Críticas a las Reforma de Las Pensiones: Algunas Falacias Comunes III

Continúo hoy mi repaso a la idea de que, dado que existe una fuerte incertidumbre acerca de cualquier proyección de futuro de gasto de pensiones (y que estas proyecciones han pecado de excesivamente pesimistas en el pasado), uno no tiene que preocuparse en exceso sobre ellas y que es mejor esperar antes de reformar el sistema.

Para encuadrar este debate, explicaba la semana pasada (aquí) como se realizaban tales proyecciones. Enfaticé, en concreto que las mismas se efectuaban desde una mera perspectiva contable y que esta solo nos requería realizar una serie de hipótesis acerca de la evolución de variables como la productividad, la tasa de ocupación o el crecimiento de la población (y que realizando sus propias hipótesis cualquiera podía efectuar sus propias proyecciones en una hoja de cálculo).

Ponía, como un magnífico ejemplo de estas proyecciones, un trabajo de Rafa Doménech y Ángel Melguizo, “Projecting Pension Expenditures in Spain: On Uncertainty, Communication and Transparency” (aquí). Este trabajo encontraba que, incluso asumiendo un sano crecimiento de la productividad (el 1.5% anual) y un importante crecimiento de la tasa de ocupación, el gasto en pensiones como porcentaje del PIB llegaría al 15.4% en el 2045, lo que incrementaría, de manera notable, las tensiones sobre nuestras cuentas públicas.

Un motivo porque él que gustó en especial el artículo de Doménech y Melguizo es porque trata explícitamente el problema de la incertidumbre. Cuando uno realiza una predicción siempre tiene que intentar evaluar, de la manera más sensata posible, la precisión con la que efectúa este escenario.

Déjenme que les ponga un ejemplo. Imagínense que estoy proyectando la temperatura en Madrid dentro de 1 hora. Bueno, dada la temperatura actual, pongamos 12 grados, y la hora del día, pongamos las 9 de la mañana, no solo realizaré una predicción de que la temperatura será (por decir un número) 13 grados a las 10 (según va calentando el sol, la temperatura va subiendo) sino que además tendré muy poca incertidumbre al respecto. Puede que sean 12.5 grados o 13.5 pero es muy poco probable que sean 10 grados bajo cero o 30 grados. Sin embargo, si me preguntan que cuál será la temperatura a las 10 del día siguiente, aunque mi predicción probablemente siga siendo 13 grados (el tiempo de dos días seguidos a la misma hora tiende a ser similar de media) pero la incertidumbre será mucho mayor pues puede que cambien lo suficiente las condiciones para que tengamos 5 o 20 grados sin mayor sorpresa. Para efectuar una proyección tomaré medidas de lo rápido que suele evolucionar la temperatura en Madrid en Noviembre (hacia arriba y hacia abajo) y de cómo están las borrascas y anticiclones en la península y aledaños.

La manera en la que Doménech y Melguizo afrontan este reto es definir distintos escenarios. Por ejemplo, el escenario central asume que, a partir del 2030, la pensión media crece a la misma velocidad que el crecimiento de la productividad. Sin embargo, la experiencia histórica en España de 1996 al 2006 fue que las pensiones crecieron más deprisa que la productividad. Lo que se puede hacer es considerar esta posibilidad como un caso alternativo de gasto alto y, para compensar, pensar también en el caso contrario de gasto bajo, en el que las pensiones crecen menos que la productividad.

Podemos efectuar los mismos ejercicios de sensibilidad en cada escenario y, lo que es más importante, mezclarlos todos. Con esto me refiero mirar todas las combinaciones posibles (alto crecimiento de las pensiones con buena creación de empleo, alto crecimiento de las pensiones can mala creación de empleo, etc.)

No voy a aburrir al lector con los detalles técnicos pero los resultados que Doménech y Melguizo encuentran se resume en la figura 4 del artículo que reproduzco aquí para su comodidad.

En esta figura verán ustedes una línea negra que corresponde al gasto en pensiones como porcentaje del PIB en el escenario central y una banda en distintos tonos de azul que corresponden a las bandas de incertidumbre que tiene la proyección: cuanto más intenso es el azul más probable es esa realización del gasto en pensiones. Además, para comparar, hay una línea roja que es la recaudación por cotizaciones sociales.

Las principales conclusiones de esta figura son:

1) Existe una tremenda incertidumbre en el gasto en pensiones como porcentaje del PIB: podemos tener desde un 12.2% a un 21.7% en el 2045, con un escenario central del 15.4%.

2) Incluso en los casos más favorables, el gasto en pensiones sube al 12.2% del PIB.

