¿”Tarifación social” de las guarderías?

guarderia-Barcelona acaba de introducir un nuevo sistema de precios en las guarderías públicas, de cara al curso que viene. Esta so-called “tarifación social” consiste en una escala de precios con 10 tramos, de modo que el precio mensual (incluyendo la comida) de mandar a un niño o niña a la guardería variará entre 50 y 400 euros al mes, en función de la renta de la familia. En la entrada de hoy quería aprovechar esta medida, muy comentada en los medios y en la calle, para hablar de la abundante investigación reciente en economía sobre los efectos de las subvenciones a la educación infantil.

Ya hay otras ciudades que han introducido escalas de precios similares, como Sant Feliu de Llobregat, El Prat, Sabadell y Terrassa, en Cataluña. En el caso de Barcelona, hasta ahora la gran mayoría de las familias pagaba el mismo precio, casi 300€ mensuales. Con el nuevo sistema, una familia de cuatro personas con renta anual de 16.000€ pagaría sólo 50€ al mes, mientras que, por ejemplo, una con 30.000€ de renta pagaría 210. Según el simulador de precios, mi familia tendría que pagar el máximo, casi 400€. El ayuntamiento estima que el 25% de las familias pagará el mínimo de 50 euros.

Los objetivos declarados de esta medida son de equidad (“incrementar la progresividad del sistema”), así como aumentar la participación de las familias de bajo nivel de renta en el sistema de educación infantil. El ayuntamiento proyecta que la subida de precios para las rentas altas compensará la bajada en el otro extremo, con lo que no habrá que dedicar más recursos a las guarderías públicas.

Según parece, el coste anual por niño de las guarderías públicas, al menos en Barcelona, es de unos 7.000€ (incluyendo sólo los costes directos de funcionamiento). Esto quiere decir que el precio máximo cubre el 56% de los costes (sólo el 7% en el caso del precio mínimo). El precio se paga en 10 mensualidades, con lo que a nivel anual variará entre 500 y 4.000€. (Otro día hablaremos de si tiene sentido que el estado subvencione en mayor medida la educación universitaria que la infantil. Las tasas universitarias anuales son de media poco más de 1.000€ anuales a nivel nacional, más cerca de los 2.000€ en Cataluña).

Merece la pena señalar que se mantiene sin cambios el sistema de admisiones de las guarderías. Como en muchos centros hay más solicitudes que plazas, el criterio de admisión consiste en un sistema de puntos, que favorece, además de la proximidad geográfica, a las familias monoparentales y numerosas, a los niños discapacitados o enfermos, y a las familias perceptoras de la renta mínima de inserción (RMI). Como en muchos centros se producen empates, se recurre a un sorteo entre todos los solicitantes empatados.

La medida nueva, por tanto, afecta a los precios, condicionados a la admisión. Dado que el precio es más alto en las guarderías privadas, otra forma de introducir más progresividad habría sido tener en cuenta el nivel de renta en el sistema de admisión. Actualmente sólo se favorece a los perceptores de la RMI; otra posibilidad (alternativa o adicional) habría sido que los “puntos” que se conceden a cada familia en el sistema de admisión variaran también por tramos de renta.

En cualquier caso, se trata de una medida cuya evaluación quizá pueda interesar a alguno de nuestros lectores investigadores o estudiantes de doctorado, aunque habrá que esperar a que los cambios se implementen, el curso que viene.

Suponiendo que efectivamente el nuevo sistema de precios no afecte a las finanzas municipales, ¿cómo afectará al bienestar de las familias? Los efectos serán distintos, obviamente, según el nivel de renta. Además, podemos distinguir entre efecto renta y efecto precio.

Efecto renta

Para las familias que habrían solicitado guardería pública de todas formas (bajo cualquiera de los dos sistemas de precios), la medida implica una transferencia de renta de las familias de nivel de renta alto a las de renta baja. Podemos concluir sin mucho temor a equivocarnos que esto llevará a un aumento en el bienestar global de las familias, ya que 100 euros más o menos de renta mensual suponen más para familias de renta baja que de renta alta. Hasta aquí, el efecto “progresividad” que se busca.

