El cereal y el estado

Against

La publicación de un nuevo libro de James C. Scott (aquí un divertido artículo sobre Scott en el NYT) es siempre motivo de alegria para todos los lectores interesados en cómo las sociedades se organizan a lo largo del tiempo. Seeing Like a State, la obra más famosa de Scott, es uno de esos libros que debería de aparecer en todas las listas de lecturas en las distintas ciencias sociales como vacuna frente a la ingenua creencia, que Scott llama el alto modernisno, de que podemos re-organizar la sociedad y sus instituciones basándonos en las enseñanzas de la ciencia y de la ingeniería. El conocimiento necesario para tales tareas es, por el contrario, disperso, local y, frecuentemente, no verbalizable. Y The Art of Not Being Governed demuestra que la extensión del poder de los estados ha sido a menudo rechazada por muchos grupos, que prefieren vivir con sus propias instituciones tradicionales fuera del control de burocracias modernas.

El volumen que hoy nos ocupa es Against the Grain: A Deep History of the Earliest States. Es un trabajo distinto en enfoque de los anteriores; más una revisión astuta y sutil de la reciente literatura sobre la formación de los estados que un trabajo de investigación novedosa, pero mantiene claras líneas de contacto con las contribuciones anteriores del autor. Su lectura es fascinante.

El origen del libro fue la invitación a Scott a dar dos charlas magistrales en Harvard. Scott decidió emplear la ocasión para repasar lo que hemos aprendido en las últimas décadas sobre el proceso de domesticación de plantas y animales y sobre las estructuras agrarias de los estados primitivos. Pronto se dio cuenta, nos explica en el prefacio, que tal repaso de la literatura la abría nuevas perspectivas mucho más lejos de sus originales objetivos (y que retrasó notablemente la publicación del libro con las charlas editadas). La nueva evidencia genética, arqueológica y de otras ciencias ha cambiado, de manera profunda, en cómo pensamos sobre el proceso de formación de lo que en los antiguos libros de historia se llamaba la “civilización” y que se sitúa geográficamente, más o menos, en el actual Irak (la zona más estudiada y que, quizás, avanzó en esta dirección un poco antes que otras regiones en Asia, África o las Américas, aunque Scott se refiere de manera comparativa a estas experiencias alternativas) y cronológicamente entre el período de El Obeid (6.500-3.800 a.c.) y la Antigua Babilonia (2.004-1595 a.c.).

Los lectores de NeG quizás ya estén familiarizados con algunas de estos cambios de perspectiva, pues de una manera u otra han aparecido en otros libros, en este mismo blog o incluso en la sección de ciencia de la prensa. Pero la exposición sistemática de los mismos, con referencias a la literatura más relevante, resulta esclarecedora y nos permite “encajar” distintas piezas del rompecabezas que, al menos en mi cabeza, no terminaban de juntarse de manera armoniosa.

La primera idea es la constatación que el sedentarismo humano precede a la domesticación de animales y plantas y que el sedentarismo y la domesticación (esta última un proceso más paulatino y ambiguo de lo que pudiese parecer), a su vez, aparecen al menos unos 4,000 años antes que las aldeas agrícolas (aunque tal sedentarismo se produce solo en aquellas zonas que permiten la recolección regular de suficientes alimentos para sostener la práctica). Existe evidencia, por ejemplo, de ciudades de 5,000 habitantes en Mesopotamia que no practicaba apenas la agricultura. En vez de hacernos sedentarios para cultivar la tierra, empezamos a cultivar la tierra mucho después de hacernos sedentarios.

La segunda idea es que los estados y la irrigación organizada aparecen mucho después que la agricultura y, en concreto, que la irrigación es consecuencia más de la abundancia de agua y la necesidad de controlarla (por ejemplo, en drenaje) que del deseo de racionar la escasez de la misma (como se solía explicar).

