Políticas antiinflacionaras argentinas: McDonalds (por Loris Rubini)

Mi colega Loris Rubini me envía este divertido artículo sobre las manipulaciones del gobierno argentino en relación con la inflación. Sebastian Galliani, uno de nuestros amigos de Foco Económico, también ha escrito recientemente sobre la manipulación del precio de la carne en Argentina, que está en la base de la historia de Loris.

Las políticas antiinflacionarias argentinas siempre tuvieron un factor común: la originalidad. Pareciera que no importa tanto si los fundamentos teóricos son sólidos, lo que realmente se busca es sorprender al mundo con algo nuevo u osado.

Últimamente se basó en la construcción del índice de precios. Los precios de los bienes que integran la canasta tienden a aumentar menos que el promedio de los precios. Como contrapartida, es muy difícil efectivamente comprar dicho bien. Por ejemplo, la leche semi-descremada con hierro y calcio puede integrar la canasta. Pero si uno va al supermercado encuentra leche semi-descremada, leche con hierro, leche con calcio, en incluso leche semi-descremada con hierro o calcio, pero no va a encontrar leche semi-descremada con hierro y calcio.

Pero esta estrategia tiene un problema. Resulta que, si bien los argentinos podemos manejar nuestros índices internos, no podemos manejar el índice Big Mac. ¿O sí?

Basado en la última edición del índice Big Mac, el 28 de enero de 2011, The Economist comparó la inflación oficial con el aumento del precio del Big Mac en un grupo de países. La conclusión es que la mayoría de los países “masajea” el índice de precios, que aumenta menos de lo que aumenta un Big Mac. Pero la diferencia tiende a ser pequeña. Por ejemplo, en Europa el precio Big Mac subió alrededor de un punto porcentual más que el IPC. En Argentina, ¡el precio del Big Mac subió casi el doble que el IPC oficial! Mientras el IPC oficial aumentó en 10% en 2010, el precio del Big Mac aumentó en 19%.

Para serle fiel a nuestra historia, a nuestro ministro de comercio interior Guillermo Moreno se le ocurrió una manera (original por cierto), de combatir nuevamente esta inflación a la burgernomics. Moreno logró “persuadir” a la cadena McDonalds a fijar un precio relativamente bajo para el Big Mac, igual a $16, mientras que otros sándwiches comparables están entre $21 y $23. El Whopper Doble de Burger King cuesta $23. (ver aquí).

Claro, el Big Mac no es como la leche semi-descremada con hierro y calcio. Si uno va a McDonalds, por ley (interna de la franquicia) tiene que poder comprar un Big Mac. Si bien esto es cierto, cuando uno entra a un McDonalds en Argentina, ve unas hamburguesas súper tentadoras en promociones de todos colores. Tenemos carteles luminosos del cuarto de libra con queso, del sándwich de pollo, ¡y hasta un Triple Mac®! Pero el Big Mac está bien escondidito…

Hay 16 comentarios
  • Genial artículo. Ja ja ja. Cuidado, que en España más de uno le va a copiar.

  • (Disculpenme por mis errores de castellano!)

    He estado viviendo en BsAs por seis meses ahora, y tuve mi primera experiencia con inflación y los métodos de persuasión de Moreno.

    La semana pasada fui a mi panadería favorita (que es una cadena famosa en BsAs) para comprar medialunas, que la semana anterior me había salido 2 pesos por cada factura. Esta vez, la cajera me dijo que los precios habían subido, y me saldría 2.40 por cada medialuna. Me maldije porque no tenía plata suficiente para comprar todas las medialunas que había querido comprar.

    Cuando regresé ayer de nuevo, yo vi una noticia que dijo que el precio había bajado nuevamente a 2 pesos. Yo busqué a mi amiga en la panadería, y le pregunte porque los precios habían bajado. Ella me dijo que aparentemente mucha gente se había quejado al gobierno, y como resuelto de presión la empresa ha bajado los precios.

    Hay que tomar la explicación con pinzas, pero este articulo me recordó de mi experiencia y pensé en compartirla con ustedes.

    Lamentablemente, soy vegetariano, y los precios de las papas fritas están subiendo sin parar. Tengo quejas con El Economista para no publicar un indice que es útil para los vegetarianos.

