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El desempleo en España: lo que la verdad esconde

En una de las escenas de la película “What Lies Beneath” (traducida al español como "Lo que la Verdad Esconde") la protagonista y siempre encantadora Michelle Pfeiffer enfrenta su desasosiego y sus sospechas a la imagen que un espejo empañado por el vaho le devuelve. La escena culmina con la aparición fantasmagórica de un mensaje que, pese a lo etéreo de su existencia húmeda, anticipa con la fuerza sonora de las Cataratas del Niágara el final de toda la trama: 'You know'.

Ni esa película ni esta entrada pasarán a la historia del cine y los blogs aunque sólo sea porque, pese a mi intento y el de Robert Zemeckis de mantener la intriga viva, la reacción final de los espectadores y lectores puede terminar siendo la misma: 'We knew'. Y es que escribir sobre el desempleo en España no dista mucho de escribir un guion de una película de terror. En ambos casos la experiencia acumulada por el espectador/lector a base de sustos, espeluznos y giros gore le convierte en un experto en el género difícil de sorprender.

Con esta duda razonable sobre los ingresos de taquilla, antes de empezar mi narración creo aconsejable la proyección de un avance de la misma, por lo que pediría al lector que visualizara la imagen de una España hoy ante un espejo húmedo, en el que el sueño de la razón produce monstruos y nos devuelve lamentablemente, no el rostro imaginado de Michelle Pfeiffer, sino la dura imagen de Alemania. Y ahora, terminado el tráiler, ha llegado el momento de que esta película de economía basada en hechos reales comience al fin.

Uno de los recursos más utilizados cuando se quiere introducir el comportamiento agregado del mercado de trabajo es la llamada Ley de Okun, que muestra la relación empírica entre desempleo y producción. El Cuadro 1 recoge la estimación de dos especificaciones muy sencillas de la Ley de Okun, con la variación anual en la tasa de desempleo como variable dependiente y la tasa de crecimiento del PIB por población activa como variable explicativa (variable PIB). Todas las relaciones son contemporáneas, es decir, no se consideran desfases. En la especificación (1) se incluye una variable ficticia con valor 1 para España con capacidad para modificar tanto la pendiente como la constante (variable España). En la especificación (2) se ha añadido otra variable ficticia con valor 1 para los años que incluyen la última crisis económica (variable Crisis). De acuerdo a esta última especificación, y para el conjunto de todas las economías consideradas, con tasas nulas de crecimiento del PIB la tasa de desempleo aumentaría una media de 0,3 puntos. Cada punto de caída del PIB aumentaría la tasa de desempleo sobre 0,2 puntos de media para el conjunto de países, pero alrededor de 0,8 puntos para España. Además, según se observa, la sensibilidad del desempleo al crecimiento de la producción agregada se ha incrementado en general durante la crisis, y mucho más para España. Así pues, estas estimaciones son consistentes con ciclos del desempleo en relación al output mucho más acusados en España que en la mayoría de economías de nuestro entorno.

Cuadro 1: Estimación de la Ley de Okun

Datos anuales para las economías de EU15 y EE.UU desde 1981 hasta 2017. Errores estándar entre paréntesis

En el Cuadro 2 se ofrece el cambio en la tasa de desempleo y en la tasa de crecimiento del PIB por población activa para un conjunto seleccionado de países. Para cada economía se ha identificado a partir del año 2007 los años correspondientes al fondo y al pico de la tasa de desempleo, lo que se toma como referencia para obtener la columna (2) pero también la (1). La última columna representa para el periodo comprendido entre esos años la relación entre el cambio en la tasa de desempleo y el crecimiento de la producción. Lo que se observa es una gran disparidad entre países, tanto en el efecto que la crisis tuvo sobre el desempleo como en la sensibilidad de la tasa de desempleo a los cambios de la producción.

Cuadro 2: Variación del output y del desempleo durante la crisis

Los resultados anteriores confirman que realmente la Ley de Okun no es nada parecido a una ley excepto porque, en términos generales, sí establece una correlación negativa entre ambas variables. Además, hemos visto que ni tan siquiera es una regularidad empírica, pues el valor concreto de dicha correlación varía entre países y a lo largo del tiempo, como ya nos advertía Samuel Bentolila en este mismo blog. En realidad, en la Ley de Okun hay mucha información ausente, sin la cual es imposible avanzar en el conocimiento del origen de las fluctuaciones del desempleo. Una parte importante de lo que nos estamos dejando en el tintero tiene que ver con el peso de las perturbaciones (o “shocks”) de distinto origen que afectan al empleo y/o a la producción, o con las estructuras (o “instituciones”) que condicionan la respuesta de las variables macroeconómicas a esos mismos shocks (el lector interesado puede encontrar una explicación matemática pero intuitiva de la relación entre la Ley de Okun y los distintos shocks en Andrés, Boscá, Doménech y Ferri).

En un trabajo reciente con Javier Andrés abordamos la estimación y cuantificación de un conjunto de shocks que tienen muchos boletos para terminar influyendo sobre el ciclo económico de la economía española, así como de otros factores que se relacionan con el efecto de las instituciones en el funcionamiento de nuestro mercado de trabajo. A partir del enfoque de Blanchard y Wolfers (2000), Samuel Bentolila y Juan Francisco Jimeno también nos han hablado recientemente aquí de la importancia de los shocks y las instituciones para explicar las diferencias internacionales en la tasa de paro. Antes de seguir adelante conviene, por lo tanto, apuntar algunas diferencias entre la aproximación que nosotros adoptamos y la que con tanto acierto comentaron nuestros compañeros de blog.

