- Nada es Gratis - https://nadaesgratis.es -

¿Podrían las políticas educativas aliviar el diferencial de paro con Europa?

de Ainhoa Aparicio

Según el padrón de españoles residentes en el extranjero publicado por el INE, la cifra de españoles que viven fuera de nuestras fronteras pasó de 1.471.691 en 2009 a 2.183.043 en 2015. Hasta ahí parecería una respuesta eficiente de nuestros conacionales al diferente impacto de la crisis en las distintas economías. Si además unimos que el número de residentes españoles en Alemania se incrementó en un 26% esta teoría se revalida. Sin embargo, cuando vemos que esta última tasa es similar al crecimiento de residentes españoles en Portugal y muy por debajo del de Italia (43%), América (60%) y África (49%), la hipótesis empieza a tambalearse. Finalmente, se observa que la mayor parte de este aumento en la emigración viene dado por personas nacidas fuera de España que vuelven a sus lugares de origen (el número de españoles nacidos fuera de España y residentes en el extranjero era 819.731 en 2009 y pasa a ser 1.440.434 en 2015). Dato este último que ya señalaban Juan José Dolado y Florentino Felgueroso en una entrada anterior. El diferencial de tasas de paro entre España y Alemania pasó de 0.3 en 2007 a 19.5 en 2014 según Eurostat, por lo que sorprende esta tímida respuesta de los españoles. Y esto no es sólo porque “Spain is different”: el total de migración de europeos hacia Alemania disminuyó significativamente al comienzo de la crisis y sólo se ha recuperado en 2013. Esto nos dice que a los europeos no los saca de su casa ni la crisis más dura desde la Gran Depresión.

Gráfico 1: Tasas de desempleo en Europa en 2014

AA1

Esta falta de respuesta a los diferenciales de tasas de paro entre los países europeos sorprende aún más cuando se la compara con las tasas de migración y los diferenciales de tasas paro entre los estados de Estados Unidos. Las tasas de migración eran 0.3% en la UE y 2.4% en EEUU en 2010, mientras que las diferencias de tasas de desempleo en puntos porcentuales eran 21.5 en la Unión y 5 en EEUU en 2014.

Los modelos teóricos que estudian la decisión de migrar señalan el nivel educativo como la principal característica que explica que algunos individuos deciden migrar mientras otros no. En el modelo básico, si los rendimientos de la educación son más altos en el país de destino, sólo los individuos con más educación migrarán. Sin embargo, cuando observamos la relación entre niveles educativos y emigración en los países europeos, vemos que en la mayoría, incluyendo España, los individuos con nivel educativo bajo y alto emigran significativamente más que los de nivel medio. Además, el idioma juega un papel determinante a la hora de poder acceder al mercado laboral de otros países y de obtener un empleo acorde al nivel educativo. Según el Eurobarómetro de 2012, el 68% de los europeos han aprendido lenguas extranjeras en el colegio.

Gráfico 2: Tasas de migración de mayores de 25 años en 2010

AA2

En España en las últimas décadas ha habido dos reformas educativas que han afectado la distribución de la educación y el conocimiento de lengua extranjera: el incremento de la edad mínima para abandonar la educación obligatoria para los nacidos después del 78, y la introducción de inglés en la educación obligatoria para los nacidos a partir del 82. El incremento de la edad mínima para abandonar el sistema educativo ha aumentado la masa de individuos con educación media, lo que podría haber contribuido a la baja movilidad de la población española. En nuestro articulo “Education Policies and Migration across European Countries” mi coautora Zoe Kuehn y yo construimos un modelo en el que incluimos los costes de convalidación de los estudios (o costes de ejercer una profesión regulada), y reproducimos el patrón de mayor migración para individuos con niveles bajo y alto de educación. En el modelo, los individuos con niveles bajos de educación migran y obtienen el salario mínimo del país de destino, los individuos con niveles de educación intermedios no migran porque el coste de hacer valer su título es demasiado alto respecto a la ganancia salarial, y los de nivel alto migran haciendo valer su título. A continuación hacemos un test empírico usando todas las reformas de la extensión de la educación obligatoria en los países europeos y los flujos migratorios entre ellos (controlando por país de origen, país de destino, año, edad y sus interacciones –simples y algunas dobles-). De este modo comparamos las respuestas migratorias de cohortes afectadas por distintas políticas educativas. Resulta que el aumento de la duración de la educación obligatoria ha reducido la migración. Por tanto, concluimos que la reforma que extiende la educación obligatoria ha contribuido a reducir la propensión a emigrar de los españoles.

Además, el modelo teórico indica que la inclusión de una lengua extranjera en el curriculum de la educación obligatoria aumenta desproporcionadamente el flujo migratorio a los países donde se habla dicha lengua. Hemos creado una base de datos nueva con las lenguas extranjeras estudiadas durante la educación obligatoria en los países europeos en las últimas décadas. Nuestros resultados empíricos corroboran esta implicación del modelo. En el caso de España, esto implica que la adopción del inglés en vez del francés como idioma incluido en el curriculum obligatorio ha desviado flujos migratorios de los países de habla francesa a habla inglesa. De hecho, se observa que los emigrantes que van a países de habla inglesa respecto a los de habla francesa son mas jóvenes en media.

De este análisis derivamos dos conclusiones: La primera es que a la hora de fomentar incrementos del nivel educativo de la población a través de la extensión de la educación obligatoria, como se debatió antes de las elecciones, las autoridades pueden contar con que esto se traducirá en beneficios para el país, ya que fenómenos como el de la fuga de cerebros no aplican a estos niveles (aunque claramente podrían estar presentes en el caso de la educación universitaria). La segunda es que para fomentar el ajuste del mercado de trabajo a nivel europeo habría que favorecer el reconocimiento de los títulos de estudio y de las licencias para ejercer una profesión, y fomentar la enseñanza de las lenguas que se hablan en los países con mejores perspectivas macroeconómicas. Recomendación esta ultima muy en línea con la de Antonio Cabrales en una entrada anterior de este blog.