3) La mayor parte de la incertidumbre viene de la llegada de lo que asumamos acerca de la llegada de inmigrantes.

¿Cuál debe ser nuestra respuesta a esta incertidumbre? Voy a argumentar que en cualquier gestión razonable de riesgos, uno tiene que mirar al escenario central, pero también a las desviaciones con respecto a él. Es más, uno tiene que mirar a las desviaciones hacia situaciones más negativas más que a las desviaciones positivas, o en otras palabras, que haya escenarios del 21.7% me preocupa mucho más que me alivian los escenarios del 12.2%.

Explico el porqué con un simple ejemplo. Imaginémonos que tengo que ir al aeropuerto a tomar un avión para ir a una importante reunión de trabajo a la que me resulta imprescindible acudir. Yo se que desde mi casa al aeropuerto se tardan 15 minutos cuando el trafico es normal y que sacar la tarjeta de embarque y pasar seguridad son otros 15 minutos (todos estos números son solo un ejemplo, ponga usted los que más le gusten). Como hay que estar en la puerta de embarque al menos 15 minutos antes de la salida prevista (es el momento en el que cierran, normalmente, la puerta del avión), en principio tendría que salir de casa 45 minutos antes de la hora prevista. Sin embargo esto no me deja ningún margen de maniobra: si el tráfico está mal, por el motivo que sea, o al sacar la tarjeta de embarque hay una confusión con la reserva (tener un apellido compuesto como Fernández-Villaverde es siempre fuente de problemas) o en seguridad hay más gente de lo normal, pierdo el avión. Por otra parte existe la posibilidad que justo hoy no haya nadie en seguridad y que en vez de 15 minutos, tarde 10 y espero 5 en la puerta de embarque. Pero fíjense que los costes de estos dos escenarios alternativos (tardo más tiempo de lo normal o tardo menos tiempo de lo normal) son muy distintos. Si pierdo el avión, tengo un serio problema y llegar tarde a la reunión puede tener un coste considerable para mí. En cambio, estar unos minutos más en la puerta de embarque no pasa de ser un incordio menor.

Mi decisión óptima, en la presencia de imponderables como el trafico o pasar seguridad será pues salir con tiempo de sobra, pongamos 75 minutos, para tener suficiente margen de maniobra. Es decir, me preocupan más los malos eventos que me consuelan los buenos y por eso yo (y me imagino que la mayoría de ustedes que toman aviones a menudo) terminamos pasando mucho tiempo en los aeropuertos.

Podría continuar con mi ejemplo discutiendo si lo óptimo son 75 minutos o 60 y hablando de cómo cambia mi decisión si puedo tomar un avión un poco después (por ejemplo porque hay un puente aéreo) o es el único avión a mi destino del día. En interés de la concisión me saltaré estos detalles pero la conclusión es que la presencia de incertidumbre me ha de hacer ser más cauteloso, no menos y que el sesgo de mi cautela es función de cuán asimétricos sean los eventos positivos y negativos.

Se me podrá objetar que la situación de ir al aeropuerto es diferente pues en realidad ni se cuales son las probabilidades que tengo que dar a la situación del tráfico o la cantidad de gente en seguridad. Esto es lo que los economistas llamamos “situaciones de ambigüedad”. Mi respuesta es que la gestión de riesgos bajo ambigüedad nos pide ser incluso más cautelosos que en el caso en el que somos capaces de tener distribuciones de probabilidad (para los que les gusten los detalles técnicos, que seamos maxmin).

Por eso, la incertidumbre hacia el futuro de las pensiones, que considero que es muy importante, es un argumento más para ser cauteloso y afrontar una reforma, no lo contrario. Si los eventos son muy negativos (gastos del 22%) tenemos un problemón de cuentas públicas espectacular y la necesidad de un ajuste brutal (en subidas de impuestos y/o bajada del gasto). Si los eventos son muy positivos (gastos incluso por debajo del 12%) siempre podemos darnos alegrías como subir las pensiones por encima del IPC por una temporada. El primer caso, ajuste brutal, es muy duro. El segundo, subir las pensiones por encima del IPC, muy sencillo.

Por último esperar unos años a ver cómo se va resolviendo la incertidumbre es poco aconsejable pues los cambios en cualquier sistema de seguridad social deben de tener un período de transición suficientemente largo como para que los individuos puedan ajustarse a ellos de manera adecuada. Al final, cualquier cambio tardará décadas en notarse y por tanto no tenemos mucho margen de maniobra temporal.

Total, a más incertidumbre, más cautela con las cuentas públicas.

