Comentarios a mi entrada sobre el Estatut

Hace un par de semanas publiqué una entrada sobre la sentencia del Tribunal Constitucional acerca del Estatut. Uno de nuestros comentaristas habituales dijo que me metía en un berenjenal. Ese era en efecto mi temor y el de otros editores. Pero que una cuestión sea difícil no es una razón para evitarla, antes al contrario. Y había buenas razones para intentarlo. Por un lado argumenté que el problema tiene implicaciones económicas claras, y por tanto es natural estudiarlo en un blog de economía. Y por otro lado, tenía la esperanza de que en un foro como el nuestro pudiera llegarse a una discusión suficientemente razonada como para iluminar algo el problema. Este último aspecto me ha dejado tan satisfecho que voy a aprovechar esta entrada para comentar los comentarios.

Pero antes de comenzar quiero agradecer a los numerosos comentaristas por mantener un tono de discusión serio y razonado. Como ya hemos dicho en alguna ocasión, nuestro motivo principal para dedicar algo de nuestro tiempo a esta aventura es precisamente nuestra frustración por los sesgos partidistas y la falta de rigor de los medios de comunicación más habituales. Reacciones como las que tenemos cada semana, y en particular en esta cuestión tan difícil, nos animan a continuar.

Y como no podía ser de otra forma en un blog tan técnico, creo que dedicaré buena parte del espacio a una cuestión metodológica. Muchos comentarios iban en la dirección de cuestionar la validez de las conclusiones de Clots y Masella sobre el efecto del sistema educativo en el sentimiento de identidad nacional de los catalanes. Un primer asunto a dejar clara es que los efectos cuantitativos que se mencionan son los relacionados con esa variable. No creo haber dicho, ni ellos dicen tampoco, que toda la identificación nacional se cree en la escuela. Pero el efecto cuantitativo que revelan es muy grande. Tan grande como la diferencia de identidad entre quienes tienen padres nacidos en Cataluña y quienes no los tienen.

Otra cuestión importante tiene que ver con si se puede identificar el efecto de esta variable sin tener en cuenta otras coetáneas. Esto requiere una explicación algo más detallada. Cuando uno hace un análisis clínico para comprobar el efecto de un medicamento lo administra a un subgrupo escogido al azar de los voluntarios, y al resto les administra el placebo. Es evidente que el efecto de la medicina depende de muchos factores: la edad del individuo, sus costumbres, sus genes y muchas más cosas, algunas de ellas no observables. Pero si se administra al azar a dos subgrupos suficientemente grandes, el efecto de estas otras variables se cancelan entre sí y se puede identificar el efecto medio del tratamiento en la población de voluntarios con tests estadísticos sencillos o incluso un análisis de regresión simple en el que el coeficiente se puede estimar de manera consistente.

Aunque cada vez se hacen más experimentos de campo y de laboratorio en economía, no todos los datos que usamos son explícitamente experimentales. Pero los buenos economistas aplicados dedican hoy día enormes esfuerzos a averiguar si alguna variable actúa como si fuera experimental y por tanto el efecto causal de distintas exposiciones a esa variable se puede estimar con un grado de confianza suficientemente elevado. No me voy a extender más, Joshua Angrist y Jörg-Steffen Pischke han escrito un manual excelente sobre este estilo de economía aplicada (una versión corta se puede ver en una entrada del diccionario Palgrave escrita por Angrist).

En el caso que nos ocupa la estrategia de identificación pasa por explotar las diferencias de identidad nacional de personas expuesta al nuevo sistema educativo un número distinto de años. Es como si uno administrara un poco más de medicina a los nacidos en 1976 y un poco menos a los nacidos en 1974. O un poco menos de medicina a los que abandonan la escuela en primaria y un poco más a los que la completan. El problema es que podría haber algo que afectara progresivamente y de manera sistemática y diferente a todas las personas de las cohortes sucesivas que van naciendo en distintos años. Entonces estaríamos atribuyendo esta tendencia a la variable educación. Clots y Masella son conscientes de este problema y hacen un buen número de tests de robustez para excluir esta posibilidad. Por ejemplo, para ver si hay tendencia entre cohortes que puedan ser capturadas por la variable de educación en su modelo, replican el mismo análisis con las cohortes de edad que no han sido expuestas en absoluto al sistema (los nacidos antes de 1965). En estos grupos no se observa ninguna tendencia identitaria para los nacidos en años distintos (y nótese que las últimas de estas cohortes prácticamente no han estado expuestas al franquismo).