  • Oh, también, Loris es tiene mucha razón: es muy, pero muy difícil encontrar leche con hierro y calcio 🙂

  • "The Economist comparó la inflación oficial con el aumento del precio del Big Mac en un grupo de países. La conclusión es que la mayoría de los países “masajea” el índice de precios, que aumenta menos de lo que aumenta un Big Mac"

    Esto es interesante. Si los IPC discrepan del BigMacIndex, entonces están mal los IPC. Bien, pues todos podemos ahorrarnos un pastón dejando de recoger precios. Suprimamos la estadística oficial.

  • Loris, gracias por el artículo, aparte de revelador muy divertido. Lo primero que ha venido a la cabeza sobre esta estafa es que es muy argentina. En serio, aún me gustaría saber porque los argentinos son tan buenos vendiendo humo. Una anécdota reciente, una amiga italiana me contaba su experiencia trabajando en un hotel en Mexico, una parte era vender fotos a los turistas, aun precio bárbaro, y me dijo que tenía un compañero argentino, lo primero que le dije es que el argentino sería el que más vendería y tanto que era cierto. Mi impresión es que uno de los problemas de Argentina es que la labia de los argentinos la "sufren" especialmente los mismos argentinos. Cuanto daño ha hecho un don.

  • Muy simpático el post. De hecho, hay mucha gente preocupada por las distorsiones que parece tener el IPC argentino, hasta el punto de que hay estimaciones alternativas. Por ejemplo, aquí http://www.inflacionverdadera.com/

    Una duda: ¿por qué no debe variar el precio relativo del Big Mac? ¿Es un acuerdo de McDonalds con The Economist? 🙂

  • Comentario para Fulano:

    Lo bueno que tiene el libre mercado es que te permite comparar... y de paso vigilamos al controlador que, no siempre es neutral y objetivo.

    Comentario general:

    Mi enhorabuena por el blog.

  • "la mayoría de los países “masajea” el índice de precios"

    Ya lo decía aquél: "el mensaje es el masaje"...

    Probablemente todo esto no sean más que problemas "conversacionales"...Aunque no queramos reconocerlo ni aceptarlo...

  • Onde esté un logit, un probit o un ARIMA que se quite tó...

  • El ejemplo "civilizado" de amañamiento de índices lo dieron los EEUU en 1997 con la ley Boskin. ¡Y si papá lo hace, debe ser bueno!.

    Buen fin de semana a todos

  • Buenos días.

    El artículo me ha sorprendido agradablemente a pesar de que para no perder los nervios todos necesitamos creer en algo. Aunque sea en nuestros Institutos Nacionales de Estadística.
    Tanto es así que en numerosos círculos es de mal gusto sugerir que éstos manipulan las cifras y casi todos nos reprimimos.

    El ejemplo que menciona Vinny sobre sus croissants bonaerenses sucede habitualmente en nuestras grandes superficies y con mucha mayor frecuencia (y volatilidad) desde que "el comercio" observó a principios de 2010 el descaro con el cual numerosísimos precios públicos y oligopólicos subieron (por decreto, por autorización administrativa o por efecto simpático) diez o más veces la inflación del año precedente. Esta mera observación que debiera haber sido objeto de algo más que algún titular aislado me ha costado alguna que otra mirada torcida en algunos círculos.
    Unos linces, sabiendo el bajón de precios que el resto de la economía estaba viviendo, ellos, --solidarios--, van y suben los suyos con el argumento de que así no se ve el socavón.

    Hay un hecho generalmente silenciado por los economistas profesionals en público pero que en privado es un clamor. Estamos viviendo una época de tenebrosa inflación que nuestras estadísticas disfrazan.

    Al respecto quisiera citar algunos comentarios de excepciones a la regla.

    1. El más reciente, Niño Becerra en su libro del 2008 o 2009 sobre la "Crash del 2010". Este profesor es probablemente el que más claro ha escrito en público acerca de la manipulación oficial de algunos datos y del escamoteo de otros y sin excluir a ningún país.

    2. De 1996. Roger Bootle (Chief economist de HSBC y profesor visitante de Manchester U.) en (“The death of inflation”) donde muestra datos inflacionarios de USA e Inglaterra (los dos países con información más antigua) que son de asustar desde finales de los sesenta hasta el 1995. Menos de 30 años en los cuales la tasa histórica de alza de precios multiplica por 20 la de todos los registros anteriores que en Inglaterra eran 700 años.

