Ojo, PISA no lo es todo… pero tampoco nos autoengañemos

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Hace unos días estuve en Chipre, para asistir al congreso anual de la Asociación Europea de Economía Laboral (EALE). Se pierde un día en ir, tanto por la distancia desde España como porque no hay normalmente vuelos directos (tuve que hacer escala en Sofía a la ida y en Londres a la vuelta, una paliza). Por otra parte, es una isla muy bonita con un mar precioso, se come muy buena comida griega (hummus, tzatziki, taramosalata… ¡ñam!) y además tuve la suerte de poder asistir a una conferencia invitada del premio Nobel de Economía James Heckman sobre habilidades no cognitivas.

Heckman es profesor en la Universidad de Chicago, con una gran vocación, una enorme cantidad de trabajos de primera línea y, basándose en evidencias empíricas muy sólidas que él mismo ha obtenido, un militante muy activo en favor de invertir mucho en mejorar la educación a edades muy tempranas (Antonio ya nos explicó los positivos resultados de la evaluación del Programa Preescolar Perry (Perry Preschool Program) y el Programa Abecedario (Abecedarian Program)). Promueve sus ideas en la página web The Heckman Equation, donde hay unos vídeos muy interesantes.

La charla que dio en Chipre se titulaba “Hard evidence on soft skills”, algo así como “Evidencia sólida sobre habilidades líquidas” (están disponibles la presentación y el vídeo de cuando dio esta charla en Chile y un mini-vídeo en español). Su idea principal es que normalmente evaluamos a los estudiantes en función de sus conocimientos y capacidades cognitivas. Es, por ejemplo, lo que hace el examen PISA, del que tanto hemos escrito (por ejemplo, aquí y aquí). Pero estos exámenes ignoran habilidades no cognitivas que también son muy importantes para el éxito profesional y vital.

¿Qué son las habilidades no cognitivas? Son características como la perseverancia, la diligencia, la motivación, la disposición a planificar, la estabilidad emocional o la extraversión. Todos somos conscientes de su importancia. Thomas A. Edison solía decir que su éxito debió en un 1% a la inspiración y en un 99% a la transpiración.  Los economistas solemos ignorarlas porque pensamos que son capacidades “blandas” que, a diferencia de los conocimientos, no se pueden medir adecuadamente. Sin embargo, Heckman argumenta convincentemente que se pueden medir, que ayudan a predecir el futuro profesional y vital de las personas, y que ignorarlas puede llevar a errores costosos en las políticas sociales.

Hay pruebas que miden las habilidades no cognitivas, que en inglés llaman las "Big Five", conjuntamente denotadas por la sigla OCEAN (Openness, Conscientiousness, Extraversion, Agreeableness, Neuroticism): la escala Rosenberg de autoestima y el locus de control Rotter. (*) Heckman, Stixrud y Urzúa cuantificaron en un artículo el valor relativo de distintas habilidades cognitivas y no cognitivas. En particular,  encontraron que cuanto mayores son las habilidades no cognitivas medidas por estos “exámenes de logros” a edades tempranas, más probable es que, por ejemplo, después las personas hayan obtenido un título universitario o que tengan un salario mayor, y menos probable es, en el caso de los hombres, que hayan estado encarcelados y, en el de las mujeres, que sean madres solteras adolescentes. Una moraleja que Heckman extrae de estos resultados es que no se debe formar a los alumnos solo en la adquisición de conocimientos sino también en la de estas otras habilidades; Heckman también explica en su presentación cómo hacerlo.

No obstante, esta historia tiene una segunda moraleja. El examen General Education Development (GED) se desarrolló en EEUU después de la II Guerra Mundial para medir lo que habían aprendido los soldados que volvían tras estar 2 o 3 años en el frente, en términos de si eran obedientes, se autocontrolaban y, en general, si tenían “carácter”. En los años 50 se aplicó el GED a la población civil como una forma de obtener un título que permitiera seguir estudios universitarios a los que habían abandonado los estudios de bachillerato. Esta vía de remediar el abandono escolar ha sido, según Heckman, un desastre.