La tercera idea es que la agricultura y los estados se extendieron más por la fuerza y la expansión militar que por el deseo de las poblaciones de asociarse a supuestas “superiores” tecnologías. De hecho, los primeros estados a menudo aparecen en nichos ecológicos donde el control de la población es más sencillo (por la existencia de desiertos o montañas que complican la emigración a otros territorios fuera del control de las élites). Y las murallas de las primeras ciudades funcionaban tanto para impedir la entrada de los enemigos externos como dificultar la salida de los habitantes internos. Con razón: la agricultura y las concentraciones urbanas no solo reducían el nivel de vida (algo ya argumentado en su día por Jared Diamond y, antes incluso, por Lévi-Strauss, que como nos recuerda Scott al comienzo del libro, se preguntó si la invención de la escritura, al permitir la existencia de los estados modernos, no habría causado más sufrimiento que beneficio) sino que exponían a los habitantes a periódicas devastadoras epidemias. El colapso continuo de las “civilizaciones” en el medio oriente y las subsiguientes “épocas oscuras” son muestras de la fragilidad ecológica de los nuevos estados agrícolas (tanto por epidemias como por agotamiento de recursos), pero bien pudieron ser momentos de incrementos del bienestar medio de sus habitantes, no de una reducción del mismo. Una muestra adicional de esta resistencia a los estados es la observación de cómo durante muchos milenios, los habitantes de los estados eran solo una minoría de los seres humanos frente a los “barbaros” sin estado que los administrase. En fecha tan tardía como el año 1,600, un tercio de nosotros vivía al margen de los estados (e incluso en los estados, muchas personas sentían el peso de los mismos de una manera muy ligera o casi inexistente).

La cuarta idea, más especulativa, es que la domesticación de los animales y plantas es parte de un proceso más extendido de control por partes de las élites de la reproducción biológica y que afecta de igual manera a las mujeres, a los esclavos y a los súbditos de los estados en general.

La quinta idea es que ciertos cereales tienen unas características únicas que los permiten convertirse en instrumentos impositivos sin los cuales los estados primitivos no podrían sobrevivir: no cereales, no estado. Los cereales son más fáciles de producir a gran escala, de pesar de manera uniforme, de imponer, de transportar, almacenar y distribuir que otras plantas como la batata, el plátano, el taro, la mandioca o la patata. Ninguna de las zonas productoras de estas plantas “saltó” a la organización estatal. Incluso las legumbres son inferiores desde el punto de vista del recaudador de impuestos: en vez de cosecharse en una época específica, el cultivador tiene un notable grado de flexibilidad en su siembra y recogida y, con ello, mucha mayor habilidad de eludir el pago de impuestos sobre la producción de las mismas (un argumento similar aquí, con evidencia estadística).

Against the Grain no es, sin embargo, un libro perfecto. Formalmente, el estilo cae de vez en cuando en la repetición y en discusiones secundarias que podrían haber evitado. Formalmente, Scott no parece dar suficiente beneficio de la duda a las ventajas de los estados como instituciones de solución de problemas de acción colectiva. Mientras que es cierto que los mismos causan desigualdad, violencia y opresión, su indudable éxito a lo largo del tiempo y su reaparición constante después de cada “época oscura” sugieren que los estados ofrecen a sus súbditos beneficios que van más lejos del mero sometimiento a la coacción. El “anarquismo” subyacente a la obra de Scott le puede en exceso. Finalmente, el libro no termina nunca de clarificar cual es la hipótesis más probable con respecto a la adopción de la agricultura. Scott insinúa que los cambios climáticos (en concreto la reducción de la cantidad de agua) en zonas con densidades relativamente altas de población sedentaria y ya envueltas con ciertas actividades de domesticación son los que empujan al fatídico salto agrícola, pero siempre se le nota reacio a tomar una posición más clara o, incluso, a admitir que no lo sabemos.

En todo caso, Against the Grain es un extraordinario punto de partida para todos aquellos que quieran repasar el estado de la literatura sobre la formación de los estados primitivos y, con ello, analizar el desarrollo de eso que llamamos, para bien o para mal, “civilización”.

