El milagro de la baja maternal (¿y el no-milagro del cheque bebé?)

De vez en cuando un resultado empírico desbarata mis prejuicios. Esto es algo que me suele poner muy contento, porque me da pie a teorizar arriesgadamente, que es lo mío. Hoy quiero contarles un hecho de ese tipo. Lo llamo el milagro de la baja maternal.

Hace un par de semanas estuvo Pedro Carneiro visitando nuestro departamento y nos contó un artículo reciente que ha escrito con Katrine Løken y Kjell Salvanes. El artículo se llama “Las consecuencias de largo plazo de las inversiones de tiempo en los niños en su primer año de vida.” Mis preconcepciones me hacían pensar que una baja maternal podía ser importante para mejorar el vínculo entre madre e hijo, o prolongar el período de lactancia maternal, con los consiguientes beneficios de salud que esto implica. Pero la verdad es que no pensé que pudiera tener efectos educativos de tan largo plazo.

Dado el coste de las bajas, es importante preguntarse por sus efectos. El problema de identificarlos es que las madres que deciden tomarse más meses son distintas a aquellas que no lo hacen. Pueden tener unas aptitudes o unos medios distintos a los de otras madres en dimensiones que el investigador no puede observar. Y por tanto los resultados que se observen pueden ser debidos a estos medios o aptitudes en lugar de la baja.

Carneiro, Løken y Salvanes utilizan la introducción de una política que no está relacionada con estas capacidades inobservables para identificar el efecto. En particular se fijan en la introducción en Noruega el 1 de julio 1977 de una baja maternal pagada de cuatro meses y no pagada de hasta un año. Para estar seguros del efecto se utilizan dos estrategias. Una es una regresión de discontinuidad, que se fija en los resultados de niños nacidos muy cerca (pero antes) del 1 de julio de 1977 y los nacidos justo después de esa fecha. Esta estrategia se combina con una regresión en diferencias entre los nacidos en ese año con los nacidos en 1975.

Los resultados que se quieren medir son los efectos sobre la probabilidad de acabar la secundaria obligatoria, de ir a la universidad, el Cociente Intelectual (CI, esto sólo está disponible para los chicos), y de tener un hijo antes de los 19 (sólo disponible para las chicas).

Como puede verse en la tabla que ponemos a continuación el efecto es de más de dos puntos en la probabilidad de terminar la secundaria. La razón por la que el efecto es más grande y más significativo en la regresión en diferencias es que ésta controla el efecto del mes de nacimiento (los nacidos en los primeros meses del año antes tienen más probabilidad de terminar los estudios). También aumenta la proporción de chicos que estudian en la universidad y el CI.

Otro resultado interesante, que no se presenta en esta tabla, es que la nueva ley no tuvo efectos apreciables sobre el tiempo de baja no pagada, que fue igual antes y después de la ley. Se puede interpretar simplemente como que la baja pagada se suma a la no pagada que ya decidían tomarse con anterioridad a la ley. Y eso permite ver el efecto de la baja pagada para mujeres con distintas longitudes de baja no pagada. Como puede verse en la siguiente tabla, el efecto positivo se concentra en las madres que pasan de 0 meses de baja a 4 meses. Y es de un tamaño francamente llamativo, la tasa de fracaso escolar baja en un 9 por ciento y la de estudios universitarios en un 7,7 por ciento. Esto, para mis estándares, es un auténtico milagro. El resto de los efectos es prácticamente en todos los casos insignificante. Lo cual indica que lo verdaderamente crucial, para este resultado de largo plazo, son los cuatro primeros meses de la vida del niño.

Como ya he dicho al principio, los resultados me sorprendieron mucho a primera vista porque nunca había pensado que esta política pudiera tener un efecto de tan largo plazo. Este prejuicio era algo ingenuo, claro, porque ya he contado en alguna ocasión que la inversión temprana en los niños es de mucha importancia para su bienestar. Hace unos meses, por ejemplo, les explicaba los experimentos Perry y Abecedario, así como el trabajo de Heckman sobre esta cuestión.

