De qué (no) hablamos cuando hablamos de progresividad fiscal (II)

La primera entrega de esta entrada se puede resumir en dos ideas: i) la tarifa del IRPF en España es mucho más progresiva de lo que la mayoría de la gente parece creer y ii) es posible alcanzar el nivel óptimo de progresividad impositiva simplemente combinando un tipo único sobre la renta con un mínimo exento elevado. Esta segunda parte abunda en la opinión de que en nuestro país estamos lejos de dicho nivel óptimo, recordando que la progresividad del IRPF recae casi exclusivamente sobre los salarios y que, con todas las distorsiones que genera sobre las decisiones de ahorro y de oferta de trabajo de los hogares, el conjunto de impuestos y prestaciones sociales en España no tiene una incidencia muy elevada en la redistribución de la renta.

Trampas en el solitario: progresividad impositiva ilusoria

Ante una solución tan simple como la que sugiere el análisis económico para alcanzar un nivel óptimo de progresividad impositiva, esta se instrumenta en nuestro país de una manera compleja y poco transparente. Primero, para adecuar el gravamen del impuesto a las circunstancias personales y a la capacidad económica del contribuyente, se articulan un elevado número de desgravaciones y reducciones en la cuota del IRPF que dependen, entre otras cosas, de su situación familiar y de algunas decisiones de inversión, como son las desgravaciones fiscales por compra de vivienda o por aportaciones a planes de pensiones. (Estas últimas hacen posible reducir la cuota anual del IRPF entre 4.500 y 4.900 euros, simplemente por realizar una llamada de teléfono al banco a finales de diciembre y transferir 10.000 euros de una cuenta a otra, pero solo a los contribuyentes de renta y riqueza líquida elevadas).

La elección de circunstancias que tengan incidencia fiscal resulta bastante arbitraria, ya que siempre se pueden aducir argumentos, más o menos peregrinos, para incluir unas u otras. Por ejemplo, Oscar Wilde, probablemente sesgado por su orientación sexual, opinaba que “los varones solteros deberían pagar impuestos mucho más elevados, porque no es justo que unos hombres sean mucho más felices que otros”. Aplicando la misma lógica, se podría proponer, entre otras cosas, que los hinchas del equipo de fútbol que gane la Liga también pagaran impuestos más elevados y que, además, dichos impuestos fueran progresivos en función del número de campeonatos ganados. Ironías y obsesiones personales aparte, el caso es que, mediante la introducción de desgravaciones y deducciones fiscales, los gestores de la política económica tienen la oportunidad de dar rienda suelta a uno de sus vicios más evidentes, que es el considerar su labor como la de una sastrería a medida. Así, en aras de conceptos etéreos, tales como “equidad horizontal impositiva” o “capacidad económica del contribuyente", se introducen variaciones de la tarifa impositiva para acomodar casos particulares en función de su rentabilidad electoral. Por cierto, este vicio también se practica en otros ámbitos de la política económica, como, por ejemplo, en relación con la regulación de la contratación laboral. Y claro, al final, con tantos trajes a medida, no se sabe quiénes acaban pagándolos.

En segundo lugar, las rentas procedentes de actividades profesionales y empresariales reciben, en la práctica, un tratamiento fiscal más favorable que los salarios. A través de métodos de estimación “objetiva” y otras lagunas en el diseño y en la gestión tributaria, una buena parte de estas rentas no son gravadas con la misma intensidad. Así, en 2009 hubo 16,75 millones de declarantes por rendimientos del trabajo asalariado, con un importe medio declarado de 19.359 euros, representando el 88,7% del total de la base imponible general. Sin embargo, los declarantes por rendimientos de actividades económicas (profesionales y empresariales) fueron 3,013 millones, con un importe medio declarado de 8.275 euros, lo que supuso solo un 6,8% del total de dicha base imponible. Si esos fueran los rendimientos de actividades profesionales y empresariales en España, es que definitivamente somos un país muy poco profesional y emprendedor, en cantidad y en calidad.

El hecho claro es que la imposición directa en España recae, sobre todo, sobre los asalariados de rentas medias y altas, que no son necesariamente los que más rentas generan ni los que tienen más riqueza. En esta situación, instaurar un tipo único impositivo, partir de un tramo de renta exento elevado, junto con la aplicación efectiva de un gravamen similar sobre los rendimientos de actividades profesionales y empresariales, mejoraría la eficiencia y la equidad de nuestro sistema impositivo. Y si estas mejoras no se consideran de “izquierdas”, es que los que dicen serlo en este país han perdido el norte (y siguiendo la recomendación del spot publicitario de moda en este verano, quizá necesiten una temporada de vacaciones en el “sur” para poder verlo). En cualquier caso, tampoco resulta probable que sea un Gobierno del PP el que impulse este tipo de reforma del IRPF.

