¿Econo-ignorantes o algo peor?

Fuente de la tira cómica: xkcd bajo una creative commons license 2.5.

Estoy de vuelta a casa (Madrid) por Navidad. Quedé con un buen amigo de la Carlos III a tomar unas cervezas y me dijo que había oído que alguien había estado en mi universidad (UCL) colgando algo como las 95 tesis de Lutero en las puertas de nuestras aulas de economía. El "activista" estaba intentando refutar nuestras obsoletas “teorías” para que los estudiantes expuestos a nuestra propaganda no sufrieran con nuestra indoctrinación. Pues eso resulta que son fake news (quizá no tan dañinas como esta o esta) pero fake news al fin. El mito probablemente es una exageración provocada por este infame articulillo publicado en The Guardian, que a su vez repite de manera Goebbelsiana una cantinela que recorre las redes: “los economistas no son más que una banda de neoliberales que se dedican a hacer teorías abstractas sin ningún respeto por la realidad”.

Si leen estas páginas, lo más probable es que ya sepan que eso no es verdad, como otros colaboradores de NeG han tratado en varias entradas recientes (1, 2, 3, 4, o 5). Y por tanto ya saben que quien repite el eslogan es, en el mejor de los casos, ignorante. Si no lo es, resulta ser aún peor, claro. Pero como alguien mal informado puede hacerles caso a los econo-ignorantes, vamos a darles algunos recursos cuando en las comidas festivas de estos días alguien les salga con el argumento de marras.

Una muy buena respuesta la han escrito unos colegas de varias instituciones punteras del Reino Unido. Lo que los economistas hacen de verdad es algo muy distinto. Pero si no creen a mis colegas cuando les dicen que la economía es una ciencia empírica, no hace falta que acepten el argumento de autoridad. El hecho empíricamente comprobable es que desde aproximadamente los años 90, la economía es una ciencia empírica, como pueden leer en este artículo del cual extraigo esta tabla que lo deja clarísimo:

O sea que los econo-ignorantes no han leído una revista científica de economía en el último cuarto de siglo al menos.

También pueden mirar esta recopilación de algunos de los mejores artículos de economía de este año. Les garantizo que, además de convencerse de que los econo-ignorantes lo son, disfrutarán. O, simplemente, dense un paseo por cualquiera de las mejores revistas de economía y muestren a los "críticos" una selección aleatoria de lo que verdaderamente hacemos. Podrán concluir que la ciencia económica es actualmente más empírica, tiene mayor credibilidad, está menos aislada del resto de las ciencias sociales y, por tanto, es más útil que nunca, como también se sostiene aquí.

Respecto a lo de “neoliberales”, qué quieren que les diga. Como es un término que nadie se preocupa por definir de una forma empíricamente refutable, no tiene mucho interés científico. Es un insulto, y lo encuentro irritante, pero no es nada que un poco de meditación o un vaso de manzanilla pasada no arregle.

Ah, una última queja, esta con algo más de fundamento, es que la economía que enseñamos no se hace suficiente eco de las innovaciones de investigación en la disciplina. Hoy día ya hay alternativas. Aquí les he contado sobre el proyecto Core en el que estoy implicado o estos artículos sobre la nueva enseñanza de econometría y economía empírica (1, 2, y 3)

Así que, no, no somos una banda de teóricos abstractos dispuestos a defender el libre mercado por encima de lo que sugiere la evidencia. Algunos somos mala gente, a otros los pueden invitar a su casa por Navidad. Pero fake news las justas, para esto ya se valen otros solitos.

Hay 46 comentarios
  • La respuesta a este tipo de argumentos que algunos plantean contra la teoría económica “convencional” o contra la ciencia económica en general es muy simple: apliquen el método científico. Una teoría científica no se refuta publicando textos periodísticos en la prensa ni repartiendo panfletos; se refuta escribiendo artículos en publicaciones académicas. Si los argumentos son sólidos, la comunidad científica no tendrá más remedio que aceptarlos.