Y puesto a pensar, me pregunté si el caso noruego tendría alguna implicación para España, más allá de la obvia de que la baja maternal que tenemos tiene algún efecto de largo plazo. Por suerte una investigadora española, Libertad González ha estudiado en otro artículo reciente los efectos de una política relacionada, el cheque bebé. Para los que no se acuerden, éste es el nombre popular de una política por la que se daba a los padres de niños nacidos después del 1 de julio de 2007 un pago de 2500 euros que se ingresaba de una vez.

Las razones por las se pueden identificar los beneficios de esta política y las estrategias empíricas son parecidas a las del artículo anterior, así que no insistiré en ellas. Como los niños son muy jóvenes no se puede identificar el efecto de largo plazo del que se hablaba en el artículo anterior. Pero sí se puede estudiar el efecto sobre la participación laboral y los gastos de las familias. En los gastos de las familias no se observan grandes diferencias, excepto que disminuye el gasto en cuidado de los niños. Y desde luego no parece que las familias gastaran más en artículos específicamente para bebés. En cambio sí que se observan una disminución notable en la participación de la mujer en el mercado de trabajo. Es decir, el cheque bebé facilitó a algunas mujeres quedarse en casa más tiempo de lo que lo habrían hecho en ausencia del mismo.

El efecto de largo plazo solamente es claro (en Noruega) para aquellas madres que pasaron de no tener baja a tener una baja de cuatro meses. Así las cosas, me entran dudas de si el cheque bebé tendrá este tipo de efecto en España. Faltan muchos años para estar seguros, pero dado que ya no existe, quizá no hayamos perdido una gran oportunidad de reducir el fracaso escolar.

Como decía al principio, un hecho sorprendente es una oportunidad para teorizar. ¿Y cuál es mi teoría? Sabemos que en muchas especies animales, incluida la humana, el abandono infantil e incluso el infanticidio es un acto que no resulta absolutamente excepcional por motivos evolutivos. Blaffer Hrdy, por ejemplo ha escrito mucho sobre el tema (ver e.g. aquí). Yo creo que dejar a un niño al cuidado de terceros en un momento muy temprano de su vida puede disminuir algún importante lazo primigenio. Y despertar en uno de nuestros circuitos cerebrales ancestrales una señal de que el infante es de los evolutivamente prescindibles. Esto, a su vez, produce en algunas personas una reacción inconsciente que les hace invertir menos en ellos en los primeros, y cruciales, años de su vida.

De acuerdo, es una hipótesis muy arriesgada y traída por los pelos. Pero el hecho es que un aumento de unos pocos meses de cuidado materno en la primera infancia pueda tener un impacto notable a 15 y 20 años de distancia del mismo. Y esto requiere una explicación atrevida. Se aceptan sugerencias y, desde luego, espero más investigación para desmontar este otro prejuicio.

Hay 26 comentarios
  • Entonces... Soy uno de esos. A mi me abandonaron a mi suerte ya que mi madre debia trabajar y no existia baja maternal allá por finales de los 70.
    Estudios superiores, ningun dia en paro en mi vida... y mis hermanos lo mismo.
    Ya se que los datos son los datos pero viendo las generaciones NINI, el fracaso escolar...de los niños que SI tuvieron baja maternal (años 90 en España) creo que una vez más España desbaratará todas las estadisticas de los paises nordicos.
    En mi opinion es hilar muy fino intentar encontrar tendencias en estos datos.
    Hay otros factores de muchisimo más peso en la educación que afectan decisivamente al futuro de nuestros hijos.

  • Bueno días Antonio,

    Me ha llamado la atención el comentario sobre “el efecto del mes de nacimiento (los nacidos en los primeros meses del año antes tienen más probabilidad de terminar los estudios).” Hace uno pocos años se publico en EEUU algún libro sobre como en los deportes profesionales había un mayor porcentaje de deportistas nacidos en los primeros meses de año (http://sports.espn.go.com/espn/page2/story?page=merron/081208). La explicación era que cuando se seleccionan a los chavales en los equipos en las escuelas (High School) hay una diferencia significativa (por ejemplo altura, velocidad, etc.) a favor de aquellos nacidos en los primeros meses del año. Ver también el link siguiente: http://www.jasoncollins.org/2010/09/sports-stars-born-early-in-the-year/

    Me pregunto si hay más información al respecto.

