¿Partículas "lobunas" o bosones de Higgs?

Yellowstone-wolf-17120En el año 1995, el lobo fue reintroducido en el Parque Nacional de Yellowstone, Estados Unidos. Lo que ocurrió a continuación ilustra a la perfección la dinámica de los sistemas complejos, que reaccionan de manera inesperada a las perturbaciones que sufren, viéndose normalmente afectados a escala global aunque esas perturbaciones o fuerzas sean de carácter local o puntual. La historia está muy bien contada en el siguiente vídeo, que dada su corta duración (menos de cuatro minutos), le animo a ver, amigo lector; véalo, pero no se lo crea mucho, porque dista mucho de ser la verdad. Pese a ello, espero convencerle en lo que sigue que nos ilustrará y nos hará reflexionar sobre los sistemas complejos como campo de investigación y las prioridades temáticas de la misma.

¿Le ha gustado el vídeo? Por si no lo ha visto, se lo resumo brevemente: los lobos reintroducidos empiezan a diezmar a los ciervos, que entonces cambian de costumbres para que los lobos no los puedan capturar tan fácilmente, permitiendo la recuperación de la vegetación de la orilla de los ríos, lo que trae consigo la venida de pájaros y la modificación del curso del río a causa del cambio de los patrones de erosión inducido por la nueva vegetación. Es decir, los lobos han modificado los ríos como resultado de una cadena de acciones y efectos en la que nadie hubiera podido pensar a priori. Todo muy bonito y muy buen rollo, vamos. Ay, pero los sistemas complejos se empeñan en serlo, y como nos cuenta Andy Dobson en este artículo reciente, la historia del vídeo podría ser verdad, pero podría haber otras verdades, y de hecho otras son más probables.

Para empezar, lo que el vídeo llama simplemente ciervos y que son ciervos canadienses, era en realidad una población que ya estaba en declive cuando se introdujeron los lobos, debido fundamentalmente a una prolongada sequía y a la cosecha por los granjeros de la zona. De hecho, el descenso en la población de ciervos canadienses no se puede explicar por el aumento de los lobos, pese a que estos crecían a la tasa máxima jamás observada, y hay que invocar otras causas como las ya señaladas para contribuir a la caída del número de estos herbívoros. Por otra parte, es verdad que se registraron cambios de comportamiento y regeneración de vegetación y arbolado, pero esto afectó a menos del 2% de la superficie del parque, la cercana a los ríos.

Por otro lado, otros autores sostienen que el responsable de los cambios en la población de ciervo canadiense es el clima y que los lobos tienen un efecto despreciable. Además de la ya mencionada sequía, los cambios en la vegetación ribereña podrían haber sido originados por distintas disponibilidades de agua debidas a modificaciones en la manera en la que se derrite la nieve. Asimismo, el cambio climático (sí, ese que no existe) ha alargado en casi un mes la temporada de crecimiento de los árboles del parque en las últimas dos décadas. Si a eso unimos que las coníferas se estaban recuperando de un importante incendio forestal ocurrido en 1989, podemos dar una explicación alternativa al aumento de la vegetación que no involucra a ciervos ni a lobos.

El efecto de los lobos sobre los osos tampoco es evidente. Los lobos consumían ciervos, normalmente los más viejos o enfermos, que hubieran muerto durante la hibernación de los osos, congelándose y sirviendo como alimento a estos en la primavera. Eso hizo que los osos cambiaran su patrón de comportamiento, dedicándose a cazar crías de ciervo canadiense, y finalmente el acoso combinado de lobos, osos y sequía hizo que la población de ciervos declinara tanto que los carnívoros se tuvieron que pasar al bisonte, más complicado de cazar, pero que aportaba carroña para cuervos. Y peor entendido aún está el efecto sobre los castores. El crecimiento simultáneo de la población de castores y de lobos parece más un ejemplo de correlación sin causa que de otra cosa, y los expertos lo achacan con más seguridad a que los castores fueron reintroducidos en el norte del parque hacia la misma época.