Otro test de robustez viene de la comparación con el País Vasco. Si el efecto que encuentran Clots y Masella tuviera que ver con eventos políticos que afectan de manera diferencial a diferentes cohortes de edad los resultados serían parecidos allí. Y sin embargo no lo son. La exposición al sistema escolar en euskera no tiene los efectos de la exposición al sistema catalán. Cosa natural por otro lado, el sistema de educación en euskera no era obligatorio y por tanto los que se exponían a él ya traían la identidad puesta de casa. Pero el ejercicio sirve para hacer menos creíble que el efecto en Cataluña se deba a los eventos sociales diferenciales entre cohortes, porque estos son similares entre regiones. No me extenderé más en esta cuestión. Clots y Masella dedican bastante esfuerzo a defender la credibilidad de su estrategia de identificación y merecen por lo menos ser leídos en detalle.

Hubo algunas intervenciones referidas a la lengua como creadora de barreras de entrada al mercado de trabajo catalán. Aquí es importante tener en cuenta que dado el funcionamiento del sistema escolar, las barreras de entrada hoy día solamente podrían ser para los hispanohablantes educados fuera de Catalunya. Y para entender los efectos sobre éstos podemos volver al artículo de Clots y Masella. En una de sus comprobaciones de robustez, estos autores miran si los patrones de migración se han visto afectados por la introducción del sistema educativo de inmersión lingüística. La respuesta parece que ser que no. Al menos tentativamente esto me hace tener dudas de que si el efecto existe sea muy general. Y si no es muy general, las barreras de entrada pueden ser como mucho un efecto secundario del sistema educativo, no su principal motivo de existencia.

También hubo un cruce de intervenciones muy intenso sobre el derecho a la existencia o no de varios sistemas de educación diferenciados. Esta cuestión me parece muy difícil de dirimir. Por un lado, parece haber evidencia a favor de no crear subsistemas educativos excesivamente diferenciados dentro de un área geográfica para mejorar la convivencia y reducir la polarización social (ver Easterly and Levine para el efecto de divisiones étnicas en el crecimiento económico, y Gradstein y Justman para una elaboración teórica a favor de un sistema educativo homogéneo). Pero como decían algunos comentaristas en España hay comunidades con sistemas de educación más flexibles sin que las consecuencias sociales parezcan haber sido desastrosas.

De lo que no se habló, para mi sorpresa, es de la posibilidad de aumentar algo más la exposición a la lengua española dentro de un sistema de educación homogéneo. En realidad para la creación de identidad esto puede no suponer una gran diferencia. Porque aunque tal vez le sorprenda a alguien, dudo que la cuestión sea la lengua en sí. Cualquiera que haya vivido suficiente tiempo en Cataluña sabe que el español no va camino de extinguirse, ni mucho menos. Y hoy en día tampoco creo que el catalán se extinga si en lugar de las dos horas a la semana actuales los chicos se vieran expuestos a tres, cinco o diez horas en español. Y digo esto porque es posible que se creara un malentendido en la discusión. A pesar de que intenté poner cuidado al describirlos, algunos comentaristas interpretaron que los resultados de Clots y Masella tenían que ver con la enseñanza en catalán. Pero lo único que los investigadores observan es la exposición a un nuevo sistema de educación en Cataluña. Y aquí sí que no estoy seguro de que podamos atribuir un efecto causal estrictamente a la educación en catalán. Incluso si uno acepta que la exposición al tratamiento es suficientemente aleatoria como para atribuirle un efecto causal, el tratamiento es muy complejo. Mezcla la educación en catalán con un temario diferente al anterior y un profesorado seleccionado, al menos en parte, siguiendo unos patrones muy diferenciados y procedentes de universidades que habían cambiado mucho. Me parece que hay espacio para un análisis de los datos que deslinde la responsabilidad de estas variables por separado.

Alguien se quejó, en privado, de que no sabía cuál era mi conclusión. Lo siento mucho, no tengo ninguna. Por muy soberbios que seamos los académicos, un mínimo sentido de la realidad nos obliga a no creernos capaces de resolver cualquier problema. Y la verdad es que esto es muy complicado. De momento me conformo con ir presentando una evidencia que me parece interesante sobre la raíz de un problema. Si la educación es importante para la transmisión de valores, y no hay un consenso social y político sobre los valores a transmitir, me temo que va a haber un conflicto muy intenso sobre el control de la escuela en su dimensión de transmisora de valores, que me parece al menos tan relevante como la de transmisión de conocimientos.

Hay 22 comentarios
  • Usted lo ha expuesto perfectamente: "Si la educación es importante para la transmisión de valores, y no hay un consenso social y político sobre los valores a transmitir, me temo que va a haber un conflicto muy intenso sobre el control de la escuela". Ese es el horizonte al que nos dirigimos.

