Comparecencia en el Congreso: Comisión de Investigación sobre la crisis financiera de España

Ayer por la tarde comparecí en el Congreso debido a mi investigación académica para valorar la crisis financiera ocurrida en España. Por el posible interés que pudiera tener para el lector de NeG, procedo a reproducirla a continuación.

Aquel que lo desee también puede ver el vídeo de la sesión aquí.

"Gracias señora Presidenta, Señorías:

Comparezco ante esta Comisión, de acuerdo con el requerimiento recibido de la Presidenta del Congreso de los Diputados, para resumir lo que he aprendido en mi investigación sobre la crisis financiera en España y con la esperanza de que tales lecciones sirvan para evitar repeticiones en el futuro de una crisis similar. Mis trabajos (y los de mi colaborador, Tano Santos, Catedrático de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia y del que tomaré prestado mucho material) son extensos, con lo que hoy solo tendré oportunidad de esbozar el argumento y me veré obligado a dejar en el cajón muchos detalles como, por ejemplo, las distintas fases de respuesta a la crisis, el papel del Banco de España en la fallida estrategia de fusiones entre 2008 y 2012, la reticencia a forzar un afloramiento temprano y creíble de las pérdidas en el sector bancario, la inoperancia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores o nuestras equivocadas estrategias negociadoras con Europa.

Los últimos veinte años han sido los más turbulentos de nuestra vida financiera reciente. Casi sin solución de continuidad, hemos pasado de una expansión acelerada del crédito en 2001 a 2008 a una profunda crisis bancaria de 2008 a 2017 culminada con una reestructuración radical de nuestro sector financiero. Las heridas provocadas por esta experiencia, en desempleo, pérdida de crecimiento económico, deuda pública y caída en la confianza en nuestras instituciones tardarán mucho tiempo en curar.

Buena parte de la experiencia de España es paralela a la de muchos otros países occidentales, como Estados Unidos, Reino Unido o Irlanda. Factores internacionales como los fallos de diseño de la eurozona, los problemas de la regulación bancaria, los bajos tipos de interés nominales a largo plazo, los fuertes movimientos de capital ligados a la gran masa de ahorro global o el incremento de la incertidumbre en 2007 a 2008 son elementos clave a la hora de entender lo que nos ha pasado. A la vez, los últimos veinte años presentan unas características propias producto de decisiones concretas de política económica tomadas en España y que, lamentablemente, han supuesto una pérdida de bienestar mucho mayor de la que hubiéramos podido tener bajo políticas alternativas. Cómo reaccionó España a esos factores internacionales y cómo los mismos fueron agravados en nuestra nación es un proceso decisivamente marcado por nuestras características.

La más importante de esas características fue el bucle diabólico creado, al amparo de una legislación inadecuada, entre partidos políticos, cajas de ahorros y constructores. Las cajas de ahorro se convirtieron en el centro de un caciquismo postmoderno: un instrumento controlado por los gobiernos autonómicos y locales para colocar a antiguos cargos públicos con retiros dorados, premiar a amigos y financiar proyectos, normalmente inmobiliarios, de dudosa rentabilidad que, sin embargo, cumplían objetivos electorales en el corto plazo. El deterioro de la gobernanza corporativa de las cajas causado por este bucle diabólico llevó a un crecimiento exagerado de su cifra de negocios y a una cartera de créditos cargada de riesgos peligrosos y poco diversificados.

Las cajas alentaron la burbuja inmobiliaria y permitieron su prolongación en el tiempo. Y el conjunto de interés creados por las mismas paralizó la respuesta del gobierno y del Banco de España, que esperaron demasiado tiempo antes de tomar medidas decisivas para solventar el problema, con un retraso excesivo en la recapitalización del sistema y la creación y salida a bolsa de una entidad sistémica, Bankia, que era insolvente de raíz. En vez de actuar con celeridad en 2008 o 2009, primero el gobierno del Zapatero y posteriormente el de Rajoy patearon la pelota hacia delante hasta que España tuvo que ser rescatada con el memorando de entendimiento entre la Comisión Europea y España sobre condiciones de política sectorial financiera de 20 de julio de 2012.

El crecimiento de las cajas de ahorro afectó a todo el cuerpo financiero, obligando a reacciones de los competidores como ciertos bancos que sufrían también de problemas de gobernanza corporativa. El caso más claro es el del Banco Popular que, amedrentado de perder cuota de mercado ante las cajas y con la presión de una baja rentabilidad, se lanzó después de la llegada a la dirección de Angel Ron a una carrera de imitación que todos sabemos cómo ha culminado.

Como ha ocurrido una y otra vez en la historia económica, la existencia de un sector bancario cuasi-público terminó, dada la letal combinación de captura política e incentivos perversos de la dirección de las instituciones financieras en llanto y crujir de dientes y, lo que es más injusto, en el contribuyente pagando los costes.

En el resto de mi intervención desarrollaré este argumento. Primero, pondré en contexto histórico los orígenes del bucle diabólico entre política, banca y sector inmobiliario. Segundo, explicaré como este bucle interactuó con el euro. Tercero, concluiré con unas lecciones más generales de cómo intentar que una crisis financiera como esta no vuelva a repetirse o, al menos, que sus consecuencias sean más leves.

Contexto Histórico

El “pecado original” de nuestro sistema financiero fue la Ley 31/1985, de 2 de agosto, de Regulación de las Normas Básicas sobre Órganos Rectores de las Cajas de Ahorros, aprobada por estas cortes cuando el Partido Socialista gozaba de mayoría absoluta.

Las cajas de ahorro habían sido creadas en décadas anteriores para suministrar servicios bancarios a las clases trabajadoras y medias. Los bancos tradicionales no veían, con las tecnologías de la información que existían en el momento, mucho beneficio en tener cuentas corrientes de pequeños ahorradores o en financiar hipotecas de pisos humildes. Las cajas de ahorro, como en otros países los bancos populares, las cooperativas de crédito o las sociedades hipotecarias cubrían un hueco de mercado.

La crisis bancaria que siguió al shock petrolífero de 1973 acrecentó el papel de las cajas en nuestro sector financiero. Como uno de los pocos segmentos saneados del sector, las cajas recibieron por parte del gobierno de España un impulso decisivo con el Real Decreto 2290/1977 y su fundamental artículo 20:

“A partir de la entrada en vigor de la presente disposición las Cajas de Ahorros podrán realizar las mismas operaciones que las autorizadas a la Banca privada...”

