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Vendiendo libros, e ideas

Terminé el maratón de entrevistas de dos días promocionando el libro. Entrevistas en prensa (La Vanguardia), la tele (Antena 3, TV3 ) y radio (Catalunya Radio, Cope (La Linterna), Onda Cero (Julia Otero)). Fueron particularmente relajadas y tranquilas las de radio, quizás sobre todo la de Julia Otero que sabe crear un ambiente muy agradable, aunque también fueron agradables la de Catalunya radio (hablando catalán en la intimidad, que como sabéis es lo habitual en Valladolid ;-)) y la Cope (ya a las 10 de la noche y, según mi madre, mi voz sonaba ya cascada) . Nuestro trabajo es enseñar, y es difícil pedir una audiencia mejor o más interesada por el tema. La gente se había leído el libro, y preguntaba con fundamento.

Un par de comentarios a raíz de mi visita y de las entrevistas.

Todas las entrevistas insinúan o preguntan directamente si "voy a ser el ministro de economía de Rajoy" o apuntan a rumores al respecto. Obviamente, son rumores infundados, y creo que soy una de las quizás 30 personas sobre las que estos rumores se han producido. Está clarísimo que nadie sabe nada al respecto, ya que la única persona que los sabe no ha soltado prenda. Si pensamos que los requisitos clave son tener enorme capacidad de trabajo, hablar inglés, entender los problemas de la economía española, y tener collons para enfrentarse a la que se viene encima,  creo que hay personas bien cualificadas entre los antiguos altos cargos del PP (asumiendo que las encuestas no se equivoquen y el PP gane).

Un comentario obvio que hice en las entrevistas es el requerimiento del inglés para este cargo. Las cosas importantes no se deciden en reuniones con 17 países y traductores y asesores, ni la información clave se comunica ahí. Si alguien tiene que resolver un problema de su departamento con otro departamento, normalmente no espera a hablarlo a una reunión con toda la empresa.  Se habla en el café, por teléfono, en persona. Se crea primero una cierta intimidad (esto debe hacerse en catalán, claro), que viene de las charlas informales, de preguntarse por la familia y los niños, de haberse visto en mil reuniones hasta las tantas. Cuando se llega a la mega reunión, la partida está jugada. Imagínese que una regulación (e.g. la exclusión de las obligaciones necesariamente convertibles del cómputo de capital) es dañina para España. El ministro, si le conoce, si tiene confianza con él, charla con su colegas alemán en el pasillo, le coge del brazo y le dice "oye, si nos hacéis esto nos matáis." Obviamente, este conocerse requiere el mismo idioma, parece de cajón.

Y un comentario final. Creo que la trayectoria diferente de la deuda española y la italiana, de la que hemos hablado con anterioridad, demuestra que, como el libro argumenta, "si, podemos." España estaba mucho peor valorada en los mercados que Italia y, gracias a las decisiones (sí, tardias e insuficientes, pero decisiones) de enmienda constitucional (la regla de gasto, que hemos defendido aquí, y desde el principio) y la de las pensiones, estamos ahora mucho mejor, dentro, eso sí, de la extrema gravedad. Digamos que estamos graves y ellos, terminales. El mercado, claramente, nos diferencia. Si hacemos las reformas necesarias, y seguimos mostrando que la calidad de las instituciones es diferente, que España tiene menos corrupción, es un más verdadero estado de derecho, es capaz de hacer las reformas y de enfrentarse a sus problemas, podemos hacer girar la percepción del mercado rápidamente y salir del pelotón de cola.

Un pero. El tiempo es muy corto. Cuando el Presidente decidió tardar 4 meses para las elecciones, muchos pensamos que había un gran riesgo de que la situación no aguantara 4 meses y desgraciadamente, el tema de Italia puede precipitar las cosas. Los plazos en la democracia española son larguísimos, e incompatibles con una situación de crisis aguda como la que tenemos. Dado que no tenemos ni siquiera un presupuesto para el 2012, y que nos vamos a desviar del objetivo presupuestario acordado con nuestros socios, cuanto antes haya un gobierno,  mejor. Con la productividad a 0 de gran parte de la economía española en diciembre (el puente del 6-8 es criminal, y hay que quitarlo cuanto antes, como todos los demás, no puede ser que en la administración entera y en muchas empresas no se pueda hacer nada serio en un mes prácticamente) nos podemos plantar en mediados de enero antes de empezar a tomar medidas.