El riesgo regulatorio y la falta de desarrollo de fibra óptica en España

En este blog así como en las propuestas de Fedea (http://www.crisis09.es/ebook/PDF/la-crisis-de-la-economia-espanola.pdf ) se ha discutido repetidas veces la importancia para nuestro país de abrazar un nuevo modelo productivo y encontrar nuevas actividades que promuevan el crecimiento económico, creen nuevos puestos de trabajo y fomenten la innovación. Para conseguir estos objetivos, puede ser de crucial importancia la instalación de redes basadas en fibra óptica que permiten ofrecer velocidades de acceso a Internet muy superiores a las de las redes tradicionales. Sin embargo la falta de inversión en fibra óptica en España (y también en Europa) es muy llamativa. Probablemente la crisis económica explica la congelación de muchos proyectos de inversión, pero más allá de motivos coyunturales existen motivos estructurales que pueden estar condicionando críticamente la falta de desarrollo de la infraestructura. Juanjo Ganuza y María Fernanda Viecens (http://www.crisis09.es/redes/PDF/15-2010.pdf ) señalan como una causa del retraso la reticencia de Telefónica a invertir en una costosa infraestructura que canibalizará sus rentables operaciones basadas en la red de cobre. En este post quiero discutir otra causa adicional que puede estar condicionando la falta de desarrollo de la fibra óptica en España como es una regulación que puede estar no proporcionando los incentivos adecuados a la inversión.

Para entender cómo la regulación puede estar condicionando la falta de despliegue de la fibra óptica hay que tener en cuenta que esta infraestructura requiere de una inversión inicial muy sustancial con una rentabilidad incierta. Según la CMT costaría un mínimo de €4.700 millones de euros el desplegar las redes de fibra óptica por toda España. Además, la rentabilidad de esta inversión dependerá de la evolución incierta de la demanda y sobretodo de la eventual emergencia de las “killer application” que convenzan al consumidor a pagar un premium suficiente por la velocidad ultrarrápida de acceso a internet. Por si fuera poco, existe el riesgo de la competencia de tecnologías alternativas que pueden ocasionar que nunca se recupere la inversión inicial. A estos riesgos inevitables en cualquier inversión empresarial hay que añadir los riesgos añadidos por la manera de cómo está regulado el sector que es realmente el objetivo de este blog ya que creemos que puede estar obstaculizando la inversión de manera subóptima.

Simplificando mucho, básicamente la regulación diferencia entre dos tipos de infraestructuras necesarias para llevar las redes de nueva generación a los hogares. Una es la infraestructura que se ha de construir hasta llegar al nodo de comunicación, y otra la infraestructura necesaria para llegar desde el nodo a cada hogar perteneciente a un edificio dado (the “last mile”). Pues bien, la regulación difiere sustancialmente ente ambos tipos de infraestructura. En el primer tipo el regulador español y europeo apuesta plenamente por el libre mercado y por la competencia en infraestructuras. Es decir, que no se dan obligaciones de acceso a la red salvo el acceso a la obra civil cuando se necesite del antiguo monopolio público. Sin embargo, en lo referente al “last mile” el regulador (tanto la CMT como la Comisión Europea en sus recomendaciones) cambian de postura. Prevén que dada la dificultad, molestia para los vecinos y coste de canalizar todos los edificios será necesariamente el caso que cada edificio será “cableado” por un solo operador. Por ello, para evitar la monopolización del mercado por esta causa, el regulador impone lo que llama obligaciones simétricas de uso. Con ellas, obliga a cualquier empresa que en el futuro despliegue fibra óptica dentro de un edificio a alquilar esa infraestructura de fibra óptica a cualquier operador que se lo solicite. Es decir, la regulación obliga a compartir la caja, terminales, cables de fibra óptica, rosetas y demás elementos que constituyen la “last mile”.

De aquí es inmediato el inferir el problema de free rider que plantea la regulación. Todos los operadores, dominantes o no, tienen incentivo a esperar que sea otro el que corra con los gastos de desarrollar la “last mile”de la fibra óptica para luego requerirle el acceso obligatorio y regulado. Este problema se ve agravado porque el coste de la infraestructura afectada por estas obligaciones simétricas de uso constituye un 40% de la inversión total. Lógicamente el regulador determina una compensación por el acceso pero esta futura compensación deja un montón de incógnitas en el aire que añaden una incertidumbre adicional a la rentabilidad de la inversión en fibra óptica. Más concretamente la CMT impone que el precio del acceso a la infraestructura de “last mile”será el que acuerden los operadores y si no hay acuerdo en el plazo de cuatro meses entonces la CMT intervendrá para decidir el precio. Los principios que regirán cómo la CMT decidirá el precio son muy generales, básicamente serán precios orientados a costes y que compensarán el riesgo de la inversión en esta tecnología. En mi opinión este problema de free rider asociado a la incertidumbre sobre cuáles serán los precios de acceso puede frenar las decisiones de inversión de los operadores privados en el despliegue de la fibra óptica.