A pesar de este Real Decreto, a mediados de los años 80 del siglo pasado la gobernanza de estas cajas requería de una renovación para adecuarlas a las nuevas realidades económicas de una España a punto de integrarse en las aquel entonces Comunidades Europeas y de un negocio bancario transformado por la liberalización de los movimientos de capital y la llegada masiva de las tecnologías de la información.

La Ley 31/1985, como declara su exposición de motivos, tenía tres objetivos: democratizar los órganos de gobierno de las cajas, que los mismos se ajustaran a la nueva estructura territorial del Estado y garantizar una gestión profesional. El articulado de la ley, el desarrollo de la misma y la actuación posterior de las comunidades autónomas hicieron que la democratización se transformase en politización, la distribución territorial en creación de reinos de taifas financieros y la gestión profesional en una quimera. Sin posibilidad de emitir acciones para su recapitalización, sin la señal de precios de la cotización de tales acciones, con unos derechos de propiedad mal definidos y sin disciplina de mercado (las cajas podían adquirir bancos, pero los bancos no podían adquirir cajas), la transformación de las cajas era una bomba de relojería esperando el momento propicio para explotar. Y las desafortunadas sentencias del Tribunal Constitucional 48 y 49/1988 agravaron la situación al limitar los poderes del gobierno central en la supervisión de las cajas y permitir que la legislación autonómica pudiese facilitar aún más la captura del control de las asambleas generales por las élites políticas locales.

Déjenme que les lea una parte del voto particular de Luis Díez-Picazo y Ponce de León en la segunda de las citadas sentencias y que resume a la perfección el problema de la nueva estructura de gobernanza de las cajas:

“En mi opinión, la Ley enjuiciada acomete una vasta operación de traslación de los poderes de gestión de estas entidades a manos públicas, dejando intacto el régimen jurídico de su propiedad. No se establecen en abstracto los órganos que deben regirlas, sino que se establece, pormenorizadamente, la forma de reclutamiento, y de la interpretación global de la Ley se desprende que la posición dominante dentro de los órganos de gestión se entrega a las Corporaciones municipales, por donde resulta, en rigor una municipalización de Cajas de Ahorro que antes eran de carácter privado, por la vía del señalamiento de la formación de sus órganos de gestión…

Mas una cosa es el establecimiento de un protectorado (aquí se refiere el gran maestro de civilistas a la supervisión pública de una empresa privada) y otra distinta es lo que al principio llamaba la traslación de los poderes de gestión a manos públicas.

Las comunidades autónomas explotaron la puerta abierta por el Tribunal Constitucional con legislación que acentuaba la transformación política de las cajas como la Ley 4/1997 en la Comunidad Valenciana, impulsada por José Luis Olivas (nombre al que volveré más tarde), que no solo otorgaba un 28% de los miembros de la Asamblea a la Generalitat y otro 28% a los ayuntamientos, sino que atribuía, sin motivo de sustancia alguno, responsabilidades de supervisión al Instituto Valenciano de Finanzas, un ente sin experiencia en supervisión bancaria y sin la requerida independencia.

Si tuviésemos tiempo podríamos repasar la rica narrativa de tales transformaciones. Pero, como ejemplo más claro y dado que eventualmente fue la causa directa que nos llevó al memorando de entendimiento, me centraré en Caja Madrid. Su captura comenzó con el pacto en septiembre de 1996 entre el Partido Popular con Comisiones Obreras e Izquierda Unida. Este pacto aupó a Miguel Blesa, compañero y amigo del aquel entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, al frente de Caja Madrid en sustitución de Jaime Terceiro, un gestor profesional y bien reconocido.

Pocos documentos existen en la historia financiera tan tremendo como los ocho folios firmados por el secretario general del Partido Popular de Madrid, Ricardo Romero de Tejada (que luego, como no debería sorprendernos, terminó de consejero de Caja Madrid y con una sentencia de la Audiencia Nacional de 1 año de cárcel y 3.600 euros de multa por el uso de las tarjetas “black”), con el secretario de Política Institucional de Comisiones Obreras-Madrid, Javier López. Sin recato alguno, los firmantes del pacto acordaban tomar el control de la institución, se repartían las rentas derivadas de tal conquista, concedían privilegios a Comisiones Obreras, fijaban prioridades políticas en el negocio (eufemísticamente llamados “una política de inversión en sectores estratégicos”), con un énfasis en el sector inmobiliario (“Préstamos hipotecarios. En este segmento tradicional de Caja Madrid hay que mantener el liderazgo adquirido apoyando las medidas recientemente adoptadas y una reactivación de las operaciones con promotores”) e impedían la creación de cualquier mecanismo de recapitalización de la caja. En 100 años, cuando el viento se haya llevado la memoria viva de los aquí presentes, los historiadores futuros lucharán para conseguir entender como nadie pudo nunca firmar tal pacto.  La prensa, fallando en su papel como “cuarto poder” aplaudió el cambio de mando en Caja Madrid. El Mundo, en su edición de 20 de septiembre de 1996, afeaba la actitud “numantina” de Terceiro y resaltaba “la madurez democrática de Izquierda Unida” al apoyar a Blesa.

El Partido Socialista, aunque perdedor en 1996 de la lucha por el poder en Caja Madrid, aceptó plenamente la idea de que Caja Madrid era un instrumento político: como Rafael Simancas, vocal de esta comisión, manifestó a la Cadena SER el 28 de mayo de 2003, cuando parecía destinado a ser el próximo presidente de la Comunidad de Madrid,

“y parece bastante razonable que al frente de Caja Madrid se sitúe una persona de talante también progresista. Es bastante razonable pensar esto”.

No puede haber admisión pública más clara de la politización de una caja para satisfacer unos intereses partidistas. O luego, el 16 de enero de 2009, acerca de la votación en la Comisión de Control de Caja Madrid, cuando su antiguo jefe de gabinete Francisco Pérez votó en contra de las órdenes de Tomás Gómez:

“Mi posición como socialista es la posición de la Dirección nacional y de la Dirección regional del Partido. Si hubiera tenido que votar, hubiera votado en consonancia con la posición de mi partido”.

De nuevo, un reconocimiento abierto de que las votaciones en la Comisión de control de Caja Madrid eran (o, en este caso, deberían ser) una mera extensión de las decisiones de los partidos.

