El Largo Camino Hacia el Euro 2.0 y el Capitán Garfio

Bueno, malo o regular, el diseño original del euro ha sido incapaz de cumplir su objetivo de mantener un "nivel adecuado de competitividad, coordinación y convergencia" en los países de la Eurozona que "garantice un crecimiento sostenible y sin grandes desequilibrios".   Estoy citando el informe  presentado por el Presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, el 26 de Junio en la reunión del Consejo y que fue preparado en colaboración estrecha con los Presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, y del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi (el informe de los Cuatro Presidentes ---¿por qué hacen falta tantos?).

Aunque ningún político ni nacional ni europeo lo vaya a reconocer de una forma más explícita, el título de ese documento, "Hacia una Unión Monetaria y Económica Genuina", y el reconocimiento en su primer apartado de la necesidad de "Consolidar la Unión Monetaria y Económica" me hacen pensar que, los políticos europeos comparten conmigo, y con tantos otros técnicos, el convencimiento de que el Euro 1.0 ha fracasado y que a la Eurozona solo le quedan dos alternativas:  enterrarlo y volver a las monedas nacionales o sustituirlo por otro mejor.  Y, de momento, los políticos europeos, sin duda alguna preocupados por mantener sus puestos de trabajo primero y, quizás secundariamente, por el veredicto de la historia han optado por la segunda opción y han emprendido el camino ---que será largo y penoso, como casi todo en la vieja Europa--- hacia el Euro 2.0.

El documento que he citado es un primer borrador de la hoja de una ruta que permita a los europeos llegar a ese destino.  Enumera los cuatro pilares sobre los que se construirá el nuevo euro:  un marco financiero integrado, un marco presupuestario integrado, un marco de política económica integrado, y una legitimidad y responsabilidad democráticas fortalecidas.  Los detalles de esos pilares se resumen en las apasionantes seis páginas y media de ese documento y su comentario queda para otro día.

Hoy quiero destacar dos detalles:  los plazos de nuevo proyecto y la decisión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo del 6 de septiembre.  Quizás para obligar a reaccionar a los políticos nacionales y para obligarse a si mismo, Van Rompuy anunció en su propuesta de junio que podría presentar un "informe provisional" sobre los detalles del nuevo euro en octubre  ---la reunión del Consejo Europeo está prevista para los días 18 y 19 de ese mes--- y el informe definitivo en la reunión de diciembre que se celebrará los días 13 y 14.  El informe y los plazos plantean un apasionante juego a tres bandas al que asistiremos en las semanas que nos separan de la Navidad.  Los jugadores son los políticos nacionales, los políticos europeos y los técnicos del Banco Central Europeo.  Las estrategias son múltiples y los pagos son los resultados de las elecciones locales ---ya sean de ámbito nacional o regional--- y la supervivencia de las instituciones europeas, tanto las políticas, como las económicas.

El jueves 6 de septiembre, en una decisión sin precedentes, Mario Draghi desveló la incógnita sobre quién iba a poner los fondos necesarios para dotar el puente financiero que sin duda España e Italia van a necesitar de forma casi inmediata.  Nos dijo que él BCE pondría lo que hiciera falta con una condición que a mí me parece hermosa:  que los políticos locales solicitaran el rescate y aceptaran pagar el precio político de su mala gestión.  El Gobierno de España, después de tantos meses de implorar que se adoptara esa medida, podría haber solicitado el rescate el viernes día 7 de septiembre, después del Consejo de Ministros al cierre de los mercados y hoy la recesión de la economía española estaría más cerca de su final.  Pero no ha sido así y Mariano Rajoy y su equipo han optado por renunciar al liderazgo y seguir haciendo el Don Tancredo.  El cálculo político ha vuelto a dejar a los contribuyentes españoles estancados, al pairo y abandonados al siempre imprevisible devenir de los mercados.  Pero afortunadamente los días del bloqueo político están contados.  Pobre Capitán Garfio, no quieres darte cuenta de que el cocodrilo te va a comer el brazo.  Tic, tac, tic, tac...

Hay 8 comentarios
  • Javier,

    No he leído el informe de Van Rompuy a que usted hace referencia por la simple razón de que refleja una posición que rechazo totalmente y que la gran mayoría de europeos rechazó antes de la crisis. Esa posición pretende sacar partido de la crisis para concentrar poder en la UE y en personas --el mejor ejemplo es el mismo Van Rompuy-- que fracasaron a nivel nacional. Sinceramente, si la alternativa a lo que hay es esa propuesta, sería mejor que el euro y la UE desaparecieran y en su tumba se coloque un “FRACASO TOTAL“.

    Por supuesto, hay otras alternativas que no requieren esa concentración de poder que tanto entusiasma a algunos economistas (los mismos que en su momento celebraron la “independencia“ de los bancos centrales y por mucho tiempo han buscado crear órganos estatales “independientes“ para asegurarse una cuota de poder --algo que sus credenciales académicas jamás justificarían). Por ejemplo, el euro se salvaría fácilmente si se acepta que no puede ser más que un sistema único de pagos para el mercado único que desde su inicio ha justificado a la UE.