Hay 14 comentarios
  • Hola Jesús, ¿has estudiado trabajos de un antropólogo/divulgador llamado Marvin Harris?
    Hace poco acabé un libro suyo que apuntaba algunas de las cosas que dices, sobre todo me llamó la atención lo de sedentarismo previo a agricultura.
    Me temo que investigaciones recientes habrán dejado obsoleto o desmentido mucho de lo que dice, pero la manera de analizar (por etiquetar, de la escuela del materialismo cultural).
    Fue al primero a quien leí la tesis de Diamond de Germs, Guns & Steel, o que las cazas de brujas tenían ciertos patrones en cuanto a las víctimas a que perseguían (ahora incluso veo economía del desarrollo redescubriendo esto)

    • Lei "Cows, Pigs, Wars, and Witches: The Riddles of Culture" y me parecio muy interesante. La idea de materialismo cultural es, ademas, muy cercana a como pensamos los economistas, como explico aqui de una manera colateral:

      https://nadaesgratis.es/fernandez-villaverde/g-a-cohen-y-la-teoria-de-la-historia

      A la vez, yo no soy antropologo y mi favorable impresion tiene que ser evaluada en su justo valor, que es no es mas que la de un aficionado que sabe poco 🙂

      Escribo sobre Scott con mas detalle porque son cosas que estan un poco mas cercanas a lo que yo hago y porque se que es un investigador muy apreciado por gente de cuyo criterio me fio.

  • El libro me ha despiertato la curiosidad aunque acabo de leer (muy deprisa) "Collapse of complex societes" de Tainter y no me ha gustado demasiado.

    La teoria central de Tainter pero es buena y parecida a la que me parece salir de ATG, es decir "la civilizacion sedentaria y compleja y el inversion en tecnologías deriva no tanto del bienestar si no es una reacion necesaria a un problema de sobrepopulacion que los humanos encuetran en su historia y por lo cual se dan cuenta cazar y recoger no es bastante.

    Asi parece mas natural que el éxito de un grupo de humano ( en terminos de crecida de su poblacion )los fuerze a establecerse, despues a explotar recursos, despues pasar a la agricoltura, usar la fuerza de los numeros y militar para invadir y saquear vecinos para sustenar una sociedad mas grande, compleja y sedentaria que, teniendo " incidentalmente" mas exito, necesita aun mas sedentariedad, recursos, saqueos.

    • El libro de Tainter es de 1990. Una ventaja de Scott es recopilar literatura de los ultimos 27 años, independientemente de la intepretacion que le de 🙂

      Estoy de acuerdo contigo en el papel central de la violencia en la extension de grupos humanos y sus estructuras organizativas, algo que Scott no resalta lo suficiente.

  • Una curiosidad un poco off-topic, pero quizás también de interés para otros lectores:

    Como lector asiduo del blog y joven investigador académico en otra área alejada de la economía o las ciencias sociales, me sorprende en gran medida el saber "renacentista" de algunos de los autores de Nada es Gratis (siendo tú, Jesús, el ejemplo más claro probablemente). En el caso concreto de mi campo de estudio, el perfil humano mayoritario corresponde sin duda al del "bárbaro especialista" orteguiano (y en este sentido incluyo a muchos investigadores de universidades top anglosajonas), con el que apenas se puede mantener una conversación más allá de su microárea de investigación. .

    ¿Cómo compagináis la investigación de primer nivel con la lectura y la formación en otras áreas que poco tienen que ver con vuestros intereses primarios? ¿De dónde sacáis tiempo? ¿Tambíen erais capaces de cultivar otros intereses al inicio de vuestras carreras?

    Aprovecho también para agradeceros vuestra labor en el blog, es un placer leer vuestras entradas!

    • Gracias por lo que me toca, aunque no es ni la mitad de la mitad. Hay cientos de cosas de las que no se nada en absoluto. Si me preguntas sobre deportes, cine, television o artes plasticas (la musica o la pintura clasica es distinto), pondre cara de haba pues no se nada de las mismas. Y raramente escribimos de ciencias naturales excepto Anxo.

