Los retos de empleo del nuevo Gobierno (3): el cambio demográfico

De verdad que esta entrada estaba programada. Ya sé que es un momento especialmente delicado y no es mi intención deprimir más. En fin, …, pase lo que pase, este es uno de los gráficos que más dolores de cabeza me da:

 

En la entrada anterior, argumentaba que un buen programa electoral debe tener en cuenta las tendencias. Y ésta es una de ellas: el envejecimiento galopante de nuestra población en edad laboral. Son las últimas proyecciones de población del INE, corregidas por los efectos de la crisis y aún me parecen optimistas.

Me dirán que el fenómeno no es nuevo. Sin inmigración, ya hubiéramos pasado por un trance similar en la última década. Y sí, vinieron suficientes inmigrantes para compensar, aunque sea parcialmente la caída de la población en varios tramos de edad, en especial entre los 25 y 44 años.

Así, las previsiones que se realizaron a finales de los años 90 no se revelaron tan malas, y algunos dirán que seguro que se vuelve a repetir la historia, y que no tenemos que ser de nuevo tan alarmistas.

Las nuevas proyecciones del INE, en el Gráfico 1, ya recogen las previsiones de unos menores contingentes de inmigrantes debido a los efectos de esta crisis. Creo que, aun así, estas cifras puede parecer optimistas. En estos momentos, resulta muy complicado saber en qué dirección y de qué tipo serán estas migraciones. Cómo se puede observar en la última fila del Cuadro 1, unas estimaciones aún recientes, en un escenario sin inmigración, revelaban que la población de 25 a 34 años, por ejemplo, caería ni más ni menos que un 35% a lo largo de esta década 2020!!!

Es ésto preocupante desde varias perspectivas: afectará sin lugar a dudas un mercado inmobiliario ya tan maltrecho o provocará un mayor envejecimiento del votante mediano tanto en las elecciones  generales como sindicales.  Pero, volviendo al tema en el que se centra esta serie de entradas, afectará a la evolución de nuestra tasa de empleo y, por lo tanto, a nuestra capacidad para financiar nuestro estado de bienestar.   

Nuestra evolución demográfica debería actuar a favor y en contra de la tasa de empleo. Dados nuestros problemas crónicos de paro juvenil, menor población por debajo de los 25 años podría beneficiar la tasa de empleo agregada. Ahora bien, no sería nuestro principal dolor de cabeza, ya que no es, esta vez, este tramo de edad que sufrirá un mayor descenso, y desde luego, la evidencia reciente nos ha mostrado que nos es cayendo la población juvenil que se arreglan lo problemas de empleo de este colectivo. Más preocupante es que aumente tanto la población en el tramo de mayores de 50 años, donde la tasa de empleo es también menor. Bien es cierto que la mayor participación laboral de la mujer en edades laborales avanzadas, debido a una mayor educación, debería compensar este último problema. En definitiva, y globalmente, si fuese por pura evolución demográfica, nuestra tasa de empleo de 20 a 64 años no se alejaría mucho del 62% actual de aquí al 2020, es decir bien lejos del objetivo del 75% que deberíamos alcanzar para estas fechas.  

Pero si recuerdan unas de las conclusiones de la entrada anterior, para alcanzar este objetivo, deberíamos intentar compensar nuestro enormes déficits de empleo en los sectores intensivos en conocimientos y, sobre todo, en las ocupaciones técnicos y profesionales. Con una caída tan drástica de población en el tramo de edad de 25 a 34 años, y con nuestro fracaso en la lucha contra el abandono escolar en la última década, resultará prácticamente imposible, a no ser que se compense con la llegada de nuevos contingentes masivos de inmigrantes que puedan cubrir estas ocupaciones. Y ahí aparece un problema adicional. No estamos solos, algunos de nuestros vecinos del norte también tienen problemas demográficos serios.  No será nada sencillo competir por ejemplo con Alemania, que ya demanda y demandará aún más técnicos y profesionales para compensar unos cambios espectaculares en su pirámide demográfica, no sólo para  los más jóvenes y para los mayores, sino también en edades intermedias.