Heckman muestra que muchos de los que aprueban el GED lo hacen porque tienen  las mismas habilidades cognitivas que los que aprueban el bachillerato, pero poseen escasas habilidades no cognitivas. Es decir, que el que dejaran el bachillerato no era accidental sino que posteriormente abandonan todo lo que empiezan (la universidad, el matrimonio, el trabajo, etc.).

Heckman denuncia que el GED, que representa el 12% de la población con estudios, ha distorsionado gravemente las estadísticas sobre el nivel educativo de la población. En concreto, ha dado la impresión errónea de que el problema del abandono escolar estaba mejorando, cuando en realidad está empeorando (por ejemplo, la aparente convergencia en educación entre blancos y negros es ilusoria si se excluyen los GED).

Esta es una experiencia potencialmente relevante para nosotros. Como hemos mencionado a menudo en este blog, en España tenemos una fracción alta de población con estudios obligatorios (ESO) y con estudios universitarios, pero insuficiente población con el título de secundaria postobligatoria, fundamentalmente de formación profesional (es la famosa forma de reloj de arena).

Pues bien, para intentar aminorar el grave problema de abandono escolar, el Gobierno aprobó en 2009 un programa (Acredita-T) por el que, acreditando un determinado tiempo de experiencia laboral (2 años con al menos 1.200 horas trabajadas en el nivel 1 y 3 años con al menos 2.000 horas trabajadas en los niveles superiores) o de formación en el trabajo (al menos 200 horas en el nivel 1 y 300 horas en los superiores) y aprobando una evaluación, quienes no acabaron el bachillerato o la FP pueden obtener un certificado de profesionalidad o un título de formación profesional, reconocidos por las autoridades educativas.

El programa es muy reciente, este año se ha cerrado la primera edición, por lo que es demasiado pronto para evaluarlo, pero me pregunto si no estaremos evolucionando, como EEUU, hacia un autoengaño consistente en creer que estamos resolviendo el problema del abandono escolar por la vía fácil de otorgar títulos educativos a personas que en realidad no son comparables con los que se gradúan en la FP reglada habitual, ya sea por imponer un nivel de exigencia menor en la evaluación o por ignorar habilidades no cognitivas que son en realidad muy importantes en la actividad laboral.

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(*) Nota (3/10/2011): He revisado este texto porque incluía un error, que afortunadamente ha sido detectado -ver abajo- por Penny (¡gracias!).

Hay 34 comentarios
  • Yo cambiaría "nos autoengañemos" por "nos engañemos". Y más en un artículo sobre educación.

    Volviendo al tema. Los inconvenientes de evaluar habilidades no-cognitivas son la arbitrariedad (¿quién decide cuáles son?) y la "ideologización" (que si óptica de género, que si construcción nacional, que si seudociencias).

    El mundo de la razón es equitativo y transparente. No lo abandonemos.

    • Uriel, he dejado "autoengañemos" como licencia literaria, es decir, para recalcar que probablemente se supiera, cuando se tomó la medida, que no era realmente una solución.

      No creo que Heckman proponga que las habilidades no cognitivas cuenten tanto como las cognitivas, sino que está afirmando que las primeras pueden medirse y que su aprendizaje y medición deberían tener algún peso en la educación, igual que por ejemplo lo tienen en los procesos de selección de las empresas (con baremos probablemente más arbitrarios que los de los exámenes que se usan en EEUU).

  • Todos conocemos a ese compañero de clase, no demasiado inteligente, pero muy estudioso y perseverante, que termina acabando sus estudios. Y eso otro, más vivaz, avispado e inteligente, pero vago, que siempre lo deja todo para el último momento y que al final acaba dejando los estudios. Creo que queda claro.

  • Vaya, vaya,
    Precisamente ayer por la tarde en el cumple de mi sobrino, a costa de un chichón, estuvimos disertando un rato sobre Asperger, Tourette y otras posibles alteraciones del comportamiento asociadas a niños con altas capacidades.
    Desde que Goleman impulsara su IE, las investigaciones en las “relaciones sociales asociadas al liderazgo” no han dejado de aumentar.
    En esta campo creo que también Pinker. Hameister y otros tienen algo que contar. (Espero que Penny nos ilustre como, magistralmente, hace siempre).
    El nuevo príncipe de Asturias de las ciencias sociales, Howard Gardner, tiene estudios sobre el tema.
    Incluso más definido, Hakim y su erotic capital.
    Como ya dije en su momento (lamento la autocita) tenemos una educación del S XIX, con profesores del SXX y alumnos del SXXI,
    Con una tasa de fracaso escolar como la que tenemos, una distribución de dicha tasa tan desigual y un sentimiento corporativo tan exacerbado lo raro es que no estemos peor.
    Y PISA solo es uno de los síntomas de una enfermedad que, oarafraseando a Gardner, es un constructo pluridimensional

