Las Aventuras de Niall Ferguson II

Cerrábamos ayer la primera entrega de este serie hablando de cómo Ferguson había renunciado a ser el nuevo Richard Evans y había decidido, en cambio, en convertirse en el nuevo A.J.P. Taylor.

Como la fama de A.J.P. Taylor como historiador se ha ido desvaneciendo en estas últimas décadas, repasemos quién fue. Nacido en una familia pacifista y de izquierdas que se había opuesto radicalmente a la primera guerra mundial, Taylor pronto se convirtió en un heterodoxo de la profesión defendiendo, entre otras cosas, que el comportamiento de Alemania durante los años 30 no era una ruptura con respecto al comportamiento tradicional de este país (o para el caso, de ningún otro gran poder), tesis que, aunque hoy poco aceptada, sí que sirvió como revulsivo para cambiar la historiografía de la Alemania nacionalsocialista en una dirección más científica y menos de boina y pandereta (aunque muchos en su ignorancia no se han enterado y siguen escribiendo superficialidades infantiles al respecto, mis amigos de Politikon saben a qué negador me refiero). Pero más que por su heterodoxia, Taylor se hizo popular por salir por la tele y explicar historia al público en general como vemos en este video (por cierto, un libro excelente sobre Taylor es este).

Así que Ferguson se dijo: “si Taylor saltó a la fama hablando de la segunda guerra mundial desde una nueva perspectiva, yo saltaré hablando de la primera” (que, aunque en España no apreciemos, tiene un peso casi mayor en la memoria histórica en el Reino Unido que la segunda, Good-Bye to All That y todo eso). Y ahí que se marcó The Pity of War, que según los rumores le llevó solo cinco meses escribir (si es verdad, es sencillamente espectacular) y en el que proponía, una detrás de otra hipótesis revisionistas sobre la primera gran conflagración del siglo (no digo mundial porque en realidad la primera guerra mundial fue la de los 7 años, que por eso la segunda ciudad de mi estado se llama Pittsburgh). Entre otras cosas, defendía que el militarismo, lejos de causar la guerra, estaba en franca decadencia en 1914, que casi nadie se esperaba una guerra en Europa en el verano de 1914 (como se aprecia en la prima de riesgo de los bonos soberanos que se comerciaban en Londres) o que Alemania, como aventuraba en mi post de ayer, estaba al borde de una crisis fiscal.

Pero quizás la tesis más provocadora era que Asquith, el primer ministro del Reino Unido, se había equivocado al intervenir en la guerra y enviar una fuerza expedicionaria a Francia. Que hubiera sido más sensato dejar que Alemania ganase la guerra, pues sus ambiciones eran limitadas y centradas en reducir el creciente poder de Rusia, algo que interesaba al Reino Unido (Rusia había sido su gran enemigo desde 1815), y el imperio colonial francés, algo que también favorecía los intereses ingleses. De esta manera, se habría mantenido la fortaleza del imperio británico, Lenin habría muerto olvidado en Suiza, Stalin en un tiroteo con la policía mientras robaba un banco, Hitler consumiendo sus días como un pintor fracasado en las calles de alguna ciudad alemana de provincias y Mao como un poeta de segunda fila que vivió del dinero de su padre. Y total, en España nos seguiríamos poniendo firmes cuando telefoneasen de Berlín, con la única diferencia que la canciller se llamaría Von Merkel y las visitas en peregrinaje a Frankfurt serían más agradables pues la fuerza aérea americana no habría remodelado la por aquel entonces bella ciudad alemana con sus peculiares ideas urbanísticas del bombardeo por saturación. Aquí el mismo autor lo explica mejor que yo:

No voy aquí a entrar en valoraciones detalladas de esta hipótesis de Ferguson pues nos llevaría muy lejos, aunque ciertamente un mundo sin los cuatro asesinos más sangrientos de la historia (Lenin, Stalin, Hitler y Mao) y donde tanto el comunismo como el nacionalsocialismo hubieran sido solo discusiones de revolucionarios chalados en bares mugrientos es algo que me hubiera gustado poder vivir. Siendo como soy un gran aficionado a la historia del partido liberal británico y a la vida de Keynes, amigo íntimo de Asquith y su familia, me podría enrollar con este tema por horas.