Vemos así que la captura política de Caja Madrid fue producto de un consenso de todos los partidos y principales agentes sociales: del Partido Socialista que creó la ley que permitió el asalto de los partidos a las cajas, del Partido Popular e Izquierda Unida que la aprovecharon con descaro, y de la prensa que aplaudió.

La historia subsiguiente de Caja Madrid no cambió mucho de tono, con un “Acuerdo por la estabilidad y desarrollo” de Caja Madrid firmado el 8 de junio de 2009 por el Partido Popular, Izquierda Unida de Madrid, Comfia-Comisiones Obreras y la Unión Independiente de Impositores y Consumidores y al que se sumaron, unas semanas más tarde, el Partido Socialista, Comisiones Obreras de Madrid y la Unión General de Trabajadores. Los tres partidos con representación en la asamblea de Madrid (Partido Popular, Partido Socialista e Izquierda Unida) y las dos centrales mayoritarias (Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores) estaban de acuerdo en lo fundamental: Caja Madrid estaba para ser explotada para sus intereses particulares, no para el bien común.

Este pacto, sin embargo, fue desbordado por el rápido deterioro de la situación económica y los conflictos internos del Partido Popular. La situación culminó con la llegada de Rodrigo Rato. Sin experiencia de relevancia en el sector bancario (desde 1979 había participado en política y de 1982 a 2004 había sido diputado y miembro del gobierno) y después de una gestión desastrosa en el Fondo Monetario Internacional (existe un consenso generalizado entre los conocedores del Fondo que Rodrigo Rato ha sido, con diferencia, el peor Director Gerente que ha tenido este organismo internacional en toda su historia), Rato terminó en enero de 2010 siendo presidente de Caja Madrid con el único argumento en su favor que servía para solventar las disputas internas dentro del Partido Popular sobre quién debería de ocupar tan dulce golosina.

Y no me crean a mí por estas afirmaciones. Lean las memorias de Luis de Guindos, nuestro ministro de economía, España Amenazada:

“Rodrigo Rato accedió a la presidencia de Caja Madrid en enero de 2010 tras una negociación política de un año y, en especial, una dura batalla interna dentro del PP, muy reveladora de lo que eran las cajas de ahorro en España…. 

La verdad es que fue Rato quien pidió el puesto a Rajoy y este debió considerar las capacidades que quien pilotó la política económica con éxito reconocido durante los gobiernos de José María Aznar. No tenía que ser un mal banquero.”

Desconozco si por diseño o por casualidad, pero las memorias de Guindos son tremendamente esclarecedoras tanto de aspectos como los del nombramiento de Rato como, si me permiten el inciso, de la profunda confusión existente en el actual gobierno durante los primeros meses de su mandato acerca de cómo afrontar la crisis financiera y el irresponsable coqueteo de altos cargos del mismo con la idea de abandonar el euro.

El caso de Caja Madrid no fue el único. Caixa Catalunya, Bancaja, CCM y muchas otras instituciones forman una triste galería de casos en los que la gestión profesional fue sustituida por personas carentes de cualificación, donde la estrategia de préstamos e inversiones se convirtió en una extensión de la política que alentó la burbuja y donde la realidad, siempre tozuda, terminó revelando un gigantesco castillo de naipes que se desplomó sin remedio.

Y, no, no fue, como algunas veces se argumenta, culpable del desastre de las cajas la desregulación o el “laissez faire”. La regulación de las cajas era prolija y, si cabe, se incrementó durante los años del boom por un Banco de España que intentaba minimizar los riesgos futuros con medidas como las provisiones dinámicas y una interpretación restrictiva, desde 2004, de los International Financial Reporting Standards (IFRS), limitando de manera decisiva la capacidad de las instituciones financieras españolas de colocar fuera de balance sus riesgos, como estaba ocurriendo en Estados Unidos o el Reino Unido. En España, no hubo arbitraje regulatorio de importancia.

Y tampoco fue la mala suerte de tener unos cuantos malos gestores puestos ahí por el azar. Parafraseando a Oscar Wilde, tener un Miguel Blesa puede considerarse mala fortuna, tener un Miguel Blesa, un Rodrigo Rato, un José Antonio Moral Santín, un José Luis Olivas (el de la ley valenciana de cajas, que luego encontró trabajo en el sector), un Narcís Serra y un Julio Fernández Gayoso es falta de cuidado. Más seriamente, la evidencia econométrica es concluyente: aquellas cajas manipuladas por los políticos fueron las cajas que se hundieron con más probabilidad. Cuanto más politizadas estaban las cajas y menos independencia de los órganos de gestión, más riesgos innecesarios asumieron, menos diversificación tuvieron en sus carteras de créditos, etc. Por ejemplo, aquellas cajas lideradas por gestores sin experiencia bancaria previa (casi siempre políticos o gente vinculada con los partidos) tenían un 6% más de su cartera de créditos en el sector inmobiliario y un 1% más de tasa de morosidad (estas cifras son tremendas dado las medias del sector). Si, además, el gestor no tenía educación de post-grado (de nuevo, casi siempre el caso con políticos), la tasa de morosidad subía un 1% adicional. Hubo hundimiento porque hubo malos gestores, sí, pero hubo malos gestores porque el Partido Popular, el Partido Socialista e Izquierda Unida los pusieron ahí.

Y tampoco fue la ceguera de los expertos, excusa favorita de muchos. José García Montalvo, Catedrático de Economía en la Universidad Pompeu Fabra y uno de los mejores conocedores del sector en España advirtió una y otra vez sobre los peligrosos desequilibrios que se acumulaban en nuestro sector financiero. Personas tan destacadas como Miguel Sebastián o Miguel Ángel Fernández Ordoñez escribieron en la prensa sobre la existencia de una burbuja inmobiliaria (lean, por ejemplo, las columnas de opinión de este último en El País de 11 de septiembre de 2003: “El Legado de Rato” o, en Cinco Días de 27 de septiembre de 2003, “El Pinchazo de la burbuja de la construcción,”). Varios trabajos de investigación de economistas del Banco de España señalaron la existencia de una sobrevaloración de la vivienda de entre el 8% y el 20%. Finalmente, la Comisión Europea señaló en repetidas ocasiones que el mercado de la vivienda en España parecía recalentado y que un grave reajuste era posible. A la vez, algunos cargos de importancia, en particular el Gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, mantuvieron una actitud mucho más relajada al respecto, que en el caso de Caruana llevó a un notorio enfrentamiento con los inspectores del Banco de España en 2006, en especial con la carta que los mismos enviaron a Pedro Solbes, en aquel momento Ministro de Economía y Hacienda (aunque la misma no se hizo pública hasta 2011) y en la que señalaban:

“Los inspectores del Banco de España, a través de esta nota informativa, queremos distanciarnos de la complaciente lectura de la situación económica española que hace en sus últimas intervenciones el actual gobernador del Banco de España, el señor don Jaime Caruana, y mostrar asimismo nuestra preocupación por su falta de voluntad para adoptar las medidas necesarias para hacer posible la reconducción de la delicada situación actual hasta hacerla más sostenible y segura.”