  • No todo son malas noticias en relación con la dinámica regional en España.

    El Estatuto de Cataluña establece algo que nos puede ser muy útil: los consorcios tributarios.

    Quizá, por esta vía, podamos restaurar la unidad formal y material del sistema tributario y así servir al proceso de corrección de la actual insuficiencia fiscal.

    Otra cuestión: ¿hay correlación positiva entre burbuja inmobiliaria y expansión del sector público administrativo-regional? Si así fuera, quizá el proceso de inmo-desinflamación fuera coadyuvante de la inevitable normalización del diseño general del sector público administrativo en España. En la UE hay más de 300 regiones y las 17 españolas no deberían tener nada de especial, ¿o no?

    Todo ello sin entrar en los problemas de injusticia distributiva generacional que se han dado en estos procesos que comentamos.

  • En primer lugar agradecerle sus respuestas a la entrada sobre la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut.
    No obstante como uno de los introductores del tema de la lengua como barrera de entrada en el mercado de trabajo catalán para el resto de españoles tengo que decirle, con todo respeto, que su respuesta me parece bastante insatisfactoria.
    Al margen de que los datos agregados e individuales que los autores utilizan para determinar los efectos de la “normalización lingüística” sobre los patrones de migración son del año 2001, cuando la presión era menor que la actual, creo que negar sus efectos tiene mucho de posición ideológica.
    Supongo que estará de acuerdo que siempre que para el acceso a un puesto de trabajo se exija el conocimiento del catalán (o el euskera o el gallego) se está cerrando al resto de los españoles. El cierre es evidente en el mercado público y también en mercados privados específicos, p.e. los medios de comunicación y en el comercio a partir de la disponibilidad lingüística. Eso es algo que conoce todo el mundo. Supongo que recordará que hace unos meses el antiguo presidente de la Junta de Andalucia Manuel Chaves –que apoya las políticas de normalización- planteaba como corolario inevitable que debería enseñarse catalán en los centros de enseñanza de Andalucia con objeto de aumentar la empleabilidad de los andaluces. Discutir ese hecho me parece una posición política.
    Pero queda la respuesta a la segunda cuestión que planteaba. ¿Cómo podemos justificar desde los supuestos metodológicos de la economía el apoyo a las leyes de normalización lingüística?
    Parece claro que es este efecto el que justifica el apoyo. p.e. en el libro de Thomas Jeffrey Miley que estoy leyendo ahora son justamente los profesionales que más se benefician del cierre, enseñantes (empleo público) y periodistas quienes más apoyan las políticas nacionalistas.

    En todo caso –aunque incompleta- gracias por su respuesta.

  • Y perdón, pero se me olvidaba, las características individuales de migración que analizan son los correspondientes al año 1982 y 1984, las cuales según los autores no varían.
    Deducir de ese hecho –aunque solo sea tentativamente- la no existencia de efectos sobre el cierre de mercado catalán para el resto de españoles de las leyes de normalización lingüística me parece –y no tentativamente- una temeridad.

  • Alberto, he deducido que eres estudiante. Pero por tu manera de pensar también deduzco que tu verdadera vocación está en el sistema público, en el funcionariado. No entiendo la cerrazón a comprender que cualquier persona al servicio público en Cataluña, País Vasco, comunidad valenciana o Galicia, debe saber la lengua del territorio para servir a sus ciudadanos.
    Mi preocupación no es ésta. Mi preocupación es ver cuánto ingles, francés y alemán sabran nuestros hijos para poderse desarrollar adecuadamente encontrando trabajo más allá de las fronteras de España. Porque en España, por más castellano y catalán que sepan, mal lo tienen.
    Uno de los problemas que tenemos para competir con China es que las actividades empresariales allí han nacido en un mercado global mientras que nosotros solamente vemos el mercado local.
    Por cierto, no veo a nadie enfocar la salida de la crisis resolviendo los problemas de la globalización. A mi modo de ver las crisis immobiliarias y financieras son consecuencia de unas economias que no supieron aumentar la productividad necesaria para equilibrar la pérdida de riqueza derivada de la globalización.
    Estaría encantado si pudiera leer algún estudio al respecto.