A diferencia del enfoque de regresión nosotros utilizamos una aproximación de equilibrio general a partir de un modelo de ciclo económico que es estimado con técnicas bayesianas. Así, frente a los shocks estimados de modo relativamente ad hoc del enfoque de regresión, el enfoque de equilibrio general permite una estimación consistente y más estructural de los shocks que afectan a una economía. Al mismo tiempo, nuestra aproximación permite estimar de forma cómoda la contribución de un número elevado de perturbaciones, lo que equivaldría en el modelo de regresión a estar controlando por hasta diez shocks distintos. En cualquier caso, para evitar que esta película tenga un metraje excesivo, en el resto de esta entrada nos vamos a centrar en los shocks al mercado de trabajo. Como clara desventaja, nuestro modelo tiene una caracterización más austera de las instituciones del mercado de trabajo, que no puede competir en este aspecto con el mayor detalle del enfoque de regresión. En términos prácticos esto significa que los shocks estimados mediante nuestra aproximación pueden estar recogiendo el efecto de otros mecanismos relacionados no incluidos en el modelo.

De modo más particular, y en relación a los aspectos relacionados con el mercado de trabajo, nuestro modelo incluye un proceso de negociación entre trabajadores y empresarios en el que, entre otros factores, juegan un papel importante la eficiencia del emparejamiento entre vacantes y desempleados, o la capacidad de negociación salarial de los trabajadores, que se ha supuesto que tienen un comportamiento estocástico. En el Gráfico 1 se representa la estimación de los shocks que afectan al poder de negociación de los trabajadores y a la eficiencia del emparejamiento en el mercado de trabajo (un valor positivo de estos shocks se puede interpretar como un aumento en el poder de negociación y una reducción del mismatch respectivamente), desde el cuarto trimestre de 1992 hasta el de 2015.

Gráfico 1: Shocks a la capacidad de negociación de los trabajadores y a la eficiencia en la función de emparejamiento

Para facilitar la interpretación de estos shocks en el Cuadro 3 muestro la media y el acumulado de los mismos por periodos, distinguiendo entre los años del boom inmobiliario, la gran recesión, y la posterior recuperación. Las estimaciones de los shocks nos hablan de un primer periodo expansivo caracterizado por perturbaciones en el mercado de trabajo que en términos medios influyeron negativamente sobre la capacidad negociadora de los trabajadores y otras que redujeron el mismatch. Entre mediados de 2007 y 2012 los shocks contribuyeron a aumentar la capacidad de negociación de los trabajadores a la vez que reducían la eficiencia en el proceso de emparejamiento entre vacantes y desempleados. Sin embargo, desde finales de 2012 y 2015 se vuelve a revertir el signo de la media de los shocks que afectan al mismatch y virtualmente desaparecen en términos acumulados los shocks que influyen en la negociación salarial. Estos resultados avalan y son coherentes con los desplazamientos en la curva de Beveridge que comentábamos en esta entrada reciente.

Cuadro 3: Shocks a la capacidad de negociación de los trabajadores y a la eficiencia en la función de emparejamiento: media y acumulado por periodos

En el Gráfico 2 se representa la evolución de la tasa de desempleo en España bajo el supuesto de que el mercado de trabajo, después del tercer trimestre de 2007, no hubiera sufrido los dos tipos de shocks considerados. Como puede observarse, aunque no nos habríamos librado de la subida en la tasa de desempleo, ésta habría sido mucho más suave aunque continuada, pues tampoco nos habríamos aprovechado de los shocks que impactaron positivamente sobre el mercado de trabajo después del cuarto trimestre de 2012.

Gráfico 2. Tasa de desempleo observada y simulada en ausencia de shocks

El Cuadro 4 muestra la contribución de algunos shocks a la varianza del crecimiento del PIB, los salarios, la tasa de desempleo y las vacantes en el modelo estimado. Lo más relevante de estos resultados es el claro desacoplamiento observado entre los shocks que inciden en el mercado de trabajo y los que inciden sobre la producción.

Cuadro 4. Descomposición de la varianza para España

¿Cómo comparan las estimaciones de nuestros shocks a nivel internacional? El Cuadro 5 se ha extraído de este trabajo de  Sala, Söderström y Trigari (2013) en el que los autores estiman perturbaciones sobre el mercado de trabajo similares a las nuestras. Como puede observarse en el Cuadro 5, de los cuatro países considerados, un desacoplamiento entre las perturbaciones que afectan el comportamiento del desempleo y la producción similar al de España sólo tiene lugar en Alemania.

Esta es nuestra imagen invertida en el espejo. España y Alemania se las han arreglado para generar movimientos no previstos en los factores que inciden en el comportamiento del mercado de trabajo que, junto con las instituciones existente, tienen una enorme influencia sobre la evolución del desempleo. Pero mientras que en Alemania estos cambios les han permitido navegar por aguas tranquilas las crisis de producción (una pendiente prácticamente nula en de la Ley de Okun) en España estos shocks han acentuado la sensibilidad del desempleo a la producción.

Cuadro 5. Descomposición de la varianza para EE.UU, Reino Unido, Suecia y Alemania

Fuente: Sala, Söderström y Trigari (2013)

Tras estas dos horas largas de metraje no ha habido susto final en esta película de terror. Sin embargo, entre la niebla turbia que todavía hoy envuelve el futuro económico de España ha emergido la imagen especular de Alemania que nos ha dejado un mensaje, y cuya impresión sobre el cristal de lo apenas reconocible ha atravesado esta historia para avisarnos:

'You know'

'We knew'

The End