La fotografía al completo: gasto público social y progresividad fiscal

Para evaluar el grado de progresividad fiscal de las actuaciones públicas, no es suficiente tener en cuenta solo los impuestos. Un instrumento muy potente para redistribuir consumo es el gasto público social, es decir, las transferencias públicas y la provisión de servicios públicos. Si dicho gasto se dirige fundamentalmente a los hogares con menores niveles de renta, el conjunto de actuaciones públicas puede ser muy redistributivo, aún con un sistema tributario neutral. Por el contrario, con impuestos directos distorsionantes e ilusoriamente progresivos y un gasto público social más igualitariamente distribuido, el resultado final puede ser peor, tanto en términos de eficiencia como de equidad.

¿Cómo de redistributivo es el sistema fiscal español considerado en su conjunto, es decir, incluyendo impuestos y prestaciones sociales? La respuesta es que no lo es mucho. Uno de los proyectos de investigación más ambiciosos del Instituto de Estudios Fiscales (IEF) es el desarrollo de un modelo de microsimulación de impuestos y prestaciones sociales que permita evaluar el impacto de las políticas públicas sobre la tasa de pobreza, la desigualdad, los incentivos y el gasto público. Con ello, el IEF colabora en un proyecto europeo (EUROMOD: Tax-benefit microsimulation model for the European Union) que pretende realizar tales evaluaciones de forma más o menos homogénea para todos los países de la UE-27. A este respecto, un resumen de los principales resultados obtenidos hasta la fecha en relación con el impacto distributivo de impuestos y prestaciones sociales en estos países se puede consultar en este documento. Con respecto a España, destacan tres hechos fundamentales: i) el bajo peso de las prestaciones sociales condicionadas a las rentas del hogar entre los hogares del decil más bajo de la distribución de la renta (Cuadro 2), ii) el elevado peso de las prestaciones sociales que reciben los hogares del decil más alto de la distribución de la renta (Cuadro 3) y, en definitiva, iii) la escasa reducción de la desigualdad de renta derivada del conjunto de impuestos y prestaciones sociales (Cuadro 4). En efecto, en España el índice de Gini asociado a la distribución de la renta pasa de 0,467, para las rentas de los hogares antes de impuestos y prestaciones sociales, a 0,305, para las rentas de los hogares después de impuestos y prestaciones sociales, es decir, disminuye en un 34,7%, mientras que en el promedio del resto de países dicha reducción es de casi 7 puntos porcentuales más.

Mirando al futuro (con pavor)

Jean Baptiste Colbert, estadista francés del siglo XVII, decía que “el arte de la tributación consiste en desplumar al ganso para obtener la mayor cantidad de plumas con el menor número posible de graznidos”. Además, los gestores de la Hacienda Pública también deberían tener siempre presente que los impuestos son, sobre todo, para recaudar recursos, no tanto para redistribuir renta, mientras que, para redistribuir renta, y no tanto para recaudar votos, está el gasto público social.

Estas premisas son las que justifican las medidas de reforma de nuestro sistema tributario enunciadas al principio de esta entrada: “…subir, otra vez, el IVA y otros impuestos especiales (alcohol, tabaco, carburantes), reducir la progresividad de la imposición sobre las rentas del trabajo, elevar la presión fiscal sobre las rentas del capital y de actividades profesionales y empresariales, e introducir mecanismos de elegibilidad y de copago en programas de gasto público, de manera que este se dirija mayor medida hacia aquellos que más lo necesitan y, así, aumente su capacidad redistributiva”. Si se aplicaran, mejoraría considerablemente la eficiencia y el impacto redistributivo de los impuestos y de las prestaciones sociales en nuestro país, tarea especialmente necesaria y urgente en la actual coyuntura de crisis de la deuda soberana.

Sin embargo, ninguno de los dos partidos políticos mayoritarios está por la labor. El que, según las encuestas, ganará las próximas elecciones, ha anunciado una “gran reforma fiscal” que bajará los impuestos a los “emprendedores” (que no deben ser esos profesionales y autónomos que tan pocos ingresos declaran en la actualidad), pero, sin embargo, en lo que se refiere a medidas impositivas concretas, la única que ha adelantado es la ocurrencia de recuperar, con carácter universal, la desgravación fiscal por compra de vivienda. Y en cuanto al otro partido político mayoritario,…sin noticas de Gurb.

Hay 31 comentarios
  • De todas las medidas (con las que estoy de acuerdo), hay una que chirría "elevar la presión fiscal de actividades empresariales y profesionales". Vamos a ver, el problema no es elevar la presión fiscal sobre ellos, en teoría (salvo los módulos), deberían pagar lo mismo que los asalariados. El problema es que no pagan, que se escaquean y no cumplen con sus obligaciones fiscales.
    Magnífica entrada para un gran blog.

  • Magnífico post!

    Un libro reciente muy bueno sobre todas estas cuestiones es el de los economistas colombianos Leopoldo Fergusson y Gustavo Suárez "Política Fiscal. Un enfoque de tributación óptima": http://www.lalibreriadelau.com/libros-de-administracion-publica-ca26_133/libro-politica-fiscal-un-enfoque-de-tributacion-optima-p35333

    Para más información: http://economia.uniandes.edu.co/profesores/planta/Fergusson_Leopoldo/Politica_Fiscal_Un_Enfoque_de_Tributacion_Optima

    U
    Pd.- No tengo nada que ver con los autores del libro...

