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El Gobierno y los jóvenes que quieren ser investigadores

La carrera investigadora de una persona empieza tras terminar una licenciatura o, actualmente un máster. La forma típica de hacerlo es a través de una beca/contrato de formación, por el que se reciben algo más de 1100 euros brutos al mes durante un máximo de cuatro años, plazo en el que se espera que el investigador en formación presente su tesis doctoral y obtenga el correspondiente título. El Gobierno de España es el que más ayudas de este tipo convoca, siendo además las más prestigiosas porque se compite a nivel de todo el estado y los seleccionados son los mejores currícula. Bien, pues el actual Gobierno de España ha decidido, de facto, dejar estos programas a la altura del betún, y a los solicitantes en una situación de inseguridad jurídica que hará que, si hay futuras convocatorias, la gente se lo piense muy mucho antes de solicitarlas.

Para hacerlo corto: hay dos tipos de becas:

* El Ministerio de Educación convoca las becas/contratos de Formación de Profesorado Universitario (FPU). Éstas son las más prestigiosas y como decía más arriba, son resueltas a través de una competición nacional en la que los seleccionados lo son básicamente por su nota en la carrera (hay más cosas, pero de largo esto es lo que más pesa, y no quiero perderme en detalles).

* El Ministerio de Economía y Competividad convoca las becas/contratos de Formación de Personal de Investigación (FPI). Éstas van asociadas a proyectos de investigación que se han juzgado de suficiente calidad como para asignarles la posibilidad de recibir ayuda adicional a través de uno de estos contratos. El investigador principal del proyecto selecciona al becario en una convocatoria abierta y, de nuevo, se selecciona al mejor porque el que selecciona está interesado en que el proyecto vaya adelante.

¿Qué ha hecho el Gobierno con esto? De nuevo, en breve:

* La convocatoria FPI se resolvió, de manera provisional, a finales de julio, en trámite de audiencia, para ser aprobada definitivamente quince días después. Todavía estamos esperando esa aprobación. Hay muchos aspirantes a investigadores que ya están trabajando gratis en el proyecto donde esperan ser contratados, y otros que están en su casa mano sobre mano porque no pueden desplazarse a otra ciudad a trabajar en su proyecto sin cobrar. Motivo: parece ser que Hacienda no quiere liberar el dinero. Digo parece ser porque esto es uno de los rumores que circulan: Obviamente el Ministerio no cree que el tema sea lo bastante importante como para dar una explicación.

* La convocatoria FPU no se hizo en 2011 (y así nos ahorramos un año de dinero, y los que acabaron la carrera ese año, que no investiguen). La de 2012 está a punto de ser resuelta. Había 950 becas convocadas. Pues bien, el Gobierno ha publicado hace unos días un Real Decreto reduciéndolas a 800. La gente a la que se había preseleccionado ya no sabe si tendrá su beca o no. Ya de paso, ha reducido el número de ayudas que se conceden a becarios de convocatorias anteriores para desplazarse al extranjero durante su tesis (ayudas bastante ridículas, pero ayudas). Hay gente que ya tenía organizada visitas a laboratorios extranjeros que no podrá ir. Hay gente que ya se ha ido y se lo va a tener que pagar de su bolsillo.

Relatos más detallados de estas tropelías se pueden encontrar, por ejemplo, aquí o en la web de Precarios, la asociación que agrupa a gran parte de este colectivo, aquí y aquí.

Esto es, en dos palabras, una vergüenza. Estamos dejando la ciencia española sin futuro por falta de relevo generacional. Bueno, aceptemos que esto es lo que quiere hacer el Gobierno; es su decisión. Pero lo que no es de recibo es este trato. ¿Qué seguridad jurídica ofrecen los decretos de un Gobierno que se cambian arbitrariamente? ¿Cuánto nos podemos fiar de un Gobierno que incumple sus propios plazos y leyes sistemáticamente? ¡Resulta que hay que montar recogidas de firmas para pedir que el Gobierno resuelva de una vez las convocatorias! Por no hablar de las trampas que está haciendo en el manejo del dinero que viene de Europa para proyectos de investigación, por ejemplo; y por no decir que esta falta de confianza pasa en este caso de los investigadores jóvenes, pero se extiende a la acción del Gobierno en general. ¿Y que pasará ahora con las convocatorias Juan de la Cierva y Ramón y Cajal, para investigadores más senior? ¿Cambiará también el número de contratos convocados a mitad del proceso?

Señores de Guindos, Montoro y Wert (en orden alfabético): No jueguen más con las personas y que nuestros estudiantes asuman desde el primer día que si quieren investigar tienen que emigrar. Porque esto ya es, con perdón, recochineo, y me muerdo la lengua.