La segunda preocupación de este envejecimiento de la población debería situarse en la situación laboral de las personas en edad laboral avanzada. Deberá hacerse un esfuerzo especial en reducir el abandono prematuro del mercado de trabajo. Ya se ha dado probablemente un paso con la reciente reforma del sistema de pensiones. Pero un aspecto que nos debería preocupar es la relación entre la productividad y el envejecimiento. La teoría económica y la evidencia empírica siguen siendo ambiguas al respecto (véase por ejemplo este artículo de Van Ours y Stoeldraijer). En cualquier caso, una de las claves para evitar la depreciación de nuestra población de edad laboral más avanzada es la formación continua, en especial, la que se adquiere como empleado con la participación de las empresas. Y aquí, de nuevo, queda claro que tenemos unos déficit más que notables. Nuestras tasas de formación en las empresas son aún muy bajas, para todas la edades.  

La formación a nuestros empleados con la participación de las empresas será una de claves para salir adelante en un contexto como el actual, con unos déficits educativos tan considerables y un cambio técnico que requiere de más capital humano. Habrá que analizar por qué no funciona. Uno de los motivos (que no el único) es la excesiva temporalidad de nuestros empleos. Y aquí es donde surge de nuevo la necesidad de una reforma laboral adecuada que creo sólo puede ser la que venimos solicitando en este blog desde su inicio, y que no coincide precisamente con la propuesta por la CEOE.  La inversión en formación en nuestros empleados no puede depender de unos contratos con una duración determinada, aun permitiendo el encadenamiento de contratos, es decir, un encadenamiento de plazos sin fin. Para que ello sea posible, sólo puede haber un contrato único. No basta con una simplificación del menú de contratos. Tienen que desaparecer los contratos temporales, sin que por ello suponga un encarecimiento de las indemnizaciones durante los primeros años en la empresa.

Cómo se puede ver en el Gráfico 3, en todos los países los trabajadores temporales reciben menos formación en la empresa que los indefinidos. En definitiva, que nosotros tengamos tanta temporalidad es un factor muy determinante a la hora de explicar nuestras tasas de formación.

 Y, no, no se trata simplemente de un efecto composición, la intensidad de nuestra formación es bajísima  para todos los sectores y tamaños de empresa, para todas estas variables estamos en el furgón de cola. Con estos datos y el envejecimiento que nos espera, sino lo remediamos, no, no será nada fácil alcanzar el 75% en el año 2020.

Conclusiones

El escenario y las tendencias son bastante claras: los sectores hacia donde deberíamos crecer para generar empleo de calidad, los déficits formativos que tenemos para alcanzarlos y los problemas demográficos con los que nos vamos a encontrar. Las reformas del mercado de trabajo y del sistema educativo y de formación profesional, pueden parecer muy costosas en el corto plazo, más si no se explica claramente por qué se hacen y qué se espera de ellas en el largo plazo. Habrá que vencer las reticencias o propuestas inadecuadas de los lobbies sindicales y empresariales. Pero no queda más.

Hay 24 comentarios
  • Las proyecciones a corto plazo del INE (para ellos corto plazo es de 1 a 10 años) vienen siendo bastante inconsistentes, de un año para otro cambian radicalmente, el problema es que nos saben bien como tratar la inmigración, que por otra parte es el quid de la cuestión en la evolución de la población desde hace un tiempo. En las últimas han decidido que en ese corto plazo el saldo será claramente negativo, supongo que en parte debido a que sus estimaciones de población actual (ePOBa) mostraban un cambio radical de tendencia, habíamos pasado a perder población desde inicios de año, debido a salidas netas de inmigrantes, sin embargo, esas estimaciones eran poco fiables (cambios bruscos en la serie, desproporciones en el desglose provincial), de hecho después hicieron una corrección y la tendencia ya no es negativa (no creo que sepamos bien cuál es la tendencia real), y parece que las últimas proyecciones las hicieron antes de esta corrección. Aunque detrás también está las escasas perspectivas de crecimiento económico que toman.
    Hay que tener en cuenta que esa proyecciones a corto plazo el INE las empieza a hacer a petición del Ministerio de Economía, dado que este necesita "buenas" previsiones de población para sus previsiones económicas. Unos quieren tomar la población como exógena y los otros acaban tomando como tal el crecimiento económico. En fin. Mientras no consigan resolver la endogeneidad migración-crecimiento económico no tendremos buenas previsiones de población (y esto es difícil porque no hay buenos datos estadísticos de la evolución de la inmigración).
    Lo que quiero decir, es que el foco es el crecimiento. Si se consigue mantener un crecimiento económico aceptable (y la productividad no sufre cambios bruscos) las perdidas de población activa interior serán suplidas por inmigrantes (nuestro vecinos africanos van a seguir siendo durante bastante tiempo fuente de mano de obra y probablemente también algunos sudamericanos), en otro caso no se mantendría el crecimiento. El envejecimiento deberá estancarse en algún momento, no es probable que sin alguna revolución médica la gente pase a morirse en masa más allá de los 90 años. Llegará un momento en que la estructura de mortalidad se fijará (esta época ha sido de cambio). Y el objetivo será alcanzar un crecimiento económico que mantenga los ratios de dependencia en la situación que pensemos sostenible. No hay que pensar tanto en los problemas de población sino más bien en los de crecimiento, aquellos se resolverán solucionando éste.