  • Joan, supongo que ser estudiante no invalida mis opiniones. Lo de saber la lengua del territorio es algo que me llega al alma. Desde luego yo he viajado por toda Cataluña sin saber la lengua del territorio y la verdad que no he tenido ningún problema de comunicación. La exigencia del catalán para acceder a puestos de trabajo en el sector público –como es obvio- no tiene nada que ver con dar un mejor servicio a los ciudadanos.
    Por lo demás quiero recordarte que el 40 por ciento de los catalanes tiene el catalán como lengua materna y el 53 por ciento el castellano. Pero como ya otros han señalado en reiteradas ocasiones el problema no es de lenguas sino de derechos. El hecho de algunas personas tengan limitado su acceso a determinados puestos por su lengua o que no puedan rotular sus comercios en la lengua que les de por las narices.
    Por lo demás me parece maravilloso que quieras que tus hijos trabajen en China. Yo me conformaría con poder trabajar en Cataluña en las mismas condiciones con que los catalanes trabajan en mi comunidad.
    Y porque no, de funcionario.

  • En Historia Económica de España y Estructura Económica de España, segun la opinión profesoral mayoritaria, ortodoxa y heterodoxa, ya liberal ya marxista, la inflamación periférica se debe a la falta secular de potencia disciplinante por parte de la acumulación de capital central, que se remonta al siglo XVII.

    Si desde finales del s. XVIII no hubiera fracasado la industrialización en España y hubiera cuajado un poder económico central "a la francesa", ahora el catalán no sería ni siquiera lengua co-oficial regional; en el mejor de los casos, lo sería municipal, como sucede en Perpiñán.

    En blogs tan sobrios como este, hay que morderse la lengua al hablar de ello porque, en el análisis, enseguida surgen conceptos de triste recuerdo en Europa, como Siedlung y Volksgeist, la ideología perdedora de la Segunda Guerra Mundial, gracias a lo cual gozamos de la actual Unión Europea.

    Los economistas debemos tener opinión en estos asuntos, como la tuvieron en su día desde Adam Smith hasta Friedman, pasando por Keynes.

    En España, por ejemplo, núcleos de acumulación capitalista central, liderados por el Banco Santander, poseen la mayoría del capital en la primera empresa indutrial española, con inversiones estratégicas en todo el mundo, especialmente en Argentina, Brasil y México. Sin embargo, los que gobiernan dicha empresa no son ellos sino socios de segundo nivel, que orbitan en torno a cierta Caja de Ahorros, que como toda CdAA no es sino un órgano financiero de una administración pública regional personificado independientemente por razones operativas.

    ¿A quién le gusta en la UE (y en el mundo) la debilidad estructural de la administración central española en relación con su sector público administratico regional? ¡Que sector público regional tienen todos los países de la OCDE!

    Ya conté cómo en cierta ocasión vi en directo a los italianos mofándose de los españoles-catalanes en el Colegio Internacional de Luxemburgo por su pretensión delirante de hacer valer el catalán. Luxemburgo es, además, un sitio como muy español; España lo gobernó durante 200 años (Países Bajos Españoles); y la actual Gran Duquesa es muy querida, guapa e hispana (cubana, nieta del general Batista).

    Estas cuestiones son mucho más económicas de lo que parecen a simple vista.

    En el fondo, lo que está dilucidándose es cómo va a ser la arquitectura de acumulación de capital europea, o lo que es lo mismo, como es y va a ser el poder conjuntivo en Europa.

    Una buena noticia en relación con la irracionalidad regional en los países periféricos de la UE podrían ser las dificultades crecientes con que está topando la banca alemana que ha invertido en activos financieros emitidos por dichas regiones y sus entidades de crédito.

  • Heteroeconomista, se mete usté en algunos caminos sin señalizar por lo que veo.
    Veo que conoce bien la realidad francesa, mas que nada porque en Perpiñán como usté dice es donde menos se habla catalán de toda la región del Languedoc-Rosselló.
    Tampoco me quedó claro la ventaja de la pérdida de un idioma por el hecho de disponer de poder en el centro de la península. ¿si hubiera perdido su idoma materno diría lo mismo?

    Saludos.