  • Gracias por su post. Sin duda no son ignorantes, son algo peor, mucho peor, y por eso no es recomendable perder tiempo en periodistas como Larry Elliot. Ninguna persona razonable recomendaría a Messi prestar atención a Alfredo Relaño, pero sí a lo que dicen Guardiola, Mouriño, Zidane, etc., sobre su juego. Un economista académico interesado únicamente en su investigación científica —esa que le permitiría ganar primero la medalla JBC y luego el premio Nobel— debe prestar atención a lo que digan sus pares, lo que plantea el problema de quiénes son sus pares. En relación al artículo horrible de Elliot, la pregunta es si los economistas académicos deben considerar a Steve Keen un par (Elliot “justifica” su artículo por referencia a Keen). Siendo generoso con todo aquel que tiene una pretensión académica y científica, Keen sería un par (aunque ahora su interés principal es el activismo en contra de la Economía Neoclásica). Sí, a mi me gustaría saber que piensan Yuliy Sannikov (gran teórico, medalla Clark 2016) y Dave Donaldson (gran investigador empírico, medalla Clark 2017) de los trabajos de Keen. Mucho me temo que sólo unos pocos economistas académicos y científicos se han interesado en las ideas de Keen --no los culpo porque el costo de oportunidad de revisar las ideas de otros es alto-- y que el activismo de Keen nada ayuda en atraer su atención.

    • Lo anterior sobre el trabajo científico. ¿Pero qué pasaría si Messi, aprovechando su celebridad, hablara de cómo debe jugar el Real Madrid (no contra el Barsa sino contra otros equipos)? Personas razonables no lo tomarían en serio. Y aunque no sospecharan de su verdadera intención, no lo harían porque jamás considerarían que tiene conocimientos suficientes para ser entrenador del RM (a propósito, ¿alguien recomendaría que Maradona sustituyera a Zidane después del 0-3?). Sí, la especialización es la base de nuestra riqueza pero también una limitación fuerte a nuestras pretensiones personales de aprovechar algo que sí tenemos (celebridad en el caso hipotético de Messi) pero no los conocimientos suficientes para tomar buenas decisiones. Si economistas científicos pretenden influir en las decisiones de otros más allá de sus limitados conocimientos científicos, no deben extrañarse que se los trate como poco serios.

    • "Siendo generoso con todo aquel que tiene una pretensión académica y científica, Keen sería un par (aunque ahora su interés principal es el activismo en contra de la Economía Neoclásica) .... Mucho me temo que sólo unos pocos economistas académicos y científicos se han interesado en las ideas de Keen --no los culpo porque el costo de oportunidad de revisar las ideas de otros es alto-- y que el activismo de Keen nada ayuda en atraer su atención."

      Esto es muy interesante. El activismo está reñido con la excelencia científica? Y por seguir con la idea del coste de oportunidad, no será que el coste cognitivo de revisar otros paradigmas distintos es alto y los retornos de los economistas académicos a corto plazo son más altos si se dedican a segir haciendo ciencia "normal" en términos kuhnianos?

      • Por supuesto que el activismo está reñido con hacer ciencia. El activismo recurre a la manipulación de las emociones de otros para lograr su propósito de excluir ideas y personas. Exactamente lo mismo que pasa con el linchamiento y que por eso es lo opuesto de la acción judicial (en el blog ¿Hay Derecho? alguna vez intentaron linchar a Rajoy y otros populares dejando en evidencia su hipocresía respecto al estado de derecho).

        Por supuesto que cualquier académico continuamente revalúa cuánta atención presta a ideas nuevas en relación a sus viejas ideas. La única manera de progresar en la construcción y la verificación de teorías es trabajando fuerte en forma continuada sin ceder a cantos de sirenas locas pero siempre teniendo en cuenta que no todas son locas. Pasa con todo trabajo que requiere esfuerzo continuo por largo tiempo para dar fruto. No se trata de Kuhn, se trata de ser racional.

        • Lo del linchamiento creo que es un poco non sequitur. Esto es muy interesante: “Por supuesto que el activismo está reñido con hacer ciencia. El activismo recurre a la manipulación de las emociones de otros para lograr su propósito de excluir ideas y personas.”

          Diría que toda interacción social de algún modo “recurre a la manipulación de las emociones de otros para lograr su propósito de excluir ideas y personas”. Desde luego, el marketing lo hace, y es obvio que ésa es una de las razones por las que la microeconomía más sensata ha abandonado el modelo de actor perfectamente racional hace ya un tiempo (Thaler). La historia de la ciencia (Kuhn, por ejemplo), demuestra que los procesos de “cambios de paradigma” a nivel micro tienen mucho más que ver con luchas de poder que con la elección racional. Sólo a nivel macro y en retrospectiva (y ése precisamente es el misterio de la conexión micro-macro) aparecen trazas de elección racional.