    Saludos cordiales,

    Bernardo

  • ¿No será que lo que marca la diferencia es entre la posición socioeconómica de quienes pueden permitirse bajas maternales y quienes no pueden permitírsela?

  • Carl, estoy de acuerdo en que hay factores muy importantes además de este. Pero éste es un dato más que confirma lo que ya lleva mucho tiempo Heckman diciendo, los primeros años de vida de los chicos son absolutamente cruciales y el coste-beneficio de las intervenciones tempranas es muy superior al de intervenciones posteriores.

  • Falta algo, cuando una intervención es experimental (en este caso un experimento natural) el efecto causal es inequívocamente producto de la intervención. Otra cuestión es que la intervención tenga efectos diferentes para madres de diverso estatus socio-económico. El que los efectos de la baja fueran superiores para aquellas personas que antes de la misma no se tomaban más de dos semanas es un claro indicador de que esto es así.

  • Hay un mecanismo conocido como la "resonancia límbica", por el cual los mamíferos aprenden a empatizar con sus congéneres a través del contacto continuo con la madre durante sus primeros meses de vida. Por otra parte, hoy parece más evidente que el éxito en los estudios no es producto exclusivo de la capacidad intelectual, sino también de la inteligencia emocional (interacción con los compañeros, con los profesores...).

    Es solo especulación, pero quizás ambos fenómenos puedan explicar esas diferencias... ¡Muy interesante, de todas formas!

  • El "cheque bebe" abonaba 1000 euros al mes durante dos años para las mujeres que trabajaban, para el resto "cero patatero". Pretendía incentivar la participación de las mujeres en el mercado de trabajo reduciendo los costes de su maternidad. Por este motivo me sorprende que el efecto del mismo se la reducción de su tasa de participación.

  • El cheque bebé del que hablo yo era 2500 euros para todo el mundo. No estoy seguro de lo que mencionas. Aunque es poco dinero es el equivalente a cuatro veces el salario mínimo o dos veces el salario mediano. Suficiente, pues, para que algunas madres pospusieran un par de meses su reincorporación al trabajo sin merma económica.

  • Juan, tú te refieres a los 100 euros al mes (o 1200 al año) para madres trabajadoras que se introdujo en 2003. El cheque-bebé se introdujo en 2007 (y se eliminó en 2011) y era universal, es decir, lo recibían (de una vez) todas las madres justo después de dar a luz, con independencia de que trabajaran o no.

  • La diferencia en CI entre los niños que son alimentados con leche materna y los que no es del orden de 6 puntos, o sea 0.4 desviaciones estándar. Hay abundante literatura refereada al respecto, y se ha corregido muy bien por otros efectos como el nivel económico o cultural de las madres. La causa más probable es la peculiar distribución de ácidos grasos en la leche materna (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2141867/).

    Para dar una idea de la envergadura de esa diferencia, si la trasladamos a los datos de PISA (media 500, desviación 100), sería equivalente a 40 puntos, más o menos la diferencia entre España y el segundo en la clasificación de PISA en lectura.

    Si tomamos en cuenta la enorme (y muy bien documentada) correlación entre el CI y los resultados vitales posteriores, tanto académicos como económicos, es suficiente con que el permiso de maternidad incremente el tiempo efectivo que las madres amamantan a sus hijos para producir la mayor parte de los efectos descritos arriba.

    En otros países se le da una importancia absoluta, casi obsesiva, a la lactancia materna, los hospitales tienen personal especialmente dedicado (y muy persistente) para que las madres, sobre todo las primerizas, aprendan a amamantar a los reción nacidos. En España apenas se le presta importancia, y de hecho en muchos ambientes está casi mal visto socialmente. Hay madres que no dan de mamar por comodidad, o por cuestiones estéticas, etc.