  • Buenos días.

    He leído con interés las tres entradas del profesor Felgueroso sobre el empleo y necesito leerlas despacio otra vez para ver si en algún sitio es posible encontrar qué trabajos están dentro de la categoría de “conocimiento intensivo” porque, salvo que incluyamos muchas profesiones dedicadas a las relaciones públicas, la cocina y las artes escénicas, no consigo ver dónde pueden estar los "yacimientos" de los que proceda el crecimiento en estos empleos.
    Por otra parte con esta demografía vamos a necesitar reciclajes simplemente para mantener el empleo de muchos educadores (conocimiento intensivo por excelencia) que van a sobrar o ya sobran.
    También va a ser necesario comenzar a gestionar vía incentivos (y desincentivos) tanto la natalidad como los flujos migratorios y hacerlo más en interés de los “nativos” y menos de las métricas de los gobiernos.

    Por la noche trataré de comentar estos temas más a fondo pero ahora me gustaría dejar una anécdota reciente.
    El pasado mes de julio fui testigo de una discusión con uno de los grandes historiadores del régimen que en una conferencia presentó la demografía y esta crisis económica como meteoros que acontecen independientemente de los gobiernos y muy en contra de su voluntad.

    Uno de los asistentes, un joven estudiante de doctorado con tres idiomas, le hizo dos preguntas.
    La primera:
    ¿Por qué puede gobernar un señor sin formación ni experiencia y a mí me exigen un master, las notas y dos idiomas extranjeros para empezar a hablar?
    La segunda:
    Si esas cosas que nos ha explicado y que son las que más nos importan, suceden a pesar de los gobiernos ¿Para qué los necesitamos?

    Se cortaba el silencio porque lo dijo en un tono tranquilo. La respuesta fue desabrida e incoherente. El ilustre historiador quedó definitivamente ubicado para un buen número de los presentes.
    Por ello es siempre recomendable hacer un "screening" de las preguntas del público.
    Hasta la noche

  • En cuanto a la evolución demográfica creo que se pueden comentar varios factores, alguno se intuye en el post, otros no:

    1.- La bajísima natalidad, entre otros factores, es un subproducto lógico de un alza de precios de la vivienda que ha obligado a hacer un esfuerzo adicional a las familias. Es muy caro tener dos hijos (tres es sólo accesible para unos pocos), darles una educación “seria” y pagar lo que se ha pagado (y se sigue pagando) por la vivienda. Durante los “años felices” si, se aumentó la capacidad económica, pero una cantidad significativa ha ido a parar a una hipoteca muy alta. Ante esta falta de natalidad no ha habido una política al respecto, y se ha optado como siempre por el cortoplacismo: la inmigración. En España los salarios medios rondan los 24.000 para los varones y los 17.000 para las mujeres. Haciendo cuentas se puede suponer unos 2.500 mensuales entre los dos (quizás menos). Ahora prueben a echar cuentas: hipoteca, coche, seguros, comida, energía, gastos fijos (agua, luz, comunidad…), impuestos, tasas, provisión para gastos imprevistos… ¿Sigo? Creo que a todas luces, como siempre, se tiene lo que se siembra.