  • Es curiosa esta visión de la revolución industrial. Miren ustedes, la fábrica donde trabajo es un ejemplo del cambio de fabricación de papel de forma artesanal a la fabricación mecanizada. El eje donde me encuentro es un eje fluvial donde se realizó el cambio industrial. Hay otros ejes fluviales más en Cataluña donde se realizó la revolución industrial. En la fabricación de papel en el año 1881 se pasó de fabricar 60 kg/dia.persona a 200 kg/dia.persona. Hoy la productividad en la misma fábrica alcanza 2800 kg/dia.persona. Que yo sepa la revolución industrial también se realizó en Alemania y en el Reino Unido sin que la centralización del estado siguiera el camino francés.
    Me satisface que Alberto y otros comentarios digan que no han tenido ningún problema con la lengua cuando han visitado Cataluña. El único problema que hay con la lengua es el que se intenta colar desde fuera. En la misma fábrica que cito trabaja un 20% de gente inmigrante y la lengua vehicular alterna automáticamente entre el catalán y el castellano. La protección del catalán es un problema de supervivencia de una lengua que debe competir en un mundo mediático terriblemente global. Sería una barbaridad no realizar ninguna medida de protección de la lengua puesto que ello acabaría con ella. Sé que para mucha gente de España eso sería deseable, pero debe comprenderse que para los que vivimos de cerca este peligro en época de Franco esta posibilidad no debe darse nunca más.
    Por tanto, desde el punto de vista económico, tiene mucho más valor mantener la cohesión social en Cataluña que cualquier aspecto de homogenización de mercado laboral. Y, repito lo que dije en el anterior post, tiene mucho más valor mantener unida la España actual que la homogeneización a la francesa que se pretende desde sectores nacionales españoles.
    Si de verdad piensan en valores econonómicos y en el futuro, dejen de sembrar cizaña en Cataluña por cuestiones de la lengua, acepten la diferencia y ayúdennos a exportar y a levantar la economía del país.

  • Coincido con Alberto en su post del 26/07/2010.
    Pienso que en Cataluña hay un problema de diferencia de derechos entre catalanes, un problema interno, en modo alguno creado "desde fuera". La escusa de la supervivencia del catalán es falsa como lo demuestran tozudamente las encuestas , se trata de una herramienta de "construcción nacional" y nada mas.
    Respecto a la coartada de la cohesión social, no creo que forzar la uniformidad (multas) sea presentable al menos en este siglo .
    Sirva mi pequeña aportación para mostrar que en modo alguno todos los catalanes pensamos de la misma manera (ni necesitamos mencionar dictaduras pasadas para justificarnos).

  • Carai Pau. Vivimos en territorios diferentes. Mis padres realizaron sus estudios de primaria en catalán durante la república. Yo los realicé todos en castellano a excepción del proyecto fin de carrera. Mi nombre fué Juan, tuve que esperar a la democracia para cambiarlo por Joan. Estudié catalán por mi cuenta y el año pasado, con 55 años, he sacado el titulo del nivel C de catalán. Tu en cambio veo que has nacido como Pau, no como Pablo. Creo que la percepción del riesgo de existencia del catalán es un problema de información histórica.

  • Precisamente, la tesis es que ustedes defienden el catalán y lo catalán porque somos unas generaciones que hemos vivido el proceso estructural económico de surgimiento y desarrollo del sector público administrativo regional español entrelazado con una burbuja inmobiliaria administrada por los municipios, provincias y regiones, incluso en lo relativo a su financiación (Cajas de Ahorros).

    O sea, justo al reves de lo que ustedes proponen. Ustedes hablan de Política. Nosotros de Economía.

    El pinchazo de la burbuja inmobiliaria y el deseable rebobinado presupuestario de las CCAA (por infinanciables y no homologables con el resto de las más de 300 regiones europeas), conllevará una desinflamación de la cuestión étnico-cultural-territorial, el extravagante nacionalismo-Volkstum que sigue vivo en España. Insisto, no al revés.

    Si es verdad lo que estamos concluyendo en este blog, que el nacionalismo-Volkstum nos resta productividad y, en suma, modernidad, también es cierto que su extinción (de la mano del proceso de paneuropeización del capital) nos abrirá horizontes económicos que ahora no podemos ni imaginar, dada la cantidad de recursos y energías que empleamos en estas extrañas cuestiones un poco fascistoides, de verdad, perdónenme el calificativo, pero es que es justo lo que hay que decir cuando nos topamos con quienes haciéndose las víctimas (nuestras) nos hablan de Volksgeist, Volkstum und Siedlung, Volksgemeinschaft, Gleichschaltung, etc.

  • El mayor relanzamiento económico de España en los últimos siglos ha coincidido con el estado de las autonomías. No parece esto compatible con las interesadas argumentaciones que retuercen la realidad intentando presentar la organización autonómica como un lastre.