Vemos así que el efecto de la reintroducción de lobo en Yellowstone está lejos de entenderse tan bien como pretende el vídeo, y que hay factores como la sequía y el cambio climático que con toda seguridad juegan un papel en lo que pasa. Por otro lado, también es obvio que los lobos sí ejercieron influencias sobre el resto de los habitantes del parque nacional; además de las acciones ya citadas, también atacaron a los coyotes, como lo hubieran hecho con otros carnívoros más pequeños que ellos. Lo que concluimos de aquí es que no entendemos bien lo que ha pasado, y que hay que esperar más para tener una idea más clara y más cuantitativa de la evolución del ecosistema tras la reintroducción del lobo.

Pero esta discusión va, en realidad bastante más allá. Algo de lo que no habla para nada el vídeo y que es muy importante es el efecto del lobo en las poblaciones de granjeros que viven en torno al parque. Cuando se decidió reintroducir el lobo, tras un exhaustivo estudio previo, los granjeros estaban convencidos de que los lobos se dedicarían a comerse su ganado, y se oponían frontalmente. En ese momento, unos fotógrafos obtuvieron fotografías de lobos dentro del parque, que mostraban que estaban colonizándolo espontáneamente. Si esto era así, los lobos quedarían automáticamente protegidos como especie en peligro de extinción, y los granjeros no podrían matarlos de ninguna manera. Automáticamente, los granjeros pasaron a apoyar y casi exigir la reintroducción del lobo, para poder alegar que no estaban allí de manera natural y dispararles en el momento en que los vieran fuera del parque (se pueden comprar pieles de lobo de recuerdo). Se vieron beneficiados también de manera directa por la reducción en la población de coyotes ya mencionada. De lo que no se dan cuenta los granjeros es de otro beneficio que les aporta el lobo, como es la eliminación de ciervos enfermos de chronic wasting disease, una encefalopatía espongiforme o, en vulgar, una variante de la enfermedad de las vacas locas, o también de brucelosis. Si estas enfermedades se propagan fuera del parque y se detectan en el ganado circundante, las regulaciones federales limitarían automáticamente el movimiento de ese ganado, con el consiguiente perjuicio económico. Esto no es más que un ejemplo de que los ecosistemas, cada vez más, están siendo analizados desde el punto de vista de los servicios que nos prestan; a la vez, está claro que el ecosistema no se puede ver aislado sino que está sujeto a influencias externas de gran relevancia.

A partir de aquí, Dobson concluye (la traducción es mía): "La clave de cualquier análisis de las cadenas tróficas y la gestión de ecosistemas es la importancia relativa de las fuerzas top-down debidas a los grandes predadores y patógenos y las fuerzas bottom-up que surgen de procesos climatológicos que controlan el crecimiento vegetal. Lo que observamos en Yellowstone pide a gritos el desarrollo de modelos de ecosistemas de nueva generación, enfocados a las interacciones entre clima, vegetación, y las especies de herbívoros y carnívoros dominantes del parque. En particular, los ecólogos que estudian redes tróficas deben hacer un esfuerzo por ir más allá de las descripciones en términos de la geometría de la red y abordar su dinámica. No podemos permitirnos que este debate se polarice; eso simplemente sugeriría a las agencias financiadoras y al público en general que los ecólogos no comprenden como funcionan los ecosistemas. Por el contrario, hay que plantear la discusión como un desafío científico de primer orden que requiere financiación nacional e internacional que permita abordarlo."

Y aquí es donde llegamos al bosón de Higgs, la partícula que faltaba en el modelo estándar de la física de ídem y que fue descubierta recientemente en el LHC. En su artículo, Dobson traza un paralelismo bastante traído por los pelos entre la física de partículas y el estudio de ecosistemas, que no es muy científico pero que le lleva a hacerse una pregunta muy interesante (y que viene pintiparada en un blog de economía como NeG). Dice Dobson: "La búsqueda del bosón de Higgs supuso una colaboración internacional con un presupuesto que excede el gastado en ecología en los últimos 10 años, quizá en los últimos 100 años. (...) El principal problema es que los presupuestos para ecología son ridículos comparados con los de la big science. (...) En algún momento, necesitamos darnos cuenta de que las matemáticas de redes tróficas y ecosistemas son tan complicados como los de la estructura atómica o galáctica que se estudia en física. Cada vez más, descubrimos que la calidad de vida en el planeta depende de la comprensión profunda y funcional de las fuerzas que gobiernan la dinámica de estos sistemas y de los servicios que nos proporcionan. Puede que incluso necesitemos nuevas matemáticas para lidiar con estos niveles y capas de complejidad."

