Los recortes a los salarios públicos. II: Las consecuencias indeseadas y los remedios

En el post anterior me había propuesto como objetivo intentar tener una idea de conjunto sobre la remuneración de los empleados públicos frente a los empleados del sector privado en España antes de los recortes anunciados por el Gobierno, que finalmente han sido aprobados en el Congreso el miércoles pasado. Hoy me gustaría refleccionar sobre las posible consecuencias (mas allá de las presupuestarias).

Creo que tanto el post como la discusión posterior que se ha generado demuestran que es difícil generalizar. Un artículo en El País de ayer confirma la dificultad de generalizar, sencillamente por la escasez de información sobre los empleados públicos.

De todas formas creo que la visión de conjunto que se desprende del estudio que comenté en el post anterior es que, a la hora de comparar el empleo en el sector público y en el privado, España se caracteriza por estas razones:

1) Como en otros países europeos, un empleo en el sector público no es una opción de carrera especialmente atractiva frente un empleo en el sector privado;

2) A diferencia de la mayoría de los otros países analizados, los retornos a la experiencia en el sector público son menores que en el sector privado.

3) La prima en los salarios públicos es alta para salarios bajos y baja para salarios altos.

Esto quiere decir que los recortes anunciados reducirán unos ingresos que, analizados correctamente, parecen estar en línea con los del sector privado. Dado que los recortes son progresivos, además, se reducirán más los salarios de los que en promedio tienen una prima menor y menos los salarios de los que en promedio tienen una prima mayor. Esto quiere decir en particular que se reducirán significativamente los salarios que tienen una prima negativa frente al sector privado.

¿Qué consecuencias indeseadas puede tener este cambio significativo de la regulación de los salarios en el sector público?

La teoría económica sugiere que los mejores se irán, ya que el recorte ampliaría la diferencia que podrían obtener en un empleo en el sector privado,  que los que se quedarán “trabajarán peor”  y que el resultado será que la calidad de los servicios proporcionados por el sector público será peor.

Cuando digo “trabajar peor” me refiero a lo que en algunos autores han definido “despilfarro pasivo” y “despilfarro activo” (en inglés “passive and active waste”). El despilfarro pasivo es una actividad por parte de un empleado público que supone una perdida para la agencia para la que trabaja pero no una ganancia directa para él. El despilfarro activo es en cambio una actividad por parte de un empleado público que genera una perdida para la agencia para la que trabaja y una ganancia para él. (A mi me cuesta un poco distinguir una cosa de la otra. ¿Porqué debería un empleado público hacer “despilfarro pasivo” si no le reporta algo, aun que sea tranquilidad, paz, o descanso?). En realidad se trata de términos poco ofensivos para distinguir cuando hablamos de un empleado poco dedicado y/o poco competente y cuando hablamos de un empleado corrupto.

Existen varios trabajos que tratan de determinar si las predicciones de la teoría están confirmadas por la evidencia empírica, es decir si variaciones en los salarios de los empleados públicos generan una reducción en la calidad de los empleados públicos o del servicio que generan.

El primer artículo que quería comentar, de Stephen Nickell de la University of Oxford y Glenda Quintini de la OECD Employment Division, estudia las variaciones de la calidad de los empleados públicos a lo largo de una década (de finales de los años setenta a finales de los años ochenta) en la que en el Reino Unido ha habido una reducción significativa en los salarios en algunas ocupaciones en el sector público.

El artículo mide la  calidad de los empleados centrándose en los empleados de 21 años en 1979 y los de 21 años en 1991 para aprovechar la disponibilidad de los resultados de los exámenes estandarizados que estas cohortes habían tomado cuando tenían 11 años. Hay que tener en cuenta que los autores no usan los resultados del test, sino el percentil del resultado del test, es decir miden cada individuo en relación con los demás individuos en su propia cohorte. El principal resultado del artículo es que la calidad de los empleados varones empeora entre 1979 y 1991 solo para las ocupaciones en las que se el salario ha disminuido frente al sector privado. Los resultados para las mujeres son menos claros ya que la calidad de las mujeres aumenta ligeramente incluso en las ocupaciones en las que los salarios relativos  han bajado (los autores sugieren que esto se puede deber al aumento significativo en la participación laboral de la mujer en estos años).