  • Creo que cometes un error al interpretar los datos de la AEAT respecto a rentas del trabajo y rentas de actividades empresariales y profesionales. Yo no soy un experto por lo que bienvenidas sean todas las correcciones.
    1) Los datos de la AEAT hacen referencia a las categorías de los distintos tipos de rendimientos, pero no de los declarantes. Quiero decir que hay mucha gente que tiene una nómina (y declara rendimientos del trabajo) y puede realizar alguna actividad empresaria con un pequeño rendimiento (y también figura en rendimientos de actividades empresariales). De hecho, el total de declaraciones (18 millones y pico) no se corresponde con la suma de las partes.

    2) Dentro de los rendimientos de actividades empresariales tenemos:
    a) Con estimación objetiva (moduleros), 600.000 . Éstos sí que probablemente se dedican exclusivamente a sus actividades y se acojen a una legislación favorable (que no fraude como algunos intentan hacernos creer)
    b) 1.468.000 en estimación directa. Yo tengo rentas laborales y de éste tipo por una pequeña cuantía, y supongo que mucha gente también. La media (11.000 €) de los importes percibidos se corresponderá a gente con dedicación exclusiva y bastantes, no se cuantos, con pequeños importes en esa categoría. Deducir fraude de las cifras no es legítimo. Todos sabemos que hay fraude, pero no son éstas cifras las que lo señalan, o por lo menos no lo señalan sin un detalle mayor. ¿Cuál fue el importe medio declarado de los que presentaban declaraciones cuya totalidad (o mayoría) de rendimientos eran los de actividades empresariales?

    c) En la misma categoría figuran los perceptores de rentas agrarias... gente que trabaja, tiene una parcela en el campo o son titulares de una tierra. La media de esos rendimientos es ridícula, pero no hay que identificarlo con lo que ganan los agricultores profesionales.

    Espero haber contribuido algo al debate.

    Un saludo,
    Pedro

    • Pedro,
      Creo que tu intepretación de los datos de la AEAT es la correcta, pero también es similar a la mía. Fíjate que el texto se refiere a declarantes de rendimientos de actividades profesionales y económicas, no a profesionales y empresarios que solo declaran rendimientos de estas actividades en exclusiva. Aún teniendo en cuenta que algunos de los declarantes de rendimientos de estas actividades son asalariados "pluriempleados" o "profesionales/empresarios a tiempo parcial", me parece que la media de rendimientos por declarante es muy baja.
      Tampoco utilizo la palabra "fraude" para explicar porqué dichos rendimientos son tan bajos, sino que se habla de deficiencias en el diseño y en la gestión del IRPF.

  • Mucha gente de rentas altas argumenta que, en general, no son demandantes de servicios sociales: llevan los niños a colegios privados, tienen seguro médico y nunca nunca entran en programas de ayudas, rebajas fiscales o becas. Así, entienden que sus impuestos van prácticamente en su totalidad a gasto social solidario.

    Hay otro cristal por el que mirar las cosas. Las personas con altos ingresos y altos patrimonios se benefician más de que la sociedad funcione. Aprovechan en mayor medida los sistemas económicos y tecnológicos complejos (c0mo demuestran sus altos salarios), se benefician del nivel educativo de sus empleados o compañeros, utilizan en mayor medida las infraestructuras públicas, tienen que gastar una parte menor que nunca de su patrimonio para defender su casa, família y propiedades, y, por ejemplo, lo tienen bastante más fácil para poner su dinero a rendir, a menor precio.

    Al fin y al cabo, un chatarrero tendría trabajo después de un evento apocalíptico, mientras que un trader o un consultor como la hermana lista del ejemplo verían su sitio en la sociedad desaparecer en cuanto desapareciera la sociedad.

    No caigamos en la demagogia del "yo no recibo servicios sociales".

  • Estupendo análisis, de difícil implementación, pero hay varios puntos a discutir:
    A favor de subir, el IVA y otros impuestos especiales, pero hacerlo de modo PROGRESIVO, esto es, estableciendo nuevos tipos impositivos en función de la tipología de los bys.
    En dudas con respecto de lo de reducir la progresividad de la imposición sobre las rentas del trabajo, supuestamente compensada con discrecionalidad de gasto público. No cuestiono las razones de eficiencia, pero veo más estable un adecuado tipo fijo con mínimos exentos en función de las circunstancias personales y familiares, ya que no estaría a merced de vaivenes políticos. Introducir al sistema progresividad mediante gasto no garantizaría la progresividad a medio plazo. No obstante introducir ciertos mecanismos de elegibilidad y de copago en programas de gasto público para las rentas altas, parece adecuado.
    De acuerdo con Rafter respecto a la presión fiscal de las actividades profesionales y empresariales. Ya están gravadas al tipo de la renta (= que las del trabajo), el problema es que este colectivo NO DECLARA lo que ingresa y mete todos sus gastos personales como deducibles de su actividad (os lo dice un Asesor fiscal)
    A favor de elevar la presión fiscal sobre las rentas del capital, pero también de ampliar el concepto de éstas, considerando rentas del capital no sólo los dividendos de las sociedades, sino todos sus beneficios: una práctica habitual de nuestros empresarios (la mayoría familiares) es no repartir dividendos para no pagar IRPF. Aunque se trata de una renta de capital no es gravada hasta su reparto que habitualmente NUNCA ¿Si los empresarios autónomos tributan por sus beneficios en renta porqué los propietarios de sociedades no?
    Leer a otro profesor y asesor ANTONIO DURÁN-SINDREU BUXADÉ – en el País - http://www.elpais.com/articulo/primer/plano/Responsabilidad/fiscal/elpepueconeg/20110911elpneglse_8/Tes - sobre “el uso de sociedades como mero instrumento formal sin contenido empresarial con la única y exclusiva finalidad de pagar menos impuestos”
    Gracias NeG y saludos. Luis Valle.