Este freno no afecta sólo a la inversión en “last mile” sino también a la inversión en el primer tipo de infraestructura que lógicamente no es rentable si no se desarrolla la infraestructura completa. Además, la regulación facilita otro problema de free rider adicional al permitir que otro soporte la incertidumbre de averiguar cuanto están dispuestos a pagar los hogares por la mayor velocidad que otorga la fibra. Es decir, que si tengo dudas de si fibra óptica será rentable espero que otro corra el riesgo y si no hay demanda no he perdido un euro y si la hay entonces reclamo el acceso obligatorio a la infraestructura del primer operador. En resumen la regulación reduce las ventajas de ser el primero para amplificar las ventajas de mover el segundo creando un punto muerto en el que ningún operador privado construye.

Tanto la Comisión Europea como la CMT son plenamente conscientes del problema que plantea esta regulación pero ante la disyuntiva de monopolios potenciales en fibra óptica y el efecto desincentivador han optado por el segundo mal presuponiendo implícitamente que alguien construirá en cualquier caso la infraestructura. De momento no parece ser el caso (ver http://www.crisis09.es/redes/) aunque como mencionaba más arriba la crisis económica por sí misma explica la paralización de muchos proyectos. ¿Cuáles serían las alternativas? La alternativa más “liberal” hubiera sido el dejar que el mercado funcione sin imponer obligaciones de acceso. Espontáneamente podrían surgir mecanismos de cofinanciación entre los operadores para la infraestructura de “last mile” o los operadores podrán negociarán entre ellos el acceso a los edificios que cada compañía cablee. En cualquier caso parece mejor algún grado de monopolio sobre fibra óptica que un país sin fibra óptica. Otra posibilidad sería el regular claramente y sin incertidumbre los precios de acceso obligatorio dando un margen lo suficientemente amplio que justificara la inversión, aunque es cierto que es muy difícil de calcular exante cuál tendría que ser ese precio. Finalmente una opción más intervencionista que me consta es vista con buenos ojos por un experto en el tema como Juanjo Ganuza, pasaría por obtener una mayor implicación del sector público en la creación de un operador neutro que simplemente desarrollara la infraestructura sin posibilidad de comercializar el servicio al consumidor final. De esta manera se conseguiría tanto promover el desarrollo de la fibra óptica como evitar la creación de monopolios futuros en un sector clave. El inconveniente de esta opción sería el tener que financiar con dinero público algo que podría ser financiado con dinero privado en una coyuntura de recortes presupuestarios. En cualquier caso, la inversión en fibra óptica es un tema de importancia de primer orden para encontrar un nuevo modelo productivo que reactive el crecimiento económico en nuestro país. ¡No podemos dejar pasar la ola!

Hay 15 comentarios
  • Trabajo en una empresa de TI y el tema de la fibra óptica es un tema recurrente dentro de los problemas que tenemos para deplegar soluciones a las micropymes, fundamentalmente cuando nos enfrentamos con prestaciones ridículas para los requerimientos de cualquier empresa. Llevo tiempo contemplando como el modelo de la red electrica, sería muy apropiado para el sector de las telecomunicaciones, fundamentalmente porque cercenaría de facto los monopolios. Esta postura recientemente la adoptó el Gobierno Australiano. Creo que el riesgo en el que incurriría el estado sería marginal, frente a los beneficios que reportaría para el tejido industrial y académico una apuesta decidida por ofrecer accesos simétricos de 1Gb como mínimo.
    Por otra parte tengo constancia fehaciente de como algunas operadoras han desplegado la fibra óptica hasta la última milla, y sin embargo demorán su comercialización hasta un año y medio.
    Las operadoras llevan intentando introducirse en el área de contenidos y aplicaciones durante mucho tiempo, no quieren limitarse simplemente a las redes, y el despliegue de redes de fibra óptica de manera generalizada provocaría el surgimiento de nuevas empresas tecnológicas, que con toda probabilidad, los barrerían del mercado.
    Llevamos dos años largos hablando del cambio del modelo productivo, de invertir en nuevas técnologías, y sólo se habla de derechos de autor, y un dudoso mecanismo de regulación de los sitios web. El coste de la inversión si tenemos en cuenta lo invertido, y en que se invirtió, con el Plan E con un montante de 13.000 millones de euros, hubiera sido plenamente aceptable. Personalmente hubiera prescindido de muchos polideportivos, acerados y reasfaltados por un acceso a internet masivo y de alta velocidad.

