Quizás se acuerden de la mochila austriaca, la estrella fugaz de la reforma laboral del 2010. Descansa en paz en el cementerio de las promesas incumplidas. Su acta de defunción se basó en un triste informe. Una “pseudo-evaluación” muy a medida de un gobierno que, en el fondo, no creía mucho en las innovaciones laborales. [leer más ...]