¿Qué podemos y qué no podemos decir sobre la efectividad de Madrid Central?

De Rafael SalasJuan Prieto Rodríguez y
María José Pérez Villadóniga

En los últimos días, especialmente desde la celebración de las últimas elecciones municipales, se ha intensificado el debate político sobre la efectividad de las medidas para reducir la contaminación conocidas como Madrid Central. La importancia de este debate queda patente en la cantidad de noticias publicadas en la prensa sobre el tema. A menudo los medios presentan información contradictoria y el lector avispado puede ver, debajo de la presentación de datos  aparentemente rigurosos, cómo cada cual trata de “arrimar el ascua a su sardina” (por ejemplo, ABC, El Mundo o El País). Más allá del debate político y la defensa de intereses privados que pudieran ser legítimos, a día de hoy la calidad del aire es un claro ejemplo de bien público. Por tanto, su provisión privada puede ser subóptima, teniendo que jugar el sector público un papel destacado. Para ello se precisa de buena información que ayude a la toma de decisiones.

En esta entrada, en línea con las ideas que ya expresamos en un artículo reciente en El País, trataremos de justificar por qué algunas de las cosas que se están diciendo sobre la efectividad de Madrid Central son inexactas, incluso cuando se basan en observaciones recientes sobre la polución ambiental en la capital.

Madrid Central entró en vigor el 1 de diciembre de 2018. En el Gráfico 1, utilizando medias anuales sobre emisiones de NO2 desde principios de 2015 hasta el 20 de mayo de 2019, sólo se puede observar una caída relevante en los niveles de contaminación en la Plaza del Carmen, que es la estación que mide la calidad del aire al interior de la zona afectada por las medidas de restricción de tráfico. Sin embargo, en el resto de las estaciones se observan aumentos, que han sido utilizados para justificar la baja eficacia de las medidas, y si éstas han supuesto simplemente una traslación de las emisiones de unas zonas a otras, en lo que se conoce como efecto frontera.

En un reciente artículo (que vincularemos, ya con todos los detalles, en los próximos días), mostramos, por el contrario, que los resultados sobre emisiones de NO2 descritos pueden explicarse por la interacción de tres elementos: las condiciones meteorológicas, la particular implementación de Madrid Central, y el hecho de sólo disponer de observaciones posteriores a la entrada en vigor de la medida, lo que representa escasamente seis meses de mediciones. Dado que estos factores están actuando a la vez, para poder llegar a conclusiones más robustas hay que calcular sus efectos separados e independientes.

Por ejemplo, pese a no disponer de datos para todos los meses de 2019, si comparamos las columnas 5 y 6 de la Tabla 1 a continuación que no tiene en cuenta las condiciones meteorológicas, se puede observar cómo en los cinco primeros meses del año las emisiones medidas en Plaza del Carmen se redujeron con respecto a la media anterior a la implementación de Madrid Central y que esta caída fue mayor que la observada para Cuatro Caminos, por ejemplo.1 Sin embargo, estas caídas podrían deberse a unas condiciones meteorológicas y ambientales favorables. En realidad ocurre que este tipo de análisis descriptivo de los datos, no deja de ser “la cuenta de la vieja”, y por sí mismo no podrá arrojar una respuesta clara.

Aprovechando que la implementación de esta política es lo que normalmente conocemos como un experimento natural, hemos llevado a cabo un análisis de diferencias en diferencias para aislar el efecto de Madrid Central. En concreto, controlando por variables meteorológicas (dirección y velocidad del viento, presión atmosférica, temperatura y humedad relativa), la condición de fin de semana o festivo, así como el mes, hemos calculado los efectos marginales en las emisiones de NO2 asociados a Madrid Central. Estos efectos marginales, representados en el Gráfico 2, indican los cambios en cada estación de medición de la calidad del aire asociados a esta política una vez tenidas en cuenta las condiciones meteorológicas y la época del año.