    Estaría bien que alguien le echara un vistazo a las correlaciones entre los meses de lactancia de los niños y los resultados PISA. A lo mejor con conseguir, a través de campañas de concienciación, que todas las madres den de mamar a sus hijos durante al menos 8 meses, podíamos echarle mano a Finlandia en unos años.

  • La teoría que dices, y que me parece muy interesante, se podría analizar mirando el factor de descuento de los individuos, no?

  • ¿Cuánto costaría, y quién podría hacerlo, cuantificar el efecto económico sobre la seguridad social de extender la baja de maternidad en 2, 4 u 8 meses? A lo mejor es posible que lo que se aumenta de gasto lo ahorramos luego por otro lado, vease desempleo, abandono, etc

  • Para ver cómo funcionamos al socaire de estadísticas.
    Resulta que, como la leche materna es buena, ya se está probando a modificar genéticamente vacas para que puedan producir leche humana. Hoy mismo viene la noticia en varios medios. Reflejos de mercados super espabilados. Se supone que de este modo no sólo tendremos menos fracaso escolar sino niños con un mejor sistema inmune.

    ¿A nadie se le ha ocurrido pensar que la diferencia no está en la leche sino en lo que sucede mientras el niño mama? Señores, que tenemos cabeza y memoria para no depender de estadísticas que valen igual para un roto que para un descosido.
    Al mamar, un niño escucha el latido del corazón de su madre, se siente querido, respetado y mimado. Se sabe importante. Esto es un factor que proporciona una enorme ventaja competitiva sobre aquellos que no reciben ese estímulo.
    De verdad que a veces es para preguntarse si nuestra especie no está en regresión por exceso de desvalimiento.

    Saludos y hagamos memoria.

  • Fer, en realidad no costaría tanto hacerlo si los que deciden se animaran de vez en cuando a hacer programas pilotos evaluados en serio, en lugar de lanzarse a hacer políticas sin probarlas primero. ¿Te imaginas lo que pasaría si alguien lanzara el mercado un medicamento que cuesta más de 100 millones sin ensayos clínicos primero para ver si son "seguros y efectivos"? Pues esto ha pasado, por poner un caso, con la escuela 2.0.

  • Manu, como puedes comprobar mi hipótesis al final de la entrada es justamente la que tú dices. Pero yo sí creo en que la estadística sea útil y estoy dispuesto a cambiar mi hipótesis si lo que dice el estudio que proporciona Baxajaun se confirma y pasa los tests científicos habituales. Si ahora vivimos en media 30 o 40 años más que hace un siglo es, en buena medida, por la medicina basada en la evidencia.

  • @Abel Fernández: En mi opinión por ahí van los tiros. Para redondear tu comentario yo añadiría que no es sólo el cerebro sino un concepto mucho más amplio de salud general. Michel Odent fue de los primeros en insistir en ello en Primal Health (Clairview Books, 2002). Sobre la importancia de los distintos tipos de inteligencia se ha insistido en miles de libros; como botón de muestra véase el de Ken Robinson, The Element: How Finding Your Passion Changes Everything (Penguin, 2010).

  • Hola, Antonio.

    Completamente de acuerdo en que el equilibrio es siempre lo mejor. La huida de las simplificaciones y de los extremos.
    Precisamente mi par de horas de lectura nocturna de esta quincena lo estoy repartiendo entre Popper y Feyerabend, o sea que estoy pasado de rosca en cuestiones de método.

    Mi comentario iba dirigido al apunte de BaxaJaun que rápidamente salta a relacionar Pisa con el biberón y a pedir bajas de postparto de más de un año. Salvemos el estado de bienestar antes de que los chinos nos pongan a currar duro de verdad. En plan Esparta y roca Tarpeya.