  • Magnificos artículos. Añado una propuesta técnica que que creo que además mejoraría el sistema del IRPF engarzándolo con el del IS.

    Antiguamente el tipo impositivo final de las rentas del capital se asemejaba al tipo marginal del IRPF dado que se aplicaba un 35% de IS sobre la renta empresarial y un 15% sobre el dividendo restante (total 44,75% equivalente al antiguo marginal del 45%). En la actualidad esto no ocurre dados los sucesivos cambios de tipos impositivos y tampoco ocurriría con un un tipo impositivo único en el IRPF puesto que las rentas empresariales podrían llegar a tributar un máximo de un 61,5% (a tipo marginal del IRPF estatal del 45% -sin tener en cuenta los aumentos del tipo en las CCAA- y tipo nominal del IS del 30%) existiendo una notable doble imposición en este caso.

    En mi opinión cabría instrumentar el tipo único junto con una deducción por doble imposición (similar a la existente para rentas de carácter internacional) que equivalga a la imposición EFECTIVA de las reservas repartidas por la entidad. Aún difícil de implementar, yo creo que de esta forma se podría realizar una política fiscal agresiva en el IS (aumentando la productividad de las mismas), sin que la recaudación se resintiese y manteniendo el criterio de tipo único y tratamiento homogéneo de las rentas.

    H

  • Los impuestos deben ser simples, nada de a medida. Las deducciones las mínimas.
    Por otro lado, deben ser controlables al 99,99%. La justicia reside en que nadie evite el pago.
    El gasto público es quien tiene que redistribuir la renta ofreciendo buenos servicios (educación, sanidad, infraestructuras, vivienda en alquiler, libros de texto, transporte subvencionado, etc) a todos los ciudadanos.

    En mi blog: ¿Cómo mejorar las cuentas públicas sin recortes sociales ni subidas de impuestos?
    http://www.anguloinversor.com/2011/08/como-mejorar-las-cuentas-publicas-sin.html

  • Bonito post. No estoy familiarizado con el metodo de microsimulación pero me gustaria saber (me parece de primer orden) si el mismo salva la critica de Lucas.

    Gracias

    • Johnie,
      Ningún modelo es totalmente inmune a la crítica de Lucas.... Pero es cierto que en los modelos de microsimulación fiscal hay bastantes parámetros invariantes a los cambios de políticas. En la modelización económica también se cumple lo de "Nada es Gratis": si quieres más disciplina cientifíca y decisiones de optimización, hay que renunciar a los detalles; si quieres captar más detalles y heterogeneidad, hay que renunciar a algunos "primeros principios"....

  • Interesantísimo tanto el artículo como la mayoría de los comentarios; hay mucho nivel, tanto que casi no me atrevo a opinar...
    El problema básico es el fraude y la facilidad de cometerlo, como varias de las opiniones sugieren. Muchos contribuyentes (los que pueden, es decir, nunca asalariados) "esconden" sus rentas, no declaran todos sus ingresos. En este aspecto soy poco optimista, nuestro carácter latino nos empuja a no contribuir al herario público, a no ser que nos fuercen con toda la "violencia" posible. Era así en el imperio romano y así sigue siendo. Por ese motivo pienso que el único camino es la imposición indirecta y progresiva, de la que pondré ejemplos: impuesto creciente por m2 de inmueble, más alto cuanto más "lujoso=grande=caro" sea el mismo (en esto está pensando Grecia), impuesto también progresivo sobre automóviles, IVA incrementado para determinadas categorías de bienes, impuesto sobre la electricidad, agua, gas, aviones, hoteles y cualquier otro consumo necesario para un nivel de vida muy elevado y solo justificable con niveles de renta (declarada o no) elevada. Inconveniente: si se aprieta demasiado, el contribuyente rico emigrará, de manera que una acción coordinada a nivel suprancional sería conveniente... ¡ qué difícil !

