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La desigualdad regional no es tan alta como creíamos

A_Modern_Map_of_Spain_WDL7328Vivimos una era de creciente desigualdad económica en muchos países. En el nuestro, una dimensión muy discutida es la desigualdad de renta per cápita entre comunidades autónomas. Cuando se comparan estas rentas se suele ignorar la disparidad de precios, pero los precios tienden a ser mayores allí donde la renta es mayor, e ignorarlo lleva a errores de bulto. Un trabajo reciente, que lo tiene en cuenta, revela que la desigualdad regional de la renta es menor de lo que pensábamos.

Al analizar cómo varía la renta de un país a lo largo del tiempo, normalmente se calcula la variación real, es decir, una vez descontada la inflación (medida, por ejemplo, por el cambio del índice de precios de consumo, IPC). La razón es que si la renta (nominal) ha subido pero los precios han crecido aún más, entonces en realidad el poder de compra (la renta real) ha caído y el país se ha hecho más pobre.

De igual forma, al comparar la renta por habitante entre países en un año dado no es buena idea cotejar directamente las rentas nominales, pues un país que tenga mayor renta nominal pero también un nivel de precios más alto que otro podría tener una renta real menor, es decir, un menor poder adquisitivo. Por tanto rutinariamente se "deflacta" la renta (es decir, se divide por el nivel de precios de cada país) antes de hacer la comparación.

El Banco Mundial publica niveles de precios para muchos países, lo que permite comparar la renta entre países corrigiendo por su diferente coste de la vida (es decir, compararla en paridad del poder adquisitivo). Como se puede observar en este gráfico para Estados Unidos, Japón y Europa, los países más ricos suelen tener mayores niveles de precios:

pibyprecios

Una razón para ello es que, aunque los bienes comerciables (los que se pueden llevar de un lugar a otro) suelen tener precios más similares (aunque no necesariamente muy parecidos, ver aquí), los no comerciables (por ejemplo los cortes de pelo) suelen ser más caros en los países más ricos. Y esto a su vez tiene que ver con los costes de producción y la productividad relativa en los bienes comerciables y no comerciables (lo que se conoce como el efecto Balassa-Samuelson).

Sin embargo, al comparar rentas per cápita entre comunidades se usa un único índice de precios para toda España, ignorando que las más ricas suelen tener precios mayores. El gráfico anterior proviene de un trabajo reciente de Àlex Costa, Jaume García, Xavier López y Josep Lluís Raymond, quienes han realizado un estudio para remediar esta laguna.

Conviene aclarar que el IPC que cada mes publica el INE para cada comunidad no sirve para hacer esta comparación, pues se trata de un índice normalizado que toma el valor 100 en un periodo concreto elegido arbitrariamente. Esta información sirve para calcular la variación de precios entre dos periodos (la inflación), pero no para saber el coste de la vida relativo en dos regiones.

Estos autores han calculado los niveles de precios relativos mediante métodos indirectos, pues solo el INE tiene la información necesaria para hacer el cálculo directo, que recoge para elaborar el IPC. Hace años la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS) y más tarde, para Cataluña, el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat) hicieron cálculos de este tipo, pero dejaron de hacerlo al cabo de unos años.

Los autores presentan estimaciones para el año 2012 de las paridades de poder adquisitivo (PPA) derivadas de tres métodos distintos, eligiendo finalmente como la mejor aproximación una media ponderada de los resultados de dos de los tres métodos (que arrojan resultados muy coherentes entre sí). El principal hallazgo es que hay enormes diferencias entre los niveles de precios medios de las comunidades autónomas. Por ejemplo, el nivel de precios máximo, que corresponde a Madrid, es un 38% mayor que el mínimo, que es el de Extremadura. En el caso de Cataluña la diferencia es del 31% (hay un mapa de todas las comunidades aquí).

Tener en cuenta este dato induce cambios importantes en el producto interior bruto (PIB) per cápita relativo de las regiones. Las cifras son las siguientes (reescaladas cada año en relación con el valor medio para España, fijado en 100):

gdp_pc_ppp

Debido a que las comunidades más ricas tienden a tener niveles de precios más altos, su renta relativa con respecto a la media nacional tiende a caer al deflactarla (aunque esto no sucede en todas, por ejemplo en La Rioja o Aragón), mientras que la renta relativa de las comunidades más pobres sube en todos los casos.

En niveles de euros y en rankings, la situación es la siguiente:

pib_pc_ppa

[Nota: Como señala Fernando en un comentario más abajo, los nombres de Castilla y León y Castilla-La Mancha están bailados en este cuadro.]

Los mayores cambios de ranking (que suelen dar más morbo) son los de Canarias y La Rioja, que suben tres puestos al deflactar, y los de Cantabria, Cataluña y Madrid, que bajan tres puestos cada una.

Y la desigualdad de renta entre regiones se reduce. Como indican los autores, el PIB per cápita máximo (País Vasco) pasa de casi doblar al más bajo (Extremadura) a ser un poco más del 50% mayor (tras deflactar Andalucía tiene la renta más baja). Con una medida más informativa, la desviación típica se reduce en un tercio: pasa de ser un 20% de la renta per cápita media española, si no se corrige por la PPA, a un 13% cuando se corrige. Creo que es una buena noticia.

Y ahora un poco de economía política. Tanto por las detalladas explicaciones y la variedad de resultados que da el documento como por la calidad profesional de los dos académicos que han participado en su elaboración, pienso que el estudio ha sido elaborado rigurosamente. No obstante, el documento lo publica la Generalitat de Cataluña. ¿Por qué tiene interés en hacerlo? Por otra parte, el INE, que tiene todos los datos necesarios para hacerlo, nunca ha publicado estimaciones de las paridades de poder adquisitivo de las regiones, ignorando una recomendación del Parlamento y el Consejo europeos. ¿Por qué?

La respuesta puede inferirse, creo yo, a partir del último párrafo del documento (traducción libre del catalán, las cursivas son mías):

En cualquier caso, la relevancia de disponer de las PPA regionales para poder llevar a cabo adecuadamente el diseño de políticas de cohesión en el ámbito europeo o estatal hace necesario que mientras no se disponga de información oficial sobre estos indicadores se siga procediendo a su estimación y actualización por métodos indirectos, garantizando su robustez y fundamentación metodológica.

¡Buen verano!