Sencillamente no me creo que las intenciones alemanas fueran tan benignas. Las victorias militares generan sus propias dinámicas de emborrachamiento en el éxito y, dada la fuerza del nacionalismo alemán y la lógica interna del proceso de systemstabilisierend que el malogrado Eckhart Kehr identificó hace mucho tiempo como mecanismo de defensa del Kaiserreich frente al creciente impulso del SPD y Zentrum (no, no me hecho de los del Sonderweg, pero en esto tiene razón Hans-Ulrich Wehler, uno de mis historiadores alemanes favoritos, abajo un video en el que explica su trayectoria), un proceso de radicalización de los objetivos bélicos germanos similar a lo que documentó en su día Fritz Fisher es un escenario más razonable.

Mucho más me interesa resaltar que, lógicamente, la tesis del error de la intervención británica en la primera guerra mundial despertó las iras/querencias/polémicas de más de uno y puso a Ferguson en el ojo de mira de Channel 4.

Este canal vio en Ferguson la persona ideal para escribir y presentar una serie de televisión detrás de otra con la que saciar el incansable apetito de la audiencia británica por la historia (siendo como es el Reino Unido un país obsesionado por el pasado). Y con pagos en el orden de más de un millón de libras por libro/serie, Ferguson escribió y presentó 1) Empire: The Rise and Demise of the British World Order and the Lessons for Global Power, 2) Colossus: The Rise and Fall of the American Empire, 3) The War of the World: Twentieth Century Conflict and the Descent of the West, 4) Ascent of Money: A Financial History of the World y 5) Civilization, the West and the Rest (al que volveré más tarde en detalle).

Y aquí es donde esta el truco de su productividad que insinuaba en el post anterior: sí, 5 libros muy bien escritos, entretenidos, alguno francamente bueno (The War of the World, mi favorito del grupo, por eso pongo el video del primer capítulo de la serie), otros más flojitos (Ascent of Money en particular), pero ninguno de ellos es un trabajo de investigación original: son meros resúmenes e interpretaciones, muy inteligentes (aunque Ferguson sabe menos economía de la que se él se cree y algunas veces mete la pata cuando habla sobre política fiscal o monetaria bastante hasta el fondo), pero no creativos.

Al leerlo uno siente que tiene en frente a una gran menta desperdiciándose, que en vez de estar escribiendo una nueva historia de William Pitt (ey, soy de Pennsylvania como decía antes) o del conservadurismo británico, esta dedicándose a inflar su cuenta corriente y hacerse famoso. No es que no disfrute leyendo The War of the World (que me he leído dos veces y vista la serie una), es que me apena no poder leer esa moderna biografía académica de William Pitt que no tenemos.

Y es que durante todos estos años, Ferguson ha escrito solo dos libros más serios, Cash Nexus, sobre la relación entre política y dinero y High Financier: The Lives and Time of Siegmund Warburg, que como su nombre indica es una biografía de Siegmund Warburg, el banquero que creó el mercado de Eurobonos.

La página web de Ferguson nos dice que está trabajando en una biografía “autorizada” de Kissinger (¿ven ahora por lo que el detalle de que el antiguo secretario de estado de Nixon acudió a su reciente boda con Hirsi Ali era relevante?) Dada la increíble vida de Kissinger y la posibilidad de acceso a una fuente de documentos vetada en la práctica a ningún otro historiador puede convertir a ese libro, cuando salga realmente, en un clásico instantáneo. Habrá que esperar, pues.

