Viento del Este, viento del Oeste

En mis años adolescentes encontré una forma de pasar las largas y a veces aburridas tardes de verano, cuando terminaba la retransmisión del Tour de Francia, leyendo una colección de obras completas que editaba Plaza y Janes en un formato que muchos de mi edad recordarán en tapa de piel y hojas finas como de misal. Así fui dando cuenta sucesivamente de novelas como Sinuhe, el Egipcio, mucho W. Somerset Maugham y repetidamente el gran Jeeves de P.G. Wodehouse -que afortunadamente no me ha abandonado desde entonces. En algún momento cayó en mis manos una famosa novela de Pearl S. Buck cuyo título he tomado prestado para el post, que no sé si era de lo más entretenido para un quinceañero pero que según lo poco que recuerdo de ella trataba de como ciertos rasgos de la cultura occidental acababan abriéndose paso en los usos de la sociedad china tradicional. El libro me ha venido a la memoria al reflexionar sobre los efectos del proceso que Danny Quah cuantifica en su artículo The Global Economy’s Shifting Centre of Gravity y que tiene que ver con otro tipo de encuentro, en este caso no cultural -o no sólo- sino de poder económico entre Asia y Occidente.

El artículo, que ha sido bastante comentado en distintos medios internacionales, no nos dice nada muy nuevo pero cuantifica de una forma original y rigurosa el desplazamiento geográfico de la actividad económica en el mundo en los últimos años. En él se localiza, bajo una serie de supuestos, el centro de gravedad económico del planeta teniendo en cuenta las coordenadas de más de 600 concentraciones urbanas y promedios nacionales con sus respectivos niveles de renta. El principal resultado es que dicho centro de gravedad que se encontraba en 1980 en medio del Océano Atlántico se ha desplazado veinticinco años después casi 5000 kilómetros hacia el Este, para situarse prácticamente a la altura de Estambul, y esto no como resultado de la pujanza económica de Europa sino de China y la India.

Hay además otros resultados llamativos. Por una parte este impresionante movimiento hacia el Este no ha venido acompañado de un cambio significativo en la latitud, de manera que el peso relativo del Sur respecto al Norte se ha mantenido bastante estable. Y esto a pesar de que en el Hemisferio Sur se sitúan no sólo algunos de los países más pobres del planeta sino también otras economías muy desarrolladas, algunas emergentes y países exportadores de petróleo. En segundo lugar destaca el hecho de que la extrapolación del crecimiento de las distintas unidades económicas consideradas en el estudio apunta a que el centro de gravedad puede haberse desplazado en 2050 otros 4500 kilómetros, hasta situarse en algún lugar entre China y la India. Y, por último, la ubicación del centro de gravedad económico en 2050 prácticamente coincidiría con el demográfico -lo que no sucede hoy día- y vendría a confirmar un movimiento muy importante de convergencia en renta per cápita como predice el modelo neoclásico de crecimiento.

Los efectos económicos de este desplazamiento serán de primera magnitud, y no están mereciendo la suficiente atención en las discusiones económicas en una Europa preocupada por cómo superar los próximos meses. Sin embargo este proceso no es una mera tendencia más de largo plazo, sino que el centro de gravedad económico del planeta nos ha pasado literalmente por encima a una velocidad vertiginosa, atravesando la Península Ibérica en apenas cinco años y rebasando el ámbito geográfico de la Unión Europea en aproximadamente trece. Obviamente cualquier extrapolación al futuro es discutible y hay muchos factores que pueden contribuir a retardar o incluso a alterar sustancialmente el panorama que dibuja el artículo de Quah para los próximos años. Pero si se materializa esta evolución, la contribución creciente de los países asiáticos al crecimiento mundial tendrá sin duda un impacto positivo sobre la economía global y puede además alterar algunas de las características principales del modelo económico que hemos conocido en las últimas décadas, en particular en lo relativo a los patrones de comercio, la gran moderación y los desequilibrios globales.

Por una parte el incremento de renta en los grandes países emergentes acabará sin duda reflejándose en un la demanda interna y en una dificultad creciente para mantener la moneda artificialmente depreciada. Esto que puede tener efectos positivos para las exportaciones de los demás países del mundo es una razón más para apostar por la competitividad de las economías nacionales en Europa. La excesiva preocupación que mostramos sobre los déficits y superávits comerciales entre los países de la Unión Europea nos hace olvidar con frecuencia que Europa misma es una región deficitaria y que el reequilibrio interno no puede basarse en un juego de suma cero en el que Alemania, Holanda etc, reduzcan sus exportaciones netas para que las aumentemos los demás. Todos los países tenemos el reto de mejorar nuestra competitividad –unos más que otros lógicamente- para aprovechar los nuevos mercados mundiales. Esta recomposición del comercio, si es adecuadamente aprovechada por los países hoy deficitarios, puede ayudar a corregir de forma natural los desequilibrios globales que son una fuente permanente de inestabilidad. Además, las nuevas oportunidades de inversión doméstica en los países emergentes suplirá en parte la escasez de activos seguros que Ricardo Caballero ha señalado como la causa última de estos desequilibrios globales.