De todas maneras, si la politización y subsiguiente mala gobernanza de las cajas era una condición necesaria para el boom crediticio y el posterior colapso del sector, se necesitaba de un elemento adicional: la entrada en el euro.

El euro

El euro fue el producto de un conjunto de deseos: acelerar el proceso de integración europea, facilitar las transacciones comerciales y financieras en la unión, etc. Un deseo clave era, para los países de la periferia, tener acceso a una chaqueta de hierro que limitase la crónica falta de disciplina fiscal y monetaria de los mismos. Por décadas, España (como ejemplo representativo de estos países de la periferia) había seguido un modelo de crecimiento castizo en el que excesos fiscales y monetarios llevaban, tras un periodo de boom, a inflación, una crisis de pagos externas y una devaluación. Tal modelo impedia un crecimiento sano en el largo plazo. Los economistas de mi generación pasamos nuestra infancia viendo noticias en televisión española (por aquel entonces no había otra) sobre las devaluaciones de la peseta. El euro prometía, al transferir la política monetaria a Frankfurt e imponer límites en la política fiscal, romper estos nefastos ciclos.

Remarca Ofelia, en el cuarto acto de Hamlet, que sabemos quiénes somos, pero no quiénes podemos ser. Lo mismo le ocurrió al euro. En vez de ser un instrumento de disciplina, el euro se convirtió en el fertilizante de la burbuja. Al eliminarse el riesgo de devaluación y existir, implícitamente, una garantía de las deudas públicas y privadas por el resto de la eurozona, la prima de riesgo asociada a préstamos en España prácticamente desapareció (hubo en fenómeno paralelo, pero para España menos importante cuantitativamente, de caída de los tipos de interés nominales libres de riesgo). El tipo medio ex-post (el tipo nominal menos la inflación observada) a 3 meses en España entre 1990 y 1998 fue el 5.31%. Entre 1999 y 2005 fue -0.04%. Por primera vez en su historia, los agentes económicos en España podían tomar prestado a unos bajísimos tipos de interés reales. Dado que el 80% de las hipotecas en España eran en aquel momento a tipos variables y el alto nivel de vivienda en propiedad, cualquier cambio en los tipos de interés reales tenía unas consecuencias de primera magnitud.

Existían muchos motivos, al principio, para tales préstamos. Las generaciones nacidas a finales de los años 60 y principios de los 70 del siglo pasado, cuando España tuvo su mayor número de nacimientos totales de su historia llegaban a su madurez y querían crear sus hogares. Un gran número de inmigrantes, económicos (los que vienen a trabajar) o de ocio (los que vienen a retirarse) requería de viviendas adicionales (calculado en el 37% de la demanda de vivienda).  Como casi siempre ocurre en las burbujas, las mismas comienzan con un grano de verdad que las justifica por mucho tiempo antes de perder contacto con los fundamentales. España necesitaba más viviendas, sí, pero difícilmente necesitaba las 570.000 nuevas viviendas construidas de media entre 2001 a 2007. El incremento del precio de 691 euros/m2 en el primer trimestre de 1997 a 2101 euros/m2 en el primer trimestre de 2008 era difícil de racionalizar.

Las instituciones financieras, lideradas por las cajas, se lanzaron con alegría a explotar estas oportunidades. Se incrementó el crédito casi sin límites, un 221% en el sector privado entre 2001 y 2007, financiados por unas masivas llegadas de capital extranjero estructurado en torno al recurso al mercado interbancario europeo y la titularización.

En este mundo de bajos tipos de interés, el problema de agente/principal en el centro de la vida económica moderna se agravó radicalmente. Daba igual ser buen o mal gestor. En 2005 o 2006, era casi imposible perder dinero con lo cual, lejos de tomarse medidas correctivas, los males se agravaban y se complicaba la solución del problema cuando la crisis llegara, al tener un capital humano de mala calidad en cargo de la gestión inicial de esta crisis. Es más, aquellos gestores más prudentes, tendían a ser sustituidos (como ocurrió en el Popular) ya que la cautela es raramente recompensada en el corto plazo de una burbuja.

El empeoramiento del problema de agente/principal condujo a una mala asignación de recursos, acumulando capital en sectores y empresas que no podían obtener el mejor rendimiento de los mismos, lo cual aceleró el serio problema de falta de crecimiento de la productividad total de los factores que España sufre desde mediados de los años 80 del siglo XX.

Lecciones para el futuro

Este semestre estoy enseñando historia económica. En una de las primeras clases explico la crisis financiera en la república romana que siguió a las guerras macedónicas. La enorme victoria de las legiones en estos conflictos inundó Roma con una ingente cantidad de tesoro: según cálculos recientes 1050 toneladas de plata, cifra nunca vista en el mundo antiguo. Flotando en dinero, los romanos se lanzaron a un boom inmobiliario. Nunca antes se habían vendido y comprado las elegantes villas de la colina capitolina o las coquetas mansiones en la Bahía de Nápoles con la misma viveza ni los banqueros romanos habían firmado tantos préstamos. Pero, como todos los booms, este también acabó en desastre. En el año 88 antes de Cristo, Mitrídates VI invadió Asia Menor, ajustició a 80.000 ciudadanos romanos y se apropió de las extensas inversiones romanas en la región. El pánico se apoderó de Roma, los precios de las casas se colapsaron y la práctica totalidad de los banqueros de la ciudad eterna se hundieron. Incluso la rápida victoria de Lucio Cornelio Sila no pudo solventar la crisis financiera.

¿Cuál es el propósito de recordarles este evento? Que las crisis financieras y su relación con los mercados inmobiliarios han existido desde que nos hemos dedicado a comprar y vender casas y que probablemente sigan existiendo para siempre. Algunas veces vienen de conquistar a los Macedonios, otras de ingresar en el euro. Sería absurdo pretender que las mismas van a desaparecer o que la política económica nos puede aislar de las mismas. Pero lo que sí que podemos decidir es si queremos ser Canadá o seguir con nuestra historia.