Volvamos a los cinco libros que se han convertido en series de televisiones. El tema recurrente de los cinco es el ascenso y descenso de Occidente, proceso que fascina a Ferguson, tanto por su militante defensa de Occidente como por observador histórico. Empire y Colossus se centran en los dos grandes imperios anglosajones, el británico y el americano, uno ya casi desaparecido y el otro con graves problemas, The War of the World es básicamente un resumen de cómo los Occidentales nos dedicamos a matarnos con gusto durante todo el siglo XX y como esto pulverizó el dominio del Reino Unido, Francia y Rusia sobre buena parte del resto del planeta no gobernado por EE.UU., y The Ascent of Money es un poco la historia económica de toda este cirio. Llegamos con ello al quinto y final libro de la serie, Civilization, que sirve en cierto modo de resumen y que sintetiza buena parte de las ideas de su obra anterior.

Y es que el objetivo de Civilization es ambicioso. En cierto sentido es intentar responder, una vez más, a la que defendería es LA PREGUNTA detrás de toda la ciencia social, desde Monstesquieu o Adam Smith a Daron Acemoglu pasando por Karl Marx o Max Weber: “¿Por qué Occidente se modernizó y creció y el resto del mundo no (o al menos hasta hace poco)?”

Pero como responder a esto (bueno, en realidad solo contar lo que Ferguson argumenta al respecto) me llevará otro par de miles de palabras, lo dejaré para el sábado, cuando completaré esta trilogía de las aventuras de Niall Ferguson.

Hay 33 comentarios
  • Gracias por estos posts. Realmente algunas de las cuestiones aquí tratadas, especialmente acerca del éxito de occidente (en realidad de Europa, y más de unas partes de Europa que otras; América en su mayor parte esta formada por naciones transplantadas) durante la Edad Moderna y Contemporánea quizá no han estado estudiadas seriamente hasta que nos hemos encontrado en decadencia, y quizá por ello en la universidad me busqué asignaturas de libre elección de Historia Económica Internacional; y aunque a Ferguson no lo leí mucho entonces; sí que leí libros o papers de Jared Diamond -a pesar que no me convence del todo su explicación basada en la geografía de casi todo-, de Daron Acemoglu, de Gregory Clark o Davide Cantoni -que era quién me impartió el curso-, con por ejemplo su estudio acerca del impacto del protestantismo en el desarrollo económico de Alemania.

  • Hay una pequeña errata en el texto: esto de que habría una la vía singularísima de desarrollo histórico alemán es la teoría del "Sonderweg" (el camino, la vía especial), no del "Sonderberg" (que sería algo así como "la montaña especial")...

    Gracias por estos posts tan interesantes...

    • Ups, es verdad. Mira que meto faltas de ortografia en todos los idiomas (ingles, castellano...). En este caso era incluso peor porque el link a wiki estaba bien, con "w". Ya lo cambie. Gracias

  • Interesante mini-serie. En este sentido y como comenta Jesús hay un interesante aporte de Jared Diamond en "Guns, Germs aun Steel: The Fates of Human Societies" donde se da una visión menos humanista del auge y caída de las civilizaciones y basada en elementos mas estructurales como la tecnologia y -si se quiere- geoestrategicos como el clima (que veo me interesó mas que a Lluís...); allí la tesis es clara: conjunción tecnica (pólvora y acero), climática (gérmenes) y organizativa (la organización de Eurasia era político-militar). Pero en cuanto a colapso de civilizaciones igual puede ser interesante acudir a los trabajos de Toynbee y Spengler, aunque confieso que me han interesado sobretodo los trabajos de Joseph Tainter sobre el colapso sistemico de las civilizaciones asociado a su complejidad organizativa y acceso a las materias primas. Me permito adjuntar un link a un post que realice sobre el tema en su día: http://davidruyet.wordpress.com/2011/07/26/teorias-del-colapso-energetico-vii-el-colapso-de-las-sociedades-complejas-segun-tainter/

    Entiendo que en el trasfondo del interés de Jesús en Ferguson se encuentra el convencimiento de que la historia es espiral y no lineal y que -al margen de la prospectiva- detectar patrones históricos recurrentes (económicos, políticos, culturales) facilita la prevision de escenarios.

