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Diamond y las pensiones en España

(Con la ayuda de Pedro Landeras y Zoe Kuehn de FEDEA)

Peter A. Diamond, Nobel de Economía 2010, ya nos ofrecía en el 2001 una interesante reflexión, totalmente actual, sobre las pensiones en España: 'Issues in Social Security Reform with a Focus on Spain'. (Aquí tenéis el documento original DiamondUPF)

En su análisis el autor menciona tres importantes razones para introducir nuevos cambios en nuestro sistema de pensiones:

  1. En las condiciones actuales, el coste de las pensiones va a crecer más rápido de lo que lo hará el PIB. Para poder redistribuir entre generaciones esa carga financiera, incrementándola para las generaciones presentes y reduciendo la de las futuras, es necesario actuar lo antes posible acumulando recursos adicionales.  Ello hace inevitable una reducción de las pensiones y/o un aumento de los impuestos, que permita acumular recursos dentro del sistema actual de reparto (pay-as-you-go, PAYG), o bien, la introducción de cuentas de pensiones individuales que requieren un aumento del ahorro por parte de los individuos. Según Diamond, cualquiera de las dos formas de acumular recursos adicionales tiene sus ventajas y desventajas, pero ambas requieren una acción inmediata para no alterar de forma brusca las expectativas de los individuos.
  2. El sistema actual de pensiones genera incentivos perversos en el mercado laboral. La base reguladora de la pensión, calculada según las cotizaciones de los 15 años previos a la jubilación, distorsiona excesivamente las decisiones en el mercado de trabajo. Según Diamond, para que un sistema de pensiones genere incentivos adecuados en el mercado laboral, debe considerar un periodo de vida laboral más amplio para el cálculo de las pensiones. Asimismo, sugiere que el sistema tiene que ser flexible en la edad de jubilación, ya que distintos tipos de trabajo y distintos trabajadores (con distintas esperanzas de vida) así lo requieren. Para lograr dicho objetivo el autor propone fijar una edad temprana para la jubilación para aquellos trabajadores con un perfil laboral adecuado a esta situación, e incrementar la pensión a medida que un individuo retrasa su jubilación para asegurar que la gran mayoría de trabajadores (que no encajen en ese perfil) continúe trabajando. Según Diamond, en España actualmente no existe ningún beneficio por seguir trabajando después de los 65 años para aquellos trabajadores afectados por el límite de la pensión máxima, ya que la decisión de continuar trabajando no se refleja de ninguna forma en el nivel de sus pensiones. Además, para los que han cumplido 61 años (y teniendo derecho a jubilarse) el beneficio de seguir trabajando es asimismo incierto: por un lado, los coeficientes penalizadores son un incentivo a continuar trabajando, pero por otro lado hacerlo puede perjudicar al trabajador si sus últimas bases de cotización son inferiores a las de 15 años previos, pues ello afecta negativamente a la base reguladora. Esto desincentiva así una salida gradual del mercado laboral a través de trabajos de menor carga horaria y pago (los llamados ‘trabajos puente’  muy comunes en EE.UU. en empleados que prolongan su vida laboral más allá de la edad de jubilación). Diamond considera que es necesario crear los incentivos apropiados para que las personas vean conveniente seguir trabando más allá de los 65 años, de modo que la prolongación de la vida laboral contribuya a contrarrestar el aumento en el coste de las pensiones debido a la mayor esperanza de vida.
  3. Es necesario mejorar la protección de la calidad de vida después de la jubilación, en particular las pensiones de viudedad. Distintos estudios económicos han mostrado que una sola persona requiere el 70% de los ingresos que percibe conjuntamente una pareja para mantener el mismo nivel de vida. Y en la actualidad las pensiones de viudedad son muy inferiores a ese nivel. Además, se aconseja introducir un tratamiento más simétrico de los cónyuges independientemente de quién fallece (algo similar a una base reguladora conjunta) ya que en la actualidad lo que recibe cada uno se ajusta más a su historial contributivo individual que al nivel de vida conjunto.

Urge reformar la seguridad social en España y  Peter Diamond concluye que “esperar hasta que haya una crisis puede ser cómodo para los políticos de hoy en día pero exacerba los problemas del futuro.”