Sin embargo el crecimiento basado en la demanda interna de los grandes emergentes puede acabar también con la época de inflación contenida y tipos de interés reales históricamente bajos que ha acompañado a la llamada gran moderación. Durante los últimos veinte años la abundancia de ahorro en el mundo ha sido fundamentalmente impulsada por el envejecimiento de la población y la represión del consumo y la inversión doméstica en algunos países emergentes. El crecimiento de su demanda interna dará lugar a una mayor necesidad de fondos en estos países con el previsible incremento del tipo de interés real internacional. Además la presión a la baja sobre los precios de las manufacturas que ha traído consigo la globalización puede desaparecer con el recalentamiento de los mercados laborales domésticos de estos países y de los mercados de materias primas, fenómenos ambos que ya se están manifestando. El aumento del tipo de interés real hasta valores más acordes con su promedio histórico y la mayor presión y variabilidad de la inflación tendrán su reflejo en la política monetaria en todo el mundo con lo que previsiblemente deberemos acostumbrarnos a mayores tipos de interés de los que hemos tenido en el pasado. Los bancos centrales de los países occidentales pueden volver a encontrarse con menos margen de maniobra y mayores riesgos de shocks de oferta y de costes, que se habían mitigado mucho desde los años de la estanflación.

Por último está por ver la capacidad de las autoridades económicas de los nuevos países centrales para gestionar la estabilización macroeconómica -en un contexto de menor control estatal que el presente- y evitar ciclos muy pronunciados que se conviertan en factores de riesgo sistémico. La generación de burbujas y de crisis financieras -que fueron típicas de los emergentes de los noventa y de algunos países desarrollados en el siglo XXI -en países que abarcan a casi un tercio de la población mundial pueden tener un efecto global de proporciones incalculables.

En definitiva, el desplazamiento del centro de gravedad económico del planeta no es sólo una cuestión de geografía económica sino que puede tener profundas implicaciones para el crecimiento y la estabilidad de la economía global. La demanda interna de los emergentes puede proporcionar un impulso significativo y duradero a la demanda mundial, contribuyendo a reequilibrar el crecimiento en el mundo, reduciendo las disparidades de cuenta corriente y favoreciendo la recuperación del tipo de interés real a un nivel suficiente para estimular el ahorro en los países desarrollados. Sin embargo una eventual corrección del atípico proceso de globalización de las últimas décadas, en el que por primera vez el capital ha fluido en grandes cantidades desde los países emergentes a los desarrollados, puede dar lugar a un patrón de crecimiento más convencional que también acabe con la moderación de las fluctuaciones de la que hemos disfrutado. Los efectos positivos pueden tener su contrapartida en la aparición de nuevas fuentes de inestabilidad con una mayor inflación y riesgos de ciclos pronunciados en los nuevos países sistémicos. Se ha argumentado con frecuencia -y en mi opinión con bastante razón- que la gran moderación y los desequilibrios globales han sido dos manifestaciones inseparables del proceso de globalización que ha tenido lugar en las últimas décadas. Es posible que el desplazamiento económico hacia el Este acabe con –o modere- ambos fenómenos, con unas implicaciones de política económica que conviene empezar a tener en cuenta.

Hay 32 comentarios
  • Hola, Javier Andrés, buenos días.

    Puestos a buscar desplazamientos magmáticos seculares éste será de los más notables de la historio según vaya calando en la opinión pública occidental.
    En el circuito de conferencias de los think-tanks, tecno-gurus, planificadores corporativos y demás personas encargadas de hacer holografías lo que está por llegar, hace veinte años que se puede escuchar el término Eurabia para referirse a Europa y si vives en América hace otro tanto que todo el continente, desde Punta Arenas a las Aleutianas, mira intensamente hacia el Pacífico.

    Un dato: Argentina en los últimos veinte años ha pasado de producir 30 millones de toneladas de cereales a más de 120 millones. Destino, Asia.
    Es difícil no percibir las dimensiones del cambio y su inercia poderosa y eso que estamos en las primeras fases en las que la gente normal "se va dando cuenta lentamente" o se ve a gente intentar lo imposible "negar la realidad".

    En este momento ya se cocina otra etapa: La del cambio de propiedad de activos corporativos. Hemos comenzado por la industria del acero que se ha ido a la India donde ya estaba el software occidental y el hardware un poco más al este. Toda la infraestructura física y lógica de nuestra cacareada sociedad tecnológica se hace allí.
    El resto irá cayendo cada vez más deprisa.

    El caso es que no se vislumbra forma alguna de evitarlo y pensar en revertir el proceso resulta ingenuo. Por lo tanto la gente práctica ya está navegando con el viento del Oeste que es el que va hacia el Este desde nuestra longitud.
    Por ejemplo, mis nietos que ya dan todos chino en sus coles y Zapatero que es nuestro in-house expert para saber quién manda.

    Saludos y gracias por el artículo

    • Manu Oquendo
      Efectivamente, una tendencia tan rotunda como esta parece imparable aunque hay muchos factores de incertidumbre. La medición de Danny Quah tiene la virtud de ponernos ante esta realidad muy gráficamente. Por ello es sorprendente lo "localistas" que son a veces nuestros argumentos -y no me refiero sólo a España- a la hora de pensar en las soluciones a nuestros problemas. Que Zapatero esté en China pidiendo árnica es una muestra de lo que nos espera en el futuro. Pero no podemos ir siempre a pedir fondos, debemos analizar el papel que un país como el nuestro y Europa en su conjunto juegan en un contexto internacional como el que este desplazamiento puede provocar.
      Otras regiones del mundo no tan acostumbradas a ser centrales seguramente podrán cambiar más rápidamente, pero Europa corre el riesgo de perder mucho peso si no encuentra la manera de tener más presencia en el desarrollo de los nuevos emergentes.