    2.- El sistema de educación que nos hemos dado es a todas luces un fracaso. Por supuesto que hay desempleo juvenil, y seguirá aumentando, directamente proporcional al fracaso escolar y a la lamentable escala de valores que lleva implícito el propio sistema. Además no hay que olvidar algo que el post no menciona, y es el altísimo consumo de estupefacientes entre esos mismos jóvenes, uno de los mas altos del mundo. No voy a ahondar mucho en ese aspecto porque supongo que en este blog se ha tratado largo y tendido. Basta con resaltarlo aquí.

    3.- La formación continua en nuestra sociedad es impensable: es un gasto considerado superfluo por la clase empresarial de nuestro país. Y lo es por varias razones: La primera es que se cree que es un gasto difícilmente amortizable, que hace descender la productividad y además es de dudosa reputación. La segunda es que en España (en general) no se da una industria que lo reclame, los puestos de trabajo a menudo no la requieren, y se opta por la presión al trabajador para que él mismo se dote de los instrumentos adecuados para solventar el problema. Detrás de todas estas razones esta, obviamente, el cortoplacismo intrínseco a nuestra sociedad, y el hecho de que no hay una conciencia social de sacrificio, de pertenencia, de autocontrol (Cuesta, duele, pero sé que no debo ir mas allá porque todo el sistema se resiente, porque para que yo pueda otros deben no poder)

    4.- Un sistema de promociones aberrante, tanto en el sector público como en muchos casos en el privado: Sin una esperanza de promoción no hay motivación, y sin ella no hay aumento de productividad salvo que se recurra a la amenaza de la temporalidad… ésta crea desarraigo y falta de implicación, que a su vez desencadena una baja productividad. Es una pescadilla que se muerde la cola.

    5.- Un sistema sindical politizado, corrupto, inoperante y desprestigiado. Que no vela por los intereses de los trabajadores, ni por la productividad de las empresas. También se ha tratado aquí en alguna ocasión, auque sea de soslayo.

    Concluyendo, el futuro es incierto. Lo es porque como dice el post, cuantitativamente la evolución demográfica apunta mal, pero cualitativamente es descorazonador: Poca formación tanto de los que se incorporan como de los que están, que produce una baja productividad (Los pocos que se formen, saldrán de nuestro sistema buscando reconocimiento a su esfuerzo y mejores condiciones en el extranjero, ya sea UE o no). Y un sistema empresarial a su vez poco interesado en cosas que no sean los beneficios a corto plazo (la sociedad misma tiene ese mismo problema, junto con su clase política).

    Saludos…

  • Tenemos un problema demográfico que pone en grave riesgo a medio plazo el mantenimiento del estado del bienestar. La inmigración cualificada podría ayudar ya que, aunque Alemania ofrezca mejores condiciones, España seguirá siendo más atractiva que China o India en los próximos años. Sin embargo, creo que el problema no es de oferta sino de demanda.

    Resulta curioso observar como los jóvenes bien formados, un factor productivo que como señalas será cada vez más escaso en España obtiene una remuneración tan baja. La única respuesta que se me ocurre es que se está produciendo una distribución de riqueza desde los jóvenes hacia las personas de más edad debido a las restricciones en el mercado laboral.
    Si los puestos de trabajo están ocupados por trabajadores mayores peor formados y, en general, menos productivos entonces los trabajadores jóvenes deben compensar esa falta de eficiencia del sistema con unos menores sueldos (o desempleo) ya que a los empleadores no les es posible sustituirlos.
    Resultado previsible: se va a producir la paradoja de que en los próximos años van a hacer cada vez más falta y paralelamente van a emigrar. (En el caso de las universidades que es lo que conozco más de cerca este problema es palmario).
    ... y esto no se arregla con un contrato único con indemnizaciones crecientes con el tiempo.
    Por otra parte, la inclusión de cambios legislativos en este ámbito es utópica. Los jóvenes se van a convertir en un grupo político minoritario sin capacidad de presión.

