Inmigración y Estado del Bienestar

La inmigración es y ha sido recientemente un tema de actualidad en Europa. En España cada partido político parece tener su visión, como podemos comprobar en los programas electorales que presentaron a las elecciones generales, ver aquí un resumen, por ejemplo. En el Reino Unido la inmigración fue quizás el problema más importante que citaban los votantes a favor del Brexit, y que sigue marcando la agenda en lo que refiere a pactos y a posibles formas de dejar la Unión Europea.

La proporción de inmigrantes ha aumentado mucho en Europa recientemente, y casi se ha doblado desde 1980. Este aumento en la diversidad puede tener muchos beneficios a largo plazo, pero a corto plazo puede afectar a la cohesión social, y puede afectar también a la visión de los ciudadanos sobre el estado del bienestar que prefieren.  En un artículo reciente, Alesina, Murad y Rapaport utilizan datos de 140 regiones en 16 países europeos para analizar si la proporción de inmigrantes en la región afecta las preferencias por la redistribución en la misma. Dado que los inmigrantes podrían elegir vivir en países e incluso en regiones dónde las tasas de redistribución son más altas, los autores utilizan 8 ediciones del “European Social Survey” para medir las preferencias por la redistribución, lo que les permite añadir efectos fijos de año-país en sus estimaciones, pero también excluyen países con un grado elevado de federalismo en algunas estimaciones, y controlan por indicadores de pobreza en la región. Como podemos ver en la Tabla 3 de su artículo, la proporción de inmigrantes en la región afecta negativamente a un índice de preferencias por la redistribución y a la probabilidad que los encuestados estén a favor de reducir diferencias de renta. Estos efectos parecen más elevados en países con un estado del bienestar más generoso y en votantes de centro-derecha.

Puede ser que los resultados se deban a que los ciudadanos prefieren redistribuir a otros ciudadanos de su mismo grupo, es decir de su mismo país, raza, grupo étnico, cultura o incluso religión, algo que es consistente con lo encontrado por otros autores en la literatura (Alesina y Giuliano 2011, Stichnoth and Van der Straeten 2013). También puede ser que los ciudadanos esperen que los inmigrantes hagan un uso muy elevado del estado del bienestar, y no quieran financiarlo mediante sus impuestos. Por otro lado, también puede ser que los nativos piensen que el trabajo de los inmigrantes puede complementar el suyo, aumentando sus ingresos, y entonces perciban que el riesgo de sufrir pérdidas de renta es menor y que por tanto la redistribución no es tan necesaria. Los datos de los que disponen no permiten a los autores dar una explicación a estos resultados, pero este estudio nos da otra consecuencia interesante de la inmigración, que quizás no ha sido tenida muy en cuenta por la literatura existente.

En otro estudio reciente Alesina, Miano y Stantcheva diseñan experimentos online y encuestas en 6 países para investigar la percepción que tienen los nativos de los inmigrantes y cómo estas percepciones afectan a sus preferencias por la redistribución.  Lo primero que resulta sorprendente del estudio son los grandes sesgos en las percepciones que los nativos tienen del número y características de los inmigrantes. Los nativos tienden a pensar que los inmigrantes son más (ver la Figura 6 de su artículo), más distintos cultural y religiosamente y que están en peor situación económica.  Son los individuos de derechas, con menos educación y los que trabajan en sectores con más inmigrantes los que muestran unas diferencias más pronunciadas, y estas diferencias están negativamente correlacionadas con las preferencias por la inmigración.

En el experimento realizan varios tratamientos, uno consiste simplemente en preguntar su opinión sobre la inmigración antes de preguntar sobre redistribución. En los otros dan información sobre el número, el origen y el hecho que los inmigrantes trabajan mucho.  Como se ve en la primera fila de la Tabla 3 del artículo, el hecho de hacerles pensar en la inmigración antes reduce sus preferencias por la redistribución y también el dinero que dan a organizaciones benéficas. Sólo parece que el hecho de dar información sobre el arduo trabajo de los inmigrantes aumenta sus preferencias por la redistribución, pero el efecto disminuye cuando antes de preguntarles sobre redistribución les preguntan sobre inmigración.

Recientemente Gerard Llobet nos hablaba en el blog de dar información sobre inmigración en Francia y el voto a Marine Le Pen, ver aquí. En resumen, el hecho de intentar afectar las percepciones que los votantes tienen de la inmigración, cambiando el tipo y/o aumentando el número de inmigrantes, es un acto potencialmente peligroso que no sólo puede aumentar los votos recibidos por ciertos partidos políticos y cambiar opiniones frente a políticas migratorias, sino también su actitud frente a algo que afecta a todos los ciudadanos tan directamente como es la redistribución, y en última instancia el estado del bienestar.