Efecto precio

La reforma implica que sube el precio de la guardería pública para las familias de renta alta, con lo que esperaríamos una reducción de la demanda. Es decir, la medida puede hacer que baje el número de familias de renta alta que solicitan plaza en guarderías públicas. Al mismo tiempo, aumenta el atractivo relativo de las alternativas: que el niño o niña no vaya a la guardería, o que vaya a una guardería privada, que es un poco más cara pero que ofrece más flexibilidad de horario (entre otras diferencias en las que no hace falta entrar ahora).

A la vez, baja el precio de la guardería para las familias de rentas más bajas. Esperaríamos por tanto que aumentara la demanda de plazas entre este grupo, para el que seguramente la alternativa es principalmente que el niño no vaya a la guardería (se quede en casa).

Por tanto, esperaríamos que el pool de familias que solicitan plaza en guarderías públicas se inclinara más hacia rentas más bajas, aunque no sabemos si el número total de solicitudes aumentará o bajará. También probablemente aumentará la demanda de plazas en guarderías privadas.

Por tanto, en conjunto esperaríamos que mejorara el acceso de familias de renta baja a la educación infantil (mayor uso de guarderías públicas), aunque a costa de aumentar la segregación entre los sistemas público y privado (al desplazarse a algunos niños de familias de renta alta hacia la privada).
Merece la pena mencionar que este aumento en la segregación sería más pronunciado aún si el sistema de admisión tuviera más en cuenta el nivel de renta de las familias, como sugería yo más arriba.

Otros efectos sobre las madres y los niños

Se ha estudiado mucho el efecto del precio de la educación preescolar sobre el empleo de las madres. La evidencia disponible sugiere que si el precio de las guarderías baja, puede que la oferta de trabajo de las madres aumente, pero esto dependerá del nivel de precios anterior a la bajada, y del tipo de familias afectadas (y del contexto institucional y social). Hay estudios que no encuentran ningún efecto, y otros que encuentran un pequeño aumento en el empleo de las madres cuando el precio de la escolarización temprana baja (como este en el que se estudia la universalización de la educación pública a los 3 años en España).

¿Y los niños? Se ha estudiado muchísimo el efecto de la escolarización temprana sobre el desarrollo de los niños y niñas, tanto a corto como a largo plazo. En este caso, la cosa también es complicada. Hay estudios que encuentran efectos positivos, y otros que encuentran evidencia de impactos negativos (también aquí), o nulos. Parece que el signo del efecto depende de varios factores: la edad de los niños, la calidad de las escuelas, y, muy importante, la alternativa, es decir, qué estarían haciendo los niños que ahora van a la guardería gracias a la bajada de los precios. ¿Estarían recibiendo atención intensiva por parte de su madre, su padre o sus abuelos, que les estarían leyendo, hablando y cantando? ¿Estarían arrinconados en casa o sentados delante de la tele? ¿Al cuidado de alguien sin preparación que no les hace caso?

Mi hijo mayor entró en la guardería con casi dos años, y lo pasó fatal. Estaba acostumbrado a estar en casa, con atención exclusiva de mamá o papá, o de una cuidadora fantástica que lo estimulaba continuamente con juegos y mucho cariño. De repente se encontró en una habitación con 18 niños más, y una sola educadora, muy buena, por cierto, pero que claramente no podía estar tan pendiente de las necesidades individuales de cada niño. Hombre, mi intuición es que perdió más de lo que ganó con el cambio.

En resumen, el nuevo sistema de precios va a tener consecuencias importantes sobre las familias. Sobre todo, implicará una bajada importante de los precios para familias de renta baja y media-baja. Esto podría aumentar la escolarización de los niños (de menos de 3 años) en este tipo de familias, y podría ir acompañado de un aumento en la participación de las madres en el mercado de trabajo. Los efectos sobre el desempeño escolar de los niños creo que no están del todo claros. Por último, la reforma podría aumentar la demanda de plazas en guarderías privadas entre las familias de renta alta, aumentando así la segregación del sistema. En cualquier caso, será interesante evaluar estos efectos en la práctica.

