Efectos del salario mínimo: una golondrina no hace verano

 de Florentino Felgueroso y Marcel Jansen

La publicación de los datos de paro y afiliación de este mes de enero han generado un gran revuelo en los medios y redes sociales. Se produjo un aluvión de artículos y tuits que trataron de usarlos para aportar indicios sobre los efectos del aumento del salario mínimo (recuerden: de más de un 22% a partir del 1 de enero de 2019).

Algunos se fijaron en el récord histórico de bajas en la afiliación a la Seguridad Social el día 1 de enero, otros apuntaron a su caída neta durante el mes de enero y también hubo quien negó lo mayor comparando la caída en afiliación de jóvenes y adultos con los que se registraron en el mismo mes de años anteriores. En la mayoría de los casos se trata de meros saltos al vacío, pues se requiere como mínimo de un período más largo para poder apreciar los efectos de la subida del SMI, así como tener en cuenta otros factores como puede ser la ralentización de la economía.

Pero no es el único aspecto que nos preocupa en el debate que se desató en los últimos días. También observamos claros sesgos en las apreciaciones. En concreto, los que criticaron la medida nos presentan “evidencias” casi instantáneas de los efectos perjudiciales sobre el empleo, mientras que, al contrario, los que la alabaron o defendieron no han observado ningún efecto negativo, prueba por lo tanto, de que estamos a salvo de los males predichos por la otra parte. Esta polarización es resultado de trivializar de forma interesada un tema para el que la teoría económica es suficientemente rica en argumentos y en técnicas de evaluación suficientemente avanzadas para aportar evidencia empírica consistente con estos argumentos. Dicha polarización es corriente para multitud de temas en política económica, y el salario mínimo es un caso paradigmático. Desafortunadamente, cuando el debate es dominado por este tipo de polarización, otorga argumentos a quienes la consideran como una prueba más de que la economía no es un ciencia y que la teoría económica no sirve para nada.

¿Entonces cómo deberíamos proceder para evaluar el impacto de la subida del SMI? De entrada, hemos de reconocer la importancia y la riqueza de la teoría económica que tiene que ser el punto de partida de cualquier evaluación. En efecto, la teoría económica ofrece mucho más resultados que el sencillo modelo de oferta y demanda, en el que el salario mínimo siempre produce efectos negativos. Aquella época en la que los trabajos empíricos trataban en exclusiva de medir dichos efectos, y eran rechazados por deficientes aquellos estudios que no obtenían una elasticidad negativa, caducó hace tiempo. La teoría económica proporciona argumentos suficientes para explicar resultados contrarios, es decir, efectos sobre el empleo nulos o incluso positivos.

Para empezar hemos de comprobar si el salario mínimo es vinculante y para quién, esto es detectar aquellas situaciones en las que el salario mínimo es superior al de mercado y para que colectivos. A continuación, se debería analizar si se producen diferencias compensatorias, esto es, si las empresas compensan los aumentos salariales rebajando o empeorando otras condiciones laborales igualmente costosas, reduciendo sus gastos en formación o seguridad laboral, o si se produce una ajuste en horas trabajadas, más aún cuando se pueden producir irregularidades en el cobro de las horas extraordinarias. La teoría económica también puede explicar que las empresas compensen estos aumentos de costes usando otras formas de empleo que le puedan resultar más baratas, como la de trabajador autónomo o independiente. También ofrece la posibilidad de que una subida del SMI pueda tener efectos positivos en determinadas situaciones de explotación monopsonista o información asimétrica. Además, se pueden producir "efectos contagio" sobre los salarios de los trabajadores no afectados directamente, que repercutan en aumentos de precios y en posibles efectos sobre el empleo agregado. Finalmente, los efectos de un aumento no anticipado en el SMI se suelen dejar sentir durante tiempo y el estudio de estos efectos dinámicos tiene que considerar muchos otros factores como las expectativas económicas, los costes de entrada y salida y la elasticidad de sustitución entre capital y trabajo o entre tipos de trabajadores. Es decir, el análisis del impacto del SMI es suficientemente complejo y la teórica económica suficientemente rica para poder abordar dicha complejidad.