  • Saludos:
    No puedo dejar de constatar que la mayoría (por no decir todos) las entradas sobre educación (esta de Samuel o las de Antonio Cabrales, por ejemplo) en donde se presentan resultados generados por la aplicación de la "metodología económica" a cuestiones educaticas suelen coincidir casi al 100% con los postulados tradicionales de muchos docentes.
    En este caso la palabra "tradicional" implica: a) opuesto a corrientes pedagógicas modernas y todavía con bastante fuerza, b) relacionado con los conocimientos adquiridos durante décadas por numerosos maestros (en mi caso particular, más de 60 años de experiencia docente entre mi padre y mi madre).
    No puedo dejar de pensar: si me gusta lo que leo porque coincide con lo que mis padres me decían y que ahora yo aplico (ejem, intento) con mi hijos o si no estaremos (los economistas) descubriendo algo que otros ya sabían (aunque al menos, eso sí, se cuantifica).

    • FMaeso. Sí, los economistas estamos incorporando variables que otras disciplinas ya usaban. Pero como se ha mencionado en otros comentarios, el aspecto de la cuantificación es muy importante. Contar con tests que midan estas características nos permite incorporarlas al análisis y evaluar su potencial importancia. Por esto es tan útil el trabajo de Heckman.

  • Creo que tienes toda la razón cuando dices que "Los economistas solemos ignorarlas porque (.../...) no se pueden medir adecuadamente".
    Con esta metodología no me extraña quenuestra profesión esté perdiendo reconocimiento social a pasos agigantados últimamente.

    • Fede. La pérdida de reconocimiento social de los economistas tiene más que ver con la crisis actual que con otras cosas. Creo además que los no economistas tienen una idea muy limitada de lo que hacemos los economistas, de ahí que lo que vamos contando en el blog mejore la validez de esta percepción (espero). En todo caso, incorporar nuevas ideas y variables me parece que es precisamente la forma en la que podremos mejorar nuestra reputación.

  • Gracias por el post Samuel es muy interesante.
    No obstante, en la línea de FMaeso, me sorprende ver como muchos artículos que miden habilidades no cognitivas estudien la importancia de las conductas ejemplarizantes.
    Es decir, si VEO leer a mis padres luego es más probable que lea, y NO VALE QUE LEAN MUCHO SI YO NOS LOS VEO. Ni que otras personas por las que no siento el mismo cariño ni respeto lean conmigo.
    De nuevo... "Heckman muestra ..... que el que dejaran el bachillerato no era accidental sino que posteriormente abandonan todo lo que empiezan (la universidad, el matrimonio, el trabajo, etc.)"
    Nada nuevo bajo el sol. Insolventes sociales los llaman en mi casa, gente "educada" para tomar decisiones pensando solo en los "beneficios" y que cuando aparecen los "costes" huyen. Pueden llegar hasta tener un título universitario pero son fáciles de reconocer por su displicencia.

    • Mateo. En los análisis cuantitativos sobre educación suele haber una variable tipo "número de libros en casa" que intenta captar este tipo de efectos (de forma muy limitada, claro). También se están incorporando variables como el número de horas que los padres pasan con los hijos a través de las encuestas de uso del tiempo.

  • Para Fede:
    Hola, Fede. Es cierto que la economía descansa quizás en exceso en métodos cuantitativos hasta el punto de que ya es un clamor de economistas muy senior que se introduzca en el currículum bastante más de otras materias y de otras formas de adquisición de conocimiento porque las matemáticas ni son la única ni la mejor para predecir en entornos caótico-sociales.
    Pero no creo que la profesión esté en descrédito público.
    De momento el descrédito se contiene dentro de las propias filas y si estalla ni será del todo justo ni vendrá por el abuso de las matemáticas.