¿Por qué Canadá? Porque Canadá no ha sufrido de una crisis bancaria desde 1839, a pesar de estar integrada en el sistema económico mundial, ser vecina de Estados Unidos (que sí sufre de estas crisis) y no haber tenido un banco central hasta 1935. Aunque no totalmente aislada de las consecuencias de las crisis financieras internacionales, la historia financiera de Canadá es corta y aburrida, como deben de ser las historias financieras. En España, en comparación, y solo durante mi vida, tenemos las crisis de finales de los 70, el colapso de Rumasa, la crisis de los 90 y la crisis objeto de esta comisión. Demasiadas para mi edad.

La próxima crisis financiera no vendrá de las cajas, aunque solo sea porque estas ya no existen. Pero sí que vendrá de lo que sea el eslabón más frágil de la cadena de intermediación financiera cuando esta cadena sea sometida a presión. Cuando metemos gas a demasiada presión en un sistema de tuberías, el gas termina encontrando una junta por la que escapar. En 2001-2008, la presión vino por nuestra entrada en el euro y la brutal caída de los tipos de interés reales. La junta por la que escapó la liquidez internacional fueron unas cajas politizadas y (en menor medida) unos bancos con pobres estructuras de gobernanza, y por ello, mal gestionados.

La labor del legislador debe ser crear las instituciones necesarias para identificar esa presión con suficiente antelación y comprobar que no tenemos ninguna junta demasiado débil. Las lecciones de siglos de crisis financieras de cómo acometer este objetivo son claras: reglas concretas y sencillas que impidan el arbitraje regulatorio, el imperio de la ley (algunas de las decisiones judiciales en España, como por ejemplo las referidas a las clausulas suelo son incomprensibles), reducción de la discrecionalidad pública, instituciones independientes de supervisión y con el nivel adecuado de capital humano y evitar las instituciones financieras públicas o cuasi-públicas que terminan, prácticamente siempre, siendo capturadas por los políticos. Cualquier medida en dirección contraria sería el triunfo de la ingenuidad sobre la experiencia.

Muchas gracias por su atención."

Hay 55 comentarios
  • Una vez más, queda plasmado que deberíamos empezar a hacer un poco más de caso a aquellos que saben sobre de lo que hablan. Una comparecencia ejemplar.

  • Enhorabuena.

    Una intervención valiente, bien fundamentada y muy didáctica. ¿Alguien de la Cámara tomará nota?

    Gracias por vuestra labor.

    Un saludo.

    • Gracias!

      Pero dudo que tenga mucho efecto. Me dicen que PP, PSOE e Izquierda Unida-Podemos estan muy enfadados con mi intervencion!!!!!!

      Me imagino que el motivo es que mi explicacion les destroza la estrategia comun de los tres grupos, que es echarle el muerto a los shocks internacionales y al Banco de España. Al final, no nos llevemos a engaño, los tres partidos estaban de acuerdo en lo fundamental: las cajas estaban para ser explotadas.

  • Pues he visto la intervención del Grupo Popular, PSOE y Podemos/IU/Mareas y tu contestación.

    1) Me maravilla el nivel de muchos de nuestros políticos. Con esta selección negativa no es fácil mejorar las cosas. ¿No se te cae un poco el alma a los pies cuando vienes a dar tu visión de los problemas y a proponer mejoras y te encuentras lo que te encuentras?

    2) Definitivamente voy a leer las memorias de De Guindos.

    3) Muy bien también en las respuestas.

    Saludos.

    • 1. Si, yo tambien me quede muy impresionado. La peor mente era, claramente, la de la diputada del PSOE, Margarita Pérez Herráiz. Unas preguntas que nunca se elevaban por el nivel del topicazo. Lo de los recortes, por ejemplo, ni venia a cuento ni demuestra la mas minima capacidad analitica o familiaridad con el presupuesto. Pero bueno, solo hay que ver su CV

      https://es.wikipedia.org/wiki/Margarita_P%C3%A9rez_Herraiz

      para ver que, una vez mas, el obrar sigue al ser.

      Tambien me sorprendio mucho lo malo que era el diputado del PP, que hizo una defensa incoherente de la labor del PP.

      Mas espabilados me parecieron Garzon y Sagastizabal.

      La pena es que dada la situación en Cataluña estemos forzados a ir de paseo con esta tropa y que esto se vaya a perder un poco. Era y es una oportunidad unica para poner el foco en toda la administracion autonomica y los enormes problemas de gobernanza que hubo ahi y que probablemente sigan existiendo (lo que en la intervencion he llamado el caciquismo postmoderno).

      2. Lo gracioso de las memorias de Guindos es que lo cuenta todo y Rajoy lo ha dejado en su puesto de ministro. En el Reino Unido o Estados Unidos lo habrian destituido al dia siguiente. Pero Rajoy apuesta a, que como nadie lee en España, para que lanzarse al escandalo.

      3. Gracias 🙂 Tenia que haber sido mas contundente con el tema de los bancos. El comportamiento de las carteras de creditos de los mismos a partir de 2005 es claramente diferente al de las cajas (excepto el Popular) pero no tenia a mano datos concretos.

  • Muchas gracias por compartir la ponencia con nosotros. Y más aún por hacerlo con el congreso. Esperemos que sirva para que en España se empiece a hacer política con la cabeza.

    Permíteme que aproveche mi comentario para preguntar por un tema diferente que quería preguntarte y no sabía cómo. Muchas veces escribes sobre el derecho con conocimiento muy profundo, tanto del sistema anglosajón como el alemán. Ahora que hay mucha discusión sobre el tema de Cataluña, me pregunto si conoces si ha estudiado como los diferentes sistemas de derecho ven el tema de la independencia, dependiendo de la diferente tradición legal que tengan (ej.: anglosajón vs. germánico). Me da la sensación que habría diferencias, aunque no conozco el tema. Entendería que no se publicará este comentario por desviar del tema, pero quería compartirlo contigo.

    Gracias de antemano. Es un placer leerte.

    • 1) En derecho de Estados Unidos, la respuesta es contundente: Texas v. White (1869)

      https://en.wikipedia.org/wiki/Texas_v._White

      deja, meridianamente claro que los estados de la union NO tienen derecho a la independencia y que cualquier acto legislativo de un estado al respecto es nulo de pleno derecho.