Como se puede observar, algunos cálculos estadísticos ligeramente más sofisticados, con controles temporales y de la evolución meteorológica, nos permiten estimar una reducción en las emisiones de NO2 asociadas a la aplicación de Madrid Central, de 11 μg/m³ en la Plaza del Carmen. Esta caída supondría situarse en niveles por debajo de los límites de la directiva europea (40 μg/m³), lo que no es baladí. Además, el resto de estaciones (salvo Plaza Elíptica) también presentan caídas estimadas, aunque, como era de esperar, de menor cuantía que las de Plaza del Carmen. La importancia de este resultado es que, pese a lo que defienden algunos medios basándose en datos meramente descriptivos, no se puede defender la existencia de un efecto frontera. Antes, al contrario, parece que los incentivos asociados a la aplicación de Madrid Central habrían supuesto cambios en los hábitos de transporte con efectos positivos más allá de la zona estricta de aplicación. Esta evidencia no contradice la posibilidad de discutir si más allá de las restricciones cuantitativas, las medidas de precios tan queridas para los economistas (peajes), podrían complementar  los resultados obtenidos de reducción de las emisiones contaminantes en la zona centro de Madrid y sus alrededores.

En cualquier caso, es muy probable que la moratoria y posible suspensión de Madrid Central revierta la prometedora tendencia que sugieren nuestras estimaciones, al cambiar de nuevo los incentivos sobre el uso del coche en Madrid. Como ya nos advirtió Roy Batty (Blade Runner) “todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia” y la iniciativa más seria y ambiciosa de nuestro país para combatir los efectos nocivos de la polución sobre la salud y el medioambiente habrá sido inútil.

Nota

[1] Pueden consultarse los datos de NO2 actualizados dentro de la zona de Madrid Central (Plaza del Carmen) y su comparación con una estación de referencia cercana (Cuatro Caminos) en: http://www.salasweb.info/Madrid%20Central.pdf

Hay 20 comentarios
  • ¿Por qué "era de esperar" que la reducción en en resto de estaciones fuera de menor cuantía que las de Plaza del Carmen? Al menos Pza. de España está también dentro de Madrid Central, ¿no?

    • La estación de la plaza de España está fuera de la zona, en una zona limítrofe (puedes ver un mapa si pinchas en el enlace de la nota a pie de página 1). Además es una estación de tráfico, no de medición de contaminación de fondo, como la de la plaza del Carmen. En cualquier caso es una de las 6 estaciones de dentro de la M30 en las que el tráfico se reduce significativamente.

  • Creo que un ingeniero químico está más capacitado par analizar este problema de emisiones que un economista y que los políticos. Las medidas en las estaciones y los límites fijados por la normativa forman parte del diagnóstico de la situación, pero no son verdades absolutas ni deben ser objetivos absolutos.

    Sin embargo, en mi opinión no es un problema de emisiones, es un tema político y los datos se están manipulando y interpretando de manera no imparcial.

    Las consecuencias de las medidas adoptadas en la vida de los ciudadanos afectados probablemente sean mucho más notables en otros factores que los efectos de unos cambios casi imperceptibles de niveles de NOx en el ambiente en su salud.

    • José, hay un debate, y el análisis riguroso de los datos que desarrollan Rafael Salas y sus coautores, y que brevemente exponen en el post, aporta al debate. Cuanto más análisis riguroso, mejor. Esto no va de quien está más o menos capacitado nominalmente, va de tener la capacidad para realizar un análisis con rigor.

      Por otro lado, y al contrario de lo que dices: sí, sí es un problema de emisiones. Por si te vale de ejemplo: https://www.nber.org/papers/w24410.pdf

      Y sí, por último, las consecuencias son muchas y diversas para los ciudadanos afectados, pero los autores destacan dos resultados importantes para el debate: i) “no hay evidencia de efecto frontera cuando se controla por efectos meteorológicos y de calendario,” y por tanto, ii) “los incentivos asociados a la aplicación de Madrid Central parecen haber supuesto cambios en los hábitos de transporte con efectos más allá de la zona de estricta aplicación.”

  • Gracias a los autores por la entrada.
    Mencionáis que hacéis uso de una metodología de diferencia en diferencias. ¿Cuáles serian en este caso las dos diferencias?
    Gracias!

    • Muchas gracias José Luis.

      Se establecen dos periodos de análisis antes y después de la entrada de la política el 1 de diciembre de 2018. Y se toma como grupos de control las concentraciones de NO2 de la estación de plaza del Carmen frente a la del resto de las otras 10 estaciones. Finalmente se estiman las diferencias entre estaciones antes y después de la entrada de Madrid Central.