Hay 17 comentarios
  • Me gustó mucho leer tu post. Creo que el Ayuntamiento estima que el efecto precio para rentas altas será prácticamente nulo, porque las guarderías públicas son de alta calidad en cuanto a instalaciones y porque seguirán siendo más asequibles que las privadas de calidad similar. Significaría que habría un aumento de la demanda agregada. Y posiblemente un aumento de ingresos para las arcas municipales. ¿Cómo lo ves?

    • Es cierto que muchas familias pueden asumir que la calidad de las públicas es superior y el coste se acerca. Pero la flexibilidad horaria y el hecho de abrir en julio y las primeras semanas de septiembre pasarán a ser un incentivo grande para buscar privadas buenas (las hay) que, todo sea dicho, también podrían incrementar costes si sospechan que no van a tener ninguna vacante.
      El problema de fondo en la medida, bajo mi punto de vista, es que está rompiendo con un principio en el modelo de servicios públicos. El gobierno municipal dice defender un sistema universal, pero a su vez toma medidas que podrían acabar por agravar un modelo dual, con todos los riesgos que comporta en términos de redistribución de riqueza.

  • Me parece una buena medida. Hay el inconveniente de las familias que reciben ingresos muy bajos declarados y luego tienen muchos ingresos en B, como es el caso de algunos autónomos.

  • Sin duda, después de leer el artículo resulta interesante poder evaluar, para medir exactamente qué efectos genera la nueva política. Lo más preocupante, bajo mi punto de vista, son los posibles efectos de la segregación.

    Pero enfrente de este tipo de diseño de políticas públicas de redistribución via el gasto social, me surge otra cuestión:
    las "tarifas" en función de renta pretenden redistribuir, facilitando el acceso a las personas con menos recursos. Pero me resulta paradójico que la manera de redistribuir es en base a la renta, ya que el estado (ex-ante) ya redistribuye con la recaudación (es decir las familias con mayor renta, contribuyen más (via IRPF, principalmente)).

    ¿es necesario aplicar esta "doble" redistribución? ¿podrían existir otros factores que midan la necesidad y permitan una crear tarifas más eficientemente (por ejemplo: horario laboral progenitores)?

    más allá de medir los "efectos predecibles", resulta muy interesante investigar efectos "indeseados e impredecibles".

    • Estoy totalmente de acuerdo con Helena. Hay que evitar la "doble redistribución" o doble imposición y buscar otros factores como los apuntados. Desde luego los relacionados con la conciliación me parecen esenciales.

    • Tambien me resulta paradójico que el criterio prevalente siempre sea el de renta, cuando las diferencias de riqueza pueden tener un efecto mucho mayor. La renta disponible de una familia que posee una casa puede ser mayor que la de otra familia de mayor renta pero con hipoteca a cuestas.

  • Libertad, tengo entendido que estan estudiando los efectos sobre el pool de demanda de introducir otros requisitos de ingreso, de forma q encontrar un esquema mas equitativo.
    Por otro lado, quizás tu hijo lo paso más pero también socializó con personas q de otra manera no hubiera conocido. Es decir, hay efectos de muy corto plazo que normalmente podemos incluir en el análisis y muy pocos de largo plazo que quzás sean más relevantes desde una perspecriva de la sociedad.

  • Muy buen artículo. Nosotros caemos en el tramo 2, al que le toca una subida de 75€ al mes (365€ precio final) y me siento identificado con la posible "salida" hacia lo privado que, "total, son solo 100 euros más y con flexibilidad de horario hasta las 6". Sin embargo, creo que falta en el análisis un elemento que siempre se nos olvida, y es que vivimos en España, país caracterizado por una inmensa economía sumergida. Buena parte de las "rentas bajas" de mi guardería muchas veces no son tales, y ahí es donde falla sobre todo la intención redistributiva. Como siempre, no son todos obviamente, pero sí son unos cuantos que empañan el sistema. Si el criterio es la renta declarada, siempre estaremos ante la misma injusticia. Llevo días pensando en las alternativas y creo que el sistema anterior -mejorado- era mucho más justo: mismo precio para todos y becas y ayudas, generosas, para las rentas más bajas. Ahora bien, seguro que es más caro para las arcas públicas, pero ¿no querían ser los campeones de las políticas sociales? Repercutir la subida en la clase media que declara legalmente sus ingresos pues, qué quieres que te diga, acaba estando repleto de matices injustos.