          En fin, sin poesía: creo que tienes una visión ultraidealizada de la academia y la ciencia (y de los economistas en particular, supongo) como actores perfectamente racionales. Creo que la realidad es muy distinta, y estoy seguro que existen explicaciones alternativas mucho más importantes y verosímiles que el coste de oportunidad para explicar la falta de atención de los economistas estrella a paradigmas heterodoxos y alternativos.

          • No Daria. Tengo una visión clara sobre cómo distinguir entre quiénes hacen esfuerzos serios para desarrollar teorías científicas y quiénes están dispuestos a centrarse sólo en los aspectos negativos derivados de nuestro lado oscuro para rechazar todo lo que hacemos. Lea esta columna publicada hoy

            https://www.bloomberg.com/view/articles/2018-01-05/wanted-a-unifying-theory-of-behavioral-economics

            y el paper de X. Gabix que motiva la columna

            http://www.nber.org/papers/w24096.pdf

            Luego que los lea le propongo discutir por qué está tomando tanto tiempo avanzar en la unificación de las ciencias del comportamiento humano (al respecto le conviene consultar el libro de Herbert Gintis "The Bounds of Reason - Game Theory and the Unification of the Behavioral Sciences").

            • He leído el link sobre Gabaix. El paper no está en abierto. Aunque no entiendo qué tiene que ver esto con lo que estamos discutiendo, me parece divertido que me mandes un link sobre un modelo de "falta de atención irracional" cuando precisamente defiendes que los economistas estrella son perfectamente racionales cuando no atienden a otros paradigmas debido al coste de oportunidad.

              Respecto a discutir "por qué está tomando tanto tiempo avanzar en la unificación de las ciencias del comportamiento humano", el link va sobre la unificación de la economía del comportamiento, que creo que no es lo mismo que el comportamiento humano. En cualquier caso, me parece perfecto sobre un porqué tan peliagudo. Mi primer intento: porque es dificilísimo.

            • En comentario anterior usted dijo que hace tiempo la teoría microeconómica abandonó el modelo del comportamiento racional (no agrego “perfectamente" porque es una apreciación equivocada), pero me quedó claro que usted no está al tanto de cómo la teoría del comportamiento racional se ha ido desarrollando desde los años 50. En la columna que yo cito se menciona a Herbert Simon (Premio Nobel de Economía 1978, esta es su conferencia por el premio https://www.nobelprize.org/nobel_prizes/economic-sciences/laureates/1978/simon-lecture.pdf ) porque fue pionero en extender esa teoría. Si además quiere revisar otros antecedentes históricos puede ver https://books.google.cl/books?id=d-jLDAAAQBAJ&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=false )

              Además pronto se publicará otro Handbook (ver https://scholar.harvard.edu/laibson/outlines-handbook-behavioral-economics ) que incluirá el paper de X. Gabaix (aquí puede acceder libremente
              http://pages.stern.nyu.edu/~xgabaix/ ). La gracia del paper de Gabaix es su evaluación de los avances usando un modelo unificado, algo que siempre se aprecia para evaluar por lo menos dónde estamos y qué caminos seguir. La referencia al libro de Gintis (ver también su último libro Individuality and Entanglement - The Moral and Material Bases of Social Life) es para apreciar la conveniencia y la importancia de un modelo unificado de la conducta humana. Ojalá esas referencias le sirvan para darse cuenta cuánto se ha avanzado.

  • Gracias por posts como estos; desde mi perspectiva de estudiante de grado de economía agradezco aproximaciones sencillas a lo que -de verdad- es la economía moderna hoy en día. Siguiendo este hilo..., ¿cree que será posible recibir algunos comentarios o que escriba otro artículo sobre ideas de economía considerada heterodoxa que no son simple falacias fuera completamente del método científico? Por ponerle un ejemplo: me encuentro muchas veces en la red con artículos o vídeos de personas como Yayo Herrero, que van a saco desde una posición fatalista contra la economía convencional; es cierto que me gustaría ver un debate entre posturas enfrentadas o al menos una respuesta desde la economía moderna a las tesis que defienden -ecofeminismo, etc.- personas como ella.

    • Hombre, en cuestiones de género creo que el blog está haciendo una buena labor, en parte porque la economía realmente ha progresado mucho en términos de lo que se sabe. Puedes ver unos cuantos aquí, pero hay mucho más. En cuestiones de cambio climático también hemos escrito algo. En ambos casos los problemas son profundos, y queda muchísimo por hacer, pero los economistas han puesto algo más que su granito.

  • Creo que se podría aplicar a este artículo aquello de "excusatio non petiita..."

