¿Qué pintan los políticos en los consejos de administración de empresas privadas?

Cuando uno lee las implicaciones de cómo el gobierno planea atajar el déficit de tarifa en el sector eléctrico (ver aquí el análisis de Natalia Fabra y Gerard Llobet) no puede evitar la tentación de asociar el resultado de la reforma con la notoria presencia de ex políticos en las principales empresas eléctricas españolas. (Para ver nombres y apellidos hacer click aquí). Más concretamente, uno se puede preguntar si la presencia de pesos pesados de la política en los consejos de administración de las eléctricas puede haber tenido alguna repercusión en el Ministerio de Industria para que se diseñe la reforma del sector eléctrico de manera que el coste repercuta principalmente en los consumidores. Como esa es una duda que no podemos resolver, el objetivo de este post es revisar la evidencia que ha encontrado la literatura especializada internacional sobre el papel que juegan los políticos en los consejos de administración.

“Ponga un político en su consejo”. La evidencia sobre los beneficios que aporta el incorporar un político al consejo de administración

Hay una amplia evidencia en la literatura que muestra un efecto muy positivo para los accionistas de las conexiones políticas de sus empresas. En un artículo publicado en el Review of Financial Studies, Goldman y coautores estudian las vinculaciones políticas de los consejos de administración de empresas norteamericanas durante los años 1996 y 2000. Estos autores encuentran que el nombramiento de un consejero con conexiones políticas tiene un efecto muy positivo en la cotización de su empresa, provocando importantes subidas en el precio de la acción. Por el contrario, el nombramiento de otro tipo de consejeros independientes – aquellos sin ningún pasado en política- tiene un efecto neutro en el mercado. De manera nada sorprendente, el efecto positivo para las empresas de tener relaciones políticas parece ser aún más elevado en los países en desarrollo. Un estudio de Faccio muestra que el efecto beneficioso de tener conexiones políticas aumenta en los países con niveles de corrupción más altos. Otra investigación de Faccio y coautores encuentra que las empresas con conexiones políticas tienen más probabilidad de ser rescatadas por el Estado que otras en la eventualidad de entrar en dificultades financieras. Hay estudios más específicos que han analizado conexiones políticas medidas de manera muy precisa a nivel de un país concreto hallando los mismos resultados cualitativos. Por ejemplo, hay evidencia de que, en Indonesia, noticias sobre el deterioro en la salud del presidente Suharto venían acompañadas de bajadas en el valor de mercado de aquellas empresas ligadas a la familia del dictador.

¿Es lo que saben o a quién conocen?

Grosso modo habría dos tipos de razonamientos que explicarían este efecto beneficioso de los consejeros “políticos” sobre el valor de mercado de las empresas. Por un lado, los consejeros “políticos” aportarían una interlocución exclusiva y una vía para influir en el regulador de manera favorable a los intereses de la empresa. Este tipo de razones estaría en consonancia con la visión de los políticos como clase extractiva propuesta por César Molinas. Sin embargo, también hay otras razones que explican por qué un consejero “político” puede aumentar el valor de mercado de una empresa que no son necesariamente perjudiciales para el resto de la sociedad. Por ejemplo, un ex político puede tener una valía excepcional y aportar su inteligencia y su talento para ayudar a la empresa a tomar mejores decisiones estratégicas. Alternativamente, un ex político puede conocer de manera muy profunda una determinada regulación sectorial lo que le permite asesorar de manera muy provechosa a la empresa. Este segundo tipo de razones, desde un punto de vista social, otorgaría una perspectiva más favorable al papel de los políticos en los consejos de administración ya que no estarían influyendo en los reguladores para una toma de decisiones relativamente orientada hacia un interés particular.