  • Me imagino a China teniendo una gran crisis dentro de unas décadas y da miedo. Mi duda con un posible aumento de la volatilidad es si deberemos ser más conservadores a la hora de apalancarnos. Además no se si políticamente será algo viable, ahora mismo en plena crisis a muchos países no les es fácil dejar de endeudarse porque sus ciudadanos les cuesta entender que el nivel de vida que tenían antes era gracias al endeudamiento (y sus inversiones no eran las más productivas) y en los booms también parece difícil que los políticos puedan ganar más votos evitando el apalancamiento, ya que mientras la burbuja se mantenga quien más se ha endeudado mejor le ha ido.

    • Carlos Jerez
      Una de las lecciones que esta crisis nos ha recordado es que un excesivo apalancamiento siempre te hace vivir al borde del abismo. Si los países asiáticos se desarrollan más hacia el interior es previsible que el tipo de interés real suba y recupere niveles anteriores a 1990 con lo que puede incentivar nuestro ahorro -o quizá esto es sólo un buen deseo. Además en un mundo más volátil la percepción del riesgo puede ser mayor. Por ello nuestra economía debería alcanzar un grado menor de dependencia del crédito. Es cierto que esta no es una solución a muy corto plazo, ya que lo urgente en nuestras economías es que se recupere el flujo de crédito al sector privado, pero paulatinamente habrá que desarrollar otras formas de financiación de la actividad productiva, y un mayor ahorro de hogares y sector público, porque es previsible que el periodo de disponibilidad fácil de ahorro exterior esté llegando a su fin.

  • Gracias Javier por el estupendo esquema que nos has brindado de la previsible evolución de la economía mundial en los próximos años. Echo en falta, sin embargo, alguna referencia al entorno energético y medioambiental que, en mi opinión, puede ser clave para entender los cambios que se avecinan.

    • Fede
      Efectivamente, creo que la dependencia energética y las desigualdades sociales en estos países es la mayor fuente de incertidumbre respecto a su hipotético liderazgo económico en el futuro. Con relación a la primera, está por ver si los emergentes aceptan optar por un uso más cauto de materias primas y energías no renovables, pero es previsible que haya muchas tensiones en este terreno. Tensiones que incluso pueden desatar nuevos conflictos bélicos… pero prefiero no pensar en eso.
      Volviendo a lo más económico, el escenario pesimista es que el uso masivo de este tipo de energía genere problemas todavía más serios de los que hoy tenemos con el medio ambiente, además de imponer un shock permanente negativo a todas las economías, en forma de precios de las materias primas. Por otra parte una regulación más estricta en este terreno, que sería el escenario optimista, no sería tampoco gratis porque en ese caso los países emergentes exigirían elevadas contrapartidas –inversión directa, arancelarias, etc- a los países hoy más desarrollados. Lógicamente la solución cooperativa es preferible, aunque puede salirnos por un pico.

  • Hay un interesante mapa que muestra el "centro de gravedad" de la población de los EUA desde la revolución hasta hoy, evidentemente moviendose hacia el oeste.

    Como aquí, el cambio de latitud es muy pequeño... lo que da mayor fuerza a los argumentos que ponen los condicionantes climáticos en el centro de las causas del desarrollo económico a largo plazo.

    • Enric
      Supongo que tienes en mente el caso de África y de algunos países asiáticos. La verdad es que no había considerado el clima como un factor tan determinante en la era del capitalismo industrial y de servicios, pero supongo que tienes razón en que puede ayudar a entender este fenómeno ya que la inercia del pasado pesa lo suyo.
      De todas formas sería interesante ver el efecto que tiene el clima -aislado tras controlar la influencia de otros factores- en el crecimiento económico. No conozco ningún trabajo que aborde ese tema pero estoy seguro de que alguien lo habrá estudiado y sería interesante conocer sus conclusiones. En particular porque si esta causalidad existe, aunque consideremos el clima como un factor exógeno el cambio climático puede a su vez influir en la localización de la actividad económica en el futuro.

  • Gracias por las entrada: no se puede decir más en menos espacio. Ayuda a razonar y a situarse. Sólo un pero, que no por obvio y conocido debe apartarse de la vista. Ese centro de gravedad moviéndose hacia el Este aumenta la presión sobre los recursos naturales de una manera no lineal, porque como señalas, allí es donde de verdad hay gente por kilómetro cuadrado. Mucho tiene que correr la tecnología para alcanzar el reto exponencial de que tanta gente quiera y pueda (financieramente) mantener un estándar de consumo cada vez más parecido al nuestro. Y si la tecnología no llega, las predicciones para 2050 pueden cambiar mucho sobre la marcha. Desde la economía, podríamos esperar que cambien radicalmente los precios relativos de los bienes y los servicios. Esperemos también que, desde la "tecnología social", estemos a la altura de las circunstancias y sepamos responder al envite. Fácil no lo tenemos.