      Es mas, la guerra civil comenzo, por el deseo de Lincoln de defender la union, no acabar con la esclavitud. Fue solo mucho mas tarde en la contienda que acabar con la esclavitud se convirtio en un objetivo belico. Carolina del Sur fue destruida por las fuerzas federales por querer independizarse, no por querer mantener la esclavitud.

      2) En la Ley Fundamental de la Republica Federal Alemana no se admite ningun "derecho a decidir" de los estados miembros, que estan siempre supeditados a la ley federal. Aunque no recuerdo que este tema haya sido explicitamente considerado por el Tribunal Constitucional Aleman, con un 99.99% de probabilidad el mismo consideraria que una ley de referendum o de desconexion de un estado federal son nulas de pleno derecho.

      3) El caso del Reino Unido (en vista de Escocia) es peculiar: el parlamento es plenamente soberano y puede decidir lo que quiera, incluso conceder un referendum de independencia a Escocia o a Devonshire (esta supremacia del parlamento es la que causaba constantes fricciones con el derecho europeo). Pero si mañana Escocia decidiese tener un referendum unilateral, la respuesta del gobierno de Londres probablemente seria contundente.

      4) Quizas el caso mas interesante es el de Canada con su ley de claridad

      https://en.wikipedia.org/wiki/Clarity_Act

      creada para tratar con Quebec. La entrada en wiki esta muy bien, asi que no voy a resumirla aqui 🙂

      5) En Australia, si alguna vez el movimiento secesionista en Western Australia llegase a un nivel de magnitud semejante al de Quebec, me imagino que terminarian sacando una ley similar. En 1933

      https://en.wikipedia.org/wiki/Western_Australian_secession_referendum,_1933

      el parlamento britanico ignoro el referendum.

      • Esto puede abrir un hilo infinito (que despista de una entrada gloriosa) pero por aportar una visión "externa": escuchado esta mañana en la radio pública de USA (que no creo que sea un mal ejemplo de opinión internacional imparcial y progresista): "the catalonian government has positioned itself in a legally indefensible situation".

        Cuesta entender qué se puede ganar convirtiendo un debate "normativo" legítimo, que siempre se puede tener; en un debate "positivo" donde tu posición es intelectualmente indefendible. No, no existe el "derecho a decidir" ni en nuestro ordenamiento ni en la Declaración Universal de Derechos Humanos a la que como "fuente del derecho" hace referencia la propia Constitución. Emplear "derecho" así, vacia de contenido el término.

        Y no parece que los artículos 1.2 y 2 de nuestra Constitución admitan mucha interpretación. Ni siquiera el derecho comparado es consuelo pues los redactores de la Constitución lo conocian y conscientemente eligieron la redacción actual.

        No es Rajoy, ni de lejos, mi ídolo pero cuando responde:

        "... las demandas que usted ha venido planteando y que, como le he explicado todas las veces que ha querido dialogar conmigo, EXCENDEN CON MUCHO MIS COMPETENCIAS ..."

        uno no puede por menos que sentirse conmovido de que un político entienda (aunque sea cuando le conviene) que hay cuestiones que exceden su mandato y para las que, como en este caso, el "soberano" somos todos.

  • Magnífica comparecencia, muchísimas gracias por tu esfuerzo.

    Acabo de encargar el libro de Luis de Guindos. Lo comenzaré en cuanto termine el de Timothy Geithner sobre la crisis en EEUU.

    Es una lástima ver tan pocos asistentes. Creo que por lo menos uno o dos de nuestros políticos pueden aprender algo útil para gestionar mejor la siguiente crisis económica. Espero que muchos más ciudadanos vean la grabación.

    El comentario final sobre la desgravación fiscal sobre la vivienda me hizo sonreir a mi también: disfruté de ella una década y la echo de menos en España.

    • 😉 Si, mi casa es el perfecto ejemplo de lo que las distorsiones fiscales causan. Que yo, con mi nivel de renta, reciba una subvencion por mi hipoteca, es increiblemente injusto (pero, claro, mientras sea legal, tampoco no voy a pedirla; por ejemplo pierdo mucho por otras disposiciones fiscales que tambien me parecen injustas y sin embargo las pago religiosamente).

  • Hola Jesús.

    Recientemente abrí una cuenta con un banco extranjero que no tiene sucursal alguna, en pocos minutos y sin salir de casa, porque con la tarjeta de débito asociada tenía muchos menos costes en las transacciones en el extranjero durante mis vacaciones.

    Esto me hace plantear la siguiente pregunta:
    Crees que las entidades financieras españolas tendrán problemas de competitividad en un futuro no muy lejano debido a nuevos competidores globales con estructuras de costes mas eficientes?

    Muchas gracias.

    • No soy experto en estructura de costes de la banca española pero mi sospecha es que tiene mas que ver con su poder de mercado producto de la concentracion que con bajo nivel de eficiencia. Insisto: solo es una sospecha.

  • Es una agradable sorpresa que le hayan invitado a intervenir en el Congreso. Por algo se empieza. Quizá en el futuro se preste más atención al mundo académico en estos temas.

    Su intervención me ha parecido excelente y me ha servido para aprender algunas cosas (no es difícil dada mi poca experiencia en la materia). Sin embargo he echado en falta algun tirón de orejas a MAFO.

    Gracias por su entrada y por el acceso al video.

      • Bah!... A poca información que tuvieran no creo que los partidos que cita esperasen un tono muy diferente en su intervención, dado que no es la primera vez que se manifiesta sobre este asunto. Quizá algún matiz como no decir intervención sino solo intervencion bancaria, o detalles de este tipo. Es decir que su postura me parece puro teatro.

  • Espectácular Jesús, enhorabuena!. Mira que se ha escrito sobre este tema y creo que nunca había leido nada tan sensato y bien argumentado.

    Enhorabuena por tener las "narices" (por no pasarme de castizo) de contar esto delante de "esta banda".

    Gracias sobre todo por mantener la memoría que narrativas simplistas tienden a hacer que se pierda.

    Leyéndolo recordé y eché de menos capitulos particularmente deplorables:

    * La batalla política, con todo el descaro de luz y taquígrafos, entre Esperanza Aguirre y Gallardon por el control de Caja Madrid

    * Aunque tangencialmente relacionado, la salida de Comte de la CNMV por no plegarse a dictados políticos en la OPA de Gas Natural sobre Endesa.