  • Felicidades por el post, me parecen unas reflexiones muy acertadas.

    Te expongo una duda que tengo desde que se expuso la nueva normativa ... Si es cierto que la nueva tarificación cambiará la composición de las familias en las guarderías (más familias de clase media - baja) entonces se recaudará menos el curso 2017 - 2018 que lo que se habría recaudado en 2016 - 2017 con la nueva escala de precios. ¿Crees que el Ayuntamiento lo ha contemplado? ¿Seguro que no habrá infrafinanciación?

    • No sé si el ayuntamiento lo ha contemplado, pero me sorprendería que no fuera así. En las declaraciones que he leído parecían muy convencidos de que no hará falta financiación extra.

        • Por un lado, la nueva política supondrá una pérdida de ingresos para el ayuntamiento,si la prioridad son las rentas bajas y familias monoparentales-estas de ingresos más reducidos- .Además, el sistema incentiva a esas rentas así que estas se volcarán sobre las guarderías.Si esto está asumido,no hay problema,pero la afirmación de que el coste será neutro lleva a pensar que mienten o que no han efectuado el mínimo cálculo.Por otro lado,si es cierto que las rentas más altas sólo pagan el 56% y que,como dice un lector,las guarderías privadas solo valen 100€ más dando más flexibilidad de horarios, sería más rentable,más flexible y a mismo coste extendería más el servicio dar un cheque guardería a los ciudadanos regulando el coste de las guarderías concertadas para evitar incentivos perversos.Por otro lado, si todo se modula según renta:pago medicamentos, guarderías,piscinas municipales...la carga impositiva para las rentas altas será exactiva-conste que la mía es media-baja-.Ah!Y coincido en que también beneficia a la economía sumergida frente a los trabajadores por cuenta ajena, esos si que sufren, a igualdad de sueldos, un doble gravamen:pagar sus impuestos íntegros y ser penalizados en los servicios.Los ayuntamientos hacen más gestión que política así que tienen que dar relieve a elementos marginales con respecto al gasto total del ayuntamiento para diferenciarse políticamente y esta es una medida política.Habrá que evaluar su coste-eficiencia posterirmente

  • Justamente ayer en el Upshot del New York Times se publicó un artículo que se hacía eco de varios estudios que hallaban efectos altamente beneficiosos (para los niños y sus madres, sobre todo de bajos recursos) de una educación temprana de calidad.

    https://www.nytimes.com/2017/04/20/upshot/how-child-care-enriches-mothers-and-especially-the-sons-they-raise.html?em_pos=small&emc=edit_up_20170421&nl=upshot&nl_art=0&nlid=68307386&ref=headline&te=1&_r=0

    Respecto del temor de un aumento de la segregación del sistema -en mi opinión el principal efecto adverso potencial- asumiendo que la mayoría de familias escogen una guardería de su barrio, creo que la variabilidad de renta within barrios en Barcelona es bastante más baja que la variabilidad between barrios, de forma que la contribución de la medida a la segregación sería muy menor comparada con la segregación que ya aporta la geografía.
    Por otro lado, coincido en que la calidad media de las guarderías municipales en Barcelona (no sé en otros sitios) es bastante superior a la calidad media de las guarderías privadas. Además su personal está más seleccionado (el Instituto Municipal de Educación de Barcelona exige pasar unas pruebas, adicionales a la posesión del título oficial de Grado Superior en Educación Infantil) y es mucho más estable (porque está mejor pagado) que el de las guarderías privadas.