    • Jorge Bielsa
      Comparto contigo que ese es un factor determinante que puede afectar al crecimiento de los gigantes emergentes. No está claro que eso invierta la tendencia aunque es posible que la retarde. La clave está en la dependencia energética relativa. La presión sobre las materias primas nos afectará a todos en forma de escaseces o, más probablemente, subidas de precios. Dejando de lado las consideraciones sobre el medio ambiente –que es mucho dejar- la clave sobre el crecimiento económico estará en que economías puedan reducir más rápidamente su dependencia del petróleo y las materias primas. A primera vista yo diría que el mundo hoy desarrollado irá por delante en este sentido, por lo que el movimiento hacia el Este pude ser más lento del que predice Danny Quah. Sin embargo mi impresión es una mera extrapolación de los usos energéticos del presente, y no está escrito que los emergentes tengan que seguir exactamente la misma ruta que nosotros y puede que den el salto a una economía de servicios más rápidamente. Aquí la educación y la innovación son claves y no estoy seguro que tengamos una ventaja en este terreno.

  • Hace ya más de diez años la gente hablaba de un desplazamiento hacia el Pacífico, pero claro, allí en medio, excepto las Hawáii y la isla de Pascua, no hay nada.
    La costa este norteamericana, Perú, Chile y ahora México, mercados pujantes a los que se les ha añadido Brasil y Argentina. Y por otro lado: Filipinas, Indonesia, Nueva Zelanda, Australia, Japón, India, China...
    Creo que Estambul queda lejos, en todo caso, si en algo se sentirá es en ser el centro geoestratégico de los deudores y de los acreedores.

    • Pau
      Eso es lo bueno que tiene el cálculo de Quah. Con todas las reservas debidas a los supuestos, el ejercicio nos da una idea más precisa del desplazamiento más allá de impresiones generales. Por supuesto Estambul como tal no es relevante, simplemente señala que el equilibrio de la posguerra entre Japón y Estados Unidos con Europa en el centro se está volcando definitivamente hacia el Este. De todas formas la visión de Estambul como frontera entre os que ahorran y los que gastamos es bastante ajustada a la realidad.
      El crecimiento de algunos países como Chile, Argentina, etc es también importante pero desde luego no de la magnitud y el peso de China y la India. Brasil compensa en parte pero los emergentes asiáticos llevan años en esta senda sin pasos atrás.

  • Estupendo resumen, gracias, ya hace tiempo que podemos ver alguna versión del mapamundi que nos sitúa en el Finiterrae occidental del globo, ahí, en una ignota esquina, con el océano Pacifico ocupando el centro.

    • Carlos
      El problema es que en algún sentido nos seguimos considerando en el centro del mundo, incluso del económico. Bueno, eso es una exageración pero es cierto que no somos del todo conscientes de los cambios, que estos movimientos tendrán para España y Europa. No se trata de que tengamos que competir con ellos con sus mismas armas, pero si es cierto que no podemos estancarnos pensando que el mundo va a ser siempre como lo conocimos. Han bastado un par o tres de décadas para ver un cambio radical que aún no se ha completado.

  • Hola, Javier Andrés
    El déficit comercial, en España es producto de los desequilibrios mundiales. La única forma de compensar este déficit son los acuerdos entre países, no creo que la solución sea la venta de nuestras empresas a países emergentes, ni la deslocalización, ni captar solo fondos. La solución es ser un buen negociador, si quieren que les compremos al mismo ritmo sabiendo que perjudica nuestro empleo, hemos de compensar haciendo que monten fábricas aquí, mas o menos al 50 %, como hacen ellos cuando buscan socios. (Tipo joint ventures) Hemos sido Quijotes, creo que si.
    Sobre la evolución hay otros tres factores, como se solucionaran los temas energéticos, los temas de la población-migraciones y las razones geoestratégicas que siempre existen (G-2) para evitar que Europa se quede entre dos frentes.
    ver Interesantes graficas de Hans Rosling en TED
    http://www.ted.com/talks/view/lang/eng//id/92

    • Ramón M
      Creo que los tres factores que señalas, añadiendo quizás la cuestión de las desigualdades internas que pueden generar conflictos importantes, van a influir mucho en si estos países al final se hacen con esa posición estratégica. La extrapolación que se hace en el artículo es un poco mecánica pero de lo que no hay duda es de lo que ha pasado en los últimos treinta años.
      Respecto a la solución para España, me temo que una economía de mercado no puede permitirse imponer ese tipo de condiciones. No nos queda más remedio que tratar de ser más competitivos, en nuestro propio mercado primero –para mitigar el tirón de las importaciones cuando la economía crece- y después en el exterior. A eso deberían encaminadas las reformas que se están proponiendo ahora, pero me temo que no son suficientes.

  • Javier, efectivamente existe mucha literatura que relaciona el clima y el crecimiento (actual), aunque los determinantes más sólidos encontrados son aquellos que operan a través de "canales históricos" como las instituciones o la cultura.

    Es algo parecido a los efectos de la geografía: hoy en día son ya irrelevantes (túneles, aeropuertos...) pero el peso de la historia todavía se nota. En el caso del clima, ya tenemos buenos aires acondicionados y calefacciones, pero la "distancia al ecuador" sigue funcionando bien para explicar la productividad de un país...

