Problemas del Nuevo Plan Estatal de Vivienda

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de Clara Martínez-Toledano y Mariona Segú

El Gobierno presentó hace unos días el Plan Estatal de Vivienda para el trienio 2018-2021, que se tramitará en junio para entrar en vigor en enero de 2018. El nuevo proyecto plantea dar ayudas de hasta 10.800 euros (con un límite del 20% del precio de adquisición del inmueble) para la compra de vivienda habitual a menores de 35 años, con ingresos anuales inferiores a 22.365 euros. Asimismo, el plan contempla ayudas al alquiler para los colectivos más desfavorecidos (con un máximo de 900 euros de renta mensual), así como incentivos a los menores de 35 años para cubrir hasta un 50% del alquiler mensual. Otra de las novedades más importantes del futuro plan es que las personas en situación de desahucio reciban hasta 400 euros al mes para pagar un alquiler y que habiten en viviendas desocupadas cedidas por el Sareb y entidades financieras. Aprovechamos estas propuestas para hablar de la investigación reciente en economía sobre los efectos de las subvenciones a la vivienda y discutir las distintas alternativas posibles.

Las subvenciones a la vivienda a colectivos con rentas bajas pueden conllevar efectos secundarios. En concreto, varios estudios de investigación (Susin (2002) en Estados Unidos, Gibbons and Manning(2006) en el Reino Unido y  Laferrère and Blanc (2004), Fack (2006) y Grislain-Letrémy Trevien en Francia) han demostrado que las subvenciones al alquiler, al tratarse de un mercado de oferta muy inelástica, tienen efectos inflacionistas. Por ejemplo, Fack (2006) encuentra que los precios de la vivienda suben el equivalente al 80% de la cantidad del subsidio. Dicho de otro modo, por cada 100 euros del Estado invertidos en subsidios, 80 van directamente al propietario mientras que solo 20 al inquilino subvencionado. Esto sin tener en cuenta que las personas que no reciben subsidio también sufren las consecuencias del aumento de los precios del alquiler.

De la misma forma, los distintos estudios que han analizado el impacto de políticas de promoción de la propiedad de la vivienda obtienen resultados parecidos. Glaeser and Shapiro (2003) evalúan el impacto de la deducción por pago de intereses de vivienda en Estados Unidos y encuentran que solo beneficia a familias de rentas altas que aun sin beneficio fiscal hubiesen podido acceder a la propiedad. Por otro lado, en el estudio de Hilber and Turner (2014) sobre la misma política, el efecto inflacionista en los precios de la vivienda supera el posible beneficio en términos de acceso a la propiedad. Por lo tanto, al igual que en el caso de las ayudas al alquiler, las subvenciones a la compra de vivienda también derivan en un aumento en el precio como consecuencia una vez más de la inelasticidad de la oferta.

A pesar de que España ha subvencionado durante décadas la adquisición de vivienda (con la deducción por el pago de intereses de hipotecas o la venta de viviendas de Protección Oficial), desafortunadamente no existe ningún estudio empírico que evalúe dichas políticas. No obstante, la evidencia en otros países es un claro indicador de que los subsidios tienen efectos secundarios y que pueden llegar a ser hasta regresivos. Si consideramos además el fuerte incremento en los alquileres que están experimentando recientemente las grandes urbes españolas (ver esta entrada en NeG sobre Barcelona), las propuestas de dar ayudas para la adquisición y el alquiler de vivienda habitual, contribuirían probablemente al aumento de los precios.

Existen otras alternativas para hacer frente al problema de acceso a la vivienda muy extendidas en otros países europeos pero prácticamente desconocidas en España, como es el caso del alquiler social.  En la siguiente tabla, podemos observar como España se encuentra a la cola en el porcentaje de vivienda en alquiler social con solo un 2% del total de vivienda.

Imagen 1

Esta medida consiste en que el Gobierno construya viviendas sociales que alquilen por un módico precio a individuos de rentas bajas. Aunque la inversión inicial sea grande, el hecho de alquilar y no vender la vivienda permite recuperar la inversión en el largo plazo y beneficiar a un mayor número de familias. En cierta medida, la propuesta del Gobierno de ceder viviendas desocupadas de entidades financieras a familias en situación de desahucio a cambio de un alquiler bajo, se aproxima a la idea del alquiler social. De hecho, permite desarrollar el alquiler social sin tener que llevar a cabo la inversión inicial dado que los pisos ya están construidos.

Por lo tanto, en vista de las consecuencias inflacionistas del subsidio a la compra o alquiler de vivienda en otros países, valdría la pena innovar y extender la idea del convenio con las entidades financieras a todos los colectivos en situación de riesgo y olvidarse del tradicional subsidio a la vivienda.