Correspondientemente, la evidencia empírica también es diversa sobre todo tipo de efectos y en diferentes contextos, sin que por ello signifique que sea ambigua. Por tanto, a estas alturas, trivializar el debate con la aportación de análisis parciales y dirigidos en exclusiva a tratar de demostrar aprioris ideológicos de los aumentos del salario mínimo no es hacer economía rigurosa sino economía dirigida, esto es hacer "pseudociencia".

Ocultar parte de los datos, o fijarse sólo en los que convienen, o argumentar acerca de la bondad o perjuicio de aumentos del salario mínimo sin tener en cuenta sus múltiples efectos, sin un análisis previo del contexto y del grado de cobertura y su diversidad por colectivos, es hacer “pseudociencia”. También merece el mismo cualificativo cuando alguien dedica años a analizar un tema que ha probado mostrar resultados tan diversos, y sin embargo, siempre obtenga el mismo resultado (negativo). De hecho, una parte de la evidencia empírica sobre salario mínimo son meta-análisis que tratan de corregir este sesgo en los cientos de estudios sobre salario mínimo.

Tampoco nos parecen adecuados aquellos análisis que adelantaron cifras sobre destrucción de empleo en base a evidencias de elasticidades pasadas. Creemos que la evidencia obtenida de experiencias pasadas sólo nos indica que hemos de ser cautos con las conclusiones, porque los contextos son difícilmente reproducibles. Por ejemplo, usar las elasticidades de la demanda de empleo, usualmente agregadas, ante el salario mínimo obtenidas en otros períodos, como durante el gobierno de Zapatero, no es correcto, dado que era aquel un momento con mayores aumentos salariales en toda la distribución salarial, es decir, no se produjo un aumento tan sustancial de la cobertura ni de la salario mínimo relativo. Y el mismo tipo de argumentos sugiere que tenemos que tener cautela para usar el aumento del año 2017, y trasladarlo al 2019. Sería deseable, además que los análisis sobre los efectos del salario mínimo en el mercado de trabajo tuvieran en cuenta que su elevación se produce en un contexto de una importante presencia de precariedad laboral, donde una parte considerable y creciente de los perceptores del salario mínimo están subempleados y con contratos de muy corta duración, y en un contexto en el que las nuevas tecnologías facilitan el ajuste del tiempo de trabajo a las necesidades de las empresas y el uso de nuevas formas de empleo, para hacer frente a aumentos del salario mínimo.

Con los datos actuales, pensamos que ex-ante, lo único que se puede hacer es un análisis en profundidad de las tasas de cobertura potenciales, es decir, el porcentaje de personas actualmente empleadas que se verían afectadas o beneficiadas por el SMI, por características de trabajadores, empresas, relaciones laborales, actividades y territorios, y ex-post, hacer evaluaciones rigurosas que usen todo los datos disponibles y analicen todo tipo de efectos sobre estas personas y empresas. Y esta información debería servir, en caso necesario, para llamar a la prudencia con sucesivos aumentos del SMI, y valorar si son necesarias medidas alternativas o complementarias para cubrir los objetivos que se pretende con el SMI.

Conclusiones

En definitiva, no podemos dejar de ser críticos con lo que está ocurriendo, y solicitamos desde aquí, que se promuevan estudios que muestren la mayor imparcialidad posible, es decir, cumplan al menos con tres requisitos:

*  Usar de forma exhaustiva todos los datos disponibles, y ser muy cautos con los datos macro que no permiten distinguir los colectivos y empresas más vulnerables ante aumentos del salario mínimo.