    • Abel Fernández
      Muchas gracias por señalar este punto, tienes razón hay literatura del crecimiento sobre este tema. La distancia al ecuador como proxy funciona bien, pero ¿es este un efecto simétrico? Evidentemente la actividad económica cuando nos vamos a climas extremos es más difícil, pero este efecto parece a primera vista –sin ninguna pretensión científica- asimétrico. Además sería interesante ver cuál es su efecto parcial, es decir descontando otros factores que también se encuentran en países del Sur –por ejemplo en África- y que sin duda afectan negativamente al desarrollo.

  • El artículo de Danny Quah es curioso e interesante, pero no contiene mucha economía, es más de matemática geográfica. Si lo he cogido bien, la innovación que propone es usar una proyección de Mercator para colocar sobre la superficie el centro de gravedad computado. No sé lo suficiente de geografía para poder comentar si la aparente inmovilidad en latitud del centro de gravedad se debe a la distorsión introducida al proyectar (la física de los centros de masas en geometrías esféricas me supera 🙂

    Pero en economía en sí encuentro reparos en sus predicciones de desplazamiento del centro de masas (los puntos rojos en su dibujo). No he encontrado una explicación clara de cómo extrapola el movimiento de ese centro de 2010 a 2050, pero tiene pinta de que simplemente ha hecho algún tipo de regresión sobre el movimiento del centro y ha supuesto que la trayectoria iba a continuar. Esto asume que la dinámica económica que provoca ese desplazamiento va a continuar igual, y hay gente que no lo tiene tan claro, por ejemplo
    http://www.washingtonpost.com/opinions/what-if-chinas-economic-expansion-is-about-to-slow/2011/04/12/AF8BN6eD_story.html dice que un conjunto de condiciones (pérdida futura de población laboral por la política de Un Sólo Hijo, ralentización del ritmo de urbanización de la sociedad, dificultades crecientes en importación de materias primas, ralentización en los mercados importadores de productos chinos) harán que el crecimiento de China se detenga; le puede pasar lo mismo que a Japón. Esto pararía el desplazamiento del centro de gravedad económico.

    Por supuesto por mucho que pase así, esto no elimina el problema de competencia económica europea y especialmente española. Sólo hace que no se agrave más. Pero ya es lo suficiente grave como para que eso pueda ser un consuelo ...

    • pvn
      Tienes razón. La predicción del artículo de Quah es bastante mecánica y basada en la evolución reciente. Sin embargo, aunque las incertidumbres son muchas, también afectan al crecimiento en Occidente por lo que no sabemos en qué dirección habría que corregir para hacer una predicción más fina.
      De todas formas a mí me gusta pensar en estas predicciones como predicciones condicionadas, que nos indican la influencia a medio plazo de las tendencias recientes sobre las cuales se debe empezar a tomar decisiones hoy.
      Pero es que además si se produce el frenazo de China por las razones que dices, el efecto sobre la economía mundial puede ser bastante negativo. Si Occidente sigue siendo poco ahorrador en su conjunto y los emergentes entran en crisis el efecto sobre el ahorro, el tipo de interés mundial y el crecimiento puede ser muy negativo.

  • Javier Andrés, esta claro los que defendemos una economia de mercado, sabemos que no se puede imponer nada, me referia a negociar, me explico mejor, si hay paises que obligan a tener un socio local, tienen una posicion ventajosa, como nosotros en teoria "no lo podemos imponer", pues hay que negociar otras compensaciones.

  • o bien asumir que no hay manera.....Guillermo de la Dehesa indica " En los últimos 160 años el saldo de la balanza comercial o de bienes española con el exterior ha mostrado solamente equilibrio o superávit en 16 ocasiones, coincidiendo todas ellas con acontecimientos excepcionales como las dos guerras mundiales. El déficit comercial ha sido, por lo tanto, uno de los rasgos estructurales de la economía española" .......pero prefiero el -No surrender-

    • RamónM
      Creo que a las dos opciones que das - dices “… negociar otras compensaciones o bien asumir que no hay manera ...”- se puede añadir otra. Y esa es llevar a cabo el conjunto de medidas que favorezcan la recuperación de nuestra competitividad, mientras los emergentes puede que la vayan perdiendo si tienen que ir a un crecimiento más basado en la demanda doméstica. Esa será nuestra oportunidad de recuperar posiciones como algunos países –Alemania por ejemplo- ya tienen claro. De lo que se trata es de no retrasarnos mucho y no perder la opción de tener más presencia en estos mercados cuando su demanda tire más.

  • Tengo un viejo libro de Oswald Spengler que me dejó mi padre que se llama "El Hombre y la Técnica y otros ensayos" de la colección Austral de Espasa-Calpe, el cual recoge , resumidas, las ideas expuestas en su libro "La Decadencia de Occidente" (tomo I de 1918, y tomo II de 1923)
    Hay subrayado por mi padre (que murió en 1993 y que lo leyó algunas décadas antes) las siguientes frases de las páginas 66 a 68:

    "...Nos hallábamos en la posesión única no sólo de las materias primas, sino también de los métodos y de los cerebros capaces de darles aplicación. Tal es el fundamento del tipo lujoso de vida que lleva el trabajador blanco, el cual, en comparación con el hombre de color tiene unos ingresos principescos. Esta circunstancia ha sido omitida siempre por el marxismo para su gran daño. Hoy se venga lanzando en el curso de la evolución el problema de la falta de trabajo. El salario del trabajador blanco, que es un peligro para su "vida", descansa, por lo que a su altura se refiere, exclusivamente en el monopolio que los Directores de la Industria habían establecido alrededor de él...."