  • Excelentes posts. Recorrido pleno sobre la historiografía británica. He visto documentales de Ferguson en canales de pago y son, realmente, muy divulgativos y con bastante ritmo televisivo. En resumen, enganchan.

    Desconozco por qué España no genera este tipo de mercado cultural de mayor alcance y no tan restringido a las aulas. Si bien es cierto que España ha estado ausente del Gran Juego de la Historia estos últimos 200 años, al ser potencia periférica, excéntrica y un poco esperpéntica, no menos es paradójico que sean precisamente británicos y americanos, (Preston, Payne, Jackson, etc.) quienes, una vez más, hayan estudiado el desarrollo de la Guerra Civil española, generando mucha bibliografía y programas.

    Nombro este episodio dado que, por suerte también, hemos estado ausente de las grandes guerras. A veces, aunque hayamos tenido gobernantes de pena, por otro lado nos hemos librado de auténticas purgas demográficas....

    Gracias al autor del post por indicar todo el camino bibliográfico para hacer un seguimiento mejor de sus comentarios...

  • Respecto a Jared Diamond, creo que acierta en bastantes cosas acerca de la importancia de la geografía (al fin y al cabo es geógrafo), pero también creo que al final intenta dar una explicación geográfica de casi todo. La geografía puede explicar muy bien porque en unas partes del planeta apareció la agricultura, la escritura y la civilización y en otras no; pero a partir de cierto punto (especialmente a partir de la Edad Moderna) creo que la explicación geográfica puede quedar un poco coja para explicar lo sucedido.

  • De Niall Ferguson yo he leído el libro Imperio, basado en su famosa serie televisiva. Es una obra divulgativa interesante. El autor "defiende" la obra colonial británica con planteamientos sensatos. Admite sin tapujos ni ambigüedad la violencia que forjó el imperio, pero dice que también debe tenerse en cuenta la parte positiva. No era malo para la humanidad que la potencia predominante fuera un país liberal, si pensamos en las alternativas de zares, mandarines, maharajás y más tarde los nazis. Los ingleses llevaron la modernidad a todos los rincones del mundo, incluso las ideas que luego sirvieron de base a los movimientos anticoloniales. Gandhi habría durado dos días en otro país.

    Pero sobre todo reflexionaba aplicando este planteamiento al imperio español. Se puede decir en nuestro favor que nuestra violencia no fue en realidad mayor que la de otros países, mal que le pese a la leyenda negra, pero no encuentro que nuestro imperialismo tuviera un lado positivo comparable al inglés. Habría sido muy negativo para la historia universal que la Invencible hubiera triunfado, es triste decir esto.

    PD: Muy oportuno tu comentario de que la verdadera primera guerra mundial fue la de los siete años.

    • Mi simpatía por los imperios, incluido el español y el británico, es nula. Tengo un "defecto" en mi configuración que me hace empatizar con los perdedores, que los hay y son muchos.

      Un Imperio, sin embargo, podría medirse en función de la intensidad y la eficacia de su poder: militar, diplomático, económico y financiero. También puede tenerse en cuenta su "durabilidad" y asignarles un ratio de "éxito" pero en el fondo no me interesa aunque pueda tener su interés. Sin embargo son una realidad y ya que existen las "reflexiones imperiales" pueden tener su lugar y su utilidad tanto desde la óptica de los paganos imperiales como de los beneficiarios para buscar un punto de equilibrio en la desgracia (los paganos no suelen ser tenidos en cuenta).