    3. Nuestra experiencia vital, privada y empresarial. No es normal que los precios de mi juventud se hayan multiplicado por entre 20 (alquileres de vivienda o un coche) y 100 veces (algo tan tonto como ir al cine) o 125 veces (cenar sencillito en Juanito Kojua o en Urola que son de los que sobreviven con honor y de los que tengo prueba documental).

    Es indudable que la inflación es una parte intrínseca de nuestro sistema y que el dato es muy manipulable y manipulado. Demasiadas métricas políticas dependen de él como para no serlo.
    Demasiados incentivos a gente con exceso de capacidad de actuar incontrolados. Como para plantearse un proceso deflacionario que es lo que a la mayoría nos vendría bien incluso con ajustes de ingresos. Esto lo aguantaría la ciudadanía pero destruiría todas las estructuras y las dinámicas del poder.

    En estas circunstancias nos guste o no nos guste vivimos con reglas que no sólo permiten "pasar de curso con suspenso" sino que lo incentivan.
    No nos podemos quejar de nada porque, a fin de cuentas, un sistema que practica de modo sistemático la incontinencia fiscal necesita la inflación como el aire para que los tomadores cautivos de deuda vayamos digiriendo el menú. Y se aplaude dicha incontinencia desde algunas ideolologías y escuelas.

    Cada vez será más evidente el divorcio que ya muchos manifiestan con más fuerza cada día entre esa difícil decisión entre cómo atender al poder político y la contribución al bien común. La Prosperidad sostenible real.

    Vale la pena recodar la excelente conferencia de Buchanan en su aceptación del Nobel que nos trae hoy Jesús FV o Juan de Mercado, no recuerdo ahora.
    Ahí está la clave de muchas cosas y la solución, con seguridad, no pasa por lo imposible, (que los patos tiren a las escopetas como decía mi abuela Soledad) sino que la escopeta deje de tener tanta munición y podamos volar y vivir un poco más tranquilos.

    Uno de los libros más dramáticos que he leído recientemente (por indicación de mi mujer que es especialista en el XVIII francés) es de François Furet sobre la revolución francesa y el proceso a través del cual se gestó el cambalache por el cual un ya entonces inexistente Poder Absoluto fundado sobre el derecho divino se transmuta en otro poder absoluto mucho más real y profundo que el anterior basado en otra divinidad intangible (el bien común), divinidad interpretada y medida por otra aristocracia.
    El resultado de esta filosofía termina por estallar en nuestra generación porque se les ha ido de las manos. El problema es que el vuelo de Ícaro se acaba pero el trompazo será leve porque antes estará el suelo bien mullido de damnificados. Caerán sobre blando.

    Saludos

  • Muy bueno Manu ... lástima que el "trompazo contra el suelo" causado por la sacralización de "El Bien Común" unida a la inocencia paternalista del humanismo cristiano (con su predilección por "lo que las cosas deben ser" y no "lo que las cosas son") nos lo demos todos ...

  • Don Manu Oquendo,

    El problema no será tanto el trompazo propio de la caída, sino evitar ser devorado por los famelicos una vez que llegue a tierra...

    Porque, a la larga, es una virtud de la realidad no someterse a la voluntad de nadie.

    Un saludo

  • En esta web se ofrece un IPC alternativo en el que se excluyen los productos que no afectan al ciudadano de a pie. Los resultados están en línea con lo que apunta Manu Oquendo
    http://www.ipcreal.com/
    Saludos

  • Lo siento.
    La serie a la que enlazaba la entrada anterior acaba en octubre de 2008 con lo que es poco representativa.
    He encontrado una más reciente, pero la metodología es poco clara por lo que quizás no cumpla los elevados estandares de calidad del blog. Si los editores no lo consideráis adecuado no lo subáis.

    http://www.flickr.com/photos/ipcreal/5620041382/lightbox/

  • Para Manu Oquendo.
    Degusto su tono algo sombrío. Las preguntas, o la gran pregunta, la sostenibilidad del tinglado (incluso sin excesivas malas artes, es decir, con mínimo, y óptimo, nivel de corrupción).
    Lo que más ha llamado mi atención últimamente es el Movimiento Zeitgeist (http://www.thezeitgeistmovement.com/The%20Zeitgeist%20Movement.pdf). Hay una versión en castellano.
    Pero ahí no estaríamos Vd. o yo haciendo lo que hacemos aquí.
    Sobre el fraude en general, me ha gustado El cementerio de Praga.
    Saludos.

Los comentarios están cerrados.