  • Yo reitero mi pregunta del post anterior. Si con un IRPF de tipo único al 30% y una base exenta de 12.000€ como proponeis, calculais que la recaudación total sería parecida a la actual, con un tipo máximo entre 45-50% dependiendo de la CCAA,

    ¿estais diciendo que el mantenimiento del volumen de recaudación se producirá únicamente por la eliminación de las distorsiones y la consiguiente mayor actividad, y en ningún caso un desplazamiento de la carga entre contribuyentes?

    Me es difícil de creer, a ojo de buen cubero.

    • Morenawer,
      El aumento de recaudación sería, no solo por la eliminación de desgrvaciones y deducciones, sino también porque la base imponible, a tipo de gravamen único, sería más amplia al incluir rentas del capital y de actividades económicas.

  • @ Sr. HPérezTapia,
    Para 2011, los dividendos (que no los beneficios) están gravados al 25% (6.000) por IRPF, al ser base del ahorro, Total máxomo 46%. Los tipos medios sobre esta renta son inferiores. Para 2010, un 16,70% en el IS y un 16,86% para los dividendos en el IRPF (ver link), dando una tributación de estas rentas = 33,56%.
    La deducción por doble imposición se suprimió al separar las rentas entre la parte general y la del ahorro.
    En un comentario anterior a otro post reflexioné sobre la existencia de una práctica habitual de nuestros empresarios: No repartir dividendos. El Beneficio es una renta personal generada por un instrumento del patrimonio, las acciones o participaciones, no gravadas por el IRPF, hasta su reparto o venta. Para estimar numéricamente este detrimento de recaudación que bien podría ayudar al necesario incremento de nuestros ingresos públicos y ayudar a los que exigen que los “ricos” aporten algo más a las arcas públicas he utilizado los números de la AEAT para un año pre-crisis como el 2006 http://www.agenciatributaria.es/static_files/AEAT/Estudios/Estadisticas/Informes_Estadisticos/Informes_Anuales_de_Recaudacion_Tributaria/Ejercicio_2010/Informe_completo_IAR_2010.pdf
    Dado un Bº Empresarial declarado (Pág. 45) en el IS de 209.642, como la cuota líquida fue de 40.525, el tipo efectivo sobre los beneficios fue de 40.525 / 209.642 = 19,33% Los Dividendos declarados (pág 33) en el IRPF del 2006 fueron 14.903, esto es, un 7,11% de los Bº declarados por las Sociedades (obviemos que parte de esos beneficios pueden ser exteriores y que pueden ser con cargo a Bº de ejercicios anteriores a 2006).
    Es decir, existe un volumen de rentas del capital generado por las empresas de 194.739 millones de euros (209.642 – 14.903) que no tributaron por IRPF de 2006 y, lo que es más preocupante, que seguro no tributarán nunca, porque la única política de dividendos de la mayoría de las empresas españolas (las que no tienen consejo de administración y no cotizan) es “No repartas nunca dividendos que es pagar dos veces a Hacienda, sobre todo si puedes hacer que tu empresa corra con la mayoría de tus gastos o que te preste dinero”.
    Como el tipo efectivo de tributación de los dividendos se observa que fue el 14,36%, lo que podíamos haber recaudado en caso de que todos los beneficios empresariales tributaran por IRPF, como debería ser (¿el empresario autónomo tributa por lo que gasta o por su beneficio?) serían 27.965 millones (el 14,36% de 194.739), y el tipo marginal de estas rentas de capital ascendería al 33,69% (19,33+14,36), nada descabellado.
    Un saludo y gracias a NeG por ilustrarnos.
    Luis Valle

  • Juan,

    ¿Podrías desarrollar tu afirmación de que "para redistribuir renta, y no tanto para recaudar votos, está el gasto público social."

    Supongo que Colbert estaría de acuerdo en que un buen grupo de presión debe conseguir las mayores subvenciones, deducciones y transferencias sin que grazne la oca. Y a las ocas les molesta bastante menos que les quiten las plumas del gasto que las del ingreso

    Además, (parte d)el gasto público distorsiona los precios relativos y suele ser una forma bastante burda de redistribuir la renta. La percepción de muchas ayudas es binaria, lo que supone importantes distorsiones. Y otras ayudas las pueden percibir hogares con rentas muy, muy altas (financiadas por el resto)

    • Penny,
      Las prestaciones sociales condicionadas al nivel de renta son la forma más efectiva de redistribuir renta. Creo que en España tenemos muy pocas prestaciones de este tipo y demasiadas que se ofrecen de forma universal y acaban siendo regresivas.

  • Los impuestos más eficientes son aquellos que gravan el consumo, por lo que, puestos a reformular la política fiscal, sería bueno centrarse en los impuestos indirectos. En este sentido, se pueden introducir criterios de progresividad mediante cheques a las rendas bajas, o aplicando tipos reducidos a los bienes de primera necesidad y recargos o tipos más altos a los bienes de lujo. El efecto final no sería muy distinto al de un impuesto sobre los ingresos (del trabajo y del capital) con tarifa única y mínimo exento, pero se ganaría en capacidad recaudatoria, porque el fraude es más difícil, y se reduciría la pérdida de eficiencia. Además, para el caso español, permitiría hacer una devaluación interna, penalizar el consumo privado e incentivar el ahorro, lo cual tampoco iría mal.