  • En estás ocasiones me suele rondar la pregunta: ¿dónde se ha visto que un albañil o un camarero puedan ganar tanto o incluso mucho más que un licenciado o ingeniero?
    En España.
    ¿Así se motiva la excelencia, el estudio, el I+D, y los empleos en servicios avanzados, técnicos y demás?
    Disponemos de los jóvenes mejor formados jamás en España, y quizás los más frustrados también. La generación Erasmus está haciendo las maletas. Venga a reactivar el Ladrillo... y a cruzar los dedos para que el resto del Mediterráneo siga inquieto repeliendo turistas.

  • La demografía se hunde por factores que tienen padre y madre entre políticas e intereses parlamentarios y partidarios muy concretos. No sé como decirlo sin que la profesora de la Rica se acalore pero la política de Género, ese instrumento taimado de generación de voto femenino a base de excitar frustraciones freudianas y de acentuar, (en ocasiones con justicia y desamor, todo sea dicho), la animosidad entre sexos destinados a cooperar es uno de los principales motores ocultos que está detrás de lo que es "la madre", el humus social, de este desastre milenario que nos acaece sin freno.

    Es imposible que una sociedad víctima de tasas de divorcio que hoy ya exceden el 70% de la juventud, o de un consumo de drogas que como en el caso de la coca supera en el doble a la media europea (a los doce años también) tenga los valores, la confianza y la fuerza para nada que valga la pena un esfuerzo. Alogún economista debiera de hablarnos de estas cosas.

    Esto de la prosperidad económica es como el aleteo de la mariposa, que donde menos te lo esperas produce un milagro o te hunde en el lodo de la desesperanza. Gloria de algunos, miseria privada a raudales.

  • En un país de 47 millones de habitantes (80% mayores de 16 años) con sólo 17,5 millones cotizando, incluyendo del orden de 3 millones de funcionarios, la demografía podría ser un problema importante, pero no urgente.

    Admitiendo como cierta la hipótesis según la cual las generaciones de jóvenes actuales están altamente cualificadas, ¿por qué prefieren trabajar por cuenta ajena en vez de promover su propia iniciativa empresarial? ¿Por qué en nuestro país, a diferencia de lo que ocurre en los EEUU, se cambia el talento por un sueldo? ¿Es posible promover una iniciativa empresarial exitosa en España simplemente con talento, esfuerzo y profesionalidad?

    Si no admitiéramos como cierta la hipótesis, nuestra situación económica sería mas comprensible, pero tendríamos que preguntarnos, ¿Por qué no se genera talento en nuestro país? ¿Por qué hay muchos titulados, pero pocos profesionales? ¿Existe realmente relación entre el 0,10 % de la base de cotización que se descuenta mensualmente en cada nómina en España y el valor que cada titular de la nómina añade?

    En mi opinión, nuestro problema es económico, pero sus causas principales no son económicas, ni demográficas, sino sociológicas. A ver quién arregla esto.

  • "La inversión en formación en nuestros empleados no puede depender de unos contratos con una duración determinada, aun permitiendo el encadenamiento de contratos, es decir, un encadenamiento de plazos sin fin. Para que ello sea posible, sólo puede haber un contrato único. No basta con una simplificación del menú de contratos. Tienen que desaparecer los contratos temporales, sin que por ello suponga un encarecimiento de las indemnizaciones durante los primeros años en la empresa."

    Florentino, a tus razones, que son poderosas, añadiría otra: la supresión de los temporales se antoja la única medida compensatoria que permita vender a la sociedad la reducción de las indemnizaciones que supone el contrato único.
    Relacionado con esto, resulta deshonesto ver cómo los portavoces de la patronal se han apropiado del adjetivo "único" y lo han redefinido a su medida.

