En Neutra

En este mundo cambiante de internet, una de las joyas escondidas que más disfruto son los comentarios de Jim Hamilton sobre la economía americana en su blog Econbrowser. Sí, ya sé lo que más de uno está pensando: ¿no es ese el Jim Hamilton del libro de series temporales con el que tanto tiempo nos hemos pasado? Pues sí, el mismo, el Hamilton de UCSD Econ. Y aunque muchos sean escépticos (y yo lo fui cuando me dijeron por primera vez que lo mirase) ya que a menudo la gente más teórica no sigue el número del día al día, Hamilton le mete muchas horas a esto de la coyuntura y según Juan Rubio, que lo conoce más que yo, en cuanto le das cuerda en una cena, se pasa hablando del tema por horas sin parar (un aviso para navegantes: el blog tiene un co-author, Menzie Chinn, cuyos comentarios no me dice ni fu ni fa y que casi siempre me salto).
Una de las informaciones del blog es una figura en la columna derecha que resume la visión de Hamilton sobre la economía americana: buena, neutral, o mala. El lunes, la figura pasó de mala, donde había estado atascada desde enero del 2008 a neutral. Hamilton basa su valoración en los buenos datos de ventas de automóviles, de nueva construcción de vivienda, consumo y nuevos pedidos.
La razón por la que este cambio es significativo es porque Hamilton ha sido muy escéptico durante todo el verano acerca de la posible recuperación de la economía americana, en especial dado el muy mal comportamiento del mercado de trabajo (por ejemplo, las nuevas peticiones de subsidio de desempleo todavía pululan en 570.000 semanales a finales de Agosto, lo cual es una cifra aún muy alta). El que incluso un escéptico como Hamilton empiece a considerar que la preponderancia de la evidencia es hacia una situación más neutra es alentador aunque no para lanzar las campanas al vuelo.
¿Y todo esto como nos afecta a nosotros? Nuestras relaciones de comercio directo con EE.UU. no son muy grandes (les exportamos unos 11.000 millones de dólares en el 2008), con lo cual los beneficios directos serán más bajos. Sin embargo, hay al menos dos beneficios indirectos importantes. El primero es que EE.UU. y Alemania sí que tienen relaciones más intensas (Alemania exportó unos 97.500 millones de dólares a EE.UU. en el 2008). Una ayuda a las exportaciones alemanas nos mejora el comercio con Alemania, que si que nos compra en gran medida. El segundo efecto es que una mejora en EE.UU. tira de Méjico y de otras economías hispanoamericanas donde nuestras empresas (y bancos sobre los que tanto hemos hablado recientemente) tienen fuertes inversiones (Méjico está teniendo ahora una contracción del -8-10% del PIB, con lo cual cualquier alegría de EE.UU. le viene de rositas).
Aún así, me reafirmo en lo que ya he comentado varias veces que EE.UU. ha realizado fuertes ajustes en precios que todavía no veo en España con lo cual los próximos meses nos vendrán peor a nosotros.