    También son impuestos eficientes aquellos que recaen sobre actividades que generan externalidades negativas (así, por ejemplo, se puede sustituir la absurda contribución municipal para la recogida de residuos, que no depende del volumen de residuos generados, por recargos sobre la fabricación de aquellos productos susceptibles de generar residuos), los que recaen sobre bienes con demanda inelástica (tabaco, alcohol) o con oferta inelástica (tierra), o aquellos cuyo hecho imponible recae en circunstancias ajenas a la voluntad del sujeto pasivo (impuesto de sucesiones).

    IRPF, IS, e IP, por el contrario, serían impuestos a eliminar, por ineficientes, y porque, además, dan lugar a múltiples supuestos de doble imposición material (a distinguir con la doble imposición teórica, que no es más que una ficción jurídica).

  • Yo no encuentro mal que las rentas producidas por actividades empresariales tengan menos imposición que las salariales. Muchos empresarios creadores de trabajo ganan menos que algunos de sus trabajadores, aparte que es más arriesgado y emprendedor un empresario que un trabajador. Tampoco estoy en contra del actual sistema, que grava más a los salarios elevados que a los medios y casi nada a los bajos.
    Cierto es que los impositores de renta elevada disponen de más recursos para evitar pagar. El problema es que siempre será así, aunque se podría remediar parcialmente. El asunto es si existe voluntad política para evitar estas fugas.
    La solución, como siempre, es la subida de los impuestos indirectos. Pero si se hiciera con inteligencia, quizá hasta podría resultar efectivo y beneficioso.
    Por ejemplo: ¿Por qué no se subdivide el sector del automóvil?
    A más cilindrada, más IVA; a más consumo, más IVA.
    Y así en todos los artículos excepto los baratos de importación, de manera que podría recaudarse más, premiar el ahorro, aumentar la venta de productos nacionales (en general) y gravar indirectamente al que más tiene y quiere lucirlo.

    Es de cajón, y muchas veces lo olvidamos, que cada partido tira más hacia su gente. Es lógico y de ley que la izquierda tienda a beneficiar a las clases populares y la derecha a las más ricas. Aquí, ya sabemos, no existe la izquierda, en cuanto a partido mayoritario o de peso; por lo que lo razonable es que los dos partidos mayoritarios beneficien a los mismos, que no dejan de ser los más ricos, y sus políticas no pasarán de gravar más o menos y con diferencias imperceptibles a las rentas medias. El que piense lo contrario, a mi modo de ver y sin ánimo de insulto, es un iluso.

  • Juan,

    Determinar los pagos de los usuarios por los servicios públicos en función (continua) del nivel de renta me parece muy complicado (y costoso) de llevar a la práctica. Llevado al extremo, ¿tendría que presentar la declaración de la renta cuando compro un billete de metro?

    ¿Cómo se hace en otros países? Por ejemplo en educación, sanidad o transporte

    ¿No es mejor un impuesto sobre la renta con un tipo marginal constante, mínimo exento y muy, muy pocas deducciones?

  • Juan de Mercado,

    Creo que Penny tiene parte razón cuando dice que las " ayudas las pueden percibir hogares con rentas muy, muy altas (financiadas por el resto)". Los que tienen dinero pueden intentar engañar al fisco, diciendo que tienen menos renta. De este modo pagan menos impuestos y pueden recibir más ayudas. Conozco gente en esta situación, aunque no sé si son o no la norma en el resto de España.

  • Muy interesante el comentario de Vicenç pero, desde la más completa ignorancia, los impuestos que gravan el consumo no pierden capacidad recaudatoria en un mundo globalizado? Es decir, si los bienes de lujo tienen impuestos muy elevados en mi pais y viajo a menudo, no los compraré en el extranjero? (Repito, desde la más completa ignorancia sobre economía.)

  • @ Vicenç

    Muy interesante el concepto de impuesto sobre el residuo que está aún por ser generado. De hecho, ya se aplica a los electrodomésticos, por ejemplo, por directiva europea. Sin embargo el Impuesto de sucesiones es un impuesto injusto, por doble imposición. Otra cosa es que sea fácil echarle el guante...

    @ pau

    Cuanta razón tienes, sobre todo en el impuesto a los coches. Los BMWs (y otras importaciones de Alemania) nos hacen mucho daño. Deberías recordar, por si los trolles, qué es un empresario y qué un gestor.

    @ Dídac

    Se te olvida que el tipo de IVA en España es inferior al de nuestros vecinos. Igualarlo o superarlo un poquito en los bienes de lujo no sería tan negativo.

  • @FER:

    Si consideramos como sujeto pasivo a la unidad familiar, sí es una doble imposición (con el sistema tributario vigente), pero si se considera a quien recibe una herencia o donación de forma individual, no, porque para él se produce un ingreso neto, para el cual no ha tributado (heredar es gratis).