Como hemos comentado mas de una vez a lo largo de la discusión del post anterior, en el sector público suele ser complicado medir los resultados por dos razones. La primera es que no está del todo claro la misión de una agencia gubernamental (su “producto”). La segunda es que a menudo no existe una competencia que permita evaluar la productividad de la agencia. Pero decir que medir la productividad es complicado no implica que sea imposible. A continuación quiero referirme a dos trabajos que estudian la relación entre las variaciones de los salarios relativos de los empleados públicos y unas medidas (parciales pero sensatas) de la productividad de los empleados públicos. Ambos trabajos hacen referencia al sector sanitario, pero estudian ocupaciones muy distintas.

El artículo de Rafael Di Tella de Harvard Business School y Ernesto Schargrodsky de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella aprovecha una campaña anticorrupción en los hospitales públicos en la ciudad de Buenos Aires. El objetivo de la campaña era erradicar la corrupción en la compra de materiales en los hospitales. El objetivo principal del artículo es dar una validación empírica a las siguientes predicciones teóricas: (a) la corrupción es menor cuanto más grande es la probabilidad de ser descubierto, (b) la corrupción es menor cuanto más grande es la diferencia entre el salario del empleado público frente al salario que podría obtener en una ocupación alternativa. En particular el efecto (b) debería ser mayor cuando la probabilidad de ser descubierto ni es muy alta (ya que en este caso casi nadie sería corrupto) ni es muy baja (ya que en este caso la posibilidad de perder el trabajo sería muy remota).

Los autores se centran en los responsables de compras de los hospitales públicos y utilizan como medida de los resultados (de la productividad de los responsables de compra) los precios a los que adquieren cuatro productos homogéneos, solución salina, alcohol, agua oxigenada y povidona yodada. La información detallada sobre los responsable de compra (salario, edad, experiencia y educación, entre otras) deriva de entrevistas personales que se realizaron gracias a una autorización del Secretario de Salud. El resultado principal que quería comentar es que existe una relación negativa significativa entre el salario de un responsable de compra (mas correctamente, la diferencia entre su salario y su salario estimado a partir de sus características) y el precio al que compra los medicamentos citados. Lo que es más significativo es que esta relación aparece tan solo en la segunda fase de la campaña anticorrupción cuando la probabilidad de ser descubierto es menor que en la primera fase. Esto quiere decir que un salario más alto genera más incentivos a resistir a la tentación de la corrupción.

El artículo de Carol Propper de la University of Bristol y John Van Reenen de la London School of Economics estudia las consecuencias indeseadas de la regulación de los salarios de los enfermeros en los hospitales públicos en el Reino Unido. La regulación fija unos salarios con variaciones regionales muy pequeñas frente a las variaciones en los salarios “externos” (en el sector privado). Los autores defienden que la regulación de los salarios mata. La medida de productividad que emplean es la tasa de mortalidad a 30 días de pacientes admitidos en un hospital con un infarto agudo del miocardio (creo que es lo que normalmente llamamos “ataque de corazón”, pero no me hagáis mucho caso que yo soy muy hipocondríaco e intento reducir al mínimo mis conocimientos médicos). El resultado que obtienen es que un incremento del 10% en los salarios externos en la región está asociado con un incremento del 7% en la tasa de mortalidad. El incremento es aún mayor, del 10%, en áreas con salarios elevados (la zona de Londres y el Sureste).

Todo lo anterior debería servir para convencernos de que las consecuencias indeseadas de unas recortes en los salarios públicos no existen tan solo en la imaginación de los economistas. Es muy probable que los recortes salariales tengan repercusiones sobre la calidad de servicios públicos tan importantes como la enseñanza, la investigación, la sanidad o la justicia. Es incluso posible que los recortes salariales tengan repercusiones presupuestarias perversas al aumentar los costes a los que se proveen los servicios públicos o al disminuir la eficacia de la administración tributaria.

Esto implica que ahora, mucho mas que hace dos semanas, se hacen necesarias reformas del sector público (de la sanidad, de la educación primaria, de la investigación, de la justicia, de la contratación pública) del tipo de las que se describen entre las 25 propuestas de reforma estructurales. Tarde o temprano alguien tendrá que hacerlo.