Lo que transpira del artículo es que el autor pide una financiación semejante a la que recibe la física de partículas o la astrofísica. La cuestión es pertinente en estos días en que el LHC vuelve a ponerse en marcha tras haber duplicado su energía (véase a este respecto esta entrevista con el físico español del CERN Luis Álvarez Gaumé), buscando la verificación experimental de la supersimetría e intentando entender la materia oscura del universo. Y se está pensando en construir un nuevo acelerador de partículas aún más grande. Más grande... y mucho más costoso. Vaya por delante que, por principio, creo que cualquier investigación es interesante. Yo estudié física, y en concreto física teórica, porque me fascinaban las historias sobre partículas y sobre astrofísica, así que no les tengo particular manía a estos temas. Pero el dinero no es infinito, o eso creo, que como lo del quantitative easing (flexibilización cuantitativa, véase también este otro post) no lo tengo bien entendido pese a los esfuerzos de NeG, igual me equivoco. E incluso aunque el dinero sea infinito, el de investigación seguro que es finito, y muy finito. ¿En qué lo gastamos entonces? ¿En la búsqueda del bosón de Higgs, de partículas supersimétricas, en entender la estructura de los ecosistemas, en el grafeno, en buscar una cura para el Alzheimer, el Parkinson, la ELA, en...?

Difícil pregunta, pero yo me voy a mojar, y haciendo amigos como tengo por costumbre en este blog, diré que, en mi humilde opinión, ya hemos dedicado mucho dinero a buscar partículas cuya relevancia para nuestra vida es razonablemente dudosa  y que ha llegado el momento de reorientar las grandes inversiones en ciencia en otra dirección. Es más, me opondré con todos los medios a mi alcance a que se construya otro super-acelerador (y espero que ocurra lo mismo que cuando Estados Unidos canceló el Superconducting Supercollider [SSC], que amenazaba con tragarse todo el presupuesto de ciencia del país él solito). Me argumentarán que la búsqueda de las partículas y los grandes aceleradores nos han traído muchísimas tecnologías, incluyendo nada menos que la World Wide Web, y es verdad. Pero igual que la web no tiene nada que ver con las partículas, ¿quién nos dice que investigando en, digamos, peces de colores, no vamos a dar lugar a avances de igual o mayor calado? ¡Es lo que tiene la ciencia básica! Así que yo voto por suspender los esfuerzos en ese campo (y retomarlos cuando nademos en oro). Lo que ya no me voy a atrever es a decir qué debemos considerar prioritario en lugar de las partículas, pero no será por falta de problemas relevantes... En todo caso, el estudio de cómo funcionan los ecosistemas no me parece la peor opción.

 

 

 

 

 

Hay 25 comentarios
  • Magnífico artículo, Anxo, como siempre. Los científicos "duros" estamos encantados de poder leer este tipo de contribuciones en un blog centrado en las ciencias sociales (que nadie se ofenda).
    El debate sobre la financiación de la investigación básica está siempre presente. La inversión en investigación aplicada es más sencilla (aun siendo complicadísima), ya que ahí el mercado puede jugar un papel (los agentes privados pueden aplicar un mecanismo de prueba y error en las diversas ofertas tecnológicas, en su búsqueda de lucro personal). En el caso de la investigación básica, ¿qué inversión supondrá el mayor retorno social? Muy difícil de saber; el futuro es un lugar muy oscuro. Además, este retorno no se evalúa sólo en términos monetarios (y hacer esto, ya de por sí, resulta extremadamente complicado). Uno de los ingredientes que alimentan el desarrollo de la ciencia básica es el deseo de conocer; para mucho de nosotros, haber sido capaces de completar el modelo estándar es un hallazgo mayúsculo. Y la posibilidad de encontrar nueva física más allá de dicho modelo (SUSY, WIMPS, WISPS, etc.) sería extraordinariamente valioso, aunque no seamos capaces de cuantificarlo. El debate está abierto.