Hay 4 comentarios
  • Aqui en Irlanda han reculado pronto con ideas similares...curiosamente este es el titular de hoy, la gente comprando deprisa despues de que se supiera que los 20.000 Euros de ayudas ya no estaran disponibles en el nuevo presupuesto.

    http://www.independent.ie/business/personal-finance/property-mortgages/r
    evealed-homebuyers-race-for-deals-as-20000-grant-faces-axe-35744370.html

    Interesantes los articulos del Dr. Lorcan Sirr del DIT sobre el mercado inmobiliario en Irlanda. Os dejo el enlace abajo.

    http://arrow.dit.ie/do/search/?q=author_lname%3A%22Sirr%22%20AND%20author_fname%3A%22Lorcan%22&start=0&context=490738&sort=date_desc&facet=

    http://arrow.dit.ie/do/search/?q=author_lname%3A%22Sirr%22%20AND%20author_fname%3A%22Lorcan%22&start=0&context=490738&sort=date_desc&facet=publication_facet%3ABooks%2FBook%20Chapters#

  • Muchas gracias. Entrada muy interesante. Permítame algún comentario y hacer de abogado del diablo.
    No dudo de la buena intención de las medidas mencionadas e indudablemente hay que procurar que todo el mundo tenga un lugar digno en que vivir. Pero dicho esto quiero hacer varias puntualizaciones:
    -El hecho de limitar las ayudas en función de renta es discriminatorio, pues supone que los que más pagan no tienen derecho a dichas ayudas. Es decir, se penaliza la formación y creación de capital humano de los jóvenes, ya que algún joven con mayores ingresos del mínimo podría entonces no tener posibilidad de acceso. En cualquier caso, en medidas de este tipo deben evitarse los escalones y tratar de que las medidas sean progresivas.
    -Este tipo de ayudas, como indican, pueden ser inflacionistas. Pero pueden suponer también ayudas a los inversores en vivienda, a los que en muchos casos no les sale rentable el arrendar, ya sea por la inversión no recuperable de poner el inmueble en el mercado debido al importe de las rentas y exceso de oferta, costes en los que no se puede deducir el IVA, gastos fijos como IBI, seguro, gastos de comunidad. Motivo por lo que esta medida podría estimular la salida de viviendas al mercado, ya que según se dice el stock de viviendas vacías es alto, lo que pone en duda la inelasticidad de la oferta. SIGUE

  • En esta medida también habría que incidir en que este tipo de ayudas encubiertas no son infrecuentes, ya que tenemos ejemplos como el coste del certificado energético en el caso de viviendas, la ITV, seguros empresariales, y seguro que me quedan muchos otros ejemplos de exigencias regulatorias innecesarias o demasiado frecuentes que alimentan a un sector de la sociedad a costa de otros sin aportar riqueza al conjunto de ciudadanos desviando recursos que podrían ser utilizados más eficientemente.
    -Para terminar, indicar que la cesión de viviendas desocupadas, en el caso de existir oferta excesiva, podría incrementar dicha oferta dando lugar a menores precios de mercado perjudicando a empresarios o particulares del sector. En el caso de particulares la situación se podría llegar a considerar de estafa por el estado debido a la imputación de rentas de un 2% del valor catastral cuando no existe ninguna renta, cuando además se tiene que hacer frente a los costes fijos de la vivienda, dando lugar a que esa renta presunta sea en realidad muy superior a la estimada del 2%.
    Resumiendo, es evidente que se debe facilitar el acceso a vivienda a todo el mundo. Pero las políticas que deberían facilitar esto son las de crecimiento económico basado en la formación de la población y el empleo de calidad para tener menor tasa de paro y mayores salarios, lo que depende de la política económica. Pero es mucho más sencillo hacer cargar al resto de ciudadanos vía impuestos con esta carga social

  • El gobierno podría construir vivienda, obviamente, e intervenir en el mercado. Pero, ¿no sería menos oneroso para las arcas públicas dejar operar al sector privado?

    Vivo en en el centro de Madrid, una de esas zonas donde, dicen, suben los alquileres. Y sí, en pleno centro de Madrid abundan los solares, algunos de ellos de titularidad municipal, donde no se construye.

    Tenemos en Madrid varios proyetos de desarrollo urbanístico parados desde hace años: Calderón, Charmartín, cocheras de Metro o taller de precisión artillería --por mencionar los conocidos en prensa--, a los que podríamos añadir muchos otros que no trascienden.

    ¿Quiérese vivienda? Sobra el sector público: con que deje al privado construir en paz, sobra.

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