- Nada es Gratis - https://nadaesgratis.es -

Pero ¡cómo va a estar todo hecho!

Cunde la sensación de desánimo por parte del gobierno, “hemos hecho todo lo que hemos podido, y ya está fuera de nuestras manos.” Este mantra lo repiten casi todos los ministros y altos cargos, en público y en privado. Pues bien, hay que decirles bien claro: no es así, en absoluto. Es cierto que no podemos resolver los problemas del sistema financiero solos, como hemos argumentado desde aquí. Pero hay muchísimas otras cosas que hacer. De hecho, faltan las reformas mas imporantes para poder crecer: las referentes a las instituciones y capital humano.

Instituciones

En su reciente libro, Daron Acemoglu y James Robinson muestran (en la línea del Nobel Douglass North) que la clave del desarrollo económico no es tener gobernantes más listos o menos, ni la geografía favorable, ni la cultura (la ética protestante), sino tener instituciones “inclusivas” robustas y bien diseñadas que, en lo económico, garanticen los derechos de propiedad, la ley y el orden, el funcionamiento de los mercados, la entrada libre en los mercados, y la libertad para establecer nuevas empresas, la efectividad de los contratos,  el acceso a la educación y la oportunidad para que la gran mayoría de los ciudadanos.. y en lo político, garanticen la participación y el pluralismo y la imposición de restricciones y controles sobre la arbitrariedad de los políticos. Todo esto es necesario para que los ciudadanos para tomar decisiones a largo plazo, pudiendo predecir sus consecuencias, sin miedo a que el poderoso de turno se las apropie. Como ellos argumentan, la diferencia clave entre  la España colonial  y la Inglaterra u Holanda de los siglos XVI y XVII es que mientras que en España el monarca tenía un poder absoluto, ligado al monopolio sobre el comercio con América, en Inglaterra y Holanda tenía un poder limitado porque el comercio había creado una fuerte clase mercantil. Esta clase fue creando ataduras que limitaban el poder de los monarcas para expropiar lo que les viene en gana.

Pues bien, en estos meses no se ha hecho nada para mejorar la independencia, solidez y robustez de las instituciones y la seguridad jurídica. En estos seis meses, se ha desprestigiado (no por culpa del gobierno, pero sin que el gobierno contribuya a evitarlo) la corona, la justicia, la inspección del Banco de España, … No hay nada más importante para el desarrollo económico que tener instituciones independientes y robustas, y que asegurar la seguridad jurídica. El que el Ministro de Justicia le parezca estupendo que el presidente del supremo falte a la verdad simplemente porque es “de su cuerda” es tristísimo y no ayuda a nada a un país desmoralizado.

De la misma manera, no se ha hecho NINGUNA reforma de la administración pública para mejorar sus incentivos, limitar su arbitrariedad, limitar las trabas absurdas y el poder (y la corrupción) de los caciques de turno.

Como mostró Jesús Fernández-Villaverde, para controlar las finanzas públicas se ha pasado una ley que permite incrementar la presión sobre las regiones incumplidoras, pero quien decide quién es incumplidor o no es el gobierno de turno, de nuevo el despotismo ilustrado de nuestro querido país, en vez de las buenas instituciones que incentiven el comportamiento correcto de los políticos. Un Consejo de Estabilidad independiente ayudaría mucho a crear un régimen creíble y sostenible.

En dos áreas concretas clave, no se ha hecho nada por crear un marco duradero que facilítela toma de decisiones, la electricidad y las carreteras. No se ha resuelto el horroroso problema del déficit tarifario. ¿Para cuándo la reforma del sector eléctrico?  Ni se ha empezado a crear un marco para resolver el tema de las radiales.

Y me temo que la reforma de los organismos reguladores  va en la dirección contraria a Acemoglu y Robinson. En vez de fortalecerlos, se han dado pasos para eliminar los organismos regulatorios independientes, que son una barrera crucial contra la arbitrariedad. Y si no han funcionado en España, pues habrá que mejorar sus incentivos, no eliminarlos.

Capital Humano

En el pasado hemos explicado que la investigación académica muestra que el 73% de la variación de las tasas de crecimiento económico entra países puede explicarse simplemente con dos variables: nivel inicial de ingresos y nivel intelectual de la población. Pues bien, el gobierno no ha empezado a solucionar los gravísimos problemas en esa área. No se ha resuelto el problema del fracaso escolar ni de la formación profesional, ni de la falta de excelencia en la universidad (aunque se ha nombrado una comisión para ello).

 

En definitiva el gobierno puede no tener mucho que hacer para resolver el problema a corto plazo del sistema financiero. Pero puede hacer muchísimo (y ha hecho muy poco) para resolver los problemas estructurales que impiden el crecimiento de la economía española. La investigación académica moderna muestra que el crecimiento económico depende de dos cosas básicamente: buenas instituciones y capital humano.  España desgraciadamente es pobre, paupérrima, en ambas cosas.