  • La historia reciente de las telecomunicaciones es un campo interesantísimo para economistas pero, como se puede ver en los artículos referenciados, es casi imposible abordarlo de modo realista sin percibir lo dependiente que resulta de cuestiones muy básicas a todos los niveles: Europeo, Nacional, Regional y Municipal.
    Aunque no soy académico de profesión este es el campo en el cual he dado algunos cursos de postgrado por ello he leído con mucho interés tanto los comentarios sobre Xarxa Oberta como los de Juan Santaló. No hay espacio en un foro de este tipo para tratar los cientos de asuntos y datos relevantes por lo que si alguno tiene interés doy mi correo (manuoquendo@yahoo.es ) porque hay literalmente cientos de datos relevantes para el estudioso de algo tan complejo y tan deseado por el poder.

    Antes de nada un recordatorio: La fibra es muy barata casi no tiene valor comparado con los ocho o diez dólares por kg del lingote de cobre. Tenderla tiene el coste de la zanja (unos 50 euros el metro) pero la mayor parte de las ciudades ya tienen canalizaciones comunes y accesibles con fibra de diversos operadores, bastantes.
    En general sobra fibra en todos los nodos excepto en lo que pueda hacer falta desde el pie de calle de un nodo urbano típico (unas ochocientas viviendas rodeadas de un anillo) hasta cada piso, es decir, muy pocos metros y que están cubiertos por Cobre (par trenzado), Coaxial o haces de fibra.
    Siempre olvidamos la red de fuerza eléctrica y que también las Compañías como Iberdrola tienen tecnología ADSL lista sobre sus cables para instalarla si quieren. Ya se ha probado y funciona.
    De modo telegráfico veo cosas que no salen en el estudio de referencia pero que ya son parte de la historia.

    1. Con la ley en la mano todas las infraestructuras (ecepto los diez o cincuenta metros que están desde el tap de la calle a la vivienda) son "demaniales" y por tanto sujetas a "reversión". Un tema no menor porque por mucho que queramos olvidarlo afecta a las valoraciones contables de los operadores. Hoy está “olvidado” por los mercados.

    2. Es cierto, como dicen los autores del estudio, que el "incumbent" (Telefónica) a finales de los 90, habiendo sido adjudicataria de una de las dos licencias para cablear (fibra y coaxial los últimos pocos metros de fachada "to the home") consiguió sustituir esa obligación por despliegues de ADSL para llevar señal a los hogares.

    3. Muchos gobiernos autonómicos y municipales han intentado ser gestores de redes. Nacionalistas y no nacionalistas. Por los motivos que sea.
    La más curiosa que recuerdo fue un intento de expandir "Urnietatel" (una red de TV del ayto de Urnieta al lado de San Sebastián) para llegar a los hogares del pacto de Estella (es decir España y Francia). La más simpática en la misma línea, la de Puerto Real, Cádiz, cuyo alcalde (de IU) buscaba poder prestar servicios municipales de la sociedad de la información desde el Ayuntamiento usando los nodos de la red del concesionario y de acuerdo con éste.
    4. En España hay más de 600 municipios con pequeñas redes privadas de televisión. Todas pueden transportar voz e Internet y tienen unos pocos empleados que viven decentemente y no cuestan dinero público. Estas televisiones operan bien y tienen audiencias increíbles. Es toda una experiencia ver que un partido de futbol de niños de Sanlúcar (Telesanlúcar) tiene un 80% de audiencia que un Madrid-Barça nunca tendría.
    5. La mejor red de fibra de España se encuentra en Gijón, Avilés y Oviedo, instalada hace muchos años y a la espera de más aplicaciones que le den pleno uso (las hay especialmente en la esfera médica)
    6. Uno de los motivos del relativo atraso de Cataluña en este despliegue debe buscarse en sus propios gobiernos municipales. Por ejemplo, la exigencia reglamentaria del ayuntamiento de Barcelona de no cablear por fachada de calle los edificios ya construidos es la causante de al menos diez años de atrasos. Esta decisión administrativa que parece inocua reduce la penetración comercial en un 70% porque las televisiones suelen estar en los salones y si se cablea desde el patio de la manzana hay que hacer una obra muy molesta en la casa. Por este simple motivo ciudades como Albacete, Murcia, Valencia, Gijón o Cádiz tienen hace años infraestructuras de telecomunicaciones que Barcelona sigue esperando.