  • Totalmente de acuerdo José, los datos se están manipulando, y eso es lo que ponemos de manifiesto, independientemente de cuales son los límites. Esos límites los ponen los expertos en la materia, no necesariamente ingenieros químicos.

  • Luis Puch, me gustaría saber si hubo una evaluación económica ex-ante de Madrid Central que pueda servir de referencia a su evaluación ex-post. Si la hubiera, agradeceré referencias.

    No recuerdo que en el blog se haya presentado un análisis ex-ante de Madrid Central.

  • Se me ocurre que entre discusión de restricción de vehiculos contaminantes y peajes se podría hacer las dos cosas.

    Mantenemos Madrid Central y añadimos peajes para toda la almendra central.

  • Por almendra central me referia al interior de la M30. Que se me a ido y ya era tarde D:

  • En relación a esta medida se me ocurre lo siguiente:

    1.- LA alternativa de llenar Madrid de enchufes para incentivar de verdad el vehículo eléctrico ni se ha contemplado ni la vemos en el horizonte.

    2.- Sólo se observan medidas "prohibicionistas o tributarias". Como digo, las medidas en contra de lo existente, no aquéllas a favor de una movilidad distinta.

    3.- Se me ocurre que la congestión de tráfico, no la contaminación, puede hacer sentido en este caso Nos están moviendo una banderita que no es la de verdad.

    4.- Se ha medido el CO2 u otros agentes contaminantes?

    5.- Si tenemos la longevidad comparada que tenemos, no parece que la contaminación sea un problema terrible. ¿A lo mejor la electrificación no sirve de mucho si cerramos nucleares pero no del todo las centrales de combustibles fósiles, ni las calderas o calefaciones de esos productos, de lo que no se dice nada por cierto.

    Todo lo que puedo decir es que la medida es parcial a mi entender, y el debate de todo punto engañoso por ello, a pesar de que el estudio en concreto sea riguroso, lo que es de agradecer.

    • Estoy muy de acuerdo con este comentario. El gasto de tiempo en desplazamientos y la contaminación acústica crean malestar de forma evidente. No es el caso de la contaminación química del aire. Reducirla no puede ser malo, pero no se entiende que se le de una relevancia tan especial en todo este debate.

      Sobre llenar las calles de las ciudades de tomas de 400/230 V (imprescindible, pues la mayoría de los coches duerme en la calle): esto tiene un coste y nadie (ciudadanos, distribuidoras eléctricas, presupuesto público) parece dispuesto a asumirlo.

      En esta época de gobiernos débiles, parece poco probable que veamos a los poderes públicos adoptar medidas fuertes (incentivo radical del teletrabajo, electrificación total del transporte urbano, etc.). Las medidas que se toman son más bien cosméticas, caracterizadas por su vistosidad, bajo coste y baja eficacia.

    • A ver si dejamos de hablar de la electrificación como una solución global de una vez. La demanada eléctrica española en 2018 fue de 268808 GWh. El modelo básico de Tesla tiene una batería de 57 kWh. Es decir, que la demanda actual equivale a 4 millones de recargas de coches eléctricos, en un parque de 24 millones.

      O también podríamos quitarle la electricidad entera a las gentes de provincias y que los 3,7 millones de turismos de la CAM tuvieran derecho a una recarga anual (el 10% más rico, dos).

      O, si habéis pillado la ironía, limitar el uso del vehículo privado, que suena como más fácil, tiene más sentido y es muchísimo más justo. Por no hablar de que aumenta la libertad, la de vivir en un sitio sin morir de una enfermedad respiratoria.

      Un saludo y gracias por el análisis!

      • A todos,

        Hablar sobre alternativas a la mera prohibición es necesario; prohibir, como mecanismo de regulación es simplemente el peor, y como ciudadano rechazable por cualquiera que quiera ser libre y circular en Madrid, (que no es Ámsterdam ni Talavera).

        Si hay un reto en generación, eso hay que pensarlo y darle solución también. El cambio climático es algo complejo y de envergadura. Para eso está el Estado.....o debería....esos son sus retos, los que los agentes privados no alcanzamos.