  • Yo creo que pasar por alto esta redistribución a través del gasto que se añade a la redistrubición directa a través del ingreso. A mi me parece terrible. Como ya se ha planteado para muchas otras cuestiones. Me gustaría tu reflexión tanto desde el punto de vista de la equidad como de su eficiencia, porque al final que sentido va a tener esforzarse.

  • La media equivale a pasar de extender un cheque de 5,000€ anuales por niño a todos los usuarios, a extender uno de 6,500 € para el 25% de las familias y de 3,100 para las de mayores ingresos.

    Aunque la narrativa política (y la "gauche divine" de todo pelo) adoren la progresividad no deja de ser un impuesto (adicional) al trabajo (al menos al declarado) y ya sabemos que de aquello que gravamos tenemos menos.

    Primeros favorecidos: dentistas, taxistas, abogados en ejercicio libre ... y resto de profesionales con capacidad para "diseñar" sus ingresos.

    Pero, además, y sobre todo, infatiliza al personal:

    * Nunca subvencionamos lo que creemos, si no el "gasto marginal" de esa familia. Solo si la guardería de sus hijos es el "gasto marginal" estaremos subvencionando la guardería, si no subvencionamos las cenas fuera de casa o el viaje a Disneyland o cualquier otro gasto al que la familía habría renunciado para pagar la guardería.

    Puestos a "repartir cheques" sería mucho mejor dar 6,500€ de verdad por hijo y año a las familias de menos ingresos y 3,100 a las de más y dejar que se lo gastaran en lo que estimasen oportuno: vino, viajes o guarderías.

    Otro beneficiado: los profesores de guarderías públicas que tienen sueldos por encima "de mercado" porque el "cheque" no puede usarse para otra cosa.

    El mensaje: tu no sabes lo que te conviene. Como eres tonto y no lees necesitas que el gobierno te obligue a hacer lo que te conviene ... que nervioso me pone eso!!

  • No me gustan las tasas, son aceptables solo si cumplen el objetivo de persuadir del mal uso. No me gusta mezclar modelos de reparto porque complican saber como es realmente ese reparto. Tengamos uno bueno y si puede ser que evite el fraude (Suele ser que uno sencillo es el más eficaz)
    El desarrollo del modelo y su aplicación debe darnos información sobre su eficacia. Pero si la demanda supera a la oferta....es evidente que debieran aumentar plazas, parece mucho más justo que sortear.....nada.
    Para terminar, si la ventaja de la escolarización temprana no es tan clara. Y unos padres (pareja o no) sin renta (RMI) disponen de tiempo para la atención de sus hijos. Lo único que justifica la ayuda en este supuesto es su periodicidad (Se contrata en Septiembre y dura hasta Julio) Es evidente que el modelo del servicio no es el más adecuado.
    Siendo partidario de la gratuidad de este servicio (financiado con los impuestos necesarios) y dado que ni desde las administración central, ni autonómica se resuelve el problema; la local debiera ser un poco más ambiciosa y tratar de acercarse a este modelo. Incluso aumentando los costes municipales. Al menos con un plan de medio plazo, donde el objetivo sea la gratuidad (Sin tasas) y el crecimiento en plazas, allí donde la demanda supere a las disponibles. Esto si favorece la empleabilidad de las madres.....y quien considere que no es ventajoso puede no usar el servicio.

  • Medida social e interesante, que además evita regalar servicio de guardería a quien no lo necesita. Para un trabajador, la guardería es un coste más derivado del trabajo, como el transporte al lugar de trabajo, que no tendría que pagar en caso de no trabajar. También es una barrera al deseo de tener hijos, no sólo por el gasto extra, sino por los horarios, que pueden no ser compatibles con el trabajo.

    Aunque comparto la preocupación de que se aprovechen falsos pobres o autónomos que declaran de menos, habrá que ver si las alternativas son mejores.

    Al menos donde yo vivo, el gran problema de las guarderías municipales es que no hay. Bueno, hay pero como si no hubiera, porque es imposible entrar. Así que toca pagar una privada y esperar que te concedan alguna ayuda.

Los comentarios están cerrados.