    Se suele decir que el IS desincentiva el ahorro, aunque no tengo muy claro que el efecto sea significativo; aún con un tipo impositivo alto querrías ahorrar porque, en general, todos desconocemos cuando moriremos. Y eso sería igualmente válido aunque el impuesto fuera del 100%; dudo mucho que nadie lo dilapidara todo porque sabe que cuando morirá su patrimonio lo confiscará el estado. Por ello tengo la percepción que el IS es mucho más eficiente que otros impuestos que gravan la acumulación de riqueza (IP) o los ingresos procedentes del trabajo o del capital (IRPF).

  • Hola; un matiz

    "Las prestaciones sociales condicionadas al nivel de renta son la forma más efectiva de redistribuir renta. Creo que en España tenemos muy pocas prestaciones de este tipo y demasiadas que se ofrecen de forma universal y acaban siendo regresivas."

    Cuando se habla de estas cosas siempre da la impresión de que se hace en un mundo first best. En la realidad, la gente tiene que votar a favor de estas cosas y las medidas tiene que reunir coaliciones estables de votantes alrededor de las medidas. Una forma de hacerlo es universalizando una medida: si todos se benefician, nadie está a favor de eliminarlo.

    Entiendo que éste es el lado normativo de la ecuación y que uno necesita saber hacia dónde quiere ir para luego decir cómo, pero da la impresión de que en la propuesta no contempléis lo positivo. Para que esto sea estable y sostenible políticamente, no es posible que solo un grupo pequeño de gente concentre la eligibilidad.

  • Juan,

    Gracias por tu respuesta. La verdad es que sigo teniendo dudas importantes sobre la interpretación de los datos. El hecho de que las rentas de actividades empresariales puedan entrar en el dominio de los números negativos (y de hecho la desaparición de autónomos y pequeñas empresas demuestran que no serán pocos) y que muchos pequeños empresarios cobran nóminas de sus empresas que posteriormente complementan (o no) con rentas de otro tipo me hacen sospechar que la realidad es mucho más compleja de lo que parecen señalar los datos.

    Soy consciente de que no has empleado la palabra fraude, pero me parecía importante señalar que esos "datos raros" no tienen por qué implicarlo ya que estamos acostumbrados a interpretaciones periodísticas de las cifras que son casi delictivas. Por cierto... nos han dado la paliza hace ya dos meses con un informe de Gestha sobre la lucha contra el fraude fiscal que no hay manera de localizar: no está en ninguna parte. ¿Sabes cómo localizarlo?

    Muchas gracias,
    Pedro

    • Pedro,
      Recuerdo haber visto el informe de GESTHA hace unos meses, pero ahora no parece que esté disponible en la página web de este sindicato. En cualquier caso, no te lo recomiendo. Es el tipo de informe que se hace por motivaciones políticas/sindicales, escaso de rigor técnico y sin someterlo a debate y discusión.

  • Tengo una pregunta y tres breves comentarios.
    Pregunta:
    No entiendo este párrafo del artículo:
    "el conjunto de impuestos y prestaciones sociales en España no tiene una incidencia muy elevada en la redistribución de la renta".
    Si se refiere a que debemos tener menos derechos a servicios públicos en función de renta o patrimonio lo entiendo, si no fuera así agradecería una explicación. Ya hay españoles ex-cotizantes que, por tener un pequeño patrimonio y estar en paro largo, no tienen cobertura sanitaria mientras toda la emigración está perfectamente cubierta y tiene prioridad en cualquier prestación pública.

    Comentarios.
    1. El IRPF no es el único impuesto con progresividad. De hecho no es el más "progresivo" porque casi todas las tasas municipales (que ya suman un dineral cuando todavía no se ha extendido la subida del valor fiscal de las viviendas por aplicación del "mark to market") tienen una enorme aceleración (consumo y ad valorem) y cambiarán radicalmente la racionalidad económica de tener viviendas. Dicen algunos que la misma racionalidad del vivir está en juego.

    2. Cuando sumamos todas las fiscalidades explícitas e implícitas la renta disponible que queda es una parte minúscula de los ingresos de esa persona y el coste fiscal de lo que producimos lo convierte en invendible.
    Hablamos poco de esto que es una de las causas de nuestra anormal tasa de desempleo visible en cuanto tenemos que depender en mayor medida de vender a otros países.

    3. Fondos de pensiones. La exención temporal de IRPF (desde el rango inferior al 45% máximo) no es un ahorro fiscal permanente porque se paga al retirar lo que quede del capital al jubilarse. Además este coste será mayor que la exención histórica si, lo que es normal, no se puede documentar tras tantos años.
    Por ello sólo hay un diferimiento fiscal más el coste de tener estos fondos --que es del 2.5% (anual) del patrimonio (gestión y depósito)-- que se salen totalmente fuera de tu control con resultados dramáticos en tu ahorro final.
    Saludos y gracias

    • Manu,
      La frase “el conjunto de impuestos y prestaciones sociales en España no tiene una incidencia muy elevada en la redistribución de la renta” quiere decir lo que se describe a continuación en el texto: la diferencia enter la desigualdad de la renta después de impuestos y prestaciones sociales y dicha desigualdad antes de impuestos y prestaciones sociales es inferior a la observada en muchos otros países.