Hay 14 comentarios
  • El otro día decía un funcionario que ahora en vez de fumar cada media hora, lo haría cada 15 minutos, en respuesta al recorte. No sólo baja la productividad, sino que sube el gasto sanitario!!!

    Ya nos queda poco para instalarnos en el "Piove, porco governo"

  • Es dificil que se produzca una huida del sector público cuando el sector privado sigue arrojando personas al paro (y ya no sólo trabajadores temporales o de baja cualificación). Mi experiencia en anteriores situaciones parecidas: las congelaciones de F Gonzalez o del Gobierno Aznar me dice que si inicialmente hay algunos ( y además pocos ) funcionarios que digan "me engañarán en el sueldo pero no en el trabajo" esos son en general los que ya no trabajaban antes fuera el sueldo que fuera los demás no les quedará más remedio ¿durante cuanto tiempo puede un profesor decir que no hará nada en su clase? ¿un médico decir que no atenderá un paciente? ¿un letrado del inss decir que no va a un juicio?

    No hace falta ser injustos hasta el punto que estoy viendo con los funcionarios con esta teoría que acabo de leer: primero se les baja el sueldo y como eso les desmotiva y puede que no trabajen luego se reforma la Administración para hacerles la vida más dificil, el siguiente paso será matarles para que no sufran después de haberles hecho la vida dificil.

    No se beneficiariaron de los años del boom, pero perdieron poder adquisitivo para que se pudiera llegar a esa burbuja inmobiliara, después lo perdieron para que se pudiera mantener y ahora porque ha desaparecido la búrbuja. Esperemos que llegue un día en que la gente cobre por su trabajo y porque trabaja

  • La solucion, para los insiders, es clara: menos empleados, mejor pagados. Es facil ver que sobra gente: los de prima alta.

  • Estoy de acuerdo con algunas de las conclusiones del post. Con otras no tanto. Me explico:

    1.- Con carácter general, es lógico y evidente que, a mayor diferencia salarial del sector privado frente al público, éste se haga menos atractivo, y se dé una tendencia a que los profesionales más capacitados se trasladen al sector privado.

    2.- Ahora bien, ese "traslado" no es fácil ni se da por igual en todas las profesiones. En primer lugar, existen amplios sectores de la Administraciones que no tienen una profesión o tipo de puesto análogo en el sector público al que trasladarse. En segundo lugar, muchos funcionarios no estarían dispuestos a trasladarse ni mejorando sus condiciones, ya que perderían otros "intangibles" como jornadas más reducidas, estabilidad laboral, etcétera. Y en tercer lugar, en una época de crisis como la que padecemos la tendencia que prima es la búsqueda de la seguridad en el empleo (ver datos de concurrencia a las oposiciones en épocas de crisis frente a épocas de bonanza económica).

    3.- Por lo tanto, esa fuga al sector privado se va dando muy a largo plazo, por la vía de que los recién licenciados se plantean sus carreras profesionales en el sector privado y no en el público a la vista de la desigualdad de retribuciones que se comenta en el post.

    4.- Por lo tanto, es cierto que a medio y largo plazo la calidad media de los empleados públicos tiende a decrecer cuando se da una desigualdad clara entre las retribuciones en los sectores público y privado. Pero creo que la crisis y la caída de los salarios no tienen un efecto inmediato en ese proceso, salvo que aparezcan otros factores como la caída de inversiones, en programas de mantenimiento, etcétera.

  • FER:

    En Italia no decimos "Piove, porco governo" sino "Piove, governo ladro". Pero se suele usar en situaciones en las que se le echas al gobierno la culpa injustamente. ¿Es esto a lo que te refieres? ¿Quién te parece que está siendo injusto con el gobierno?

  • mendia

    Creo que estamos de acuerdo en que en el sector público hay gente que no hace nada. Lo que a mi me preocupa es que los recortes salariales reduzcan los incentivos a quedarse y a seguir haciendo algo justamente para los que si hacian algo. No entiendo muy bien porque por un lado reconoces que hay gente que no hace algo y por el otro dices que es complicado hacerlo. ¿Cuanto tiempo puede estar un profesor sin dar clase? Muy poco. La pregunta es ¿cuanto tiempo puede estar un profesor dando clase sin aportar nada a los estudiantes?