    7. El estudio alude a nuestros costes y baja competitividad relativa. No me perece que sea cuestión de “Reguladores”. Más bien lo es de Impotencia del Regulador ante una enorme fragmentación política de un medio tremendamente atractivo. Es curioso que la que más lo sufre es la propia Cataluña que vive el mismo o parecido problema con el despliegue de redes eléctricas.

    8. Por último, una reflexión. Hace veinte años, si trabajabas en París durante la semana y te ibas a tu casita de Bretaña el fin de semana no necesitabnas dos números de teléfono fijo. Te bastaba, al salir de tu casa en París, teclear la transferencia y tu teléfono de la segunda casa pasaba a ser receptor y operativo. Un contrato, un coste.
    Han pasado 20 años. La inteligencia de nuestras redes es inmensamente superior a aquellas, nuestros reguladores son gente muy capaz ¿qué sucede para que sigamos necesitando pagar dos contratos para hacer lo mismo que los franceses hacen con uno?

    Pues eso, que nunca se sabe.
    Saludos

  • Una pregunta desde la ignorancia más absoluta: si el problema es de free-riding de la instalación "last mile", ¿por qué no hacer ésta con cargo al usuario final y de su propiedad?

  • Lo primero es dar la enhorabuena a Juan por su estupendo artículo, y felicitarnos todos por que el debate de las redes de nueva generación (NGN) este atrayendo cada vez más a buenos economistas. Fomentar el debate sobre el retraso en el despliegue de las NGN en España era el principal objetivo que nos marcamos cuando comenzamos en Noviembre del 2009 con el observatorio de redes de nueva generación en España (http://www.crisis09.es/redes/), porque (coincidimos plenamente con Juan) era (y por desgracia es) un problema de primera magnitud, y sin embargo, no estaba presente en los medios de comunicación y en la agenda política. Pero pasemos a comentar el artículo.

    El argumento de Juan es incontrovertible, si damos aumentamos las rentas de monopolio (no imponiendo obligaciones de acceso) aumentan los incentivos a la inversión. No obstante, la propuesta de Juan tiene unos cuantos peros.

    1) Los Costes del Monopolio. Imagine que no existieran carreteras, todos nos moviésemos por incómodos caminos de tierra y de repente se descubre el asfalto (esta es una buena imagen del cambio que supone la fibra óptica sobre el ADSL). ¿Estaría usted feliz, si una compañía tuviese el monopolio sobre la nueva carretera que le une con su lugar de trabajo? Desde luego no confié en que si no le gusta el servicio u opina que el precio es excesivo, la competencia le construya una carretera alternativa. La competencia en infraestructuras dado el coste de la inversión, no funcionará (ni sería socialmente deseable que lo hiciera).
    2) Nos hipotecaría el futuro. La invertir ahora en NGN nos podría dar ventajas competitivas como país y generar mucho empleo, pero no hay duda que en un futuro las NGN llegaran a España. Esto se basa en dos hechos: i) La fibra óptica no tiene alternativas tecnológicas para la transmisión masiva de datos (la alta velocidad de móvil, por ejemplo, requiere también de una red física de fibra óptica). ii) La demanda de trasmisión de video en internet (para ocio, educación, industria) está creciendo exponencialmente y las redes actuales están al límite de su capacidad. Por lo tanto, tendremos redes, y en algún momento, una estrategia y un plan nacional. Si ahora permitimos que las operadoras adquieran derecho de monopolio sobre las zonas más rentables, esto puede ser un lastre importante para diseñar soluciones más eficientes en el futuro.
    3) Impacto dudoso sobre la inversión. El argumento de Juan, es compartido por las grandes empresas de telecomunicaciones en Europa (las denominadas incumbentes) que prometen inversiones si la medida se aplica. ¿Son creíbles estas inversiones?. En el observatorio hemos analizado repetidamente que las NGN tienen muchos riesgos para las incumbentes (los beneficios de la cadena de valor van a tender a desplazarse hacia los generadores de contenidos), y que los beneficios no son claros. Por ejemplo, las ofertas combinadas en España de TV+ ADSL, tienen un precio idéntico a ofertas europeas de TV+internet a 100mb. ¿Invertiría usted 600 euros por consumidor para terminar cobrándole lo mismo? De hecho, no hay evidencia académica concluyente sobre el impacto de la regulación sobre la inversión. En particular, hay un survey publicado en Telecommunications Policy de Cambini and Jiang (2009): "Broadband investment and regulation: A literature review" donde encuentran que los resultados no son concluyentes: “the picture that emerges is not conclusive…in other words, the relationship between access regulation and aggregate investment (for both incumbents and entrants) is a missing point in the current theoretical literature”.