    • En realidad, aquí la única "accusatio manifesta" es la del señor Larry Elliot. Yo me limitó a señalar que además de manifiesta es manifiestamente errónea. Y, por tanto, él o los que la repiten, son econo-ignorantes, o algo peor.

  • Probablemente les moleste a muchos las críticas al sistema económico, pero no piensen en cómo les ofende, y piensen en si son ciertas o no.

    Mi crítica a la economía, es muy sencilla y se puede comprobar si es cierta.
    Los fundamentos en los que se basa la economía, sus principios elementales, no son una realidad de los hechos naturales del planeta. Y vivimos en la realidad natural del planeta, y no en invenciones de los humanos, ajenas al funcionamiento de la Tierra.

    Si quieren pueden refutarme, demostrando que los fundamentos de la economía, son parte de los hechos que suceden en el funcionamiento, de la realidad natural del planeta Tierra.

    Saludos.

  • BUSGOSU,

    Los principios elementales de las matemáticas, como por ejemplo el número i, no creo que le resulte fácil decirme que lo puede encontrar en la naturaleza. Sin embargo algo me dice que la misma crítica que le hace a la economía no se la haría a la matemática.

    El ser humano razona en base a "conceptos" y "modelos" que no son realidades naturales pero que sí permiten interpretar y comprender la naturaleza. Por ejemplo, usando números imaginarios y la transformada de Laplace puedo modelar el comportamiento transitorio de un circuito eléctrico que incluya un condensador. Sin embargo, en la naturaleza no encontrará de manera natural ni la transformada de Laplace y, de hecho, ni siquiera el concepto de condensador que se utiliza para representar el circuito existe exactamente como tal en la realidad. Sin embargo, ese modelo es suficientemente bueno como para permitir interpretar la realidad y, por ejemplo, construir los circuitos que conforman el ordenador desde el que escribo este comentario.

    • Hola José Luis

      En lo referente los principios de las matemáticas, estoy de acuerdo con usted que no están o se observan en la naturaleza.

      Las matemáticas usadas como una herramienta de estudio y análisis, me parecen un instrumento conceptual que sirve para explorar la naturaleza del mundo.
      Pero las matemáticas usadas como principios de la naturaleza, son aberraciones que intentan modelar la realidad natural, transformándola en construcciones matemáticas. En este caso no se busca descubrir cómo es la naturaleza sino crear un mundo matemático, donde las matemáticas son la explicación y el funcionamiento de los hechos que suceden en el mundo. Idéntico a las religiones que creen en un Dios creador del mundo, que es la explicación y el funcionamiento de todo lo que sucede.

      No estoy de acuerdo con usted, que los modelos matemáticos son suficientemente buenos para interpretar la realidad, son como mirar el mundo reduciéndolo a lo que se puede ver por una ventana que solo deja pasar conceptos matemáticos. Yo pienso que para tener una mejor interpretación de la realidad, es imprescindible abrir más ventanas conceptuales distintas para observar la naturaleza.

      Saludos

  • Ser liberal es creer que el mercado nos hace mejores; y a pesar de todo, demostrarlo.

  • ... Mejores consumidores, mejores productores, mejores "lo que sea"... Técnicamente: no ir más allá de "una" situación óptima. ¿Está claro no?

    • Como no ha concretado con exactitud a que se refiere usted con ser “mejores”, y de qué forma nos hace mejores el liberalismo comercial.
      Le daré mi opinión sobre las consecuencias que se derivan del liberalismo comercial.

      La economía y el mercado tienen el objetivo de obtener beneficios, y el liberalismo postula que las leyes no deben impedir que los individuos obtengan esos beneficios.
      Pero las consecuencias de que unas personas ganen en el juego económico, son que otras personas deben perder.
      Cuando alguien incrementa sus beneficios otros los pierden, porque si todo el mundo obtiene el mismo rédito económico no hay beneficios. Para ganar no puede haber empates, luego las ganancias de unos son las pérdidas de otros.

      Técnicamente la economía es una competición, una guerra económica, o un conflicto que causa problemas en las relaciones humanas.

      Las guerras económicas al igual que las guerras armadas, son autodestructivas. Algo que todos deberíamos evitar intentando no llegar nunca a situaciones que nos hagan entrar en conflicto, pero hacemos lo contrario, vivimos en una continua rivalidad que se ha convertido en nuestra forma de vida

      Los límites que ponen las leyes al comercio atenúan los efectos de la guerra económica.
      Y hay que considerar que en una competición continua no es posible ganar siempre.