    Las lactancias más largas, desde hace siglos, son las de los niños de África. La lactancia materna normal allí pasa de los dos años y no es raro ver a lactantes de tres (complementando incluso dietas solidísimas).
    A partir de esa edad la raza negra desarrolla de modo predominante un rechazo digestivo a la leche que dura toda la vida. Tendríamos que ver que tal les va en Pisa a los niños africanos y, de paso, a los que tuvieron nodrizas de aquellas tan apreciadas de las Encartaciones y de la Vega del Pas. Estas nodrizas eran estupendas. Alimentaron a unos primos que salieron listísimos.

    Sólo eso, estamos de acuerdo en que los números son importantes y en que hasta la hipótesis más sólida, para ser ciencia y no metafísica, necesita peer review y pasar la prueba de falibilidad. Esta la pasa de largo y por eso sirve como hipótesis. Pero, como bien dices hará falta refinar mucho la investigación.

    Un cordial saludo.

  • Jorge, gracias por las referencias. De todos modos, el resumen de la segunda me da un poco de miedo:

    "Through stories of people - like Vidal Sassoon, Ariana Huffington and Matt Groening - who have recognized their unique talents and been able to make a successful living doing what they love, Robinson argues that age and occupation are no barrier and explains how it is possible for each one of us to reach our element."

    ¿Es de ese tipo de libros que argumenta desde los casos particulares? Esa forma de argumentar es vulnerable a todo tipo de sesgos...

    Por otra parte, el argumento de la lactancia materna parece bastante sólido, siempre que los autores hayan conseguido controlar bien la endogeneidad de la decisión dar / no dar pecho. Controlar el nivel económico o cultural puede no bastar. Por ejemplo, uno esperaría que a mayor nivel económico la lactancia materna fuese mayor. Pero resulta que un menor nivel económico es un reflejo de desempleo... y una madre desempleada tiene dos poderosos incentivos a dar pecho: (i) más tiempo libre con su hijo y (ii) un ahorro importante en leches para bebé.

    Espero que entiendas lo que quiero decir. Si hay algún artículo de los que mencionas con una estrategia de identificación sólida, te agradecería mucho una cita. ¡Es un tema apasionante! Una intervención tan sencilla con tanto potencial no se encuentra todos los días...

  • @Abel Fernández: Ken Robinson es británico pero está infectado por el estilo motivational speaker a la americana. El libro tiene cosas irritantes, como elegir a personajes de "éxito" para ilustrar sus historias, pero tiene también unos cuantos argumentos interesantes que merecen cierta reflexión.

  • Spitz (1946) ya describió ampliamente lo que llamó "depresión anaclítica" que es la que se produce por la separación, en los primeros instantes de la vida, del niño de la madre (o figuras cariñosas y protectoras sustitutivas), pasando por fases de pérdida de expresión mímica, anorexia, insomnio y en muchos casos, la muerte. A raíz de esto, es bien conocido la práctica, en la UCI's de neonatos (que por desgracia tuve que frecuentar un tiempo con uno de mis hijos) de promover que las madres y los padres acaricien a los bebés, esto es particularmente crítico en los prematuros, porque se encontró que la tasa de supervivencia aumentaba increíblemente cuando por las caricias, y en general el contacto y la calidez de la piel, de hecho es que no "saben vivir" sin esto, es una suerte de stress y desesperación que hace sus vidas "inviables", les quita el afán de vivir
    Con menor intensidad se da también el resto

    Los bebés de hasta 4 meses (nacidos tras 9 de embarazo), son de hecho "prematuros" en el mundo animal, si los comparamos con otras especies de mamíferos, donde nacen mucho más formados, y la razón de este hecho es universalmente conocida, y está en el tamaño extraordinario del cráneo de nuestra especie, que hizo que la única forma de superar ese factor geométrico fuese que los niños nacieran "a medio-hacer encaminado al mundo" como decía Ricardo III en el monólogo de inicio de esa obra de Shakespeare

    Lo que de verdad somos, los "juicios sintéticos a priori" desde los cuales nos juzgaremos a nosotros y al mundo, es algo que se desarrolla muy temprano, luego viene la eterna tarea de la construcción de coartadas que las justifican
    La construcción de la percepción de la "alteridad" enfrentada al "yo", del posicionamiento respecto al "otro" descansa, la capacidad de empatía y apego, arraiga y se fundamenta en las primeras experiencias infantiles