    • Gracias DFB. Totalmente de acuerdo, no voy a ser yo quién quite mérito a haber llegado a tener algo como el modelo estándar, ni el interés fundamental que puede tener encontrar otra física que lo supere. Desde el punto de vista de la investigación básica curiosity driven, como se suele decir, perfecto. Pero desde mi punto de vista hay que abrir el debate porque esa investigación, siendo interesante, es totalmente irrelevante para nuestras vidas (al menos a priori, ya sé que con la investigación básica nunca se sabe), lo viene siendo desde hace cincuenta años, y creo que hay temas, como el que cito aquí u otros, que nos afectan mucho más y/o son mucho más urgentes.

  • La introducción de la perspectiva de la complejidad me parece de enorme interés. En la Ecología... y en la Economía.
    Te centras en una cuestión de presupuestos, pero en mi opinión es más una cuestión metodológica. Mientras que en Física nadie pone en duda que para entender el mundo subatómico hace falta invertir una millonada, no parece tan claro que sea necesario en otras disciplinas como las antes mencionadas.
    El motivo de ello es que se utilizan con excesiva profusión supuestos simplificadores que, aunque facilitan la obtención de resultados de forma más rápida y barata, no siempre ofrecen la solución correcta. Si dejáramos de utilizar supuestos simplificadores que SABEMOS QUE AFECTAN al resultado final pero NO SABEMOS COMO nos veríamos forzados a trabajar de otra manera y la presión por los fondos de investigación haría que al final llegaran. Hoy basta con suponer que el clima no afecta a la vegetación para poder hacer un modelo la mar de majo sobre los lobos. Y nadie dice nada porque todos lo hacemos. Espero que no ocurra en las ciencias duras, pero en Economía, desde un punto de vista estrictamente científico una gran parte de lo producido no es válido pues se basa en supuestos no contrastados cuando no claramente refutados. Tenemos que ser más ambiciosos en nuestros objetivos pero más cautelosos en nuestros trabajos. Quizás sería mejor que en vez de tener cien modelos sobre el efecto de la política monetaria supiéramos algo más sobre el comportamiento humano o el funcionamiento del cerebro.

    • Sí, en efecto. Pero al menos Psicología y Economía hace tiempo que han empezado a trabajar juntas (tenemos hasta un psicólogo que es Nobel de Economía!).

  • Gracias Anxo por estas entradas. Aunque soy de otra disciplina, por alguna razón disfruto más con estas. En relación con el vídeo, creo que es el hombre el que está detrás de todos los cambios, ya que es él quien reintroduce los lobos.

    • Efectivamente, Urano, esa es una perspectiva importante. Tenemos que asumir que estamos cambiando el mundo nosotros, desde el clima hasta los ecosistemas directamente (además de a través del clima). Lo que me temo es que no es una opinión muy mayoritaria...

    • Urano,

      Usted está profundamente equivocado. Los humanos NO estamos, ni jamás estaremos, detrás de TODOS los cambios. Aunque fuera nuestro mayor deseo, jamás lo estaremos.

      Sí, los humanos estamos detrás de muchos cambios, pero cambios menores en el entorno próximo y eso, contrariamente a lo que Anxo dice, hasta los chicos lo saben y por eso actúan, para cambiar su entorno inmediato. El problema es que nadie, ningún científico, puede afirmar algo sobre las consecuencias totales (sí, todas, intencionales o no) de la acción humana. Los científicos sí saben más que el resto de los humanos, pero lejos, muy lejos, de saber todo lo que querríamos saber.

      Afirmaciones generales sobre las consecuencias de la acción humana no tienen justificación alguna.

  • Una posición muy razonable. Pero en la vida real cuando los políticos vean que hay oposición al nuevo acelerador no desviaran el dinero al estudio de ecosistemas sino a construir infraestructuras que da más votos. 🙁

    Cuando se habla de estas cosas conviene dejar muy claro siempre que no se trata de quitar dinero a la investigación sino priorizar una u otra.

    • Gracias icvav, llevas toda la razón. Efectivamente se trata de decidir qué investigación se paga, no en eliminar investigación para hacer AVEs, por ejemplo.