      Saludos

      • ... Pues vaya juego de tronos (de suma cero). Al final, el coletas va a tener razón. El capitalismo siembra el independismo. Menos mal que otros piensan diferente: Thomas Piketty, por ejemplo.

        Gracias por la atención. Feliz año nuevo.

        • En el reparto de la riqueza, la suma de las ganancias de unas personas y las pérdidas de otras suman cero.
          La competición para obtener la mayor porción del pastel es de suma cero, con independencia del tamaño del pastel.

          Aunque la riqueza total sea mucha, ésta puede ser insuficiente para todos, porque el reparto puede ser tremendamente desigual. Una minoría puede tener las porciones más grandes del pastel y la mayoría solo obtener las migajas.

          El objetivo de la economía actual es maximizar siempre los beneficios, porque si no lo haces, será otro quien lo haga, dejando de ganar y en consecuencia perdiendo. Luego la tendencia económica es acaparar beneficios, provocando que la distribución de la riqueza sea desproporcionada.

          Cuando alguien prospera económicamente está haciendo su parte del pastel mayor, pero también está haciendo que la parte que queda para el resto de personas sea menor. No importa como de grande sea el pastel, cuando su división es desequilibrada.

          La economía y el comercio no incrementan el tamaño del pastel, lo hace el ingenio y el conocimiento de las personas, y la cooperación entre ellas. De hecho sin el sistema económico actual, la humanidad puede seguir disfrutando de los avances que han logrado las ciencias.

          La economía y el comercio actual se encargan de la distribución desigual e injusta, de la riqueza producida por todos.

          Saludos y gracias por debatir conmigo

  • El artículo de Elliot es, en general, disparatado. Pero hay algo en el artículo que, a mi juicio, no lo es tanto y es por lo que probablemente ha merecido tanto eco. Es la parte donde aboga por una reforma de la Economía. A mí me parece que esta disciplina tarda bastante en asimilar algunos avances, en especial los que cuestionan aspectos fundamentales de la misma. Por ejemplo, Kahneman recibió el Nobel de Economía en el año 2002, lo que probaría en principio, que los economistas no somos inmunes a las críticas por graves que sean. Sin embargo 15 años después, si uno examina los textos que se emplean para enseñar economía en la universidad, no encontrará práctimente ningún rastro de las aportaciones de Kahneman o, más recientemente, de las de Thaler, nuestro último Nobel .

    • Eche un vistazo al texto Core-econ que referencio en la entrada, por favor. Justo intentamos evitar esto. Y no somos los únicos, como también explico en la entrada.

      • Me lo descargué en su momento. Pero lo que trato de subrayar es que la gran mayoría de las universidades siguen enseñando economía como si nada hubiera pasado. Textos como el suyo son la excepción a pesar del tiempo transcurrido.

  • En efecto, desde hace unos años se registra un repliegue hacia lo empírico-estadístico-experimental. Y no tiene nada de malo, en principio, que una ciencia social se restrinja a ese ámbito, renunciando a otras pretensiones. Campos científicos de aspiraciones modestas hay muchos (la edafología, por ejemplo), y cada uno aporta su granito a la montaña del saber humano.

    En el caso de la economía, sin embargo, cabe preguntarse cuánto hay de auténticamente virtuoso en ese abandono de la "gran teoría", a la vista de las posibles causas de tal "llamada a la humildad".

    El batacazo de 2008 tiene que ver, sin duda, con este giro.

    Ahora bien, una cosa es denunciar los excesos de la teoría, sus sofisticaciones fantásticas, que, de hecho, no han conducido y no pueden conducir a ninguna parte, y otra abjurar por completo de la utilidad de la economía para orientar la política en el sentido más amplio de la palabra.

    Lo que ha ocurrido, más bien, es que aquello que la "gran teoría" económica DEBERÍA DECIR AHORA, si se aplicara con seriedad y honradez a la tarea de orientar la política, no es agradable a los oídos de los poderosos. Me refiero a cosas como proteccionismo, renta básica universal, redistribución del capital, decrecimiento, etc. Porque el mundo ha cambiado mucho, y ya no es verdad (como lo fue en su día, y soy el primero en admitirlo) que el libre mercado sea el mejor camino PARA TODOS.

    Esa es la razón, creo, por la que la profesión se ha vuelto, de repente, tan "humilde".

    • En realidad la economía no ha abandonado la intención de informar la toma de decisiones políticas. La renta básica universal o el libre comercio son objeto de intenso escrutinio empírico por ejemplo, con métodos experimentales o cuasi experimentales. Seguimos haciendo ciencia, pero ahora es mejor, eso es todo.