    "...Con las innumerables manos de los hombres de color, que trabajan tan hábilmente como los blancos, y con muchas menos pretensiones, conmuévese la base de la organización económica de los blancos. El lujo "habitual" del obrero blanco, comparativamente con el "kulí", conviértese en destino fatal. El propio trabajo de los blancos resulta innecesario. Las poderosas masas acampadas sobre el carbón septentrional, los dispositivos de la industria, el capital invertido, ciudades y comarcas enteras, amenazan sucumbir a la competencia. El centro de gravedad de la producción desplázase incoerciblemente desde que la Guerra Mundial (1ª) ha puesto fin al respeto que los hombres de color ante el blanco. Este es el verdadero motivo de la falta de trabajo de los viejos países de Europa y Amércia, falta de trabajo que no constituye una "crisis" sino el comienzo de una catástrofe...."

    Evidentemente no comparto la base y el lenguaje racista del argumento, pero sí señala un camino que ya se empezaba a vislumbrar al final de la 1ª Guerra Mundial y que el parón en la globalización liberal de la "Belle Epoque", que supuso la crisis del 29 y el New Deal, retrasó hasta los años 80, donde se inició, con más fuerza que nunca la globalización, y, por tanto el fenómeno que describe Spengler

  • Para DFC.

    Buenas noches.

    Ya me extrañaba que en un blog tan leído tardase tanto en salir Spengler. Esta temporada vuelve a estar de moda en las mesas de las librerías de postín. De repente nos ha entrado la pasión de revisitar el recuerdo. Incluso los que reniegan del historicismo lo hacemos.
    Yo me he ido un poco más atrás de Spengler. Estoy con Werner Jaeger repasando la etapa decadente de la Grecia clásica tras haber dado un repaso a Gibbon hace unos meses.
    Creo que Huerta de Soto anda explicando que esto nos sucede por dejarnos gobernar a base de panem et circenses y Brenner dice que nos está bien empleado porque no somos capaces de ofrecer rentabilidades atractivas al Capital Manufacturero y que no les ha quedado más remedio que irse a buscar mejores aires.

    Total, DFC, que a saber por dónde saldremos pero en unos meses más vamos a recordar mucha más historia que la que no quisimos estudiar cuando nos tocaba.
    Como dice Javier Andrés fueron los veranos perdidos que en vez de leer nos tocaba seguir el Tour adormilados. Siempre hay un tiempo para maldecir el olvido.

    Uno de nuestros colegas --PVN-- trae un corto del Washington Post que especula que a lo mejor los chinos echan el freno. Está toda la élite política "uropea" escrutando las hojas de té a ver si se atisba un buen Tifón que nos ofrezca respiro. Menuda panda y menuda confianza en nuestras propias fuerzas si tenemos que hacer novenas a la santa para que se agote pronto el contrincante. Menos mal que no competimos.

    No seamos cenizos porque todo tiene arreglo, pero tampoco seamos ilusos y recordemos que no se aprende sin dolor ni esfuerzo. Suena feo pero así es. La estrategia china es sencilla y bastante superior a la Japonesa, a fin de cuentas un país pequeño e insular.

    Los chinos muestran tres grandes diferencias.

    1. Son "un poquito" más numerosos que el resto. Incluso si frenasen, pueden tardar cincuenta años en hacerlo y para entonces nosotros seguiremos nuestro descenso si algo muy drástico no ocurre. Nuestro talento principal siempre fue guerrero.
    2. Los Chinos ya son los Banqueros del mundo y durante la hipotética frenada lo serán más todavía. Es decir, seguirán comprando "activos" en una escala nunca imaginada.
    3. Al contrario que otros exportadores ellos han sido capaces de crear en los mercados destino su propio canal de distribución. Y lo han hecho a su estilo: "Low Cost" y de imbatible capilaridad. Es decir lo correcto para mercados como nosotros, en un proceso de empobrecimiento paulatino.
    Sólo con eso ya van bien servidos porque durante esa "frenada" en su ascenso nosotros llevaremos años de descenso y debiendo más cada día.

    Buenas noches

  • Manu,

    Comparto plenamente tu análisis sobre las características del ascenso de China
    En cuanto a Spengler te comento que hace bastantes años que me leí ese libro, y la verdad no suelo leer "best-sellers" ni las modas de las librerías, aunque no me extraña que se lo retome como comentas, la temática está bien viva ahora

    Volviendo a las características del nuevo "Leviathan" creo que quizás la característica que ha dado más "estabilidad" a su crecimiento es que han conseguido una transferencia de tecnología como nunca en la historia ha ocurrido, pues no se trata sólo de producir (ese es el "señuelo"), se trata de tener formados los cerebros que van a innovar, diseñar, mejorar y, por supuesto, producir. Este es el fin último de todo el proceso, tal y como lo comprendió Deng; pues sin la tecnología (saberes y métodos) todo el edificio se cae al primer empujón, como le ha ocurrido a tantos "tigres" de papel y otros suministradores de mano de obra barata y, por tanto, fácilmente sustituibles