  • Pobres lobos y pobres loberos son los hombres. Mientras la consecución de un premio Nobel otorgue el inmenso prestigio (Sic Transit Gloria Mundi) que dona ocupar unos minutos en el telediario. Ya ve usted como hacemos amigos. Parece más sencillo que obtenga usted cuantiosos fondos para demostrar mi teoria, cierta por demás, sobre la oquedad repulsiva de los A.N. Que otorguen a otros investigadores una mínima aportación para elaborar un mapa multidimensional del que extraer conclusiones, sobre la importancia de la lombriz de tierra en la viabilidad de la vida planetaria. Me sumo, si me lo permite claro, a sus postulados.

  • Las matemáticas puras no servían para nada, incluso había matemáticos como Godfrey Harold Hardy que se jactaban de ello. Sus avances matemáticos en algo que no tenía utilidad práctica se mostraron indispensables en criptología (Vease la historia del algoritmo RSA).

    No hablamos de buscar la relación de un terremoto con el vuelo de una mariposa, ni de especular sobre las consecuencias de la introducción del lobo en un parque. Hablo de un desarrollo complejo, aparentemente inútil, que sin embargo puede generar grandes beneficios, no solo económicos.

    Se podría decir también que todo dinero gastado en investigación "inutil", no se gasta en armamento. Por otra parte, todos los desarrollos sobre la teoría atómica en sus inicios no parecía que tuvieran ningún sentido práctico. Con el tiempo toda esa investigación se utilizó para acabar una guerra, y todo sea dicho de paso, empezar otra, pero también sirvió para descubrir una nueva forma de energía. Abandonar la investigación solo nos deja a merced de la parte negativa del experimento y sin el potencial de la fisión nuclear.

    La Tierra tiene sus días contados, es cuestión de tiempo que un meteorito la golpee con fuerza suficiente para provocar otra extinción, es posible que el hombre ya no exista para verlo, pero dejar de investigar sobre cosas "inútiles" puede hacer que en el supuesto de que siga existiendo, no le quede otra opción que dejar de hacerlo.

  • Curiosamente otro colaborador de este blog hace unos días nos mostraba un humilde experimento con judías y los alumnos de su clase que mostraba que "los mercados consiguen eficiencia". Pues sí, ojalá hubiera más presupuesto para investigar en economía, pero siempre y cuando hubiera también más economistas (muchos más) dispuestos a comprender lo que Dobson ha comprendido de la ecología: que la economía es un sistema complejo (muy complejo) y que por tanto los instrumentos con los que la hemos estudiado hasta ahora probablemente son insuficientes (más aún cuando no siempre se han utilizado adecuadamente) y que, como consecuencia de ello, las cosas que creemos que sabemos, por mucho que se puedan mostrar con experimentos con judías, podrían ser mucho menos ciertas de lo que nos imaginamos y deberíamos manejarlas con mucha más cautela de la que veo habitualmente entre los economistas. Si se dan esas dos cosas, más presupuestos y más "Dobsons" de la economía, pero sobre todo esta última, yo creo que podemos esperar progresos espectaculares en la teoría económica.

  • Me recuerda un poco a la reflexión del Doctor Manhattan en Wachtmen sobre el milagro de la vida...
    Cuando estudié economía en mi oposición, se daba una definición de economía (que creo recordar) era la "ciencia que estudia la (mejor) aplicación los recursos limitados a la satisfacción de las necesidades ilimitadas". Creo que este tema en un blog de economía viene que ni pintado. PD yo tambien opino que es mejor desviar el dinero para otro tipo de investigaciones más "mundanas" pero... que hacer enconces con el CERN (y por cierto, ¿nadie se acuerda de que se iba a acabar el mundo cuando entrara a funcionar el aparato?,¿estaré viviendo en una realidad alternativa?

    • Gracias ciceron. ¿Qué hacer con el CERN? Ahora acaba de rearrancar el LHC tras haber sido actualizado (no sé con qué gasto) así que hay que aprovecharlo, no vamos a tirar ese dinero. Pero a partir de ahí, no más actualizaciones, ningún acelerador nuevo, simplemente mantenimiento. Y en el momento en que los expertos piensen que ya no va a producir nada interesante (para ellos, dicho sea de paso) se cierra.

  • Me ha gustado el desarrollo del argumento desde lo general y complejo a lo particular y concreto, con sus incertidumbres.