  • Antonio Cabrales. Vuestros posts son muy interesantes y permiten completar mi visión sobre la evolución de la economía. No obstante a menudo la visión que tenemos los que trabajamos en la industria es diferente de la de los economistas que estudiais desde la macroeconomía. Desde el año 2003 mi trabajo ha consistido en aumentar notablemente la productividad de la empresa donde trabajo, consciente de que la globalización afectaría de manera seria a la economía. La percepción de la economía desde las trincheras de las empresas se anticipa a menudo a la de los economistas que estudian variables macroeconómicas.
    Digo esto porque la visión del problema de la lengua catalana es completamente diferente según con el prisma que se mire. Des de la periferia, donde me encuentro yo, las cosas se ven muy distintas de las que se pueden ver desde el centro. Durante los comentarios de los dos posts nunca he pretendido convencer a nadie, persuadido como estoy que es tarea imposible. Mi participación de debe a mi gusto de la esgrima por la esgrima.
    Anticipando las vacaciones de algunos os enlazo con dos videos de mi factura. Uno de una excursión a través de la frontera pirenaica (la periferia) http://www.youtube.com/watch?v=rZ-mGFVkiw8 y otro de la inversión realizada en la empresa para superar la globalización http://www.youtube.com/watch?v=1EFAy0Lkbew
    Si tienes ocasión de acercarte a Girona tendré el gusto de mostrarte todo lo que he citado.

    • Gràcies Joan, molt interessant. Aquest any vaig a Mallorca, però t'aviso quan passi per Girona i així ens coneixem en persona.

      Y gracias a todos por las aportaciones. No sé si conseguiremos convencernos unos a otros, pero mejor que sigamos hablando y lo dejemos en esgrima verbal. Un compañero serbio de cuando trabajaba en la Pompeu me dijo una vez que teníamos que procurar reducir la tensión. Muchas de las cosas que veía en España le recordaban demasiado a Yugoslavia antes de la catástrofe.

      Y respecto a la anticipación, ese es el motivo por el que últimamente dedico tiempo a la economía de la educación. Los recursos humanos que tenemos hoy son los que se gestaron hace veinte años en las aulas de este país. Y los de dentro de veinte años los estamos creando ahora mismo. Algunas de las cosas que veo no son muy buenas. Por esto cuanto antes hagamos reformas mucho mejor

  • Juan, que el mayor relanzamiento económico de España en los últimos siglos ha coincidido con el estado de las autonomías no es sino una mera casualidad. Estos años, hubiera habido relanzamiento económico con autonomías o con ciudades-estado griegas.

    Al contrario, se puede afirmar que las autonomías, o éstas autonomías nuestras (diferentes de otras regiones europeas) son el paradigma de la ineficacia, ineficiencia, despilfarro e inoperatividad. Nuestro cáncer, en definitiva, que en realidad son 17 cánceres, junto con la burbuja inmobiliaria, tan interrelacionados entre sí.

  • Esta semana hemos tenido tres noticias importantísimas desde el punto de vista económico-estructural provenientes de la región administrativa catalana, que, no lo olvidemos nunca, solo es una de las más de 300 que hay en Europa:

    1) en el territorio donde quienes dicen representar a la hipotética etnia cultural que allí habitaría desde la noche de los tiempos, ya no habrá provincias ni provincianos ni provincianismo sino veguerías, veguerianos y veguerianismo, en contra de lo que opina el Tribunal Constitucional;

    2) la clandestinización de la tauromaquia en dicho territorio étnico-cultural, prohibida con la coartada del sufrimiento animal, pero con la verdadera intención de menospreciar lo que los autodenominados representantes del Volksgeist catalán creen que es un símbolo de otra hipotética etnia-cultural-territorial con la que estarían compitiendo por la superviviencia histórica;

    3) la lengua catalana, signo inequívoco de la cultura de esa etnia territorializada, se utiliza habitualmente de forma permanente por un 11% menos de la población que en 2003, según el último Balanç de Política Lingüística presentado el lunes, después de un gasto presupuestario de más de 200 millones de euros en los últimos 7 años destinado a fomentarlo (me pregunto qué habría pasado sin dicho fomento); y

    4) una semana más sin que nos digan que el inmenso caudal de ayudas que el contribuyente español está gastándose en las insolvencias de las Caixas computen en las balanzas fecales, perdón fiscales.

    A nosotros solo nos importa 4). Nos da exactamente igual que las provincias se llamen como se llamen, que haya corridas de toros o no y que se hable o no una lengua en vías de extinción.

    Siento tener que expresar este asunto de esta manera (denunciando el separatismo fascistoide de hermano rico), pero es que, desde la Economía, entendida como parte de la Filosofía Moral, hay que proclamar un "¡basta ya!" en este estúpido debate permanente sobre el diseño del sector público infrestatal en un país de la OCDE que forma parte de la Unión Europea irreversiblemente.