*  Tener en cuenta todos los posibles efectos, no sólo sobre el empleo, sino también sobre otras condiciones laborales, formas de empleo, horas de trabajo y salarios, tanto de las personas beneficiarias del salario mínimo como, indirectamente de las demás trabajadores, vía por ejemplo, convenios colectivos.

*  Diseñar una estrategia empírica basada en la teoría económica que, en la medida posible, permita estimar el impacto causal del cambio en el SMI, lo cual requiere la construcción de un contrafactual creíble, que tenga en cuenta los cambios rápidos y profundos que se están produciendo en las relaciones laborales.

La experiencia de estas últimas semanas, pone en evidencia la necesidad, ya reiterada múltiples veces en este blog, de crear una Comisión, similar a la Low Pay Commision en el Reino Unido, que lleve a cabo, de forma independiente, un seguimiento riguroso del impacto tanto del SMI como de otras medidas que afecten al empleo de los más vulnerables, a la desigualdad y a los indicadores de riesgo pobreza, en especial los relacionados con pobreza laboral. Para ello, deberá tener acceso a mejores datos de los que dispone la academia en estos momentos, siendo además recomendable que estos estén disponibles en la medida de lo posible para los investigadores interesados en estos temas, con el fin de obtener un stock de evidencias sobre el que pueda apoyarse.

 

 

 

 

 

 

 

 

Hay 15 comentarios
  • Florentino y Marcel,

    Muchísimas gracias por esta entrada. Como siempre, muy didáctica.

    Mi pregunta es más sobre el diseño del SMI. Lo que no entiendo muy bien es cómo puede ser que en un país donde los niveles de vida varían sustancialmente entre provincias se tiene que poner un SMI conjunto. ¿Hay algún motivo económico para esto?
    (Lo mismo aplica a los salarios de los funcionarios).

    Muchas gracias,

    • Gracias Tania, posiblemente los convenios colectivos de sector provincial, que tienen un alto nivel de cobertura en España, han sido los encargados de fijar salarios minimos realmente vinculantes en ese ámbito.

      Es cierto, en cualquier caso, que en algunos territorios, no sólo locales, sino también locales o metropolitanos, con mayores niveles de vida y precios, existe una demanda de un salario mínimo propio. Se podría pensar en algo parecido a un living wage, como en UK, superior al salario minimo nacional, y que en algunas zonas como Londres, se diferencia del que se fija nacional. Es un salario superior al salarion mínimo nacional que permitiría cubrir las necesidades básicas según coste de la vida, y que empresas u otras organizaciones se conproneten a pagar.

  • Gracias por el post, pero se quedan cortos. Aunque la "ciencia" ayuda a tomar decisiones individuales y colectivas --en este caso referida a la imposición de la obligación legal a los empleadores de pagar un sueldo mínimo a todo empleado-- la "ciencia" no es necesaria y mucho menos suficiente para una decisión. Ni siquiera la "ingeniería (en este caso social)" en cuanto intento de aplicar "todo" el conocimiento disponible (científico u otro) a la solución de un problema específico es necesaria o suficiente para las decisiones de quienes tienen autoridad para tomarlas y ejecutarlas, y por lo tanto para que los observadores pasen juicio sobre las decisiones de otros, sus causas y sus consecuencias.

    Pretender que el debate público del salario mínimo esté marcado por la "ciencia" o por la "ingenería social" es pedir demasiado porque ese debate lo manipulan los políticos y en particular sus cómplices en los medios masivos y los falsos intelectuales. Cuando los días lunes leo la sección deportiva de esos medios para ver qué pasó solo espero "pasión" desbordada --más ahora que agregan selectivamente comentarios de los lectores-- distinta de la "pasión" de los debates públicos, pero "pasión" al fin.