De nuevo, la explicación me ha quedado más larga de lo que esperaba y, para no abusar de la paciencia del lector, no me queda espacio para analizar, como había anunciado, las proyecciones realizadas en los años 90 y el porqué de su (ex post) excesivo pesimismo. A este punto volveré en dos semanas.

Hay 74 comentarios
  • Antonio, lamentablemente, hasta hace unos 20 años se otorgaban cátedras sin saber casi nada de economía.

  • Navarro dice que ganó su cátedra por oposición. ¿Qué pasa que los del tribunal eran amiguetes? En las oposiciones de Derecho si no te sabes los temas y no resuelves el caso práctico no apruebas. Difícilmente puedes aprobar si no sabes lo que es un derecho real. ¿En economía era diferente hace 20 años?

  • Esos del FMI siempre aplican las mismas medidas: reducción del déficit público, menos administración, privatizaciones...
    Josep Stiglitz fue economista jefe del BM y premio nobel de economía. Es muy crítico con parte de las medicinas aplicadas por el FMI y el BM.
    Paul Krugman también es premio nobel de economía. Es partidarios de políticas fiscales expansivas frente a las políticas de austeridad promovidos por el Banco o el Fondo. Siguiendo la linea en blanco y negro que siguen algunos comentaristas es de suponer que o bien Krugman y Stiglitz no tienen ni idea de economía o bien son los economistas de estos organismos son unos profundos ignorantes. Aunque también cabe otra posibilidad, que si sepan de economía pero que tengan intereses no del todo transparentes.

  • No solo Stiglitz o Krugman abogan por una política fiscal expansiva en tiempos de crisis, sino miles de economistas solventes, incluidos muchos de la escuela DSGE (macro moderna). También en el Banco Mundial o en el FMI: lee el libro de macro básica de Blanchard, economista jefe del FMI. Otra cosa es que cuando las cuentas públicas de un país se han deteriorado mucho ya no quede otra solución que apretarse el cinturón. De hecho, el FMI es un organismo internacional que acude a prestar dinero a un país cuando ningún banco comercial quiere ya prestarle nada. Y, desde luego, ningún país está obligado a coger los créditos del FMI. Puede declararse insolvente (como Argentina hace poco) y "tararí que te vi".

    Esos son los "oscuros intereses" del FMI.

    Por cierto, discutir algo poniendo en duda los intereses del interlocutor es lo más infantil que existe.

  • "Por cierto, discutir algo poniendo en duda los intereses del interlocutor es lo más infantil que existe."

    Sí, totalmente de acuerdo. Lo de tener que demostrar la inocencia de uno antes de poder decir algo empieza a ser bastante tedioso.

  • Carta de Budhoo (economista del FIM): "Hoy eh dimitido como miembro del personal del FIM tras mas de doce años, y tras mil días de labores oficiales en el Fondo sobre el terreno, pregonando su medicina e, en su saco de trucos y ardides a gobiernos y pueblos de América Latina, Caribe y Africa. Para mi, esta dimisión es una liberación inestimable, porque con ella he dado el primer gran paso hacia ese lugar en el que un día espero lavarme las manos de lo que , en mi opinión, es la sangre fresca de millones de personas pobres y hambrientas. (...) La sangre es tanta que fluye por los ríos. También se reseca y se endurece sobre mi piel; a veces, tengo la sensación de que non hay suficiente jabón en el mundo que me pueda limpiar de las cosas que hice en su nombre"
    La medidas propuestas por el FIM y el Banco creo que no hay dudas de a quien benefician. Stiglitz deja bastante claro el desastre que las políticas del Fondo dejaron en la crisis asiática. Claro que no todos perdieron, algunos ganaron.
    También en Trinidad Tobago, al parecer, se crearon unas estadísticas que nada tenía que ver con la realidad para poner en fuga a los inversores internacionales. Trinidad Tobago no tenía problema alguno pero las palabras del FIM fueron suficientes para poner el capital en desbandada. Y si, tuvieron que acudir al FIM, y doblar la rodilla... Pero si hasta Soros fue capaz de hacer caes la libra esterlina!

    Y según un economista de una agencia de calificación no es infrecuente recibir presiones para rebajar la calificación de la deuda de algunos países. Y curiosamente los que presionan son del mismo país ¿con que objeto? obligar a rebajar el peso de al administración y privatizar servicios.
    Dados los antecedentes creer en la bondad y la buena intención de estos organismos es, a mi entender, de ingenuos.

  • Vuelvo al argumento del PIB del documento de ATTAC.

    Jesús, querría comprobar si, independientemente de las cifras, la objeción importante a ese argumento sería la que tú ha planteado en otro post: La comparación relevante es entre el bienestar que tendremos en el 2050 con el sistema actual VS. el bienestar que tendremos con un sistema alternativo de pensiones (más los costes de la transición al nuevo sistema).