    4) No es factible. Tengo muchas dudas de que una regulación tan lasa como propone Juan, fuera compatible con las regulaciones europeas, que son de obligado cumplimiento. Las directivas europeas han dejado claro hasta ahora que los procesos de liberación de los servicios públicos son irreversibles, y que volver a cuellos de botella para la competencia, no es una alternativa

    Entiendo que no hay espacio para hablar de las alternativas (prometemos un blog de respuesta), pero mencionemos dos casos reales Australia y Holanda, que nos muestran que existen modelos alternativos.

    Australia, un país con una situación muy similar a la de España: la misma tasa de penetración de banda ancha y de suscripciones del cable, con un mercado de ADSL con problemas importantes de competencia, ha decidido adoptar medidas drásticas en relación al operador tradicional (el Plan Nacional de Banda Ancha prevé que el gobierno despliegue la infraestructura, ha impuesto separación estructural, y ha llegado a un acuerdo con la incumbente para que esta provea únicamente servicios minoristas y abandone el mercado de la infraestructura).

    Es muy posible que la solución australiana no sea factible para España por las restricciones presupuestarias que padecemos. Una alternativa, sería, Holanda. Este país ha establecido una regulación clara donde se apuesta por el modelo australiano contrario al que sugiere Juan, es decir por la separación entre el operador de la red y los proveedores minoristas. La respuesta de la incumbente ha sido crear una nueva empresa (independiente de la matriz y donde solo cuenta con participación minoritaria) con una empresa constructora para desarrollar las NGN. Se imaginan, una alianza entre una telefónica con las constructoras de este país, para desplegar NGN masivamente por toda España. Esto es un sueño (se imaginan el empleo y la actividad económica que se generaría), pero debería ser un sueño, con restricciones simétricas de acceso que garanticen la competencia en el mercado minorista.

  • Algunos datos de apoyo.

    Los nuevos edificios construidos en España desde hace al menos doce años exigen canalizaciones por huecos interiores para más de un operador telco desde el TAP de la calle.

    Un cable coaxial (TV analógica, internet y voz por cable con muy alta capacidad) tiene el diámetro de unos cincuenta haces de fibra cada uno de los cuales sería suficiente.
    Por consiguiente hay espacio de sobra (en España) para el acceso a la vivienda nueva de dos, tres o incluso más operadores.
    Sucede que no vale la pena el coste y es más eficaz establecer acuerdos de interconexión y portabilidad con el que ya está instalado. Los acuerdos de interconexión son obligatorios, necesarios y totalmente normales en la industria.
    Nadie sabe realmente por qué redes circula una llamada o un dato (Internet se diseñó precisamente para eso, para llegar por cualquier camino probabilístico mientras que las redes jerárquicas eran deterministas por caminos preestablecidos) Pueden estar involucrados muchos operadores por motivos que los sistemas de routing eligen de modo automático y se paga o hay reciprocidad gratuita por cada tránsito de paquetes.
    El primer nivel de Internet, el conocido por Tier One, se basa en la gratuidad recíproca de tráficos equivalentes.

    Probablemente esta situación sea el motivo de esa nueva regulación de la UE anunque vaya usted a saber porque hay muchos estados (Francia, sin ir más lejos) que no comparten todos los criterios de las ideologías Free-Market en cuestiones de infraestruturas estratégicas.

    En efecto, si algo es verdaderamente estratégico --y si se cree que las TIC lo son-- el Estado debiera asegurarse de que llega a todos, y a la estructura productiva privada, al mínimo coste posible y eso con el modelo Telco europeo (top-down) no es tan fácil de conseguir a menos que el Estado pueda tener influencia o imponer su criterio de costes (caso France Telecom, por ejemplo). A veces hay que ser barato para poder competir.

    La idea del Sr. Conesa de que el último tramo sea propiedad del dueño del inmueble la han tenido en cuenta muchas constructoras y promotoras hace años pero no ha terminado de cuajar porque lo que cuenta es lo que decide el cliente final y, hoy por hoy, las operadoras tienen más peso que los promotores.

