Cuando los que sepan más de esto miren la política energética de estos últimos años en España se preguntaran, extrañados, cómo esta se pudo articular de esa manera tan incoherente y con tan considerable desprecio hacia las enseñanzas básicas de la regulación óptima y del diseño de mecanismos que el gran Leo Hurwicz comenzó (un post mío anterior al respecto).
Es por ello que existe cierta (triste) ironía en que una de las últimas medidas del gobierno parezca ser bajar los peajes de acceso para evitar que la subida del precio de la energía en la subasta trimestral de energía Cesur se traslade al consumidor final a cambio, claro, de acumular más deuda.
Lo que mal empezó y mal continuó, acaba mal.
PD: existe un argumento en favor de alisar el precio de la energía (sobre todo si la subasta Cesur no funciona bien) pero no creo que sea relevante en este momento cuando la prima de riesgo está disparada. Si tengo un rato un día de estos lo explicaré en más detalle.