    Periódicamente me gusta revisar cómo van los asuntos de Isle Royale, que vendría a ser un modelo estilizado de equilibrio ecológico no exento de complejidad en el que incluso hay cabida para individualidades con características de liderazgo (Old Gray Guy).

    http://en.wikipedia.org/wiki/Wolves_and_moose_on_Isle_Royale

    http://www.isleroyalewolf.org/sites/default/files/annual-report-pdf/wolf%20moose%20annual%20report%202014%20-%20color%20for%20web.pdf

    En cuanto al CERN, no tengo una opinión formada sobre si presenta algunas características propias del "elefante blanco".

  • Hace tiempo que leo este foro, aunque es la primera vez que me decido a postear. La verdad es que hay un tema que me cuestiono y que creo que puedo traer a colación en este artículo.

    ¿Cuál es el mejor sistema de asignación de recursos que el hombre ha identificado? Creo que la respuesta sería la economía de mercado y el sistema de precios, que ha demostrado ser superior a la economía planificada.

    Entonces, ¿por qué problemas como el de la asignación de recursos al I+D los tenemos que intentar resolver con respuestas propias de la economía planificada?

  • La física de altas energías en realidad se financia porque la gran mayoría del presupuesto se gasta en contratos con la industria. Al final, lo que se trata es de subvencionar las empresas europeas, y como hacerlo directamente es ilegal, se hace a través de los contratos de investigación con el CERN. Además, si esas empresas hacen algo innovador con ese dinero, pues mejor que mejor.

    Si quieres buscar una alternativa a la física de altas energías, tiene que ser en un área donde la mayor parte del presupuesto sean contratos con la industria, y ninguna de las alternativas que propones requieren diseñar grandes experimentos. Nunca te van a financiar, con ese volumen de financiación, algo en lo que el presupuesto se dedique fundamentalmente a contratar investigadores.

    • Gracias Rafael. En realidad lo que traes es otro debate: ¿hay que hacer investigación en grandes equipos? Yo no lo tengo nada claro. La experiencia de los proyectos europeos e incluso de los recientes flagship me dice que quizá sea mejor otra aproximación. Está claro que hay problemas, como los de la física de altas energías, que necesitan grandes equipos, pero otros no, y no sé si lo estamos haciendo bien tampoco en ese lado. En cuanto a financiar empresas, pasa con las partículas y con todo. En todas las calls europeas hay algo de eso, e incluso las hay específicas disimulando su carácter de subvención. No necesitas el CERN para ese fin.

  • Estimado Antxo,
    Interesante reflexión sobre las prioridades en el gasto en investigación. Obviamente, es polémico que haya una gran cantidad que se destine a una investigación que difícilmente nos dará directamente unos beneficios en términos económicos a corto y medio plazo. Lo que olvida en su análisis es el capital humano que se forma en centros de excelencia como el CERN, que difícilmente se formarían en otros ambientes y/o centros. ¿Por qué investigamos en Física de partículas? Para saber de qué estamos hechos y cuál es la materia que forma el Universo. Esto no tiene resultados inmediatos, pero por el camino entendemos mejor algunas cuestiones y trabajamos en un equipo y con unos medios que son inalcanzables en la mayoría de los Institutos de investigación del mundo. No se puede desperdiciar ese capital formado en tantos años de excelencia científica y técnica.

    Dicho esto, yo no investigo en Física de Partículas 😉

    • Gracias Jesús. En economía esto se conoce como sunken costs: como ya hemos gastado mucho en algo, vamos a seguir gastando en ese algo porque si no habremos desperdiciado lo anterior. Lo cuenta estupendamente Kahneman en su más estupendo libro Thinking Fast and Slow. Hemos invertido muchísimo en saber como es el universo a escalas muy pequeñas y energías muy altas. Estupendo. A mí me gusta como al que más y me parecería enormemente interesante saber más aún. Pero hay un pequeño problema: hay otras cosas de las que me parece más interesante todavía saber. Y lo que es peor, que quizá sean más relevantes para entender el universo a escala humana, que también lo tenemos muy mal entendido. El hecho de que hayamos gastado mucho y formado mucha gente en este tema no debe ser un obstáculo para redirigir las prioridades de investigación. Dejando aparte de que una gente tan superlista como la que se ha formado en el CERN puede reciclarse a hacer otras cosas sin problemas, como han hecho muchos físicos de altas energías en el pasado pasándose, por ejemplo a la de materia condensada.