    Vendrá por el silencio de parte importante de la profesión ante la deriva aberrante de un sistema político que parece "too big to fail" pero cuyo derrumbe está sucediendo delante de nuestros ojos.
    Saludos

    PD. Esta madrugada he visto el vídeo de Heckman, me ha encantado y lo comentaré cuando tenga un rato.

  • Enhorabuena: Muy de acuerdo con el documento y mencionar la excelente labor multimedia. Quizás sea porque tengo una pegadiza tendencia a recrearme en aquello que refuerza mis criterios, pero el caso es que me ha gustado mucho.

    La tentación de medir seres humanos y de predecir es poderosa. Florece especialmente en campos de concentración y en campamentos de entrenamiento militar. En lugares donde hay alguien con todo el poder y el resto sin ninguno.
    Uno de los políticos más astutos de una raza famosa por su astucia fue Clinton. A pesar de sus títulos y doctorados en USA y en UK --no recuerdo si en Oxford o la otra-- siempre actuaba como si no hubiese ido a la universidad lo cual le generaba grandes simpatías en "la calle" o "la barra del bar" que es un lugar donde se gesta mucha opinión y consenso electoral. Entre el Ph.D y el Red-neck look optaba por el segundo.
    Clinton, cuando era gobernador, fue uno de los implantadores más entusiastas de estas pruebas que aireadas en la prensa local ayudan a dar por resueltos problemas sociales que generan votos. Es toda una industria el circuito de tests para demostrar lo interesados que estamos en remediar problemas archiconocidos con el sistema educativo USA y que luego se sufren en Europa.
    A destacar un comentario entre los hechos por James Heckman como "en passant".
    La frase en la que trata de animar a que el sistema escolar sea educador del "carácter" dado que la familia está siendo atacada y es una institución fracasada. ("Failing institution", creo que dice)
    Self fulfilling profecies. En unos años estaremos, desde el presupuesto público, haciendo estudios para analizar qué pasó con las familias que nos fuimos cargando deliberadamente a golpes de presupuesto.
    A veces es para echarse a llorar de la falta de memoria y del desperdicio.

    Saludos

  • Tenéis razón. Era un poco por pinchar, aunque creo que en alguna medida tendemos a considerar los datos como dados, sin plantearnos su calidad. En muchas ocasiones, en lugar de fijarnos en un problema relevante e intentar solucionarlo en la medida de lo posible, tendemos a fijarnos en primer lugar en las herramientas de que disponemos -datos y teorías- y ver que podemos hacer con ellos.
    La famosa analogía de la farola y las llaves es un buen ejemplo: si hemos perdido las llaves y NO SABEMOS donde se nos cayeron, está claro que debemos buscarlas bajo la luz de las farolas pues encontrarlas en la oscuridad es muy improbable; pero si SABEMOS que no se cayeron cerca de las farolas lo racional es internarnos en la oscuridad.
    @ Manu
    Totalmente de acuerdo con lo del sistema político. Buena parte de los modelos económicos actuales utilizan el marco institucional de forma estática. La consideración dinámica (evolutiva) de los marcos políticos complica mucho el análisis y la detección de los fenómenos emergentes. En la medida en que el cambio (institucional, tecnológico, social, etc.) se está acelerando la necesidad de ajustes en el paradigma económico aumenta ya que éste es, en su planteamiento actual, esencialmente lineal.

    • Fede. Además, los economistas hacemos otras muchas cosas para intentar que los resultados no dependan de esas otras características no observadas:

      - introducimos todas las que sí observamos (que no sean endógenas), que estarán correlacionadas con las no observadas en alguna medida,
      - introducimos distribuciones estadísticas para las habilidades no observadas agrupándolas en varios tipos,
      - hacemos experimentos en los que la aleatorización nos da confianza en la causalidad de los efectos, etc.

      Nos preocupa mucho y llevamos décadas refinando estas alternativas (v.g. el premio Nobel de Heckman) y cada vez que tenemos dimensiones medibles las probamos.

  • Estimado Samuel:

    Sin entrar en profundidades pedagógicas y el monto total de los aspectos mensurables de los conocimientos y habilidades cognitivas de los educandos, que supongo implican ciertos costes burocráticos, me ya llamado la atención el siguiente párrafo:

    "Heckman es profesor en la Universidad de Chicago, con una gran vocación, una enorme cantidad de trabajos de primera línea y, basándose en evidencias empíricas muy sólidas que él mismo ha obtenido, un militante muy activo en favor de invertir mucho en mejorar la educación a edades muy tempranas."