      En cualquier caso le recomiendo un libro comparativo muy interesante sobre el tema:

      "Imperios del mundo atlántico. España y Gran Bretaña en América, 1492-1830." John H. Elliott. Madrid, Taurus, 2006, 830 pp.

      Reseña de Carlos Martínez Shaw:

      http://www.raco.cat/index.php/Pedralbes/article/viewFile/122952/170232

      El Imperio español no fué ni mejor ni peor que el inglés, fué simplemente diferente. Podríamos hacer una aproximación cualitativa, pero supongo que caeríamos en una discusión estéril.

  • Excelentes posts, Jesús. Enhorabuena!

    Me pregunto si A.J.P. Taylor tiene algo que ver con Alan M. Taylor, profesor de Economía e historiador económico de la Universidad de California Davis. Como éste también es británico e historiador...

    • No, es solo un nombre comun. De hecho cuando estaba en Davis, habia 2 Alan Taylor's, uno el que menciona, y otro en el departamento de historia. Este ultimo americano de origen pero ganador de un pulitzer si mal no recuerdo. Pero es curioso que haya tanto Alan Taylor al que se le de bien la historia, vaya...

  • Hablando de Diamond (que me parece un tipo enorme, sólo basta saber que es un referente en tres profesiones distintas) no podemos olvidar a Felipe Fernandez-Armesto, con libros como Civilizations que van en líneas parecidas y son una delicia de leer.

    http://en.wikipedia.org/wiki/Felipe_Fernández-Armesto

    Civilizations : Culture, Ambition, and the Transformation of Nature
    http://www.amazon.com/Civilizations-Culture-Ambition-Transformation-Nature/dp/074320249X

      • Si no recuerdo mal, le detuvieron en Estados Unidos por jaywalking (cruzar fuera del paso de peatones) y resistirse a la autoridad, argumentando con el poli americano. Pasó la noche en el cuartel :D. Son gente peculiar estos de Oxbridge.

        Veo que Fernandez-Armesto también dejo Oxford para enseñar en USA, como el Ferguson. Desde Estados Unidos o RU, ¿hay sensación de que las universidades americanas están out-paying a Cambridge y Oxford y generando un brain drain de seniors de referencia? Me parece que esto no ocurría hace 15 años (y para atrás).

        • Es que la diferencia de sueldos es brutal (en economia, facil del 100%, es decir que si ganas 1 en Oxbrige, ganas 2 en EEUU y encimas pagas menos impuestos). Ahora Oxbridge esta intentando subir sueldos pero todavia requiere mucho amor al Reino Unido decir que no a EEUU.

  • La historiografía o cómo nos explicamos nuestro pasado es una disciplina interesante. Como cualquier biografía, en este caso colectiva, está limitada a una narración sintética que al mismo tiempo cumpla ciertas funciones didácticas unidas a la eficacia narrativa para que sea efectiva (erudición parcialmente al margen) . La tradición y el mecenazgo, así como su comercialización como un bien ideológico de consumo en ocasiones masivo explican varias de sus características actuales. también puede ser un instrumento ideológico de primera magnitud para nuestros intentos de autocomprensión, indagación que sin duda nos llevaría más allá de Heródoto. Cuando su producción se burocratiza y se vuelve competitiva se transforma y fuerza mecanismos de innovación, con efectos en ocasiones paradójicos. Hoy dá de comer a mucha gente y eso tiene sus consecuencias buenas y malas.

    Decía Ortega que el conocimiento histórico nos proporciona un "sistema de creencias razonables basado en la autoridad de los testimonios". Dilucidar quién es autoridad, cuáles son los testimonios válidos o sustancialmente relevantes y cuál es la base para la razonabilidad de nuestras creencias es quizás el nudo gordiano que parece enredar cada vez más el conocimiento de la complejidad. En principio es una buena noticia, porque quiere decir que los historiadores van a seguir teniendo mucho trabajo.

