüé que era cierto, por eso incluí la postdata al final del texto. De todas formas, ha habido cierto debate jurídico al respecto, por lo que cuando me aclare definitivamente dedicaré otra entrada a clarificar este asunto.
      Las razones empresariales (es, de nuevo, terminología de juristas) incluyen lo que los economistas llamamos razones económicas: razones objetivas, organizativas o de producción. Es decir, motivos que no están relacionados específicamente con la persona despedida sino con un problema económico en la empresa.

  • Difícil ahora hacer una reforma con un gobierno que ha utilizado la demonización de los empresarios como bandera para arengar a las masas, cuando son las personas que están dispuestas a poner en juego su propio patrimonio , lógicamente a cambio de un "posible pero incierto " lucro, las únicas capaces de crear el empleo que este país necesita para salir de esta crisis. Cualquier reforma pasaría a mi juicio por una revalorización de la imagen del emprendedor - empresario, así como la adopción de medidas drásticas aunque supusieran un coste electoral, cosa difícil pues desgraciadamente estos gobernantes antes de aprobar una medida la pasan por el filtro de la calculadora de votos, señores así nos hundiremos en la miseria sin remisión.

  • Asi es Luis, los autonomos y las pymes son quienes pueden crear empleo, teniendo en cuenta nuestra estructura o tejido industrial actual.
    No es nada facil crear y mantener empresas en el entorno español actual.
    Pero primero hay que hacer llegar los creditos a las pymes (hasta la limpieza real de los bancos y c, no sera posible) , despues hay otro factor hay empresas que no estan invirtiendo porque se estan sacando deudas de encima (recesión de balance, segun R.Koo), en este impass es el estado el que debe actuar, estimulando la creacion de valor, la creacion de empresas. (medidas tipo Obama, impulsar a las pymes)
    Con el tiempo si Europa reacciona, deberan incentivar a que las pymes europeas se asocien para ganar dimension.

  • Estoy muy deacuerdo con Luis. Soy un pequeño empresarios, que desde hace 18 meses he puesto la mayoría mi patrimonio personal heredado de 2 generaciones para que mis empresillas subsistan...sin ayuda alguna ni de entidades bancarias, ni de la Seg.Social ni de hacienda...que como mucho avalando personalmente te aplazan parte de la deuda. Los trabajadores se agarran a sus "derechos" -conseguidos por anteriores administradores- que a vistas de hoy serían totalmente inaceptables...pero te los tienes que comer. Mientras estamos sosteniendo a más de 4 millones de parados, más de 3 millones de funcionarios y tirando manteca al techo con reformas y planes totalmente inutiles, burocratizando cada paso que se da...y no hay nadie en éste pais que tenga el valor de hacer lo que toca a pesar que serán medidas impopulares...no veo otra salida. Y que la cultura sociolaboral se vaya pareciendo a paises nórdicos...que llevamos muchos años pagando desaliños y endeudandonos...y la mayoría estamos al límite...

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