    ¿Crees que es injusta una teoría que dice que los funcionarios y en general todos los empleados públicos son como todos los demás seres humanos en que responden al entorno en el que se encuentran y a los incentivos que tienen? En el mundo hay de todo. Gente preparada y menos preparada. Vaga y trabajadora. Lo que es perverso no es la heterogeneidad de la gente. Es un sistema incapaz de discriminar los preparados de los menos preparados, los vagos de los trabajadores y sobre todo incapaz de hacer que los menos preparados mejoren, si así lo desean, y los vagos dejen de serlo, si así lo desean.

    "Esperemos que llegue un día en el que la gente cobre por su trabajo y porque trabaja": Lo suscribo. No creo que es lo que ocurre en la actualidad en el sector público en España. ¿Algo habrá que cambiar?

  • G. Moreno:

    Dices que no estás de acuerdo con algunas de las conclusiones del post. Pero no se con cual, ya que yo estoy de acuerdo con tus especulaciones sobre quienes dejarían el sector público y cuando. Es verdad que hay profesiones en las que pasar del sector público al privado puede ser mas complicado. También es verdad que ningún empleado público dejaría su trabajo ahora para ponerse a buscar otro. Pero nadie lo hace. Lo que la gente hace es valorar las ofertas que se reciben. Obviamente si te bajan el sueldo en el sector público, será mas facil que una oferta externa te resulte atractiva.

    Yo nunca he dicho ni nunca he pensado que la gente elige su ocupación pensando tan solo en el salario que recibe el mes siguiente. La gente tiene en cuenta muchas cosas como los que tu llamas "intangibles" entre ellas la seguridad de la renta. Pero que duda cabe que si todo lo demás se queda constante y baja el sueldo el empleo en el sector público se hará menos atractivo. Para algunos la perdida de atractividad no será suficiente para plantearse buscar activamente otro empleo. Para otros sí. Algunos de estos no encontrarán nunca un empleo mejor. Otros sí. No todos dejarán el empleo público. Algunos sí y la preocupación es que entre estos se encuentre una cantidad desproporcionada de los empleados que por su capacidad y por su dedicación son mas valiosos para el sector público.

    Si he dado una impresión equivocada me interesa corregir: la preocupación en mi post no es de un efecto a corto plazo, sino de un efecto que puede tener repercusiones de largo plazo si no se toma alguna medida correctiva.

  • Geógrafo Subjetivo:

    Tu post tiene el mérito de haberse adelantado a los acontecimientos ya que has hablado de recortes salariales en el sector público antes de que fueran anunciados por el gobierno. Pero no creo que hubiera sido posible evitar los recortes salariales trabajando con "tasa de reposición, reducción de sustituciones y vacantes, reducción de órganos y de puestos eventuales y de libre designación, congelación salarial." Todo esto se planea, además de los recortes salariales.

    Sin embargo no estoy de acuerdo con la idea de la "homogeneización salarial entre administraciones." El trabajo que citaba sobre los enfermeros en el Reino Unido demuestra que estas homogeneizaciones son peligrosa (hasta matan). No creo que debería haber homogeneización de salarios entre administraciones. Lo ideal sería que cada una fijara los salarios que cree mas conveniente y que de alguna forma sufriera o se beneficiara de las consecuencias de sus decisiones (ya lo sé, más facil decirlo que hacerlo)

  • Marco Celentani:

    Sí, los recortes han sido necesarios, pero más aún que en los recortes de salarios se va a ahorrar en la parte no fijo o de carrera de los empleados públicos: ese amplio porcentaje (de 30% a 40% dependiendo de administraciones). Es un recorte tremendo y prácticamente sordo.

    Mi post iba más al aumento de las tentaciones de 'corrupción' entre empleados públicos que hubieran padecido unos severos recortes (más aún que los actuales). Muchas profesiones o no tienen equivalente en el sector privado o el sector privado está todavía peor. Hablaba de policías o de profesores.