Goldman y coautores, en el mismo artículo citado más arriba, realizan dos ejercicios que permiten explorar cuál de estos dos tipos de razones predominan para explicar el efecto positivo de los consejeros políticos sobre el valor de mercado de las empresas. Primero, analizan el efecto de las elecciones presidenciales del año 2000 en EEUU- ganadas por los republicanos- sobre las empresas con conexiones políticas exclusivamente con el partido demócrata o exclusivamente con el partido republicano. Encuentran que una cartera de inversión formada por empresas con conexiones políticas exclusivamente republicanas tuvo unos rendimientos bursátiles muy elevados cuando el partido republicano estaba en el poder. Por el contrario, invertir en una cartera formada por empresas con conexiones políticas exclusivamente demócratas tuvo rendimientos bursátiles negativos. Como la valía personal de un consejero es independiente de quién gana las elecciones, esta evidencia es consistente con la idea que lo importante en los consejeros políticos no son las aptitudes o el conocimiento del consejero en cuestión sino más bien a quién conocen y cómo eso puede influir positivamente en las acciones del poder político.

Sin embargo, el segundo ejercicio que realizan estos autores no proporciona unas conclusiones tan claras. Siguiendo la misma lógica, los autores investigan el efecto en la cotización de una empresa del nombramiento de consejeros con conexiones políticas de diferente signo al partido en el gobierno. Es decir, estudian la variación en el valor de la acción cuando se nombra un consejero vinculado al partido demócrata cuando gobierna un presidente republicano o viceversa. Pues bien, al contrario que en el caso anterior, sí encuentran que nombrar un consejero político sin conexiones con la administración en el poder tiene un efecto positivo significativo sobre el precio de la acción. Esta evidencia sí es consistente con un valor intrínseco aportado por los consejeros políticos por sus propias habilidades y conocimientos, más allá de sus contactos con el legislador o regulador. Aún así, el efecto positivo es mucho mayor cuando se nombra a un consejero vinculado con el partido en el gobierno.

Conclusión

La conclusión que podemos llegar después de repasar los hallazgos de la literatura es que hay mucha evidencia que los consejeros políticos crean mucho valor para las empresas por el mal tipo de razones, es decir, proporcionando una vía de acceso privilegiada al regulador. No obstante, no se puede descartar que los consejeros políticos aporten valor por sí mismos más allá de sus contactos bien sea por su conocimiento bien por sus habilidades.

Hay 16 comentarios
  • ¿Y ese efecto positivo sobre el precio de la acción de nombrar un consejero político sin conexiones con la administración, no podría venir explicado por el mayor beneficio experado cuando ese partido, actualmente en la oposición, acceda al gobierno? El inversor puede anticipar que llegará un día que esas conexiones políticas serán útiles, por el propio sistema de rotación de partidos. Esta hipótesis sería consistente con un efecto positivo mayor en los nombramientos de consejeros políticos con conexiones con la administración, porque en este caso la tasa a la que descontar el beneficio futuro esperado es menor.

    • Incluso si nos atenemos al sentido exacto de las palabras, las diferencias entre ambos estudios estarian en que en uno se habla de empresas con conexiones EXCLUSIVAMENTE con o contra el partido en el poder, y en el otro solo menciona el matiz de un nombramiento de un consejero del partido opuesto al del poder, pero sin asumir esa exclusividad; es decir que es altamente probable que tambien tengan vinculos con el partido del poder o al menos dicha empresa sea vista por este partido como neutra y no como enemiga. Como no me he leido aun el paper, hablo del sentido que le da el autor del post.

    • Queda solucionado cuando, como es en la mayoría de los casos en España, fichan a uno de cada palo y tienen el problema resuelto. A corto y a largo plazo. Y si es en Cataluña y País Vasco, de los dos palos más uno de PNV o CyU. Y así nos va.

  • Los políticos no aportan valor en ningún sitio: lo que hacen es mover el dinero de unos bolsillos a otros. Esto constituye la forma más ineficiente de distribución de los recursos existentes y la mejor forma de impedir la creación de riqueza. Más aún, considerando como “político” a quien “mueve dinero”, no sólo son políticos los “políticos”, también lo son todos los que no añaden valor pero lo consumen, como los señores de Goldman, sin ir más lejos.

  • La conclusión me parece ajustada al sentido común:

    Un inútil en un puesto de responsabilidad empresarial con conexiones políticas puede conseguir favores regulatorios, concesiones, etc, que crean retornos positivos para las empresas. De hecho conozco algunos casos personalmente.

    Si además es inteligente y competente no cabe duda de que puede conseguir resultados mucho mejores.