  • Dos cosas solamente. La primera es una pregunta, ¿cuando hablamos de demografía, lo hacemos de un bien común? me refiero a que, como en la tragedia de los comunes, lo que es bueno para un país, es malo para la Humanidad en conjunto, y eso puede llevar al desastre de todos. No está de más advertir que ya hemos llegado oficialmente a los 7.000 millones de seres humanos.
    La segunda es una observación sobre la relacción tan querida en estos tiempos, entre formación acadèmica y política. Si para ser excelente en política contasen los masteres y los idiomas, todo sería más fácil, con barreras de entrada como en la Medicina o la Ingeniería, todo solucionado. Sin embargo, hay una respuesta muy clara a la anécdota de Manu Oquendo, experiencia. Si se consigue partiendo de cuatro idiomas y tres masteres, miel sobre hojuelas, pero son cosas independientes (la formación y la experiencia política), a la historia hay que remitirse. Parece que no se puede ser/hacer nada sin títulos académicos (añado que tambien sin juventud), y la evidencia empírica parece demostrar lo contrario.
    Saludos.

    • David, tu observacion (perdon por los acentos) de que los ninos generan externalidades es completamente cierta, llevando a un problema tanto por arriba (demasiados) como por abajo (demasiado pocos). No hay ningun precio que ligue las decisiones individuales sobre cuantos ninos tener con el numero optimo para que una sociedad sea viable. Es decir, si todo el mundo decide tener pocos, como en Espana (o demasiados, como en Africa), y la sociedad no es viable, no hay nada que permita o haga que se vuelva a un equilibrio. Si lo piensas, es quizas el "precio" mas importante de la economia, pero no existe. Y esto es lo que preocupa de las sociedades occidentales que eligen estos numeros tan bajos y no parecen tener mecanismos que les hagan darse cuenta del peligro y corregirlo.

  • Nadie:

    "En cuanto a la evolución demográfica creo que se pueden comentar varios factores, alguno se intuye en el post, otros no:

    5.- Un sistema sindical politizado, corrupto, inoperante y desprestigiado. Que no vela por los intereses de los trabajadores, ni por la productividad de las empresas. También se ha tratado aquí en alguna ocasión, auque sea de soslayo."

    ¡No acabo de ver la relación entre la evolución demográfica y nuestro sistema sindical! Claro que cuando uno tiene ganas de desahogarse y de soltar una diatriba contra alguien es irrelevante el asunto que es objeto de debate o análisis.

    Seguramente nuestros sindicatos necesitan una reforma profunda; seguramente no han cambiado al mismo ritmo que nuestra sociedad y necesitan adaptarse a la realidad actual (no más que nuestras organizaciones empresariales, empresas, medios de comunicación, partidos políticos, intelectuales...) y se puede opinar que son inoperantes y están desprestigiados, aunque la opinión sólo consista en decir eso, en poner un adjetivo: según parece, adjetivar sí es gratis. Ahora bien, ¿corrupto? Conozco a muchos sindicalistas y te puedo asegurar que es una acusación, además de gratuita, injusta.

  • manu: no sé si es exactamente lo mismo, pero si queremos apostar por la formación continua, o si esta tiene más presencia que hasta ahora, no creo que sobren tantos profesores

  • Pero eliminar los contratos temporales y dejar un fijo.. ¿no va a dar lugar a contratos indefinidos "de siempre" y contratos indefinidos "guiño-guiño"?.

    Manolo, el cajero sin estudios que antes trabajaba de albañil, recibirá un contrato donde pondrá indefinido, pero él y el empresario sabrán que a los 6 meses se le pagará la indemnización y se le echará a la calle. Total, volver a poner el contador a cero siempre es mejor opción.

    De hecho, probablemente el salario total del contrato único más la indemnización igualará el del contrato temporal, de forma que la indemnización por despido será como los tickets de comida, parte de la remuneración ya conocida de antemano.

    "Gracias por todo, Manolo" le dirán el último día. "Gracias a vosotros por el contrato indefinido G-G". "No hay por qué darlas".

    No sé, pero no veo por qué Manolo se va a matricular en la UNED para llegar a encargado de tienda con este contrato. Pero quizás no estoy cayendo en algo...

    Un saludo y ánimo con el blog.

    • AF,
      ¿Por qué vamos a echar a un cajero a los 6 meses? A no ser que hayamos firmado un contrato temporal que tiene una indemnización más barata pero sólo dura seis meses. ¿Va cerrar la tienda a los 6 meses? Si Manolo es buen cajero y ha superado el período de prueba, ¿por qué no le vamos hacer indefinido? Si Manolo no tiene la espada de Damoclés de los seis meses y con ello ve posibilidades de promoción, probablemente se anime a hacer el curso en la UNED, y puede que hasta la empresa contribuya o le facilite las cosas.