  • Francisco:

    Efectivamente. La unica comparación relevante es entre el bienestar que tendremos en el 2050 con el sistema actual VS. el bienestar que tendremos con un sistema alternativo de pensiones (más los costes de la transición al nuevo sistema).

    El que el documento no calcule correctamente el crecimiento del PIB entre el 2010 y el 2050 solo es importante porque creo que muestra, de manera lapidaria, que el documento es de un analfabetismo numerico tan espectacular que resultaria dificil de creerlo si te lo contaran en otro contexto.

  • El analfabetismo del documento de Vincens Navarro y Juan Torres no sólo es numérico. Algunos de sus razonamientos económicos también son de "traca"...

  • EEE

    Pues sería de agradecer un análisis línea por línea (ya conoces mi opinión sobre argumentos, refutaciones y divulgación).

    Yo lo estoy haciendo (no puedo ir a trabajar, no hay mal que por bien no venga) y esto está siendo muy difícil.

  • Por ejemplo:
    " los 100 economistas tienen en cuenta solamente la llamada dependencia demográfica,
    es decir, la relación entre el número de personas adultas y el de ancianas. Según las cifras que citan, se pasaría de 4 adultos por cada anciano de ahora a 1,65 en 2050. Pero lo que es
    importante no es el número de adultos respecto al de ancianos sino el de trabajadores respecto al de pensionistas. Pero si asumimos que todos los ancianos son pensionistas y que la tasa de participación de la población adulta en el mercado de trabajo actual que
    es del 60% pasaría, según estima el manifiesto, al 70% en 2050, entonces el número de trabajadores por pensionistas pasaría de los 2,40 de la actualidad a 1,15 en 2050, lo cual es una disminución menos acentuada que si solo tomamos, como hacen los 100 economistas, la relación entre adultos y ancianos."

    ¿?

  • Francisco,
    Una de las razones por las que dejé de ser profesor universitario es porque cada vez me aburría más corregir los exámenes de los malos estudiantes. Ahora trato de divertirme, cuando me dejan, intentando rebatir argumentos bien formulados. En el documento de Vicens Navarro y de Juan Torres todavía no he podido encontrar ninguno...

  • EEE,

    Tu elección personal me parece muy bien y acepto que tú no lo quieras hacer. Yo me limitaba a señalar, poniéndome a mí como referencia, que si se quiere estar en el debate público de políticas públicas no basta con dar las buenas razones para las propias posiciones sino refutar las razones para las posiciones contrarias. Incluso aunque para el técnico sean una tontería que se aprende en primero de carrera (o en 1º de ESO).

    El proceso de propuesta, réplica y contrarréplica puede ser tedioso y acepto que tú no desees entrar en él mediante un análisis preciso inteligible para los demás. Pero creo que, en general, es necesario para que nos aclaremos.

  • @Francisco Saurí,
    Gracias por entender mi opción personal. Como premio a tu amabilidad, aquí tienes la réplica que pedías.

    Lo que dice , de forma un poco enrevesada, el párrafo que citas en tu anterior comentario es:
    "La ratio entre población en edad de trabajar y población mayor de 65 años se reducirá en un 58,75% (=(4-1,65)/4). Pero lo que importa es la ratio entre empleo y pensionistas que, suponiendo una tasa de empleo del 70%, solo se reducirá en un 52,1% (=(2,4-1,15)/2,4). Por tanto, el problema no es tan grave".

    En otras palabras, la reducción en la ratio entre empleo y pensionistas sería del 58,75%, si la tasa de empleo se mantuviera constante, y del 52,1% si dicha tasa aumentara hasta el 70%. No darse cuenta de que, a efectos de controlar el aumento del gasto en pensiones ante la previsible evolución demográfica, ambos números son prácticamente lo mismo, es otra prueba más de analfabetismo numérico. Para más detalles, te remito al punto 6 del decálogo para NyN en otra entrada de este blog.

  • ” los 100 economistas tienen en cuenta solamente la llamada dependencia demográfica,
    es decir, la relación entre el número de personas adultas y el de ancianas. Según las cifras que citan, se pasaría de 4 adultos por cada anciano de ahora a 1,65 en 2050. Pero lo que es
    importante no es el número de adultos respecto al de ancianos sino el de trabajadores respecto al de pensionistas. Pero si asumimos que todos los ancianos son pensionistas y que la tasa de participación de la población adulta en el mercado de trabajo actual que
    es del 60% pasaría, según estima el manifiesto, al 70% en 2050, entonces el número de trabajadores por pensionistas pasaría de los 2,40 de la actualidad a 1,15 en 2050, lo cual es una disminución menos acentuada que si solo tomamos, como hacen los 100 economistas, la relación entre adultos y ancianos.”