    Su interpretación de la gran jugada de Super Mario no me cuadra. Super Mario no es suicida. Sabe bien del rechazo mayoritario a lo que propuso y para poder venderlo le pasa la pelota a los políticos que usted llama capitanes Garfio. Super Mario no quiere perder su puesto y no quiere gritar que es sólo un vulgar presidente de banco central, incapaz de solucionar la crisis.

  • "Y, de momento, los políticos europeos, sin duda alguna preocupados por mantener sus puestos de trabajo primero y, quizás secundariamente, por el veredicto de la historia..."

    Que gran frase Javier, pues en mi opinión aquí radica una gran parte de todos nuestros problemas, al menos de los que no están a nuestro alcance. Creeis que a alguno de estos políticos les importan los problemas de la sociedad española, o de la italiana o griega.

    Por otro lado, las nuevas tecnologías y el gran cambio al que el trabajo profesional se ha visto sometido durante los ultimos años, han dejado a algunos paises que todavía estaban en vias de crecimiento cultural y profesional con " el culo al aire".

    Por ello no entiendo un euro 2.0 ( dada la asimetria existente), y la unica via posible, en mi humilde opinión, sería un euro de dos velocidades...

  • Gracias Javier por el post, comparto tu opinion y el informe de Van Rompuy me parece muy acertado. Aún así me cuesta imaginarme la mejor forma para plasmar esa idea del palo y la zanahoria, de como políticas que se aprueban a nivel nacional pueden ser condicionadas acertadamente a nivel europeo. No es que no crea que ese es el camino, nuestros políticos (aparte del mal gobierno actual las declaraciones de Rubalcaba no son un alicio) sin duda se esfuerzan por mostrarnos de que nos tienen que imponer políticas desde afuera, pero encontrar el método para llevarlo a cabo con acierto parece una tarea muy difícil.

    Me encantaría que usted y sus compañeros de blog desarrollaran propuestas más detalladas sobre como imponer la condicionalidad de las ayudas.

    Un saludo

  • ¿Porqué tantas reticencias a un euro de dos velocidades des del inicio d'este? Creo que apesar de todo España no tendria en estos momentos gran parte de los problemas que tiene.
    Tengo claro des de hace tiempo que el Gobierno de Mariano Rajoy se resistirá a pedir el rescate, por el precio político a pagar, como dice Javier.
    Los españoles seguiremos estando a expensas del mercado de esclavos (mercados financieros) des el Gobierno de Zapatero hasta no se donde.

  • El Euro no tendría por qué desaparecer. En los países con una economía fuerte y equilibrada podría mantenerse como moneda única. Para los cuatro o cinco restantes solo sería necesario crear la doble moneda o, mejor, la moneda paralela de la que tanto hablo y pido. Pero eso no deja de ser una simple divagación, porque con nuestros actuales políticos solo cabe esperar la completa destrucción del Estado.
    Ya veremos lo que pasa cuando solo queden dos trabajando por cada pensionista, y de ellos solo uno en algo productivo. Ya veremos...
    Por lo pronto, aún espero que el que prefirió que España cayera para levantarla él, explique el procedimiento que tenía pensado.

  • Otro escenario:
    TC constitucional Alemán-->Referéndum--> Sale el no--> La bolsa cae 2000pts + subida del tipo de interés del bono al 7% --> euro2.0 en 2/3 bloques ajustados a la correlación del ciclo

  • Me ha gustado mucho el artículo de J. Javier.
    Uno de los más graves problemas que tiene Europa es la policefalia. No es el único pero este es de los fatales.
    Es como un pulpo con una anomalía genética. Con un cerebrito al final de cada pie y una tripa inmensa en el lugar del cerebro original.
    Estos seres son inviables y por ese camino vamos. Incapaces de ver los errores y corregirlos de inmediato.

    Además los cerebritos del final de cada "podo" deben estar reblandecidos del tanto remojo y son capaces de quedarse fascinados por palabras como "Uro, dad" o "Urop, mum".

    Y encima temerosos de decir la verdad y actuar en consecuencia.
    Me resulta difícil entender cómo algo así puede ofrecer el menor atractivo.

    Sinceramente, sigo confiando en que lo que se ve no sea todo lo que de verdad existe porque de ser así esto va a ser como el infierno del Dante, eterno.
    Ver a cualquiera de ellos y apagar la tele o pasar la página ya es un acto reflejo. Dan mal rollo.

    Saludos

  • Lo de la unión política y económica, unido a la petición de intervención (¿rescate?. Lo que quieren no es rescatarnos; ¡lo que quieren es cobrar!) no me parece mal. Ya que nosotros no hemos sido capaces solitos de hacer una reforma laboral como Dios manda, de recortar y reformar la administración como Dios manda (y casi suplica, ¡pardiez!) pues que lo hagan otros. Esto dice muy poco a favor de nuestra madurez como sociedad, pero es que parece que tenemos una maldición encima que nos impide ser responsables y no esperar a que el gobierno o caudillo de turno nos pastoree.
    Y seguimos, (ni aquí ni en clase, Javier) sin hablar del sistema energético tan "maravilloso" que tenemos.

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