      Seguro que os habeis fijado en que en algunos hiper o supermercados o bares o restaurantes, vemos al mismo cajero/a o camarero/a de siempre y en otros no, cambian cada poco, y esto como clientes lo notamos, la calidad del servicio/el valor añadido que aporta el trabajador/su productividad es bien distinta.

      Las actividades estacionales seguirán probablemente como tales, y el contrato único es compatible. Lo que creemos que resolverá son aquellos casos en los que se da de baja a un trabajador porque hacerle de repente indefinido aumenta mucho los costes, y sobre todo porque hay un plazo para dar este paso. Que aún así, las empresas con actividades no estacionales siguen abusando de la rotación, porque forma parte de su estrategia de recursos humanos y como tal hace recaer los costes de dicha política entre todos nosotros que acabamos financiando el exceso en prestaciones por desempleo, para esto está el bonus-malus, que también consideramos en nuestra propuesta.

      En definitiva, si la regulación contractual incentiva la excesiva rotación, habrá que cambiarla. Y si aún así seguimos en las mismas, habrá que establecer los incentivos/desincentivos adecuados para que deje de ser así.

      No decimos que el contrato único vaya ser por si solo la panacea y vaya resolver todas las disfunciones de nuestro mercado de trabajo. Son muchas las reformas laborales (considerando la negociación colectiva, las prestaciones y las políticas activas como tales). Pero el tema del contrato único, que quereis que os diga, es cómo una bandera, si no se levanta, dificilmente se reformarán los demás aspectos, no sólo por falta de voluntad clara de hacer una reforma laborales por fin diferente a todas las anteriores -que no han para bien poco-, sino también porque interacciona con las demás, las demás reformas serán mucho menos eficaces sin no se accede a esta.

  • Pregunta inocente:
    ¿Cómo es posible que tras un verano donde el turismo se ha comportado bastante bien-un crecimiento del 8%, cito de memoria- aumente el paro en el sector servicios?
    ¿Habéis tenido en cuenta el empleo “negro” y otro tipo de fraudes?
    Saludos.

    PS: Lo siento, ya se que esto no tiene nada que ver con el contrato único-que es lo que mas excita a los “blogers” -ni con la demografía-el objeto del “post

    • KEyNES:
      Los datos del paro de la EPA fueron los del tercer trimestre, una media de tres meses bastante locos: julio, turismo, agosto cierre por vacaciones, septiembre, rentrée. El balance ha salido negativo por la media de los tres meses. Sobre el mes de agosto, escribí esta entrada en su momento:

      https://nadaesgratis.es/?p=13698

      Sobre el empleo "negro", ...

  • Yo no veo clara la respuesta a AF: si la empresa puede rescindir el contrato a los 6 meses, pagando una indemnización reducida, pueden seguir habiendo abusos en forma de encadenamientos de contratos únicos que son en la práctica de duración limitada.
    Sobre los efectos del rendimiento del trabajador que tú comentas (calidad del servico, atención,...) , supongo que ya existían en la actualidad, y los empresarios los asumían
    por otra parte, si Manolo es un buen cajero, y ya lleva encadenados dos años de contratos temporales, por qué hasta ahora no se le hacía fijo ?
    Personalmente, me custa creer que si aparecen estas disfuncionalidades, alguien se plantee hacer nuevos cambios en la legislación laboral
    Sigo pensando que un elemento imprescindible es reforzar la inspección laboral

    • Albert,

      Si los empleos no conllevan ninguna ganancia para la empresa con el paso del tiempo, si no se produce un capital humano específico, puedes tener razón. Las indemnizaciones tendrían un efecto similar a los complementos por antiguedad. En caso contrario, seguro que se puede fijar indemnizaciones que no superen los aumentos de productividad esperados.

      Por otra parte, con 13 millones de contratos temporales en 2010, 16 millones en período de bonanza, ¿cuantos nuevos inspectores deberíamos contratar? ¿Para inspeccionar qué? ¿Si se respecta la causalidad de la contratación temporal? ¿Todo este gasto adicional para corregir un regulación deficiente?