  • El objetivo, recordemos, es equilibrar las cuentas públicas, lo que obliga tanto a recortar gasto, con una mirada en la equidad de sus efectos, contra la linealidad y el universalismo mal entendido, como continuar en mejorar su eficiencia, con ahorros a través de evitar duplicidades, transferencias encubiertas e inercias por dejadez. Y ello, por mucho que éstos ahorros nunca sean indoloros, ya que siempre esconden algún beneficiario que se ve de este modo desnudo de su prerrogativa. Siendo este saneamiento insuficiente, aunque necesario en todo caso para legitimar la tributación, hace falta también aumentar los ingresos. Lo que toca sin embargo primero, es asegurar que paguen quienes ahora no pagan, y después, que paguen lo que toca quienes ahora consiguen pagar menos de lo que deben. Antes que reintroducir el impuesto sobre el patrimonio de modo generalizado, gravando rentas afloradas que en su día ya acrecieron al fisco como forma de doble imposición rechazada unánimemente por la doctrina hacendística, cabría dirigir la mirada a estas sociedades de inversión que camuflan unas rentas de capital no realizadas, y que cuando las materializan acuden al tipo bonificado. ¿Por qué no pasarlas a tipo marginal del IRPF y que actúen en su caso a modo de retención a cuenta retornable si acaso por reinversión?.

  • @LVS

    He de reconocer que creo que mi post no está perfectamente redactado, pero igualmente se entiende:

    "[..] y tampoco ocurriría con un un tipo impositivo único en el IRPF puesto que las rentas empresariales podrían llegar a tributar un máximo de un 61,5% (a tipo marginal del IRPF estatal del 45% -sin tener en cuenta los aumentos del tipo en las CCAA- y tipo nominal del IS del 30%) "

    Es cierto que mi propuesta no pasaba por un tipo único, sino más bien un mantenimiento de una tarifa progresiva única (como la actual pero aplicada a una base liquidable única)introduciendo la deducción por doble imposición. Técnicamente eso permitiría eliminar la doble escala impositiva, equiparar la tributación del beneficio obtenido por el autónomo y por el empresario que utiliza una sociedad, mantener la progresividad del sistema e impedir la doble tributación de la renta inicial (que no nos olvidemos que es la renta empresarial). Quede aquí mi aclaración, aunque creo que la conclusión se infería de lo (no muy bien) escrito.

    En cualquier caso, respecto a sus ejemplos sobre la tributación actual de los dividendos creo que hay algún error en los números. La tributación actual creo que es del 19% para los primeros 6.000 euros (después de los primeros 1.500 euros exentos) y 21% para los restantes (no del 25%). De ahí mi cálculo grueso a un tipo del 21%, obviando los 7.500 euros.

    Por otra parte, la diferenciación entre beneficios y dividendos y su argumentación posterior creo que no es relevante. En este sentido, yo nunca he propugnado la eliminación del IS, por lo que la tributación en sede de la sociedad seguirá siendo sobre el beneficio, sea o no repartido. Mi ejemplo iba destinado esencialmente al destino finalista de las reservas que son ser repartidas como dividendos. Si las mismas no se reparten, sino que se mantienen en la compañía, creo que eso revertirá en una mejor salud financiera de la misma, con lo que no veo cual es el problema. En cualquier caso, es cierto que habría que valorar los efectos globales (aunque la tributación por IRPF no se vería afectada, puesto que existiría un menor crédito fiscal, y además una mayor base liquidable por un mayor beneficio neto despues de IS distribuible), en la medida en que este cambio en la tributación podría implicar un cambio en la política de reparto de dividendos por las entidades.

    Por último, su argumento final sobre la ausencia de reparto de dichos dividendos en la medida en que el socio prefiere cargar sus gastos personales a la entidad es un argumento que no aplica a esta discusión. Lo que usted plantea es simplemente fraude fiscal, y existe y existirá ante cualquier cambio de legislación. Por lo tanto, deberá ser analizado bajo un prisma diferente al de las propuestas aquí analizadas.

    Saludos cordiales,

    H

  • @ Sr. HPérezTapia, efectivamente en mi comentario cometí un error al pegar el texto. Tenia que haber dicho "para 2011, los dividendos (que no los beneficios) están gravados, además del 25% por el IS, el 21% (>6.000) por IRPF, al ser base del ahorro, Total máximo 46% (sin contar deducciones minimos exentos,...) y no el tipo que usted indicaba, del 61,5%. El tipo unico propuesto por NeG es doble, uno para las rentas de la parte general, y otro mayor al actual para las del ahorro (ganancias de capital), creo que ahi estaba la confusión.

    El resto de mi comentario no iba destinado a usted en particular sino a una reflexión genérica sobre la no tributacion de beneficios empresariales cuando no se reparten.
    Saludos. Luis Valle.

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