    El modelo USA nació al revés, desde los pequeños pueblos que montaban su operadora local. Por eso aún hoy hay más de 4000 operadoras en USA y les resulta muy barato el long distance. Los operadores de larga distancia daban ese transporte a cambio de acceder a la red del pueblo y a sus clientes.

    Hay muchos detalles relevantes y de interés.

    Saludos.

  • Muchas gracias a Eduardo y a Manu Oquendo y Eduardo por los datos que aportáis. En respuesta a los excelentes comentarios de Juanjo &Fernanda, primero quiero dejar claro que desgraciadamente no sé tanto del tema como para asegurar qué una alternativa como la liberalización total sea mejor solución que el operador neutro. Mi objetivo con el post es muchísimo más modesto, simplemente quiero señalar un problema y discutir entre todos las posibles soluciones. Me parece un asunto de importancia de primer orden que tenemos que solucionar desde ya. Dicho esto una breve respuesta a los puntos que planteais ( y que conste que no tengo absolutamente nada que ver con las incumbents!)
    1. Costes del monopolio. Me gusta vuestra analogía con la carretera, lo que mencionaba en el post es que aún en el caso que necesariamente tenga que haber un monopolio (yo no estoy tan seguro), sería preferible una carretera bien asfaltada con un monopolio a quedarnos con el camino de tierra. El monopolio sabe que si abusa demasiado siempre podemos optar por el camino de tierra y por ello el consumidor estará mejor. En este sentido, coincidiendo con la pregunta de Juan Carlos Conesa, ¿por qué no diseñar fórmulas flexibles que favorezcan que de la comunidad de vecinos de cada edificio sufrague el last mile manteniendo la propiedad? Manteniendo la analogía En Menorca - e imagino que en muchos lugares de España- hace no muchos años las primeras carreteras que unían las nuevas urbanizaciones a las vías principales pertenecía a la comunidad de propietarios de la urbanización que sufragaban el gasto de la obra.
    2. Nos hipotecaría el futuro. Presuponéis que sí o sí las operadoras van a construir las NGN, quizás sí pero ¿cuánto tardarán si no tienen los incentivos adecuados?
    3. Impacto dudoso sobre la inversión. Creo que este es el punto primordial, para ponernos de acuerdo necesitaríamos saber cuál es la sensibilidad de la inversión en NGN a la regulación de acceso, algo que desconocemos. Yo presupondría que sería alta pero perfectamente puedo estar equivocado. Hay un artículo de Alesina, Ardagna, Nicoletti & Schiantarelli (2005) en el Journal of the European Economic Association (2005) que encuentran una relación negativa muy sustancial entre inversión y regulación estudiando varios sectores (telecos entre ellos). Sin embargo me he mirado cómo construyen el índice de regulación e incluyen variables como cuota de mercado de nuevos entrantes; por lo que la regulación que ellos estudian no es comparable a la regulación que aquí estamos discutiendo.
    4. No es factible. Tenéis razón en lo que decís de la regulación europea. ¿Será por eso que la fibra óptica en Europa no está muy desarrollada?

  • Manu:

    Una pregunta para un ignorante en la materia: ¿No es ese criterio de abaratar el servicio a los clientes privados, como modo de mejorar la productividad nacional, lo que nos ha llevado a la parte gorda del déficit de tarifa? Creo que en tu argumento hay una parte importante de riesgo moral al respecto.

  • Comentando desde mi ignorancia...
    Es un tema escabroso este. Porque recuerda mucho al de la red eléctrica. Los ensayos de liberalización "total" han terminado en fracasos estrepitosos por la sencilla razón de que se deja de invertir en la red para dar precios más competitivos (Este es un argumento para cerrar la boca a liberales que se usa muy a menudo y con razón). Probablemente la posibilidad de crear una empresa tipo REE para la fibra óptica sea "lo más mejor" para asegurar un buen funcionamiento y evitar monopolios. Además, en ese caso se recuperaría la inversión sí o sí vendiendo licencias (como la billetada que se ingresó por las licencias del espacio radioeléctrico para la telefonía 3G). O sencillamente un canon de uso proporcional al tráfico generado, lo cual facilitaría la entrada de microempresas con servicos concretos. Lo que yo me pregunto es, con la connivencia menos que tácita que tienen grandes telecos y gobiernos, ¿hay interés en que esto suceda? Si yo fuera telefónica exprimiría lo que tengo, si yo fuera telefónica y uno de ustedes vodafone y se pudiera meter 2 cables en la última milla, llegaría a un acuerdo con ustedes para repartirnos el mercado y no escuchar ninguna otra oferta. Y solo si me dieran una somanta de palos me pensaría hacer lo mejor para los ciudadanos.