  • Geógrafo Subjetivo:

    No comenté nada sobre las tentaciones de "corrupción" ya que estoy de acuerdo contigo. Sabemos que, lamentablemente, estas cosas pasan. Y sabemos además, por trabajos como el que cité, que pasan más cuando los salarios son más bajos.

  • Considero que el enfoque de las reduciones salariales hay que contextualizarlas:

    1.-Las retribuciones de los empelados públicos han debido crecer los dos últimos años mas que las del Sector Privado, pues en éste los síntomas de la crisis se apreciaban y las empresas, tal vez no las mayores, pero si el resto o reaccionan rápidamente o desaparecen. Aún así han desaparecido muchas
    2.- Que haya movilidad hacia el sector privado no deja de ser la prueba de que se retribuye la productividad. Alguien duda que, en una empresa privada a este Gobierno lo habrían despedido, incluso pagando los 45 días, aunque fuera por causas objetivas.
    3.- Un ejercicio que debe hacer la sociedad española, es que debe invertir sus recursos humanos en algo más que ser funcionarios públicos. La única forma es que el sector privado de la economía sea mayor y eso sólo se consigue con salarios públicos muy ajustados y condiciones de trabajo similares a las del sector privado. Ha sido tradición que los Sindicatos demandasen mejores condiciones laborales ante las supuestas menores retribuciones y los Gobiernos lo han aceptado. Pareciera que hemos olvidado que las empresas privadas compiten y quiebran.
    4.Es necesario hacer más responsable al empleado español, funcionario o del sector privado. Es imprescindible incluir en su nómina, la SS que paga la empresa, que es parte del salario, para que sepa de verdad lo que cuesta, las empresas lo condidera coste de personal. Cuál sería la reacción de cualquier trabajador si supiera lo que aporta mensualmente al Sistema de SS, al de protección por desempleo, a la formación de los empleados o desempleados que se reparten entre CEOE y Sindicatos
    5.- Los Gobiernos posteriores a Franco no han conseguido hacer ciudadanos más responsables, pues nunca han querido que la ciudadanía conociera los datos economicos y que fueran conscientes que cualquier dinero que se gasta procede de un ingreso, que realiza alguien.
    6. Siento decir que llegaremos a recortes salariales acumulados del 25-30% para los funcionarios públicos, con el actual sistema impositivo. No podemos tener más de 2 millones de funcionarios y tenemos 3; por alguna parte hay que reducir gasto y el Estado, Comunidades y Ayuntamientos han gastado mucho y mal.

  • Marco:

    Quería decir con ello que en España nadie se da cuenta y, sobre todo, nadie trata de hacerselo entender a la sociedad, que una parte de la culpa de la crisis es de la gente común. De pedir créditos a tres años para irse de vacaciones o de hacer echar humo a la Visa.

    Y como el gobierno es el que paga los salarios, y se piensan que aun tiene la potestad de darle a la máquina de imprimir billetes, concluyen que si bajan los sueldos, governo ladro, sin atender a que la situación lo requiere porque ellos mismos no se han conducido responsablemente. Si un mileurista veía normal pedir créditos para gasto corriente, qué no vera normal un empresario?

    Santos, lo que expones en el punto cuatro creo que es capital y lo he dicho en algún post viejo. Y sería necesario no sólo para concienciar a la gente de lo que vale su protección social, sino de lo que cuestan a la empresa. Daría mucho que pensar. Yo iría aún más lejos, haría que subiera la nómina (por decreto) y que la proteción social la pagara el empleado. Seguro que a la larga moderaría los sueldos y mejoraría la productividad por presión moral al empleado.

  • Iba a escribir un largo post sobre condiciones laborales de los técnicos de la Administración -licenciatura, doctorado, publicaciones, dos idiomas (y el tuyo), informática de gestión...- pero me da pereza. Da igual. Antes éramos los gilip... por no ganar 2.500 poniendo ladrillos y sin el graduado escolar, 20 años estudiando para nada; ahora somos los cabr... porque no damos ni golpe y cobramos a fin de mes. A nadie le importa un pimiento, pero todo el mundo quiere seguir siendo funcionario. Será que somos un país de esquizofrénicos tomando cañas.

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