    Supongo que son ideas para un futuro mejor dotado económicamente. Corríjame si me equivoco.

    • José Jarauta. Tienes razón en que en épocas de vacas flacas lo difícil parece ser no recortar en educación en vez de gastar más. Pero, como dirían mis compañeros de blog, lo que importa no es tanto en cuánto se recorta sino cómo y dónde. En este caso en particular, las ideas de Heckman llevarían a reevaluar por qué tenemos tan poca oferta en preescolar y primaria, y si no deberíamos aumentar los recursos para estas edades frente a, por ejemplo, la universidad, que está relativamente muy favorecida en la asignación de recursos privados y públicos. Ciertamente, habría que hacer una evaluación rigurosa.

  • Samuel: un post excelente que nos llama la atención sobre la conferencia de auténtico lujo de Heckman. Otro motivo de gozo es que no son frecuentes los enfoques interdisciplinares

    Con este trabajo, Heckman hace hincapié en la importancia de las habilidades no cognitivas (por ejemplo, motivación o autoestima.). Para los partidarios de reducir la evaluación a exámenes estandarizados de conocimiento, el trabajo de Heckman es una excelente llamada de atención sobre los peligros que esta conlleva esta visión reduccionista y merece la debida (y pausada) reflexión. En las conclusiones del artículo de Heckman, Stixrud y Urzua podemos leer “non-cognitive ability is as important, if not more important, than cognitive ability”. Más claro no lo pueden decir

    ¿Qué problema puede provocar pagar a los profesores según medidas de valor añadido?: Primar el Teaching to the test, a expensas del desarrollo de las habilidades no cognitivas (Estas habilidades también se aprenden en el colegio). Esta política NO es Gratis. Si empeoran las habilidades no cognitivas puede aumentar la conflictividad social (en EEUU aumenta el número de reclusos) y reducir los salarios de los trabajadores. Además, en comentarios a otro post, ya vimos que las medidas de valor añadido no proporcionan una medida adecuada del efecto del profesor, al verse afectadas por la dotación genética de los alumnos. (Plomin en el trabajo de los Proceedings of the National Academy of Sciences http://www.plosone.org/article/fetchObjectAttachment.action;jsessionid=69697DE2B433734D3226019614AD6ACA.ambra01?uri=info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pone.0016006&representation=PDF . )

    ¿Es el gasto en educación irrelevante? En absoluto. Como ilustra Heckman, las intervenciones tempranas, como el Pery Pre-school program, consiguen buenos resultados. Esto sugiere que habría que dedicar más recursos a la educación infantil de primer ciclo (0-3 años). Si vamos a sacar la tijera, mejor quitar tejido adiposo y dejar tranquilas las neurons y las células gliales

    Samuel, en el post da la sensación que las pruebas que mencionas permiten medir habilidades no cognitivas, pero no así. En el trabajo de Heckman Stixrud y Urzua utilizan como medidas cuantitativas de habilidad no cognitiva la Rotter Locus of Control Scale http://en.wikipedia.org/wiki/Locus_of_control y la Rosenberg self esteem scale
    http://en.wikipedia.org/wiki/Rosenberg_self_esteem_scale (Para España, http://revistas.ucm.es/index.php/SJOP/article/download/SJOP0707220458A/28907 indican diferencias estadísticamente signigicativas según el sexo de los sujetos: los hombres suelen tener una autoestima mayor que las mujeres) Asunto distinto es que los resultados en los achivement test se vean afectados por las habilidades no cognitivas

    PD Tineo, todavía estoy sonrojada, pero parece que hay gente muy inteligente con síndrome de Asperger. Einsten o Vernon Smith, el Nobel de 2002 por trabajos en economía experimental, son dos ejemplos.