    Gracias por ser la memoria clarividente de una época "gloriosa" en el sentido más irónico del término.

    El contenido y, sobre todo, el lugar del discurso, me recuerda la distancia entre "la opinión de los expertos" y lo que es razonable pedirle a políticos "racionales" cuyo objetivo sea ser reelegidos, que tan bien describe Bryan Caplan en "The Myth of the rational voter"

    • Gracias!

      Me dijeron que hablase por 30 minutos y hable por 29 minutos y 58 segundos por mi cronometro. Como un opositor entrenado 🙂 En el primer borrador habia alguna historia mas pero la quite para ceñirme al tiempo. Pero tienes toda la razon: muchas cosas de enjundia se han quedado en el tintero.

      Y si, solo habia que ver la cara de muchos diputados. La diputada del PSOE, por ejemplo, resoplaba humo por las orejas y luego protesto de mi! Una buena carcajada me tire cuando lo oi 😉

  • Óptimo y ajustado al tiempo disponible.
    Hay no obstante dos factores adicionales que no ha mencionado y que contribuirían a explicar ¿en un 50%? el desaforado aumento del precio por m2, por lo menos en ciudades dinámicas de interior como la Pamplona en la que vivo:
    1.- La sentencia del tribunal constitucional sobre la ley del suelo de Aznar: un refuerzo de las capacidades arbitristas de esas ilustradas élites que controlan nuestras taifas, como consecuencia del recurso interpuesto del Psoe y Ciu. Una dilatación de los plazos, y encarecimiento consiguiente cuando la mayor cohorte de la historia de España buscábanos casa.
    2.- Reducción, igualmente arbitraria de la edificabilidad de los nuevos desarrollos a la mitad o un tercio de la que permitió que nuestros padres obtuvieran vivienda (de 75/ha a 30)... duplicando consiguientemente el coste de urbanización. En Pamplona se alcanzaron 100.000 € en Nuevo Artica o Ripagaña. Pero qué movimientos de tierras...
    (basado en experiencia propia y comentarios con responsables de la Gerencia de Urbanismo)
    Y todo ello tras años en los que la demanda había permanecido artificialmente contenida por la combinación de crisis y aumento del periodo de escolarización de muchos de nosotros ¿10 años?, ¿esos mismos 10 años desarrollar suelo?
    ...Una sugerente línea de investigación.

  • Así que la ha parecido deficiente la intervención de Juan Juncal (el diputado del PP). Pues ya me extraña ya que, al menos en su condición de ex-alcalde de Ferrol tiene información de primera mano sobre el modo de actuar de algunas cajas y las relaciones con la política local.
    Como gallego no deja de sorprenderme lo bien librado que está saliendo de todo esto el responsable máximo de la otra caja, la que no dirigía el Sr. Fdez Gayoso que se está yendo "de rositas". Y eso que ninguno de los dos carecía de experiencia en el sector.
    Una pena que el monotema esté tapando (oportunamente?) gran parte de de las otras cosas interesantes que pasan estos días.

    • Gracias por el comentario! Sobre las cajas gallegas se menos, simplemente porque no me da la cabeza para tener todos los casos en la memoria a la vez y uno siempre sufre de sesgo a lo que le viene mas cerca, Caja Madrid.

  • Uff aunque hables de los estudiantes que ven el partido en lugar de atenderte, me parece una enorme falta de respeto el político que mira el móvil o el que está apostado en la palma de la mano y medio reclinado...

    • Demuestra lo que les importa la comision: nada. La estrategia del PP-PSOE-IU es que la comision pase sin pena ni gloria, cargarles todas las culpas a los mercados internacionales y al Banco de España y pasar pagina.

      Que mas ejemplo que el que Simancas, uno de los politicos que se lanzaron al asalto de Caja Madrid, este de vocal en la comision? Esto ya te dice todo de lo que piensa el PSOE de todo esto...

  • Muchas Gracias Jesús,
    Soy Juan estuve contigo en ELM este verano. Te dije que me leería los artículos de Nada Es Gratis y aquí estoy como otro forofo más. Muchas gracias por esta pieza tan interesante.
    Un saludo.

  • Muchas gracias Jesús por esta y las mil otras veces que has dado la cara con independencia y honestidad.

    Desgraciadamente no parece que nada mejore, y al contrario, vamos hacia abajo y sin frenos.

    Muy poca esperanza en general, y menos en particular dado que soy de Barcelona :(.

  • Muchas gracias, Jesús, por haber compartido con nosotros la comparecencia y el enlace. Como comentaban otros lectores, la sesión de preguntas y respuestas es bastante ilustrativa del poco (quizá nulo) conocimiento adquirido por las autoridades políticas sobre las lecciones de la crisis económica.

    Mencionaba Tano en una entrada suya el informe que el Banco de España ha publicado sobre la crisis. Sería interesante saber si has tenido la ocasión de verla y si compartes su análisis.

    Adicionalmente, y como comentaba la diputada Sagastizabal, la burocracia española no va a tener mucho margen de actuación en las reglas que rigen el sector bancario, como hemos visto con la unión bancaria a nivel europeo y las nueva serie de normativas de Basilea. ¿Ves posible que en el futuro sigamos pudiendo ver la acumulación de desequilibrios en el sector bancario y que se convierta en una agente desestabilizador de nuevo?

    • 1. No he leido el informe del BdE. Lo tengo hay encima de la mesa pero me da un poco de pereza, pues me temo que estara escrito en ese lenguaje burocratico tan pesado que nos gusta en España.

      2. Si, es verdad. Buena parte del futuro dependera de Bruselas y Frankfurt. Esa misma tarde hable sobre la Union Europea y su reforma en la Fundacion Rafael del Pino precisamente motivado por este argumento. En cuanto este el video en Youtube lo cuelgo.

  • Genial comparecencia, explicar con tan pocas palabras tan bien. Pero te supera la genial capacidad de las élites políticas para hacer resbalar este tema.

    Cómo anécdota. Le enseñé tu intervención a familiares españoles de mediana edad, su reacción; echarle la culpa a su rival político y pasar a hablar de Cataluña (hooliganismo político en su máxima expresión). También se la enseñé a familiares alemanes (obviamente traduciendo). Su reacción; incredulidad ante las intervenciones de los políticos... "Das must tja ein Scherz sein"

    • Afortunadamente, no, no bromeaba 🙁

      Fijate en la respuesta de la diputada del PSOE, que empieza con un "Y tu mas" diciendome que los economistas nos equivocamos tambien! El razonamiento no tiene perdida...