  • Yo tengo fibra óptica, para conseguirlo mi calle estuvo dos meses levantada, después debí esperar seis meses más. Lo de 50€ el metro, en este caso no salió. A mi me maravillaba que alguien pudiera acometer una empresa tan cara por tan poco y sin garantía.
    Garantía... Lo cierto es que en mi edificio el cable entra por el patio de luces, es lo más cómodo y práctico, en él vivimos dieciséis familias, de las cuales solo dos tenemos contratada la fibra óptica. A simple vista, quien la instaló ha perdido la camisa en el empeño. Creo que fue una empresa mixta: ayuntamiento, Generalitat y el operador. Una ruina.

    Hace tres semanas, creo, aquí se hablaba de la poca rentabilidad de los molinos de viento, del AVE y alguna que otra autovía gratuita que ya me gustaría tener en mi comunidad. Ahora hablamos de instalar algo que, a todas luces, saldría oneroso por si mismo, imposible de recuperar y con el agravante que pasado mañana un chino, japonés o americano, europeo seguro que no, instalará un megasatélite sobre nuestras cabezas, dando cobertura rápida, barata y sin averías cablísticas.

  • Hay varias cosas que creo que conviene precisar porque mueven a confusión y si nuestras premisas no son ciertas el resto nos lleva a error por fuerza.
    La primera es la sacralización de la fibra. El soporte físico es simplemente un portador de ondas. Hay soportes metálicos, líquidos y gaseosos, como el aire o el espacio interestelar. No entiendo muy bien que de repente resulte que la fibra, (que es un buen carrier --sin duda--), sea cosa de vida o muerte.

    En segundo lugar la supuesta escasez de fibra.
    ¿Dónde no hay fibra? ¿En la red troncal e interurbana? ¿A lo largo de las autopistas y vías de ferrocarril y ave? ¿En la red eléctrica? ¿En los anillos de barrios de ciudades que se han abierto varias veces desde 1999 hasta hoy mismo para tender kilómetros de fibra gruesos como antebrazos?
    Que uno sepa no hay una red operativa en España que pueda demostrar un uso superior al 10% de la capacidad instalada y eso sin necesidad de instalar tecnología adicional.
    Hay, en España, cientos de miles de kilómetros de fibra tendidos y sin apenas uso o abandonados por operadoras quebradas u olvidados en los balances de concesionarias de todo tipo de vías públicas.
    Además, tender la Red Troncal y Urbana es barato. Es como enhebrar hilos en tubos ya puestos. Lo hicieron Telefónica, Cableuropa, Retecal y todas las operadoras que se pusieron en su momento bajo otros paraguas. Además están las "otras" como Global Crossing, Jazztel, etc.
    Las comunidades con déficit de servicios deben mirar otras causas. Conozco divinamente el caso de ciudades andaluzas, no todas, de Cataluña, de Madrid (que lleva anillado ocho años y con barrios enteros esperando a que lleven el cable o la fibra a casa), las causas del atraso están todas en sus autoridades con sus reglamentos o en los operadores que no invierten porque no les salen las cuentas. Tras el fiasco de aquella burbuja los inversores dejaron de estar interesados en las TIC.

    Por consiguiente donde no hay fibra (y en mi opinión no es técnicamente imprescindible ni cuesta más de unos doscientos euros por hogar, es decir, menos del 7% de lo que cuesta llevar el tubo de suministro de gas) es en los últimos metros hasta la casa. ADSL, Coaxial o Fibra tienen muy parecidas prestaciones.

    Aquí quisiera comentar dos o tres puntos.
    1. Salvo en ciudades con cable el resto lo tengo con ADSL. Todo en banda ancha.
    No percibo la menor diferencia en funcionalidad y en casa, por ejemplo, se puede ver perfectamente a profesores dando clase a diez mil kilómetros de distancia. Alguno de nuestros contertulios hace lo mismo con instalaciones de lo más normalito.
    España tiene una muy buena infraestructura telco (mejor que la Inglesa o que la Alemana a años de distancia) entre otras cosas porque el despliegue de cable que se hizo fue el más moderno del mundo con topología de anillos urbanos que convierten en anacrónica la expresión "last mile" propia de despliegues y topologías de la postguerra mundial. Alemania e Inglaterra tienen millones de clientes muy antiguos de cable que es difícil actualizar tecnológicamente para añadir nuevos servicios. No es nuestro caso.