    La visión de las "killera apps" o elementos fundamentales sobre los que basa Ferguson su interpretación de la evolución de la Historia de Europa y su retoño estadounidense nos revela quizás más acerca de sus propias ideas/prejuicios que acerca lo que verdaderamente marcó la diferencia. En ausencia de un laboratorio lo suficientemente grande como para reproducir a escala fidedigna la circunstancia habrá que otorgarle en algunos aspectos el beneficio de la duda y reconocer su brillantez como narrador, aunque a veces me resulte irritante, dicho con cierta envidia, todo hay que decirlo.

  • Sus libros no los he leído (he estado tentado a ello) pero sí he visto las tres últimas series documentales. Aparte del previsible anglocentrismo, como material divulgativo no aburre en absoluto y me gusta su búsqueda de lo fundamental. Sus prejuicios son evidentes pero también su talento expositivo.

    El tema de las "killer apps" diferenciadoras resulta muy interesante para un Occidente actual que se encuentra en desconcierto. Y dado que este es un blog de economía sería también interesante comentar o corregir el acercamiento histórico de la economía que hace en "The Ascent of Money".

    La versión traducida al español la titularon "El Poder del Dinero". En la página oficial se pueden ver los cuatro capítulos de ese documental:
    http://www.pbs.org/wnet/ascentofmoney/category/video/

  • Gracias Jesús por esta serie.
    En referencia a la PREGUNTA me gustaría conocer su opinión sobre un par de libros que no he llegado a leer. Uno de ellos es bastante reciente, Why the West Rules, de Ian Morris que por lo que tengo entendido también se basa en la geografía para explicar el crecimiento Occidente. El otro creo que es un clásico en la materia, The Rise and Fall of the Great Powers, de Paul Kennedy. Sobre este último me preguntaba si ha quedado ya desfasado o su explicación continúa vigente.
    Muchas gracias.

    • Mira mi respuesta a lo de Ian Morris en un comentario en la primera entrega de la serie.

      El libro de Kennedy es mas sobre poderes relativos dentro de occidente que sobre occidente frente al resto. En algunas cosas se ha quedado anticuado pero es entretenido.

  • Ya que mencionas tu gusto por la historia del partido liberal británico me preguntaba si tiene escrito algo al respecto. Me gustaría entender la historia del partido liberal y de tu pluma más.

  • Anoche estuve dos horas pasando un rato estupendo leyendo ambos trabajos. Realmente es un nuevo género muy superior a otros porque no se limita a lo audiovisual sino que aporta conceptos, ideas, ejemplos, texto y hasta una pizca de metafísica.
    Quisiera hacer tres comentarios:
    Uno sobre la historia escrita por "nativos": Me parece mejor la que escriben los que no tienen intereses creados ni están bañados en la cultura descrita. Prefiero leer capítulos de la historia bélica de Europa desde la mirada de un no europeo o por lo menos tenerlo a mano para contrastar.
    Dos ejemplos:
    La misma guerra del 14 vista desde la pluma de Barbara Tuchman ofrece una visión de los movimientos de la "fuerza expedicionaria británica" de lo más curioso porque nunca estaban donde tenían que estar para entrar en batalla. Mala suerte o pocas ganas. Take your pick.
    O la campaña Rusa de Napoleón contra Kutuzov y Bragation en 1812, también por un historiador americano que no recuerdo en este instante. Un historiador procedente de cualquiera de las naciones en la contienda no podría transmitir del mismo modo lo que estaba pasando y el trasfondo.

    Dos: sobre el por qué Occidente, se desarrolla un poco antes. Estoy leyendo muy despacio "The moral consequences of economic growth" de Benjamin M. Friedman (Vintage). Apunta orígenes religiosos previos a la Ilustración y la simbiosis Religión/Esfuerzo descubridor de la obra de Dios y realización personal que requería independencia económica. Me está resultando interesante lo novedoso e infrecuente del concepto "progreso".