    En España, tenemos que ser capaces de embridar también el expansionismo irracional del este escalón del sector público, por el desorden irracional que genera y la dilapidación de recursos que significa. Y porque:

    1) el sector público regional en todo país del mundo, desde Francia hasta India, no es mucho más que un sector local grandote; vean, si no, el prestigio de los funcionarios locales y regionales de cualquier país, EEUU incluido, con el de los funcionarios del Estado; y

    2) puestos a diferenciarnos, ¿por qué tenemos que ser iguales los de Sarriá-Sant Gervasi (6.000,- eur/m2) que los de Nou Barris (3.000,- eur/m2).

    Fíjense que resulta que, ahora, como que no quieren las competencias de Sanidad. ¿Qué hacemos?

    Le daré la clave: estaríamos ante un mal funcionamiento económico de la Ley Electoral, que nos estaría saliendo carísima; algo que ha pasado inadvertido durante los días de vino y rosas de la burbuja, pero que ya no nos podemos permitir.

  • heteroeconomista:

    Un conocido político y filósofo, creo quede la época republicana, dijo que el hecho diferencial de los catalanes era que necesitan construir una especie de muro a su alrededor de cosas suaves y mullidas, y que lo que más les molesta es la brusquedad y formas directas de los castellanos. Le agradecería, sin dejar de compartir su opinión, que empleara términos más de Onda Cero que de esRadio, si usted me entiende, por mantener lo cordial del debate.

    Joan:

    En Escocia el Gaélico está mucho más desprotegido que el Catalán, y se habla. En los países escandinavos el esquimal está mucho más desprotegido que las respectivas lenguas, y se habla. El hebreo siempre ha sido una lengua marginal en toda europa, y se habla. Donde haya catalanes, se hablará catalán, y es muy poca fe en tu tierra y tu gente que creas lo contrario. Si Franco, que lo odiaba, no lo hizo desaparecer, ¿porqué hay que protegerlo tanto? No te equivoques, el empleo del catalán para todo que fomenta la casta política es para separar Cataluña de España, para hacer ver el castellano como una lengua extrangera impuesta por el invasor. Si no, no habría problema con la 3ª hora de castellano, o incluso habría educación trilingüe. ¿Acaso no son igualmente crueles los correbous, que llevan al animal al pánico irracional al fuego, y le queman la cara, que el toreo? Pero el toreo, documentado por escrito en Cataluña desde el siglo XIII y en vasijas desde el neolítico, se ve como español y por tanto, del enemigo. Igual pasa con las veguerías. Los políticos catalanes las instauran para diferenciarse de España, y esto es así hasta tal punto que no se ponen de acuerdo en como han de ser.

    El problema de la revolución industrial en Cataluña fue que empobreció al resto de España, por lo que no se entiende luego el victimismo del memorial de greuges, que sirvió para empobrecer aun más al resto de españoles. Dicho victimismo persiste, y es dañino para todos que alguien que discrimina a todo lo que huela a España luego proteste porque dice que España no le respeta al no tragar con lo que él diga. No respeto a quien me insulta gratuitamente y al decirle que no tiene razón, me insulta. Entiendo, con mi propio argumento en la mano, que muchos catalanes no respeten a Jiménez Losantos, pero decir que el PP es anticatalán por no comulgar con lo que sólo un tercio de los catalanes han votado, es una falta de respeto a la inteligencia. Entre otras cosas, porque han votado privar de derechos a muchos ciudadanos, entre otras cosas contrarias a la ley suprema que nos hemos dado.

    Por último querría decir que me parece correcto que para los puestos que tengan atención al público si debe exigirse el catalán, porque hay que respetar los derechos de todos los ciudadanos, pero que no debe exigirse en la oposición, sino que debe exigirse aprenderlo una vez aprobada la misma a quien no lo conozca, por motivos de igualdad de oportunidades. La concordia sólo se ganará cuando todos reconozcamos los derechos de los demás dentro de la constitución y los derechos humanos, cosa que hoy día de facto no se hace, con saldo negativo para los no catalanistas.

    Un saludo a todos.

  • El problema de la revolución industrial en Cataluña fue que empobreció al resto de España

    Apa aquí! Foteu-la més grossa. Això s'arregla expulsant els catalans d'Espanya, tal i com es va fer amb els jueus i els musulmans.

  • Es muy importante comprender que la cuestión del nacionalismo-Volkstum es, en su esencia, una cuestión de la Economía.

    El nacionalismo-Volkstum se corresponde con época inmediatamente post-mercantilista, superado ya el Estado Absoluto. Es algo muy del pasado.

    Inspirado en el idealismo alemán (Volksgeist, el espíritu del pueblo), es la ideología que se corresponde con el proceso histórico de consolidación del Fisco como agente económico autónomo e indpendiente. El Fisco no existía en el Antiguo Régimen; todo era patrimonio del Rey.

