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La compatibilización de pensión y trabajo

por @sergijm64

envellirtreballantHace apenas unos días, la ministra Fátima Báñez anunció una propuesta, ampliamente difundida por los medios (por ejemplo aquí) , permitiendo la compatibilización plena (sin penalización) entre cobro de pensión de jubilación y trabajo después de la edad normal de retiro. Aún sin conocer los detalles de la reforma (el diablo está en los detalles), confiamos plenamente que la nueva propuesta (esperemos que nos lean!) sea mejor que la lamentable (tanto en términos de requisitos como de impuestos sobre la pensión) regulación introducida en la reforma de 2013, bajo la cual prácticamente ningún trabajador por cuenta ajena (aunque si algunos por cuenta propia) cabal está prolongando su vida laboral. ¿Por qué? Obviamente, porque no tenían los incentivos adecuados para ello.

Aunque prometo una entrada completa en cuanto conozca los detalles de la propuesta, aquí os avanzo nuestras reflexiones sobre la situación del sistema de pensiones (sostenibilidad y fondo de reserva), sobre el factor de sostenibilidad (aquí), y sobre el engarce del mercado de trabajo y pensiones, tanto en lo que respecta a jubilación anticipada (aquí y aquí) como en lo que respecta a la compatibilización entre pensión y trabajo, tanto antes de la edad normal de jubilación como después (el test de ingresosaquí). En este último trabajo se muestra que la separación de las decisiones de  cobro de pensión y de oferta de trabajo (jubilación) es buena para el bienestar de la mayoría de los individuos y también para la seguridad social.

Para finalizar me gustaría comentar que, contrariamente a lo que pueda pensarse, el propósito último de esta reforma no es recaudar más (aunque si aumenta mucho la oferta de trabajo así sea), sino la de establecer un mecanismo de aseguramiento para el trabajador/pensionista de ingresos medios-bajos en buenas condiciones de salud (el de ingresos alto ya dispone normalmente ahorro complementario), que no va a poder ahorrar (o va a poder ahorrar poco) para compensar la más que probable bajada relativa de las pensiones (entre un 25 y un 40 por ciento a medio plazo).