  • Marcel, Floren,
    (Aprovechando la pregunta de Tania) Si la cobertura del SMI es muy diferente por zonas geográficas y sectores, cabría esperar efectos distintos de su subida, lo que, por ejemplo, se observarían en cambios en la correlación entre cobertura del SMI y empleo (afiliaciones a la Seguridad Social). Para empezar a observarlos, ya tenemos tres meses de datos desde que se anunció la subida (11 de octubre de 2018).
    Estoy de acuerdo en que los efectos totales tardarán muchos más meses en producirse y que necesitamos más datos y modelos para medirlos. Pero, aunque una golondrina no hace verano, ya hemos visto una (y se parece a un grajo volando bajo)
    Saludos,
    JFJ

  • A ver si lo entiendo:

    * El efecto del SMI sobre el empleo depende de muchas variables (el artículo cita unas 10 y no es exhaustivo). Algunas de ellas, además, se refieren a "expectativas" de los agentes, más difíciles de cuantificar y que pueden cambiar en cualquier momento durante la implementación.

    * La "teoría económica" tiene la "complejidad y la riqueza" para responder a la pregunta pero como la "realidad" es tan compleja y tan llena de matices, lo que debe hacer es "dedicarse a medir con atención cuales son los efectos de las medidas y después de estar tiempo midiendo puede decirnos (con dificultad, pues no es fácil separar efectos) cuales han sido las consecuencias de las medidas”.

    * Cuando, después de medir, decidamos las "consecuencias", ese análisis no nos servirán para predecir el efecto de la subida del SMI con el próximo presidente que lo decrete.

    ¿No es eso equivalente a ser irrelevante como disciplina?. Es como comprar un navegador que al salir nos dice: "No sé indicarle el camino porque hay demasiadas variables pero vaya andando que voy midiendo y ya le digo si va bien” y que al llegar a destino diga “el camino era adecuado” o, alternativamente, “esta ruta no es buena pero a lo mejor la próxima vez, sí lo será”.

    Por no hablar de la falta de "coherencia interna" explicando problemas relacionados.
    Cochrane y Caplan lo explican bien aquí:

    https://johnhcochrane.blogspot.com/2017/07/whats-good-about-economics-sometimes.html

    • Si le sirve de consuelo, yo, bastante lego en economía, he tenido la misma impresión. Una variable que dependa de tal multiplicidad de factores que además cambian con el tiempo, es básicamente impredecible.

    • Si Vd fuma un paquete de cigarrillos al día, el médico podrá decirle que su probabilidad de tener un cancer de pulmón es mayor que la de los que no fuman. No podrá decirle con exactitud cuanto le queda de vida antes de que se declare dicho cancer, ni podrá decir con certeza que Vd vays a tenerlo, ni cuando. Le advertirá, y recomendará que sea prudente y deje de fumar o reduzca el número de cigarrillos diarios. Le dirá además que dada su edad, estado de salud, modo de vida, historial médico familiar, y multitud de factorws más, su probabilidad de tener dicho cancer es mayor aún. Diría Vd que las ciencias de la salud, y más en concreto las areas implicadas en la invedtigación del cancer son irrelevantes?

      • No he dicho que la investigación sobre el mercado laboral o el salario mínimo sea irrelevante. Solo que el efecto sobre el empleo un incremento (muy elevado) del SMI, es impredecible. No es lo mismo. De hecho pienso que esa investigación, aunque solo sea porque nos dice que hay muchos factores que influyen, ya valdría la pena.

        Respecto a la medicina, veo una diferencia muy importante (a mi juicio). Si Vd. fuma 2 cajetillas al día, el médico puede decirle que con una probabilidad del 90% (o más) contraerá cáncer. ¿Se atreven Vd. a hacer un pronóstico semejante? Si lo hacen me temo que será temerario. En el cáncer, el resto de los factores influyen, pero poco y cambian poco con el tiempo.

      • No pensaba que la entrada se refería a una incertidumbre "estadística" sobre el efecto que el aumento del SMI tiene sobre el desempleo.