  • De nuevo tienes razón. Sin duda la Economía ha avanzado mucho pero mi impresión es que ha entrado en una etapa de rendimientos claramente decrecientes.
    Si comparamos su evolución con la de otros campos del conocimiento los resultados son escasos, especialmente en lo referente al aprovechamiento de los avances en la capacidad de computación.
    Se dicen que la complejidad de los problemas económicos son solo comparables a los de la Física y la Meteorología. Sin embargo, el uso que hacemos de estas herramientas en nuestro campo apenas ha avanzado en los últimos veinte años si descontamos el correo electrónico y las búsquedas con Google.
    Probablemente sea debido a un problema de incentivos, no hace falta cambiar porque el sistema actual da unos réditos fabulosos. Comparar el nivel salarial de los economistas de élite con el de los científicos de otras disciplinas es como comparar a futbolistas con decatletas.

    • Fede.

      Comparar el nivel salarial de los economistas de élite con el de los científicos de otras disciplinas es como comparar a futbolistas con decatletas.

      Depende. Está en función de la demanda externa. Otrosí:

      Comparar el nivel salarial de los economistas laborales de élite con el de los economistas financieros es como comparar a futbolistas con decatletas.

  • En 1975, cuando monté mi primera empresa, descubrí que no era tan importante aparentar habilidad como tener amor propio. Si encontraba alguien con ganas de trabajar y que supiera poco o nada del oficio, me preocupaba más averiguar si tenía interés y amor propio; de ser así, conseguir que aprendieran era mi responsabilidad. Así conseguí que algunos chavales "sin oficio ni beneficio" y "carne de calabozo" -muy típico de los 75 y 76, cuando la gente de veintipocos no tenía ni esperanza-, hoy tengan uno de bueno, estén integrados y valorados; lo que demuestra que generalizar no es bueno. Por lo menos yo me siento muy satisfecho de mi trabajo, aunque hubiese fracasado en cuatro de cada cinco (que no fue así).
    La experiencia me ha demostrado que lo más importante en este tipo de personas, es crearles ilusión y conseguir que se sientan orgullosos de su trabajo.

    1200 horas en dos años trabajados y 2000 en tres, lo encuentro muy apropiado. Ahora bien... pienso que todo depende del tipo de evaluación, quién la haga y dónde se ha desarrollado el trabajo. Quizá el contratador debiera precisar un curso para entender lo que se pretende de él y adiestramiento para poder enseñar, y tampoco sé, por falta de tiempo para leer el decreto, si el contratador dispone de alguna ventaja, ayuda o aliciente.

  • Desde luego, era por no entrar en (dolorosos) distingos.
    🙂
    mmm........OK. Que haya campos de la Economía mal pagados invalida en buena parte mi hipótesis de que no se introducen avances porque no resulta rentable.

  • [331 palabras]

    Samuel: un post excelente sobre una conferencia de auténtico lujo

    Heckman hace mucho hincapié en la importancia de las habilidades no cognitivas (por ejemplo, motivación o autoestima). Para los partidarios de reducir la evaluación a exámenes estandarizados de conocimiento, el trabajo de Heckman es una excelente llamada de atención sobre los peligros que esta conlleva esta visión reduccionista y merece la debida (y pausada) reflexión. En las conclusiones del artículo de Heckman, Stixrud y Urzua podemos leer “non-cognitive ability is as important, if not more important, than cognitive ability”. Más claro no lo pueden decir

    ¿Qué nos enseña Heckman sobre las propuestas de pagar a los profesores según medidas de valor añadido? Primar el Teaching to the test, a expensas del desarrollo de las habilidades no cognitivas. Esta política NO es Gratis. Si empeoran las habilidades no cognitivas puede aumentar la conflictividad social (en EEUU aumenta el número de reclusos) y reducir los salarios de los trabajadores. Además, en comentarios a otro post, ya vimos que las medidas de valor añadido no proporcionan una medida adecuada del efecto del profesor, al verse afectadas por la dotación genética de los alumnos.