    Este párrafo si indica analfabetismo númerico y conceptual es en todo caso de Fedea, que da unos datos no correctos. EEE lo que viene a decir es que la diferencia al fin y al cabo no es tanto, pero RECONOCE QUE LAS CIFRAS DE FEDEA SON ABSOLUTAMENTE INCORRECTAS.

    Así pues tanto para Vicenç Navarro y para Juan Torres, analfabetismo númerico para Fedea.

  • "En otras palabras, la reducción en la ratio entre empleo y pensionistas sería del 58,75%, si la tasa de empleo se mantuviera constante, y del 52,1% si dicha tasa aumentara hasta el 70%. No darse cuenta de que, a efectos de controlar el aumento del gasto en pensiones ante la previsible evolución demográfica, ambos números son prácticamente lo mismo, es otra prueba más de analfabetismo numérico"

    A confesión de parte, relevo de pruebas.

  • Marques de V,
    No has entendido nada. A ver si nos enteramos:
    1. Los datos sobre población en los que se basan estos cálculos son del INE. Son fiables. No creo que haya proyecciones demográficas mejores.
    2. Quien no se da cuenta de la insignificancia de la diferencia entre suponer una tasa de empleo constante o del 70% son VINCENS NAVARRO Y JUAN TORRES, autores del incalificable documento de ATTAC.
    3. Veo que sus admiradores comparten algunas de las dificultades que estos parecen tener para hacer cálculos sencillos o para entender proposiciones o argumentos simples.

    A partir de ahora, me rindo. Es imposible tener una discusión inteligente con quien no quiere y, además, no puede hacerlo.

  • eEEE
    Dado que según la terminología de FEDEA estar contra su propuesta es ser un negado como yo, a ver si mex cplicas, como dá lo mismo 59% que 51% de caída en la tasa de empleo/pensionistas. Esto son matemáticas difusas supongo, no?
    Tiene algo que ver esto con la "macroecononomía moderna", y el famoso DGSE, explicate porque soy un negado, como me niego a que me bajéis la pensión.

    Por cierto, las precisiones de INE, son proyecciones censales, quizás no exista nada mejor, pero los cambios en la revisión semestral son más grandes de los del IPI. Espero que vayais revisando vuestras previsiones conforme cambien. Mejor no, total si dá igual 59% que 51%.

  • Claro es que los Iluminatis, cuya verdad ( la que nos va a joder a la inmensa mayoría de la población, que casualidad) está vedada solo para sus preclaras mentes.

    Pero es que el argumento no es ese, el argumento es que el ratio importante no es el de población anciana y adultos, sino el de pensionistas y trabajadores, que es lo que OBVIA FEDEA e iluminatis como EEE, guardianes de la verdad suprema. Y del Ine hay escenarios tan distintos para 2050 que me parece de risa que me lo pongas como algo serio.

    ¿ Pero qué más da? Tampoco pongamos más medios para perseguir el fraude fiscal, ni para subir progresivamente los impuestos, ni para mejorar la productividad, ni la desigualdad y la concentración de riqueza, ni para incorporar más a la mujer al empleo, ni mejorar los salarios, ni recortar de partidas que no sean prioritarias. Nada, la suerte está echada. Los sacerdotes del Templo han hablado.

  • Los ingresos están calculados a partir del número de trabajadores, no del número de adultos. ¿Qué pinta todo eso del ratio de dependencia?

    ¿Sabéis cómo saldríamos definitivamente de dudas? Pidiendo a los autores (NyN) que hicieran ellos mismos unas proyecciones, a ver qué supuestos toman para que no haya que tocar el sistema de pensiones. ¿Y si hacemos un manifiesto para pedir a Navarro que haga un documento así?

  • Yo pediría, no hacer proyecciones a 40 años, sino hacer proyecciones a medio plazo con medidas eficaces, como en los países desarrollados, contra el fraude fiscal.
    La cuestión, como dice Juan, es preguntarse el porque de la pregunta (las pensiones a largo plazo) cuando tenemos problemas acuciantes en el corto (déficit, en buena medida debido al déficit). Resolver el problema de los ingresos puede, con algunos cambios normativos, resolver, al menos parcialmente, la cuestión de las pensiones.
    Limitándonos a la cuestión pensiones seguramente necesitará cambios, el sentido de estos requerirá de proyecciones económicos (que evidentemente son necesarias) y valoraciones sociales.

Los comentarios están cerrados.