    Lo que no tengo tan claro son las consecuencias a largo plazo. Mi intuición es que a largo plazo el inteligente y competente puede ser mucho más dañino, ya que ocasionará distorsiones mucho mayores y prolongadas en el tiempo (todos los factores considerados).

    Ignoro si hay literatura al respecto, o al menos no me viene ninguna a la cabeza ahora.

  • Que la contratación de políticos es beneficioso para las grandes empresas parece evidente, pues si no fuese así no los contratarían (a veces se trata mas de un pago por algo hecho en el pasado que por expectativas de beneficios futuros).

    Lo que no está tan claro es que la cotización bursátil de las acciones de estas empresas, sujetas a múltiples avatares, sea el mejor indicador para medir esta influencia.

    Saludos.

  • De acuerdo, pero si el consejero es brillante, ocupa su puesto en tanto que persona brillante, con independencia de que en su pasado haya sido Secretario de Estado o profesor de universidad. El problema es que el nombramiento se produzca exclusivamente a la luz del peso político del personaje en cuestión sin consideración alguna a su valía personal. Y eso es lo que parece ocurrir por estos lares...

  • Os agradezco vuestro esfuerzo, pero creo que no sirve para nada. España vive en una negación de la realidad. Estos nuevos revolucionarios les da asco FEDEA y su gente les de asco, bien podrían decir "Muerte a la inteligencia".

  • A mi lo que me preocupa son las redes clientelares que estas practicas generan si las instituciones públicas no tienen unas normas que limitan las relaciones con el sector privado.

    En la UE por ejemplo, la oficina antifraude es batante eficaz a la hora de detectar irregulares (ver comisario maltés: http://www.lavanguardia.com/economia/20121022/54353346539/compensacion-de-9-000-euros-al-mes-para-el-comisario-europeo-que-dimitio-por-corrupcion.html )

    Cuando tanto las empresas como las instituciones se marcan unos limites y hacen esfuerzos para no superarlos, no veo el problema en que haya movilidad entre ambos mundos.

  • Que un político crea valor para la empresa está claro. Pero ¿y para los usuarios finales?

    Si bien el objetivo de una empresa es crear riqueza, idealmente lo ha de hacer a través de la creación de valor para sus clientes, y no a costa de sus clientes. Esto no parece ser el caso actualmente.

    No estamos hablando del último iPhone sin el cual se puede vivir perfectamente, estamos hablando de algo tan básico y crítico como la energía, que es de primera necesidad. La liberalización del mercado iba a mejorar el servicio, aumentar la competencia y reducir los precios. Nada de eso ha ocurrido, y en algunos casos ha ocurrido todo lo contrario.

    • Me parece un comentario atinado. Sería interesante (y añadiría información) saber si tienen más propensión a contratar políticos las empresas de sectores donde hay menos competencia y los beneficios dependen fundamentalmente de la legislacioń (nacional) del sector que afectan mucho a competencia y precios.
      A la vista de los resultados, parece probable que sea así.

  • ¿Qué relación creéis que existe entre la cuestión aquí planteada y la pretensión de la U.E. de fijar esa cuota del 40% de mujeres en los consejos de administración? En mi opinión está claro que de aprobarse, el desembarco de mujeres de la política sería inevitable y seguramente en una proporción elevada.

  • ¿Qué pintan? Muy sencillo: miren de qué depende el negocio del 95% del IBEX35 y, a seguir, pregúntense por qué un consejo remunerado es compatible con la jubilación.

  • En un intento de evaluar el valor de la independencia de los consejeros, es decir con perspectiva distinta, Sung Wook Joha and Jin-Young Junga en su artículo "Effects of Independent and Friendly Outside Directors", defienden algo por otra parte de sentido común, y en línea con lo aportado en este post y comentarios:

    ..."politically connected friendly outsiders have more positive impacts on firm value operating in domestic markets".

    http://www1.ifc.org/wps/wcm/connect/5b21b30048a7e5bca34fe76060ad5911/Effects%2Bof%2BIndependent%2Band%2BFriendly%2BOutside%2BDirectors.pdf?MOD=AJPERES&CACHEID=5b21b30048a7e5bca34fe76060ad5911

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