  • Nos preocupamos por la demografía y el problema que representa el envejecimiento de la población, y lo poco preparados que están nuestros jóvenes para crear una suficiente y futura plusvalía.
    Con respecto a la demografía no deberíamos preocuparnos, ya que está demostrado que a más necesidad de mano de obra, más inmigrantes llegan. Con respecto a la competitividad y a su calidad tampoco, ya que el mundo es grande y pronto habrá tantos chinos, hindúes y paquistaníes con licenciaturas de origen y sin trabajo, que de eso no faltará.
    En realidad el problema es que nos comemos el país y sus recursos, tanto humanos como ambientales, porque no sabemos trabajar y ahorrar, y nuestra clase política y financiera, que está a la altura del lugareño, ha hecho lo posible para ayudarle en eso.

    Mi hijo es biólogo de la UB, una buena universidad. Tiene dos másteres, uno en reproducción asistida y otro en biología molecular, los dos con becas. Es submarinista, espeleólogo, alpinista y no sé cuántas cosas más y, como casi todos sus compañeros, excepto los más mediocres que trabajan de cualquier cosa, ha emigrado. Trabaja en medio del Atlántico al servicio de una fundación americana, otros han conseguido trabajo en Filadelfia, en Los Ángeles... El próximo año vuelve a Nueva Zelanda. Hace poco le dije que se olvidara de España.
    Mi hija, doctora en medicina, trabaja en Escocia. Le pagan bien y nadie le amenaza con traslados, con trabajar más horas por menos dinero o, simplemente, con ser despedida por falta de presupuesto. También le he dicho que no vuelva.
    En casa tengo como huésped a una amiga de mi hijo, canaria, un cerebrito de la biología. Está haciendo un doctorado a cuenta del Estado. El día que lo termine quedará sin trabajo, ya que la empresa en la que trabaja ha sido avisada del recorte presupuestario en investigación. Creo que emigrará a Sudáfrica, allí, por lo visto, tienen dinero y sensibilidad investigadora.
    Lo más curioso es que sus carreras han sido financiadas con nuestro dinero y, sin embargo, serán otros quienes salen beneficiados.

  • De dolores de cabeza habla usted Don Florentino y bien que los justifica, hasta ahí nada que objetar, por la parte económica y en su reivindicación constante de más eficacia, espero y deseo que no se les acaben a ustedes las ganas de explicar sus argumentos una y otra vez, a ver sí hay suerte y les van haciendo caso, pero uno detecta una pertinaz sequía por la parte de la demanda que debería ser consecuencia de la madurez, esa que antes comenzaba a los 25 años y hoy se retrasa año tras año, y ya vamos por los treinta y sin más miras que no sean las de partir hacia una Alemania cuyo futuro parece que brilla como un nuevo Eldorado y ésto nos deja un nivel de esperanza de vida cómo en la España de la marrana, a base de pícaros supervivientes, hoy me llegan dos recibos de Gas Natural uno real del día 30 de septiembre ponga usted que de 30 y otro estimado de 60, el doble de consumo pero del 14 de octubre, así financiamos empresas ejemplares, pagando excesos por adelanto legal. ¿Y quién se fía de nadie en ésta nación?.

  • Florentino: perdona, pero los abusos en la temporalidad, en última instancia, son responsabilidad del contratador, es decir, del empresario (no generalizo, que conste). han habido empresarios que con esta misma legislación sí han creado empleo fijo. yo no creo que se pueda aceptar "con toda naturalidad", como un efecto de un incentivo, que un empresario hace contratos temporales por sistema porque le sale más rentable que uno fijo.
    Lo que no es presentable es que las autoridades piensen que no hay que vigilar un abuso tan flagrante como este

  • Soy de los que piensa que el mercado se ajustará automáticamente, ya que si España pasa a tener una pirámide poblacional dominada por personas mayores de 65 años, estos demandarán ciertos servicios que deberán de ser cubiertos por mano de obra que será cubierta por flujos migratorios futuros de países más pobres. Esta nueva mano de obra aportará nuevos ingresos al estado y a su vez demandará nuevos servicios, por lo que pienso que el problema quizás no sea tan grave.

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