        La ciencia de la salud es capaz de afirmar con bastante rotundidad que "fumar es malo para la salud" (con independencia de las "condiciones de contorno" de mi situación inicial). La pregunta que la economía debería entonces poder contestar para evitar su irrelevancia, es: ¿Si aumento el SMI un 22% (o sea, si fumo un cuarto de paquete más al dia) que hace la "probabilidad de tener una mayor tasa de desempleo": sube, baja o se mantiene constante (o sea, mi probabilidad de tener cáncer de pulmón)?. Me daba la sensación que la entrada defendía que no sabemos contestar a esa pregunta (bastante razonable como "paciente"). No necesitamos saber (aunque no estaría mal) cual va a ser la tasa futura de desempleo, cuando se va a producir ... Solo si la probabilidad de tener una mayor tasa de desempleo sube, baja o todo lo contrario.

        No me imagino a mi médico diciendome: "Mire, fumar puede resultar beneficioso para su salud o neutro o perjudicial, dependiendo de su situación actual y de su "ánimo" para abordar el futuro. Como no sé decirle, vamos a ir monitorizando su situación y ya ahí le voy diciendo si ha sido bueno o malo lo de dejar de fumar hace 1 mes". Me daba la sensación por la entrada que esa es la respuesta que nos da la economía política.

        Y creo, por lo que leo, que según a qué médico preguntes te dirá que fumar es horrible o fantástico.

        • Bueno, pues resulta que en terminados contextos, muy específicos eso sí, el salario minimo puede ser beneficioso pars el empleo. Así que sigo sin entender su concepto de irrelevancia.

          • Gracias Florentino por la respuesta.

            Y España en Diciembre del 2018 ¿se encontraba en ese contexto específico o no?.

            ¿eso significa que en otros "contextos específicos" el salario mínimo puede ser perjudicial para el empleo?

            Si en diferentes contextos pasan cosas diferentes y no sé decir en que contexto estamos en una fecha específica y si le pregunto a Krugman (un ejemplo) y me dice una cosa y le pregunto a Mankiw o a Cochrane y me contesta otra muy diferente:

            ¿de qué sirve preguntar a los economistas?. Ese era el concepto de "irrelevancia". No es igual de relevante para la sociedad la profesión si puedo colocarme delante de un político y decirle: "mira, si en la coyuntura actual elevas el SMI un 22% la tasa de paro va a subir un 5% o a bajar un 3%" que decirle "mira, si elevas el SMI un 22% lo que va a pasar depende de en qué coyuntura estemos pero no puedo decirte en qué coyuntura estamos por qué depende de muchas variables. Pero déjame monitorizar y ahí te voy diciendo, aunque ya te advierto que lo que aprendamos esta vez no servirá para la siguiente".

            Podemos estar en cualquier situación: aún no sabemos curar el cáncer y eso no vuelve esa investigación irrelevante. Pero sí es importante saber lo que sabemos que no sabemos. Mi sensación leyendo: no sabemos lo que pasa sobre la tasa de desempleo al aumentar el SMI y no lo aprenderemos midiendo. Es un problema de "representación de la realidad" más profundo.

  • Hola,

    Me gustaría saber más sobre cómo la competencia monopsonista pueda afectar a la subida del salario mínimo...igual podrían pasarme alguna referencia?

    El caso del efecto positivo de la información asimétrica sobre el salario mínimo es también interesante...claramente, pagarle a ciertos trabajadores un salario más alto no proporciona directamente más información a la empresa. Quizás indirecta, pues las empresas tendrían que invertir más en screening. No estaría mal saber de alguna referencia académica al respecto, para que no todo queden en mis especulaciones.

    Un saludo, gracias por el artículo,

  • La situación esta complicada, y más con el salario mínimo. Yo usé una página llamada https://es.gowork.com/ que me ayudó a no quedarme con ese miserable sueldo, en ella la gente comenta sobre sus empleos y empleadores, y sirve mucho para encontrar de forma individual trabajo. Se las recomiendo. Esperemos que España progrese

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