      No creo ser muy diferente de otra gente en la universidad. Si hablas con muchos profesores de universidad americana, contra el mito, hay muchos que son gente bien leida. Una vez, cenando on Jim Heckman (premio nobel de economia), me dio una leccion magistral espontanea sobre los cuartetos de cuerda tardios de Beethoven (un tema que no me es totalmente desconocido) y me dejo de piedra con sus conocimientos al respecto. Y gente como Lucas o Sargent (premios nobeles tambien) han leido una barbaridad sobre historia y filosofia.

      Yo siempre he leido mucho (y estos dias escuchado en el Iphone) y evitado la television y el futbol. Ganas mucho tiempo en el dia 🙂 Dejame que te de un ejemplo. El otro dia tome un tren de cercanias. El que se sento a mi lado se paso los 45 minutos del viaje mirando un partido de algo en el IPad. Yo escuchando la Autobiografia de John Stuart Mill (que tengo que reconocer no habia leido nunca!) en la app de Librivox (https://librivox.org/, que es gratis y tiene miles de libros clasicos). Al salir del tren el que iba a mi lado habia visto un partido por el que seguro que habia pagado 5 o 6 dolares y del que dudo que sacase nada de provecho. Yo, como ademas pongo los libros de Librivox al 150% para aprovechar mas, habia escuchado gratis dos capitulos completos de un libro fundamental en la historia intelectual de Occidente. Repite ese escenario de ir a trabajar cada dia en el tren por 10 años y veras la diferencia brutal de educacion que puedes obtener...

  • Me permito contestar también a JM: también estan los Open Yale Courses (incluido uno de Finanzas por Bob Shiller), del MIT, varias unis de California, Stanford... en iTunes (o si no eres apple, en youtube y se pueden convertir a mp3, por ejemplo en: http://www.vidtomp3.com/). Yo voy a pasear, al curro, cocino, compro o limpio la casa con eso (sin aumentar la velocidad, en mi caso)

    Y en un dos por uno: Jesús, ¿sabes si hay algún análisis serio de incentivos en la academia? No sé si desde la perspectiva de materialismo cultural, economía política, o simplemente à la Dawkins. No me terminaría de convencer una teoría del comportamiento humano que, de forma más simple o sofisticada, lo explique como una optimización con restricciones (Dawkins usa teoría de juegos para modelizar en el gen egoísta, p ej), y excluya a los escépticos/investigadores. Si se excluye a sí misma, a mí me dice: "el resto actúa en su propio interés; nosotros en pos de la verdad."
    (Aclaro que no tengo ningún ánimo, al menos consciente, de ofender)

    Gracias

    • A que te refieres con "incentivos en la academia"? A explicar los motivos por los que la gente le mete muchas horas?

      Al menos en Estados Unidos los incentivos son tremendos. El primero, fundamental, el sueldo. Un tipo como Daron Acemoglu gana 10 veces mas que un profesor en un college malo en la mitad de la nada (si, 10 veces). Y las subidas de sueldos anuales estan ligadas a productividad academica. Ademas hay cosas como el prestigio (que a mucha gente le entra en la funcion de utilidad), los premios, el mandar en el departamento, etc. que hacen que publicar mas tenga pagos muy altos. Por supuesto mucha gente publica porque le encanta, pero desde luego publicar bien esta excelentemente remunerado.....

      • Me refiero a no sólo horas: entiendo que en la academia hay un factor vocacional (al menos al principio de la vida laboral) mucho mayor que en el promedio de profesiones. Una especie de pensamiento, que comparto, de que descubrir y aprender son más nobles o elevados que por ejemplo ver la vuelta ciclista. ¿Por qué estudio o leo aún sin provecho económico si quizá mi organismo estaría mejor si durmiera más o yo "más feliz" si me emborracho?