      • El análisis empírico es una parte importante del trabajo científico, por lo que, en efecto, ahora se hace mejor ciencia. Lo que puede ser un problema es lo que podría llamarse "exceso de empirismo": muchos economistas, armados con poderosas herramientas econométricas, se dedican ahora tratar de medirlo todo, incluso aquellos aspectos de la vida que no tienen mucho que ver con la economía, tanto si hay datos fiables como si no. Supongo que la excesiva especialización puede conducir a excesos de este tipo.

      • Usted da a entender que hay que bajarse del burro de la teoría, y que "no sabemos nada hasta que hayamos hecho un intenso escrutinio empírico".

        La idoneidad de semejante cautela dependerá del caso. Por ejemplo, no se necesita ningún "intenso escrutinio empírico" para saber qué le sucede a un animal si lo privamos de oxígeno. Hay una teoría bien contrastada que nos lo aclara, desde hace mucho.

        Otra cosa es que se quiera o no decir lo que la teoría contrastada afirma al respecto.

        Cito a Emmanuel Todd:

        "[los economistas procedentes del 'establishment'] no osan sugerir la moderación del librecambio [internacional] por mecanismo alguno. Demasiada audacia pondría en peligro su posición en la universidad o, peor, en el sistema de distribución de premios de la profesión. Esta pasividad no es una gran pérdida teórica. Encontramos todo lo que hace falta sobre los efectos reales del librecambio en el "Sistema nacional de economía política" de Friedrich List, que data de... 1841".

        Emmanuel Todd, "¿Dónde estamos?", 2017

  • No ignoremos las historias de la teorías micro- y macro-económicas desde 1945. Si el período hasta 1970 se caracterizó por la consolidación de la teoría neoclásica de la microeconomía y de la teoría PBI (o GDP) de la macroeconomía hasta merecer el reconocimiento de su propio Premio Nobel, desde 1970 hasta 2008 esas dos bases teóricas se extendieron de varias maneras --en particular, la teoría de la microeconomía. Estas extensiones, sin embargo, dejaron en evidencia las limitaciones de las teorías, en particular de la teoría macroeconómica que nunca ha podido "fundarse" en la teoría microeconómica como pretendieron quienes admitían que no pasaba de un simple enfoque "contable" (por las cuentas nacionales). En el caso de la teoría neoclásica el gran desafío siempre ha sido y sigue siendo incorporar extensiones maduras en una nueva síntesis accesible a las nuevas generaciones (por cierto, el grado de madurez de cada extensión es discutible). Peor, algunas extensiones molestan a algunos viejos economistas porque cuestionan las lecciones de política económica que sacaron cuando jóvenes, olvidando que la teoría —no importa si autenticada o no por evidencia relevante y fiable— jamás sería suficiente para sacar lección alguna sobre lo que los gobernantes deberían hacer para “solucionar problemas” o “lograr objetivos”.

  • Desde mi humilde opinión de inexperto de la ciencia económica, pienso que la economía tiene que cambiar sus objetivos. Las metas de la gente deben ser otras, las razones para trabajar deben ser diferentes al beneficio monetario, la producción y el uso de los recursos del planeta deben integrarse en los procesos naturales, de tal modo que los procesos naturales no se vuelvan adversos a la vida humana.
    Debemos pensar que somos un proceso más de la naturaleza, que depende de otros procesos naturales para existir.

    ¿Pero puede el ser humano concebir una economía sin un sistema monetario, sin la lógica del capital?
    ¿Pueden hacerlo los profesionales de la economía, y pensar en un auténtico cambio en la economía?

    Espero con interés sus opiniones al respecto

    Perdón por abusar de mi participación en los comentarios.

    Saludos

  • Si los 10 mejores trabajos de investigación económica publicados este año que acaba son los que se citan en el link, apaga y vámonos.

    • En la página 4 del libro de Davies se dice: " Neoliberalism is the pursuit of the disenchantment of politics by economics." Yo creo que como definición es un poco vaga para ser "empíricamente refutable". Pero si lo que quiere decir es que los economistas académicos negamos el impacto, la importancia o la necesidad de la política para la economía entonces está claramente refutado que los economistas somos neoliberales. Basta darse un paseo por las revistas de economía.

      • "Pero si lo que quiere decir es que los economistas académicos negamos el impacto, la importancia o la necesidad de la política para la economía...".