    ¿Es el gasto en educación irrelevante? En absoluto. Como ilustra Heckman, las intervenciones tempranas, como el Pery Pre-school program, consiguen buenos resultados. Esto sugiere que habría que dedicar más recursos a la educación infantil de primer ciclo (0-3 años). Si vamos a sacar la tijera, mejor quitar tejido adiposo y dejar tranquilas las neurons y las células gliales

    Samuel, en el post da la sensación que las pruebas que mencionas permiten medir habilidades no cognitivas, pero no así. En el trabajo de Heckman Stixrud y Urzua utilizan como medidas cuantitativas de habilidad no cognitiva la Rotter Locus of Control Scale y la Rosenberg self esteem scale

    PD Tineo, todavía estoy sonrojada, pero parece que hay gente muy inteligente con síndrome de Asperger. Einsten o Vernon Smith, el Nobel de 2002 por trabajos en economía experimental, son dos ejemplos

    • Penny. Muchas gracias por indicarme el error, así da gusto. He revisado el texto para evitar confundir a los demás lectores (yo sí que estoy sonrojado).

  • Samuel.

    Muchas gracias por su respuesta.

    Me he estado leyendo un artículo reciente de Heckman : "The Economics of inequality. The Value of early Childhood Education".

    Su planteamiento me parece interesante, aunque desde luego no creo que saliera gratis. Creo que hoy por hoy sólo se pueden beneficiar de él los que puedan hacerlo en instituciones privadas. Mucho me temo que sus hallazgos van a contribuir a aumentar lo que él quiere reducir.

    pau:

    Personas como usted me reconcilian con el mundo.

  • Samuel, me parece que el duende de imprenta sigue haciendo de las suyas por aquí 🙂

    La escala Rosenberg de autoestima y la escala de locus de control de Rotter son pruebas de habilidades NO cognitivas

  • Esta noche he encontrado una cosa la mar de curiosa que convierte en profético el título del artículo de Samuel Bentolila. Efectivamente "ni Pisa lo es todo...ni es bueno complacernos en el autoengaño".
    Sin tener el menor afecto por el historicismo llevo tiempo dándole vueltas al origen de algunas de nuestras creencias colectivas implícitas.
    Concretamente a la naturaleza cuasi absoluta y sacra que otorgamos al estado.

    Para entenderlo suelo recurrir a la biblioteca de mi mujer que es "dieciochista" (un club de especialistas en dicho siglo) y lo que voy encontrando me lleva hacia a trás porque las raíces de la revolución francesa se hunden profundamente en las del siglo XVII en Inglaterra.

    Pues bien, entre las cinco causas comúnmente aceptadas de la revolución inglesa hay una que viene a cuento y nos la recuerda Roger Chartier citando a Lawrence Stone ("The causes of The English Revolution") refiriéndose a ella como la "Frustración Intelectual" derivada.....de que el número de personas con estudios superiores ...."progressait beaucoup plus vite que celui des emplois disponibles". Tela, ¿no?

    Según esto, que también se produjo en cierta medida previamente a la revolución francesa, estaríamos en estos instantes en los albores de otra época revolucionaria.

    Buenas noches

  • A fecha de hoy falta por corregir el segundo error (en este caso errata más bien) indicado por Penny 🙂
    ¡Excelente post y enriquecedores comentarios!

  • Hola Samuel, muchas gracias por el artículo. Siempre que leo James Heckman se me iluminan los ojos. El motivo de que hoy haya vuelto a este artículo es por ser el último escrito centrado en educación. Hoy, como tantos días me encuentro artículos de prensa sobre el sistema educativo finlandés, definiéndolo con lo anecdótico, y dándole un peso en su éxito a características poco relevantes. Me gustaría, si tuvieras tiempo, que nos enlazaras a un buen artículo o paper que explique bien dicho sistema y las claves de su éxito. Por cierto, si encima lo escribís vosotros aquí mucho mejor.

    Gracias de antemano.

  • Curiosamente, entre los mejores economistas no hay mucho finlandés

    Según IDEAS, sólo hay 2 economistas afiliados en Finlandia en el top 5% del ranking mundial. Honkapohja en el puesto 491 del ranking y Saikkonen en el 1250

    Samuel: ¿se te ocurre alguna explicación?

    ¿Alguien sabe si el tipo de examen que realizan habitualmente los niños finlandeses se parece más a las pruebas PISA que el de otros países?

    PD: En este blog hay más gente en el top 5% mundial que en toda Finlandia 🙂

    • Penny. No sé suficiente sobre Finlandia (de nuevo). Una respuesta muy especulativa (tipo charla de café) sería la persistente influencia que tuvo la Unión Soviética en Finlandia durante bastantes años después de la II Guerra Mundial.

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