    Actualmente, su funcionalidad es dialéctica con el proceso económico-estructrural de expansión de las administraciones públicas subestatales.

    Tiene cuatro "nobles verdades":

    1) etnia
    2) cultura
    3) territorio
    4) provocación (muchas veces provocación extraordinariamente obscena, como en el caso de los tiros en la nuca a funcionarios de base o el episodio de fundamentalismo democrático anti-fiesta nacional española que estamos viviendo en venganza por la sentencia de tacha parcial por inconstitucionalidad del Estatut, una norma de Derecho Público con una importancia muy secundaria desde la óptica de la Unión Europea)

    Quienes estamos inequívocamente contra las exuberancias irracionales en materia económica, tenemos que ser beligerantes con todo sectarismo económico-destructivo. La blandenguería mental que hemos acreditado los economistas en relación con el proceso de inflamación inmobiliaria no debería nunca jamás volver a producirse.

    Según nuestro enfoque, la crisis inmo-hipotecaria nos ha de llevar a la cuarta era en cuanto a pensamiento económico.

    Inicialmente, hubo una primera era en la que se focalizaron cuestiones elementales como la moneda, la producción y el comercio internacional. Es la época que comienza con el arbitrismo, el mercantilismo y la fisiocracia, y que culmina en el esplendor clásico, marxismo incluido.

    En una segunda época, con la síntesis neoclásica (en la que todos hemos sido formados), se produce la madurez categorial elaborándose cuestiones como la inflación, el pleno empleo, el equilibrio y el ciclo económico.

    En la tercera era tiene lugar el desarrollo de los modelos matemáticos a la vez que se amplía la perspectiva con cuestiones tales como la elección pública, las expectativas racionales, la hipótesis de mercados eficientes, etc, incluso la psicoeconomía. En esta era ecléctica, en la que la Economía se ha convertido en una profesión masificada y rentable, todavía estamos detenidos.

    Pero esta crisis inmo-hipotecaria que estamos viviendo no es un proceso de crisis normal. En 1929, en EEUU todavía sobrevivía un mercantilismo civil y cualificado (y que sigue vivo, por ejemplo, en el Partido Republicano). Por contra, a principios del siglo XXI, ha venido esta crisis a pesar de toneladas de working papers firmados colectivamente por multitud de economistas ortodoxos, de una práctica centralbanquista depuradísima, de legiones de económetras y matemáticos trabajando con buena información estadística costosísima. Y estamos noqueados, desconcertados intelectualmente con el terremoto provocado la crisis inmo-hipotecaria, que quedará grabada a fuego en la historia por sus efectos devastadores psico-sociológicos.

    La Economía, tal y como la hemos entendido hasta esta crisis va a dejar de ser.

    Ha de venir una nueva era en la que la Economía se reconcilie con la Filosofía y la Moral, de donde un día se desgajó y de la que ha llegado a estar muy desviada.

    Pero, en relación con el afán de hoy (la desgraciada prociclicidad de la cuestión catalana), como hemos dicho en otras ocasiones, en el budismo tántrico hay una deidad, Vajrakila, que simboliza el arrojo y firmeza con que tenemos que desembarazarnos de los obstáculos que nos impiden el paso a la iluminación.

    Movilicemos moralmente con un poco más descaro de lo que ya lo hacemos y dejémonos de blandenguerías. Cuanto más implacables seamos con la vieja economía, antes llegaremos a la nueva.

  • La realidad visible no necesita muchos argumentos, sólo ojos que la quieran ver.

    Heteroeconomista:
    la visceralidad merma la credibilidad.

    Centinela:
    Demasiada casualidad, piénselo un poco más. Puede que algo sí, pero un "cáncer" es algo tan serio que sería incompatible con esa casualidad.

  • Tras la larga cambiada del profesor Cabrales me gustaría hacer una reflexión como ciudadano de a pie. Y es que me llama enormemente la atención la delicadeza y hasta el temor que el profesor nos relata de resto de editores al tratar las cuestiones de los nacionalismos en España porque lo cierto es que en este blog se han dicho cosas muy fuertes proponiendo desde sus silla de profesores fuertes recortes de gastos sociales condenando al hambre o a la humillación a una parte de sus conciudadanos, dejando con ello a los trabajadores mayores, al enfermo, el viejo, el discapacitado, etc a merced de la caridad privada, sin que tales afirmación (aún con los fundamentos que los respalden) les causen ninguna inquietud o turbación.

    No quisiera sobrepasar los límites del respeto (y pido disculpas anticipadas) pero bien efectivamente nada es gratis o hay mucho de reducción de disonancia en esa aplicación del nivel C de catalán del profesor.

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