        Y también a las elecciones de materia (¿hay "modas" en la investigación -Roger Penrose, al que no entiendo apenas nada, pero me fascina, afirma que sí- y "paga" seguirlas, porque aumenta tus probabilidades de ser publicado/citado o de obtener plaza?) o la propia metodología usada -en tiempos estudié refritos de Kuhn, aunque no su obra directamente.
        Si hay financiación pública, ¿son las líneas de investigación influenciables por motivos electoralistas, de opinión pública u otros?
        Por ejemplo, en el sector farmacéutico privado parece claro que lo que se investiga es lo que se prevé que genere beneficios. ¿Pasa algo parecido en las universidades? P ej, en las públicas se invesitga lo que maximice votos, o el poder de un especialista en el campo X, o la enfermedad que padece el familiar de el alumni que más contribuye a financiar el endowment.
        ¿Hay patrones trazables?

        • En una primera aproximacion la economia toma las preferencias como dadas. Se parte de que el agente I prefiera accion X a accion Y y de tal postulado se derivan comportamientos (por ejemplo, respuestas a cambios en el precio relativo de X con respecto a Y), sin intentar explicar porque tal preferencia existe (hay algunos papers que intentan endogeneizar esas preferencias, pero es una literatura mas pequeña). Por tanto, como economista, en general tengo que tomar estas preferencias como dadas y dejar que otros campos del conocimiento exploren el origen de las mismas. Asi que poco tengo que decir sobre porque algunos prefieren escribir papers y otros, con las mismas capacidades, conducir un Ferrari.

          Lo que te puedo decir es que, si mi sueldo de profesor fuera un 10% del que es, lo mismo estaba haciendo otra cosa (mundo privado) o en otro sitio (se vive mucho mejor en Ribadesella que en Filadelfia). Aunque yo tengo, dados unos precios relativos, una preferencia por ser profesor en Penn a ser abogado en Madrid, mi decision seria muy diferente dados otros precios.

          Varias de las preguntas que me haces son muy genericas y por ello un pelin complejas de responder. Al menos en Estados Unidos la investigacion en la universidad publica esta muy poco influida por los votantes o los politicos, pues las mismas son bastante independientes (como todo siempre hay excepciones). En España, creo que algo similar ocurre en casi todos los sitios. No veo a nadie en la Carlos 3 cambiar de investigacion porque mande el PP o el PSOE en la Comunidad (aunque cosas como las prioridades de las becas de investigacion pueden cambiar a alguien en el margen).

          Hay areas, como en las ciencias de la salud, donde el dinero parece tentar mucho (las cantidades son un orden de magnitud mas grande que en economia y varios ordenes mas grandes que en humanidades) y donde esto ha llevado a problemas. Pero como yo no soy de ese campo no tengo nada muy profundo o inteligente que decir al respecto.

          Finalmente: claro que hay modas en investigacion. Algunas hasta son fructiferas. Pero la gente que se apunta a la ultima moda no son los lideres de la profesion. El lider de la profesion es el que "crea" una moda.

          Existe cierta literatura de sociologia de la ciencia que intenta explorar estos temas de manera mas sistematica pero, al menos cuando hablan de economia, nunca me ha dicho nada. Una buena excepcion es esto:

          https://www.amazon.com/Economists-Societies-Discipline-Profession-Princeton/dp/0691148031/ref=sr_1_fkmr0_1?ie=UTF8&qid=1505265892&sr=8-1-fkmr0&keywords=fourcade+gourinchas+profession

          • Gracias.
            Por cierto, me encanta la frase de que el líder crea la moda. Si me das permiso, me la apropio. Quería expresar algo semejante en otros campos (quien populariza un género musical por ejemplo) y no daba con la expresión. Ésa está muy cerca de lo que quiero decir.

  • Jesús, dos temas si me permites

    Sí te da tiempo, ¿seguirás escribiendo aquí sobre desigualdad? Entendí que serían varias entradas.

    Y hablando de otra cosa... por alusiones parece que te gustan Faulkner y GGM en literatura, ¿es así?
    Sería interesante saber qué lees por ocio (discrepando o concordando contigo, creo que maximizas contenido por frase al escribir,al menos en el blog y eso está muy bien )

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