        El planteamiento no puede ser único y prohibicionista siempre.
        Por ejemplo, el caso de los peajes, o los impuestos, da bastante juego, mirad el artículo abajo:

        https://www.ineteconomics.org/perspectives/blog/keeping-the-oil-in-the-soil

  • Más que una respuesta, voy a comentar globalmente a las tres intervenciones, que van más allá de nuestro trabajo. Nuestro análisis trata de evaluar el impacto de una medida en relación con las concentraciones de NO2 anuales, que es el principal problema de Madrid en cuanto contaminación atmosférica, que tiene grandes costes sociales en términos de víctimas y de gastos sanitarios. No tengo constancia de estudios ex-ante ni de si el efecto es mayor o menor de lo esperado. No obstante, para nosotros ha sido una sorpresa el enorme efecto significativo que ha tenido en la estación de la Plaza del Carmen y en los otras dos de fondo de dentro de la M30 (Retiro y Méndez Álvaro), y en menor medida pero significativo en más del 50% de las estaciones dentro de la M30 -en efecto, Raúl, en lo que se conoce como la almendra central, que es por cierto donde se ubican la mayoría de las estaciones más contaminantes en Madrid-.

    Por otra parte, estoy de acuerdo en que la medida tiene un efecto parcial, la extensión podría hacer sido mayor, complementada con otras medidas como peajes, que afectase a otros carburantes, introducir más cargadores eléctricos, que fomentase otros tipos de movilidad, etc. Aún así creo que esta medida va en el buen camino para solucionar el problema concreto que abordaba.

  • Un artículo interesante. Muchas gracias.

    Algunos comentarios.

    1. Parece claro que en Plaza del Carmen las emisiones han descendido significativamente con respecto a las otras estaciones y que, controlando por variables ambientales, "no se puede defender la existencia de un efecto frontera." Tampoco creo que se pueda defender que se bajen las emisiones, dados los intervalos de confianza (y la incertidumbre asociada a no capturar todos los efectos ambientales en las variables de control). Lo único que realmente se puede afirmar es que, si hay efecto en las otras estaciones, este es pequeño.

    2. De todos modos, yendo un paso más atrás, creo que conviene mencionar que es difícil hacer evaluación de los resultados de políticas públicas con una serie temporal tan corta. Con los datos que hay, vuestro análisis es posiblemente lo mejor que se puede hacer. Pero lo que haría falta es más tiempo de aplicación para tener más y mejores datos.

    3. Yendo otro paso más atrás: ¿cuál es el objetivo de Madrid Central? El centro (Plaza del Carmen) ha bajado sus emisiones, pero el resto de Madrid sigue más o menos igual. Y el centro ni siquiera era la zona con mayores emisiones... ¿Era ese el propósito? ¿Se esperaba algún otro impacto en el resto de Madrid (en niveles de NO2 o en otro tipo de medida? ¿Cuál?

    Gracias de nuevo por el excelente trabajo.

    • Eldar, la serie que tenemos en cuenta empieza el 1 de enero de 2015 y termina el 31 de mayo de 2019 y los resultados de los efectos frontera que comento son significativos dentro de un intervalo de confianza de 95% y en algunos casos del 99%. Son además robustos al análisis desde 1 de enero de 2018 en adelante. Estamos replicando el análisis con datos meteorológicos tomados desde satélites, y parece que confirman los resultados. pero solo están disponible hasta el 30 de abril de 2019 y queremos tener al menos un mes más para poder publicar el trabajo.

  • Hola, gracias por publicar el estudio:

    ¿Puede haber un cuarto factor que no se ha tenido en cuenta? Parece que desde el anuncio en 2017 de Madrid Central, coincidiendo con la aplicación del protocolo anticontaminación se han disparado las ventas de vehículos ECO y CERO

    https://elpais.com/ccaa/2019/04/03/madrid/1554319091_132726.html

    Este cambio acelerado del parque automovilístico podría explicar parte de la bajada general de contaminación en zonas alejadas de Madrid Central incluso en años climáticamente malos.

    • Sí en efecto, pueden haber otros factores que no son tenidos en cuenta en el análisis. Nuestro análisis de diferencias en diferencia los detectan, se observa un efecto fijo negativo en todas las estaciones de unos 2 μg/m3 después de la entrada de Madrid Central que no está claramente identificado, y que podría deberse a otros factores que afectan a todas las estaciones. En ese caso el descenso en la Plaza del Carmen sería de unos 13 μg/m3 en vez de los 11 μg/m3 que imputamos a la política.

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