        Esto sí que es una "excusatio non petita", porque es imposible inferir eso de mi comentario. Respecto a qué significa exactamente "empíricamente refutable", supongo que la carga de la prueba cae sobre usted, que es quién ha propuesto ese test empírico En la entrevista con Russ Roberts, Davies detalla qué quiere decir con "disenchantment".

        • No infiero nada de su comentario. Intento dar un contenido a la definición de Davies, que es poco útil tal cual para propósitos empíricos. Una vez dado ese contenido es obvio que los economistas no somos neoliberales. Pero si tiene otro, Davies o usted, le agradecería que nos lo explicara.

          • Disculpas por el malentendido, creia que se refería a mi comentario, últimamente estoy muy susceptible en mis interacciones en este blog. El contenido de la definición de Davies está en el link que le he adjuntado anteriormente. Discute con Roberts precisamente la definición que usted copia, en concreto la palabra "disenchantment". Otra definición de Davies de neoliberalismo en la misma entrevista es: " it's an attempt to remake political institutions around particular ideals and norms and ethics that are associated with the market". En su opinión esta definición no es empíricamente refutable mediante ningún método al alcance de las ciencias sociales?

            • Gracias por la aclaración. Me temo que aún es algo vago para mi gusto. En parte porque no está claro que quiere decir con "political institutions" ni "particular ideals and norms and ethics that are associated with the market". Pero por lo general no veo a los economistas académicos proponiendo la eliminación de la universalidad de la cobertura de salud o educación primaria y secundaria. En USA, sin ir más lejos, han estado a la vanguardia de la defensa de Obamacare, que tiene mucho sentido por razones puramente económicas. Otra cosa es que consideren que esa provisión universal tiene que hacerse siempre y necesariamente por empresas de titularidad pública. Esto es algo que en general dependerá de lo que diga la evidencia, y ahí también han hecho mucho trabajo intentando deslindar cuándo y qué tipo de provisión privada puede ser, o no, eficaz para los objetivos sociales. De esto hemos escrito mucho en este blog. O sea que para una interpretación razonable de esa definición yo creo que está claro que no somos neoliberales.

            • No soy un experto, pero he leído Acemoglu&Robinson y creo que si aplicáramos el nivel de exigencia del test de operacionalización empírico que parece que propones a los conceptos de A&R, tampoco se sostendrían (por poner un ejemplo que creo que se respeta en este blog). En cualquier caso, por si no queda claro no pienso en absoluto que todos los economistas académicos sean neoliberales. Eso es una simple boutade sin sentido, y probablemente malintencionada cuando la dice según quien. Eso sí, en mi experiencia hay ciertos ámbitos de la economía académica, como la economía financiera, en el que uno. tal vez puede percibir un “ambiente neoliberal” (reconozco la vaguedad del término) con más intensidad

          • Desde fuera de este pequeño debate no me resisto a darle una definición del (neo) liberalismo. Definición de ciertos economistas, políticos, ingenieros o….contables. Davies se equivoca, en mi opinión, no va al fondo de la cuestión en realidad, cuando dice que los economistas neoliberales son los que buscan el desencanto con la política. Depende. Depende de que política y partidos estemos hablando. En España, sin ir más lejos, pero como fenómeno extendido por toda Europa (Marcron, etc...) existe un partido de color gas-butano que no recibe desatenciones precisamente de algunos notables economistas¡ Con sus atenciones bien pagadas por el partido, por cierto. Al grano: una definición de neoliberal que es sencilla, con cierto tono casero, o no, pero si creo que dotada de lógica económica y, sobre todo, tal como exiges, de evidencia empírica apubullante es esta: neoliberal dícese del que1.- manifiesta que la empresa privada es mejor agente económico que la empresa pública, Estado. Lo manifiesta, además, sin evidencia alguna que lo demuestre pero eso no le preocupa en absoluto, dando, eso si, trillones de argumentaciones (falsas) en contra de la empresa pública. Capital público si o no, eso es lo que define a un economista neoliberal y 2.- Y si, esas manifestaciones anti-económicas y fácilmente refutables si son utilizadas por partidos y , no desencantados en absoluto, para así justificare sus políticas redución y eliminación (en tendencia que llevaría hasta su eliminación comp

            • Sí, parece que eso puede desprenderse de la definición expresada más arriba. Y como le contesto a Daría, bajo esa definición los economistas académicos por lo general no somos neoliberales. Otra cosa son los tertulianos, pero a esos no les daría el título de economistas, por lo general, aunque ellos se lo quieran atribuir. Más bien econópatas, usando la expresión que suele utilizar Juan Francisco Jimeno.