      Dicho esto, el nombre es Anxo. Sin t. Empiezo a estar un poquito harto de todos los que cometen esta confusión, sobre todo si lo están viendo escrito. Anxo es gallego. Y en gallego no hay tx.

      • Lo de Anxo, pues da igual que sea gallego o chino, o lo que exista o no en ese idioma (y en gallego, con los lusistas, ya "no sabes" ni lo que "existe")... ¿Qué es Xavier, por ejemplo?
        Lo que deberían es fijarse un poco más en el nombre en sí (o en el pseudónimo...), que aparece escrito unas cuantas veces. Pero mientras no sea la misma persona la que insista en el error, me temo que es algo que seguirá pasando naturalmente.
        Ángel, por ejemplo, sería menos "confundible" (aunque me temo que la mayoría de las veces se quedaría sin tilde).
        Si yo pusiera Alberte (que no lo soy, me bautizaron con nombre en español, y pienso que cambiarme a Alberte es como cambiarme a José Vicente -salvo posibles subvenciones de la xunta) también me esperaría errores (algunos, los menos, lo hacen a propósito, unos con cariño y otros sin él, pensando que por ser gallego ese debería ser mi nombre; de los primeros no me importa el cambio, a los segundos les "fastidia" más si yo les hago la misma jugada).

        • Aunque es un poco off-topic, aclaro: Yo escribo mi nombre "oficial" (el del DNI) sin tilde: Angel. Hasta hace unos años las mayúsculas no se acentuaban y nunca lo acentué. Y ahora no lo reconozco si lo veo con acento. La RAE hará lo que quiera con sus palabras, pero en mi nombre mando yo 🙂

          En cuanto a cambiarme oficialmente el nombre, lo haría... excepto porque la parte fácil es esa. Luego tienes que cambiar todos tus títulos académicos (incluyendo la EGB, sí, soy tan viejuno que hice la EGB), títulos de propiedades que tengas (esto en mi caso es fácil), en definitiva, un dolor.

  • Madre mía, cuántas alternativas posibles hay. Lástima que no sea como el cambio climático, que es, por definición, antropogénico...
    En serio, los "antropogenecistas" también se fijan en el punto (ver viñeta de la entrada correspondiente). Lo que hay que intentar es reducir la contaminación y tratar de mantener los recursos, de manera real (que nadie vea que te cobran más para que unos se forren y otros tiren la basura igual que antes, o la escondan un poco más, lo que provoca actitudes de desprecio). Por ejemplo, que un consumo razonable cueste x y que a partir de ahí se dispare exponencialmente (habría que profundizar para ver la viabilidad y consecuencias ocultas). También debería tenderse a reducir la población (menos descendencia), especialmente en las zonas que ahora se reproducen más.
    Un ejemplo de "engaño ecologista", los coches (gasolina) ahora ¿contaminan menos? No, contaminan "más pequeño", y probablemente más dañino.
    Aparte, somos "pobres", ¿queremos serlo más? ¿Queremos más desigualdad? ¿Queremos "pasarlas p..." mientras los chinos (p.e.) contaminan todo lo que quieren y más? Ya sabemos que "para lo que me queda en el convento...".
    En fin, en resumen, mientras no seamos, como especie, razonables y busquemos (todos o una inmensa mayoría) el bien común para todos (incluyendo los demás seres vivos) lo llevamos crudo. Como la primera parte no me la creo, supongo que lo que nos queda será una guerra que nos diezme, y a volver a empezar como buenamente podamos.

  • Anxo, qué gran post, para los que nos dedicamos a las Ciencias Sociales, imagínate! Pero es una batalla perdida. Piensa en la NASA y entenderá por qué se dedica a lo que se dedica.

    • Gracias Jesús, es muy probable que sea una batalla perdida como dices, pero hay que darla. Desde mi posición contribuyo en la dirección que creo que puedo hacerlo, que es cuestionando la relevancia de la escala del universo a la que se refieren estas investigaciones frente a otras, sin por supuesto menospreciar nunca la importancia de entender todas ellas, incidiendo sólo en que el problema viene dado por la asignación de recursos. Las investigaciones de la NASA también se pueden encajar en este esquema en su escala correspondiente.

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