- Nada es Gratis - https://nadaesgratis.es -

Sobre el deterioro de la situación política

Finalizado ya este período electoral, y al margen de la marea de datos y análisis que nos inundarán en las próximas horas, cabe hacer unas reflexiones sobre el deterioro de la situación política que estamos viviendo.

Esta entrada también podría titularse “se veía venir”. Las movilizaciones y acampadas en gran parte de las plazas de nuestro país no son sino fruto de un deterioro generalizado en la valoración de la situación política y de las actuaciones del gobierno y del principal partido en la oposición.

En el Gráfico 1 se muestra la evolución de la valoración de la situación política, de la gestión del Gobierno y de la actuación política del primer partido en la oposición en cada momento. Los datos proceden del Barómetro del CIS. La serie disponible va desde enero del 1996 a abril del 2011. Nos quedamos aquí con el porcentaje de personas mayores de 18 años que valoran mal o muy mal la situación política y la actuación de los dos partidos con mayor peso en nuestro panorama político.

Estos datos muestran a las claras el deterioro de la valoración de nuestra situación política y de la labor de quienes nos dirigen y tienen el poder para proponer y desarrollar las reformas que nos permitan cambiar de rumbo.

El Gráfico 2 ilustra cómo han cambiado estas valoraciones por edades durante esta crisis. Se añade además, el porcentaje de personas que valoran negativamente la actuación de ambos, partidos.

Finalmente, tal como se muestra en el Gráfico 3, el empeoramiento en la valoración de ambos, gobierno y primer partido de la oposición también es general para todas las situaciones laborales, pero en especial para los activos y para los que se están preparando para serlo (los estudiantes), siendo el mayor aumento para los asalariados temporales del sector privado.

En definitiva, cabe esperar que estas evidencias del deterioro de la valoración de quienes nos gobiernan y de quienes muy probablemente nos seguirán gobernando en alternancia les hagan recapacitar. La crisis ha hecho mella en la desconfianza de los votantes, pero estos gráficos también muestran que el deterioro se inició con anterioridad.

Personalmente, también estoy hastiado de la actitud de unos y otros. Estoy cansado de la gestión un gobierno que se dedica a anunciar reformas con plazos interminables, que se quedan a medio camino o simplemente se revelan como equivocadas, en las que no cree y por eso explica tan mal,  y, en cualquier caso, cuyos efectos se acaban siempre sobrevalorando.  Igual de harto estoy de una oposición demasiado empeñada en el descrédito del contrario para contribuir al desarrollo de estas reformas.

Creo que los datos de esta entrada  muestran que ambas actitudes son igual de equivocadas, no reportan votos, sólo desazón y desconfianza, y ambas también son perjudiciales para salir de este estancamiento.  Igual de equivocado sería dar la espalda a este movimiento de indignación, por considerarlo inmaduro y alejado de un votante mediano cada vez más envejecido y menos proclive a reformar. Sólo es cuestión de tiempo para que éste también alcance su cuota crítica de indignación, sino la ha alcanzado ya.