    Tres: Por si Jesús puede explicar su comentario acerca de los efectos negativos del anti economicismo en la "casi finiquitada" enseñanza de la historia económica en muchas universidades. Tenía la sensación de que nunca se había escrito tanto.
    Gracias

  • Volviendo a la entrevista de Ferand Braudel, me pregunto si "les temps multiples", los tiempos contemporaneos/subyacentes multiples que provienen del pasado (largos, pesados, cortos, rapidos, breves que comenta Braudel), tienen suficiente inercia para desembocar en esto:
    http://www.voxeu.org/index.php?q=node/7420 (Vox,Goodhart, EU political union).
    Ya habra "mouvements profonds" suficientes para propiciar una union a pesar del pobre liderazgo del que parece que contamos?

  • Un detalle. Sobre los otros tres no hay muchas dudas, pero poner a Lenin dentro de los cuatro asesinos más sangrientos de la humanidad me parece dejarte a mucha gente por el camino.

    • Hombre, no me voy a poner aqui a discutir si Lenin fue el cuarto o el sexto. En realidad da igual, mientras que la gente empize a enteder que Lenin era un monstruo y que "Партия Ленина" (que decia el himno de la Union Sovietica) una organizacion criminal.

      • Más bien me refería a que los otros eran monstruos especialmente destacados, mientras que Lenin es un monstruo común, del estilo de la mayoría de gobernantes de grandes potencias desde los tiempos de Egipto.

  • Ferguson es un claro ejemplo de carrera académica en Historia made in USA:
    Tesis doctoral brillante, interpretaciones audaces y refritos posteriores.
    Se podría comparar con el modelo español y/o europeo.
    Por otra parte, ni es tan brillante, ni es tan innovador, ni tiene una formación tan completa como él se cree. Pero es políticamente incorrecto y un conservador cool (un realista de toda la vida), cosas que le dan notoriedad.
    Es curioso que Taleb, que tiene un pésimo conociemiento de la historia y los historiadores actuales, tenga un alto concepto de él.

    • No creo que Ferguson sea representativo en absoluto de la profesion de historiador en EEUU, aunque solo sea porque mas de la mitad de su carrera fue en el Reino Unido. Y que otro historiador sale por la tele como el?

      Los historiadores americanos mejor considerados suelen ser gente que raramente se dedica al refrito y que escriben monografias academicas hasta el final de sus dias o al menos, si escriben algo popular, es de divulgacion seria (estilo Oxford History of the United States). Nombres como C. Vann Woodward, Perry Miller, Bernard Bailyn, Edmund Morgan, Gordon Wood, John Hope Franklin, Laurel Thatcher Ulrich, Barbara Metcalf, Jonathan Spence , Lynn Hunt, Eric Foner, Joyce Appleby, Natalie Zemon Davis, Gordon A. Craig o James McPherson son mucho mas representativos.

      Taleb es un cretino, asi que yo no me fiaria de el ni si me dijera que hoy es jueves.

      • Me refería al hecho de que una Tesis Doctoral brillante determina el crédito de una carrera académica futura.
        En el modelo americano la calidad de la tesis, si no recuerdo mal la suya fue "Iron and Paper" que sí contenía un estudio documental original, tiene una relevancia posterior sobre la carrera del historiador que en el modelo español, por ejemplo, se diluye de tal forma que es imposibe saber muchas veces la calidad de una investigación sin su conocimiento directo. En menor medida, lo mismo ocurre en el sistema francés o alemán y, en consecuencia, la capacidad de generar impacto dentro de esta disciplina se enfrenta a una sobreproducción de papers y artículos de dudosa calidad, porque la única forma de marcar la diferencia es la acumulación cuantitativa de méritos.
        Fergusson no podría dedicar el tiempo que dedica a los medios y su faceta divulgadora y mantener su prestigio académico sino hubiese hecho una aportación valiosa en su tesis que, a día de hoy, todavía es relevante y significativa.

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