      En fin, al menos la existencia de Internet hace que estas cosas tengan mas difusion.

  • Buena exposición. Estoy de acuerdo al 90%.
    Lo que no me ha gustado, quizá sea por el poco tiempo que te han dejado, es la forma es la que has despachado la problemática de Basilea 2, 3 y 4: un 20% de recursos propios y a correr. Ahí creo que te has pasado de on fire.
    O, siendo malo, quizá ahí de lo que te has pasado es de monetarista rulethumbero, no sé, no sé.
    Por lo que te leo creo que no es tu asunto específico de estudio, pero es algo más complicado que eso. Justo ahí se intersectan teorías y prácticas, banca y no-banca, lo real y lo monetario, el pasado y el futuro, la matemática y la psicoeconomía, la regulación y la libertad, etc.
    Es un punto delicado, crucial y precioso del mundo económico moderno. Decir un 20% me parece un alegre brindis al Sol.
    El resto, como para guardar en "Favoritos".

  • Una intervención excelente. Muchas gracias. Es el mejor resumen que he leído y visto de la crisis en mucho tiempo (desde la enorme serie que escribió Tano Santos en este blog hace unos años).

    Y gracias también por tu breve resumen en los comentarios sobre la constitucionalidad de “el asunto”.

    Hacen falta más voces así.

    Ya has dicho en numerosas ocasiones que no serías un buen ministro de economía (y quién soy yo para llevarte la contraria). Pero quizas como parlamentario... 😉

  • Muy buena intervención, que probablemente no va a servir de nada. Gracias.

  • ¿Y el decreto Boyer?

    ¿Y la desregulación gusana?

    ¿Y el oligopolio de los 7 grandes bancos de los 80s?

    ¿Y la participación de la banca europea en nuestros bancos?

    ¿Y el regulador?

    ¿Y los visados de obra?

    ¿Y el urbanismo?

    ¿Y el margen promotor tipo?

    ¿Y las participadas de los bancos?

    ¿Y el SAN y BBVA?

    ¿Y a A de BBV?

    • La mitad de las preguntas de esta lista son 100% irrelevantes sobre el tema de la intervencion (que tendra que ver el oligopolio bancario del los 80 con la creacion exagerada de credito en 2000-2001?). La otra mitad tienen respuestas obvias (el articulo 9 del decreto Boyer que suprimio la prórroga forzosa en los contratos de arrendamientos urbanos fue derogado por la Ley 29/1994, 24 noviembre, de Arrendamientos Urbanos, mucho antes de empezar la burbuja).

      Los comentario en NeG estan para añadir a la discusion racional entre nuestros lectores, no para generar ruido.

  • Nadie después de leer su intervención le puede venir un nivel de fustracíon tan alto al ver como la elites extractivas del poder, los politicos, se cargaron unos elementos tan social como eran las cajas de ahorro, y necesarias donde el mercado, la banca privada, no veia negocio.
    Pero dentro del mercado, y de sus fallos o peculiaridades, especialmente la asimetria de la información y los contratos de agencias, donde gestiono por cuenta de terceros, los accionistas que me delegan su poder. Para protegerme me doto de una "autoridad independiente" que son los auditores que me confirman la veracidad de la información de los gestores, pero que creo como se ha mantenido muy al margen de las consecuencias de sus acciones en la crisis de sus empresas auditadas, muy bien cobradas pero con cero responsabilidades.
    Hasta donde debe llegar la responsabilidad de los auditores, con sueldos millonarios, pero cero responsabilidades frente a los verdaderos "paganos" de su trabajo y consecuencia, que somos los accionistas. Por que nadie los nombra, ni les responsabiliza, en una situación de justicia deberían haber asumida su cuota de responsabilidad. No hay otro sistema que mejore esa falta de asimetría en la información y en las responsabilidades, cobro el 100% de mis honorarios a pesar que la empresa quiebra en diez meses con mi opinión limpia (BV). No son responsables de nada de la crisis delas empresas que auditaban, privatizan sus honorarios y socializan su consecuencias.

  • Genial intervención. Gracias por compartir.
    Difundiré: servirá de poco, pero es un granito más...

  • Una pregunta sobre Canada:

    Si bien es cierto que la historia bancaria canadienses es corta y aburrida, no es menos cierto que existe una colusion explicita entre los cinco grandes (BMO, ScotiaBank, CIBC, RBC y TD), ayudada, como no puede ser menos, por un gobierno complaciente. Por que deberiamos pensar que tal situacion es buena? (Por que otros sectores no, pero el bancario oeprando como un monopolio es algo deseable?).

    A nivel personal, no tengo claro que la cosa no vaya a petar pronto: los precios en Toronto y otras urbes han subido a dobles digitos durantes varios anhos, y las historias esas de "el ladrillo nunca baja" las llevo oyendo desde que llegue hace cuatro anhos.

    • Es verdad que el sistema bancario canadiense es oligopolistico pero, dados los tremendos costes de las crisis financieras, quizas los costes del oligopolio sean menores que los de estas crisis. Es algo que, al menos, debemos considerar.

      De igual manera, aunque ahora haya una burbuja en Canada que termine mal (una probabilidad seria), estariamos hablando de una crisis bancaria cada 200 años, lo cual sigue sin estar mal del todo 🙂

      Mi vision, en todos caso, es que la clave es la capitalizacion del sistema. Si tenemos requerimientos de capital de 20% (por decir un numero, necesitariamos sentarnos y medir este requerimiento cuidadosamente), sin necesidad de ningun tipo de pesos (que son una apertura al arbitraje regulatorio), es poco problable que tengamos crisis bancarias.

      Ademas, requerir mas capital no es un coste agregado: los fondos que los bancos necesitan son iguales. Lo que estamos cambiando con los requisitos de capitalizacion es su division entre junior y senior "claims" al flujo de caja. Los juniors (los accionistas) quieren apalancarse lo mas posible dada la asimetria creada por un sistema de responsabilidad limitada (los accionistas tienen sus perdidas acotadas por abajo).

  • Buenas,

    Infinitas grácias por su comparecencia. La he disfrutado mucho y espero que no caigan en saco roto.

    Un saludo!

  • Da gusto escuchar a alguien tan preparado hablar en el Congreso, para variar... Felicidades por su intervención y ojalá alguien de los de allí aplique algo de lo que usted ha mencionado.

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