            • Hay (bastantes) tertulianos que son también economistas ( graduados en Economía). Otra cosa es que sean economistas académicos o que sepan economía a pesar del título.

            • Le agradezco su comentario. No tengo nada claro que la Academia no sea neoliberal (o liberal a secas). Peor: no considero que pueda evitarlo, al igual que le sucede al resto de la sociedad. De lo primero, carezco de las encuestas en cuanto a su opinión y respuesta sobre el tema de los propios académicos,, pero existen algunas evidencias ( son cortas, pero cortas, sospecho, sólo porque yo no sigo la actualidad económica macro con frecuencia) de lo contrario: 1.- Los más relevantes propulsores y líderes de la corriente de la escuela económica austriaca son académicos. Y lo son, para más inri y coña, siendo académicos de escuelas públicas¡¡2.- Los partidos de color naranja en alza (o los tipo Macron en Francia, etc...) está plagados de conspicuos y reconocidos académicos que, supongo, no hará falta mencionar en esta casa. Académicos, que, también con su puesto laboral en una academia estatal, en un mister Jekill y mister Hyde intelectual que debe ser un sin vivir 3.- No es preciso que tales académicos se muestren partidarios de reducir al 0 % y mañana a 1º hora, la Sanidad o la Educación publicas (o el Obamacare yanqui) o que incluso defiendan su existencia. Esa reducción de lo publico (hasta su teórica eliminación sino se evita) se produce siempre de modo paulatino, progresivo y suavemente, en otras razones, para no provocar un rechazo radical de la población. (sigue....)

            • (cont.,..)
              Evidencia: desde el paulatino desmantelamiento, desde los ochenta, en España y en toda Europa, de más de 600 empresas publicas lideres en sus sectores en tamaño, productividad y eficiencia, empresas que NUNCA se iban a privatizar ¿recuerda o lo ha leído?,hasta la externalización progresiva también del Estado del Bienestar desde hace una década. Privatización cierta incluso del resto de actividades del Estado: Justicia, Ejercito, Policía, ¿le suena el conflicto reciente en el área de seguridad del aeropuerto del Prat y las quejas publicas de la Guardia Civil por una privatización que este cuerpo no desea (‘’a buenas horas, mangas…), hasta comentarios académicos del tipo ‘’Otra cosa es que consideren que esa provisión universal tiene que hacerse siempre y necesariamente por empresas de titularidad pública’’
              Sobre lo segundo, la inevitabilidad del neoliberalismo, para todos y no sólo para la Academia, y muy breve: la Distribución del Capital determina (ese 10 % propietario privado del 90 % de la riqueza) y, también mandan, los ciclos de capital, los ciclos de ampliación y contracción de su propiedad, los pasos adelante y pasos atrás de la historia económica, y, me temo, estamos en un paso atrás gigantesco desde los años 80, especialmente notorio y demostrable empíricamente en la OCDE. - Un saludo cordial

  • Los debates políticos se “facilitan” usando términos cargados de emociones pero faltos de contenido preciso. La política es competencia por el poder coercitivo del estado-nación y no sorprende que los debates entre los competidores (cada uno con su ejército de escribientes leales pero poco originales) hoy estén marcados mucho más por el recurso a las emociones que por la amenaza de violencia (los políticos recurren a la razón para negociar acuerdos entre ellos).

    Desde 1975, el término “neoliberal” ha sido usado en los debates políticos (también los términos “populismo” y “fascismo” pero no “socialismo” y “comunismo” que marcan a los grandes perdedores del siglo 20). Para la Economía como disciplina con pretensión científica el término “neoliberal” no aporta nada. Como veterano de muchos debates políticos no me sorprende el uso y abuso del término “neoliberal” (leer https://en.wikipedia.org/wiki/Neoliberalism para repasar su historia) porque si hay alguien que puede reclamar su rescate es Alejandro Foxley (Ph.D. Econ, U. Wisconsin, 1970) cuando denunciaba las políticas económicas de Pinochet pero que luego, como ministro de Hacienda de Patricio Aylwin (asumió en marzo 1990), optó por continuar esas políticas económicas (hecho reconocido por Sebastián Edwards recientemente en http://www.latercera.com/noticia/alejandro-foxley-segun-sebastian-edwards/ ). Nota: conozco bien a Foxley desde marzo 1973 y a Edwards desde marzo 1974.

Los comentarios están cerrados.