    Dice el doctor Arthur Janov : "el bebé debe ser acariciado y tocado inmediatamente después del nacimiento. El bebé debe mantener el contacto de la madre casi continuamente durante ese tiempo, de lo contrario, todo el contacto físico del mundo no será ya suficiente nunca"

    Por otro lado el aprendizaje, y más cuando más niños somos, está "trufado" de afectividad, como lo está toda la vida humana; así para que se desarrollen determinadas habilidades se necesita una predisposición "afectiva" al aprendizaje. Esto tiene un origen filogenético y el gran avance de los mamíferos es la capacidad de cuidar y enseñar a su crías, para lo cual son imprescindibles los mecanismo de "apego", en los vínculos materno-filiales y entre los adultos; lo debemos llamar "amor", esto es el "cemento" que da estabilidad al conjunto (el "atavismo" como diría Hayek)

    Suomi (1973) hizo experimentos con monos y vio que la simple presencia de un muñeco estático con ropas o telas suaves mejoraba el desarrollo de los monos pequeños sin madre, y de hecho, en muchos casos, los monos pequeños morían "sin causa aparente" si no existía ese sustituto, fenómeno similar al descrito por Spitz para los humanos. Además constató como todo esto influía mucho en las relaciones madre-hijo de las monas que no habían tenido "madre" real, donde empeoraban los cuidados a su cría y la tasa de supervivencia

    En la actualidad los psicólogos han descrito un nuevo síndrome, bastante extendido, al que llaman "proximal abandonment" que se da en el seno de las familias, en las cuales los padres están físicamente presentes pero afectivamente ausentes para los hijos, y en el que éstos desarrollan modelos de comportamiento y afecciones que cuadran con los observados en niños abandonados o educados en orfanatos (de ahí el nombre), a pesar de estar bajo la tutela de los padres

    En fin, todo el tiempo dedicado a querer y cuidar de los hijos es bueno para ellos, y con tal que lo pensemos un poco, también para nosotros

  • Antonio, respecto a tu primer párrafo, esa es la actitud adecuada de un científico. Si no, mira lo que dice Álvaro de Rújula, exdirector del Departamento de Física Teórica del CERN

    ¿Está diciendo que el verdadero descubrimiento sería no encontrar el bosón de Higgs?

    - El verdadero descubrimiento sería no encontrar el Higgs, y tampoco nada que lo sustituya. Entonces sí que habríamos hecho un gran hallazgo, y tendríamos que ir a los políticos y decirles: "Eureka, no hemos descubierto nada, esto es un éxito fabuloso". Si lo descubrimos, estaremos constatando algo que ya sospechábamos. Si no, estaríamos ante algo completamente nuevo y fascinante.

    Contrasta con el enrocamiento de algunos economistas en algunos irreales modelos.

  • ¿Se puede medir cómo afecta a la carrera profesional de muchas mujeres el parón que supone una baja maternal (pagada o no)? No solo a la carrera profesional de las mujeres que ya la han iniciado, sino también a las de aquellas que están por iniciarla (que, por ejemplo, buscan un empleo). ¿Se puede medir cómo afecta a la familia en su conjunto la frustración de ciertas madres que han visto sus logros laborales retardados, si no definitivamente postergados? ¿No sería beneficioso para todos -para las familias, para la sociedad en su conjunto- que las bajas fueran compartidas por padres y madres, de tal manera que se compartiera la responsabilidad -y por tanto se garantizara la cobertura- en una temprana inversión educativa en los niños, tan lucrativa como es a largo plazo?
    Ya sé que no es el objetivo del estudio, pero son aspectos que merecen ser pensados: que las mujeres sean "imprescindibles" en el hogar es justo lo que las obliga a ser siempre "prescindibles" en sus trabajos, y quizás justo lo que deberíamos revisar es esa condición de indispensables de las mujeres en su hogar (¿o es que está demostrado que los niños se sentirían igualmente abandonados si son sus padres quienes cogen la baja maternal?)

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