    La tecnología = poder es la única ecuación válida para el ser humano, y los chinos han tenido dolorosos ejemplos en su historia (guerras del opio, rebelión de los boxers, 1ª guerra japonesa, invasión japonesa, Corea, etc..) donde han sido derrotados por la tecnología superior de los "bárbaros" (así se refieren a los que no son del "Imperio del Centro") y reducidos a la postración más completa
    Eso ha sido y es insufrible para ellos, dada la continuidad de su pensamiento político y cultural, es como si la Roma estoica de Marco Aurelio, conservando sus límites geográficos, su población incrementada, la continuidad de sus valores y su orgullo, hubiese quedada reducida a una sumisión a los "bárbaros" occidentales

    Por otro lado hay que tener en cuenta las características culturales del nuevo "hegemon", pues se trata de una sociedad que no ha conocido (ni comparte) la herencia helenística ni la Ilustración, así valores como la "felicidad", "libertad" de origen griego y amplificados por la Ilustración, con su crecimiento exponencial de expectativas, expresadas en los "derechos" y "libertades" como camino ascendente a la "felicidad" tal y como está escrito en las constituciones ilustradas de EEUU y Francia, son desconocidos para la sociedad china, donde las probabilidades de "aculturación" son mucho menores que en otros países mucho más pequeños y menos sólidos culturalmente . Son los países "archimaduros" culturalmente como los llama Spengler (China y la India)

    Y es en el presunto crecimiento acelerado de las "expectativas" de los trabajadores chinos donde los políticos europeos y americanos esperan que provenga el freno a su ascenso, pero eso es pensar según nuestras propias coordenadas, no las de los chinos, "wishful thinking" puro y duro
    En 2008 el gobierno chino envió de vuelta a sus aldeas a 30 millones de trabajadores chinos que habían perdido su trabajo por el parón industrial, no hubo ni una queja

    ¿Alguien ha mirado detenidamente las tasas de ahorro de las sociedades orientales?¿Como es posible que alguien que gana 1 taza de arroz al día por su trabajo ahorre 1/2 taza?¿no significa eso "algo" desde el punto de vista cultural? Y oye, ¿de verdad alguien cree que eso va a cambiar en pocos años?

    Si se analiza con detalle las respuestas al famoso "Ultimatum Game" que han hecho los antropólogos, se observa que la respuesta occidental, tallada por la historia cultural occidental y sobretodo por la Ilustración, es una excepción, no la norma, respecto de las otras tradiciones culturales

    La izquierda (derechos) y derecha (libertades) Hegeliana provienen de una misma tradición cultural y distorsiona los resultados del "Ultimatum Game" bien desde el lado el "beneficio" (libertades) o de las "obligaciones" (derechos)
    Esas sociedades de una tradición diferente, con un pasado rural cercano, me recuerdan mucho a las personas del ámbito rural "profundo" de hace unas 2-3 décadas que he conocido, donde nociones como "tiempo libre" no tienen ningún significado, como no lo tienen la medida exacta del tiempo de trabajo o las expectativas de "Felicidad" o de "Realización Vital" y otras similares

    Sí, no hay duda, pronto vamos a sentir muy de cerca el verdadero sabor, el "full-blown" del Viento del Este, y será por mucho tiempo

    • DFC y Manu Oquendo
      Muy interesante las consideraciones que hacéis, que dan una perspectiva diferente a la discusión. Estoy muy de acuerdo en tres cosas fundamentales de los comentarios. Una es que la cosa viene de lejos y teneos que mirar más a la historia; todo proceso de globalizador pone nerviosos a los ciudadanos de los países que tienen en ese momento una posición central, está bien mientras nos vengan todas las ventajas de la globalización, pero olvidamos que también imponen nuevas reglas de juego que nos afectan a nosotros y nos obligan a replantear nuestra organización económica y social – al menos a reforzar aquello que hacemos mejor y corregir los excesos. La segunda es que no nos podemos quedar sentados esperando a ver pasar el cadáver de nuestro enemigo, en forma de frenazo brusco de los emergentes; al margen de los aspectos morales de la cuestión sería un error porque, como comentaba anteriormente a RamonM, su frenazo puede traer también muchos problemas económico-sociales globales. Y la tercera es que la diferencia de pautas y valores culturales debe ser tenida en cuenta a la hora de augurar problemas en esos países. Pueden ser más resistentes de lo que esperamos no sólo por su enfoque vital sino porque vienen de muy abajo, mientras que nosotros nos resistimos a aceptar esfuerzos adicionales incluso en las duras.

  • Estoy de acuerdo con vuestro razonamiento (Manu y DFC).., pero siempre hay un pero, las reglas no son para todos iguales, son modelos duales, con dos caras la interior y la exterior.
    Sobre la afirmación de que estos países ahorran mas seguramente es la consecuencia de la crisis asiática de 1987, aprendieron bien la lección. (deberian ahorrar un poco menos y comprarnos algo mas de lo que nosotros producimos ?...)
    Los que no aprendimos la lección fuimos nosotros y axial nos va, siguiendo con la huida hacia delante, sin ser capaces de trabajar de forma coordinada a nivel europeo, sin ser capaces de lograr más economías de escala y sinergias a nivel europeo.