Hay 10 comentarios
  • Cojan cualquier opinión de los académicos sobre la inmigración con pinzas. Han demostrado sobradas veces que sus opiniones se basan no en evidencia sino en aquello que les abrirá mas oportunidades profesionales.

    http://www.igmchicago.org/surveys/refugees-in-germany-2

    98% piensan que los refugiados sirianos no perjudican al ciudadano alemán. Es evidente que el refugiado cuesta dinero en mantenimiento, subsidios, y rompe con la armonía social. Un porcentaje pequeñísimo de ellos está por encima del umbral en el que el ciudadano se vuelve contribuyente medio.

    • Buenas tardes,
      Gracias por el link y por su comentario, pero me gustaría puntualizar que una cosa es lo que contestan los académicos en una encuesta sobre inmigración y otra lo que escriben en sus artículos, que casi siempre se basa en datos y en evidencia empírica. Los académicos que han contestado esta encuesta son profesores de mucho prestigio, que no creo que necesiten "oportunidades profesionales". Por otro lado, si tiene datos que pueden apoyar su tesis de que sí que existe un coste me gustaría mucho verlos, es un tema muy interesante. De todas formas en el post hablamos de la opinión de los ciudadanos y de sus actitudes frente a la redistribución, no de lo que piensan los académicos.
      Un saludo cordial,

      Irma

    • España está en la muestra del primer artículo, así que supongo que algun Catalán habrá, a parte de esto yo no veo relación? Saludos, Irma.

  • Bueno, en muchas ocasiones se discute sobre la xenofobía como base del nacionalismo catalán (El enlace que te pongo que dirigente del mainstream catalán parece un ejemplo obvio). En tu artículo nos explicas como la diversidad afecta a las actitudes hacia la redistribución de modo que los nativos prefieren redistribuir hacia los miembros del propio grupo. Dado que uno de los argumentos principales de los nacionalistas es ese de España nos roba (no quieren redistribuir) con el resto de españoles ¿hemos de concluir a sensu contrario que esos artículos confirman la naturaleza xenófoba del nacionalismo catalán, en la línea de la referencia que haces a Llobet y el voto a Le Pen en Francia?. Bueno no se es extrapolar mucho pero creo que alguna relación existe.

    • En el artículo la redistribución no se refiere a mandar dinero a otras regiones, sino a un seguro que también les puede beneficiar a ellos mismos en caso de sufrir un shock negativo. Yo lo veo distinto...

  • Me parece llamativo que las características personales (sexo y edad) de los entrevistados tegan una influencia muy significativa en sus percepciones, aparentemente mayor que la de su orientación política o su nivel de renta. ; si no entiendo mal la figura 6, los más jóvenes y las mujeres tienden a tener una percepción mucho más exagerada sobre la proporción de inmigrantes que los más viejos y los hombres, respectivamente.

    • Hola Alfonso, sí, es curioso, en el artículo no hacen mucho hincapié en ello, quizás porque con sus datos no pueden encontrar una explicación. En el artículo tienen un gráfico de estos para cada una de las variables, y las diferencias son interesantes, pero no los he puesto por razones de espacio. Saludos,

      Irma

  • “Son los individuos de derechas, con menos educación y los que trabajan en sectores con más inmigrantes los que muestran unas diferencias más pronunciadas, y estas diferencias están negativamente correlacionadas con las preferencias por la inmigración”

    Al hilo del comentario anterior de Alfonso, y si entiendo la figura 6 (derecha) correctamente, también se podría decir que “son las mujeres, los jóvenes y los hijos de inmigrantes los que muestran unas diferencias más pronunciadas”. Desde luego, más que los votantes de derechas o incluso (esto es más difícil de saber por la gráfica) que las personas que trabajan en sectores con inmigrantes.

    No sé si estás variables correlacionan también negativamente con las preferencias por la inmigración, pero sospecho que no tanto...

    • Hola Eldar,
      Sí, tienes que mirar los otros gráficos (en el artículo), para ver las diferencias. Por ejemplo, en la Figura 11, la diferencia entre individuos de izquierdas y derechas en la fracción de individuos que piensan que los inmigrantes son pobres porque no se esfuerzan es muy alta. No sé cómo enlazar el gráfico aquí, pero lo puedes ver en el artículo. Irma

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