    Hace unos días se prohibió a unos padres que educaban con impresionante éxito a sus hijos en casa que siguieran haciéndolo. Lo hizo nuestro flamante Tribunal Constitucional.
    ¿Para qué sirven estas tecnologías si no es para ahorrar desplazamientos y acelerar nuestros intercambios de información?
    A lo mejor, además de algo de fibra, lo que nos falta es coherencia. Pero no donde pensamos que faltan.
    Saludos

  • Manu.
    No entiendo por qué dices que tender la red es barato. No sé en otros lugares, pero en mi barrio, en L'Hospitalet, hay pozos blindados en el suelo, creo que a cada cien o ciento cincuenta metros, se construyó una pequeña galería bajo tierra, preparada para evitar filtraciones; en su interior, unos tubos de más o menos treinta centímetros de diámetro, color rojo o naranja, no recuerdo, con el interior forrado. Antes de escribir pregunto a mi socio, tiene el mismo operador y vive en la zona de montaña de Barcelona. Lo mismo...
    Mi empresa está en Pueblo Nuevo, en la famosa @21. Aquí hay dos operadores, no construyeron galerías, pero sí levantaron el asfalto y a cada cien metros, también un pozo blindado, y bajo tierra el mismo tubo.
    No sé si conoces @21, una maravilla tecnológica infrautilizada, donde hay mucha conexión, pero que las empresas deben instalar generadores de gasoil, porque a nadie se le ocurrió pensar que gastaban mucha energía. En mi tramo de calle hay dos, uno en Lavinia, la empresa productora de telecomunicación; el otro en un flamante instituto de estudios urbanísticos y de arquitectura reconocido mundialmente. Y es que por mucho que digan los chinos de Shangay, los arquitectos que salen de aquí son valorados en todo el mundo.

  • Hola, Pau.

    El coste promedio de lo que en el argot se llama "pasar una casa" está en torno a 550 euros por hogar. Esto incluye el anillo de fibra alredor del nodo de unas ochocientas viviendas, la entrada en la casa con coaxial, ADSL o fibra y Set Top Box con acceso vertical por fachada exterior o canalizaciones interiores si el edificio es moderno. Todo ello con una penetración estimada en el primer año de un 25% de clientes.
    Estos son datos reales con contratistas de primer nivel (IBEX 35) y tecnología de zanja que incluye radiografía previa de subsuelo, excavación, tendido y cierre automático con maquinaria ad-hoc.
    Es decir, todos los costes desde la "cabecera" urbana o central de conmutación y hosting correspondiente, diseño técnico, licencias, permisos y ejecución.

    Este coste se recupera en menos de dos años dependiendo del número de servicios que se contraten. Si se pasa de dos "servicios" (voz o internet o voz y televisión con pay per view) el breakeven se reduce sustanciamente. Las telecomunicaciones tienen un margen bruto excelente si tu fuerza de ventas es razonablemente eficaz y tu producto es competitivo.
    Lo se porque lo he hecho, Pau.
    Saludos

    Para FER.

    Hola.
    No había visto tu comentario. Estoy de acuerdo. En ningún caso estaba pensando en subvencionar nada. Por principio general pero también porque no es necesario para ser competitivo en costes.
    Criticamos a Francia en muchas cosas y es verdad que tienen problemas muy gordos que esta crisis ha ocultado temporalmente pero muchas veces tengo dudas y no sé si las "utilities" en general, donde la competencia es realemente una entelequia imposible, no estarían mejor bajo otro tipo de régimen.
    Contratos a largo plazo con la administración local --como las centrales de electricidad en USA-- o propiedad pública directamente o con una participación importante del estado. Creo que nuestra situación es la peor de todas para el consumidor y para nuestra competitividad general porque el Estado puede permitirse actuar de modo, digamos, "no visible" y recargar tarifas con subvenciones políticas que no serían aceptables si el propio estado fuese el titular.
    No lo sé pero cada vez tengo más claro que nuestro capital se ha acostumbrado a vivir pegado al estado y a sus monopolios y que la inmensa mayoría han olvidado lo que significa arriesgar e innovar. Se supone que esta es la función del "buen capitalista" pero de éstos parece que tenemos muy poquitos y nos vendría de cine multiplicar su número por cien.

    Saludos.

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