    Sobre china una confencia interesante para quien no la tenga vista...
    http://www.ted.com/talks/lang/spa/martin_jacques_understanding_the_rise_of_china.html

  • ¿Entonces estamos hablando, ya...ahora, de que la ascensión de China y otros paises asiáticos no tiene el más minimo freno? Y no porque eso supongo nada malo per sé, sino más bien porque parece implicar que comienza, ya comenzó hace algún tiempo, la consolidación de nuestra decadencia. ¿No es esto, en sí mismo, un poco economía-ficción?.

    Me fascina sobremanera todo lo relacionado con la hegemonía asiática que se avecina, pero no consigo encontrar argumentos y literatura que me deje saciado. Tal vez sea porque lo que espero encontrar no va a darse, es decir, que China crecerá, sí, pero que nosotros no vamos a tener que adaptarnos a sus costumbres y usos, en los que la realización individual parece tan secundaria. Agradecería me recomendarán por estos lares, algunos artículos o alguna literatura que pueda darme un punto de vista amplio, tanto desde el punto de vista de que se logrará un equilibrio sin que ellos nos dominen, como sobre todo lo contrario.

    Saludos.

  • Hola, Rubén.

    En este blog hay editores que saben bastante de China y poco a poco traen información y bibliografía sobre ese país. Presta también atención a los enlaces que suelen traer y que son también excelentes.
    De todas formas no olvides que los jesuítas españoles y portugueses con alguno intaliano fueron los primeros europeos en afincarse por aquellas tierras. Un jesuíta, el P. Mateo Ricci SJ, fue el primer occidental al que se concedió el honor de ser enterrado en la ciudad prohibida y el puerto de Manila fue durante varios cientos de años el de más tráfico comercial de Oriente cuando Filipinas era española y por allí pasaba el tráfico desde Japón, y China hasta el virreinato de Mexico.
    Es decir, nosotros no somos nuevos por aquellas tierras y, como los chinos, somos un pueblo antiguo con lazos que preceden en milenios al concepto de estado-nación y por supuesto al novísimo movimiento nacionalista periférico sumido en la amnesia.

    Te digo esto porque la primera embajada oriental en Europa se estableció muy cerca de Estoril en el palacio que hoy ocupa el hotel Penha Longa y que debiéramos ser nosotros, los habitantes de hispanos, los menos sorprendidos por estos avatares. Como comunidad las gentes de Hispania estamos estupendamente posicionados a poco que recuperemos memoria histórica y la presencia global que hemos heredado. Hay mucho que hacer para recuperar tiempo perdido pero no partimos de cero.

    Pides bibliografía, si me das tu email ( manuoquendo@yahoo.es ) te enviaré la que yo he ido acumulando desde que se comenzó a palpar lo de este "macro pinchazo globular secular".
    Es muy larga para dar en un post.

    Saludos

  • Hasta ahora los estados que alcanzaban la hegemonía mundial y eran capaces de sostenerse en ella lo hacían. por supuesto, movidos por su propia pujanza interna, pero también porque eran capaces de atraer talento exterior en oleadas y asimilarlo completamente. Esto ha pasado desde la Roma clásica a USA.
    China, de momento, parece no seguir ese camino, es decir, no ofrece visos de querer (o necesitar) "asimilar" talento exterior para continuar avanzando (adquieren conocimiento, sí, pero no a las personas que lo producen). Quizás es que crean que no lo necesitan (su tamaño los hace ser autosuficientes), quizás es que su cultura y costumbres no se prestan a ello, o quizás es que sea muy pronto todavía para que el fenómeno se manifieste.
    Pero yo creo que para alcanzar esa posición de número uno sí necesitan asimilar gente de fuera, sencillamente porque por grandes que sean sigue habiendo mucha más gente fuera de China que dentro en China, con lo cual por simple estadística los genios y emprendedores del mañana es más probable que nazcan fuera que dentro de China.
    Y por "asimilar" no me refiero a aprender chino (aunque es un comienzo), me refiero a *convertirse* en chino. Igual que las universidades USA y Silicon Valley están plagados de profesores y emprendedores Chinese-American que, a efectos prácticos, están totalmente asimilados a la cultura USA, me da que China sólo despegará de forma definitiva cuando albergue suficiente número de American-Chinese dentro (o German-Chinese, o Indian-Chinese o -por qué no- Spanish-Chinese). Creo que para eso hace falta todavía bastante tiempo.
    (Esto puede servir un argumento de consuelo para USA o Alemania, pero me temo que no para España, que hace tiempo que no atrae ni asimila mucho talento, más bien lo centrifuga)

    • pvn
      Es cierto que los países líderes han atraído emprendedores y científicos de todo el mundo y que en ese sentido la menor penetrabilidad de la sociedad China puede suponer un desincentivo. Pero, de nuevo, nada está escrito y a lo mejor esto no supone una dificultad fundamental en el futuro.
      De todas formas no creo que nadie esté pensando en un mundo unipolar en el futuro. Aunque la masa de actividad puede desplazarse hacia el Este, muchos otros países pueden mantener un papel muy importante en el mundo económico sobre la base de una ventaja comparativa fundada en el talento. Ese será el drama de los países que en el futuro no puedan competir por la calidad de su mano de obra y la presencia de emprendedores o innovadores. Tendrán que hacerlo únicamente vía costes laborales con las consecuencias que son fáciles de imaginar.

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