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No Sin Mujeres en actos académicos

De Fran Beltrán, José Luis Ferreira, Juan Francisco Jimeno y Pedro Rey Biel.

Ayer se hizo público un compromiso, impulsado y coordinado por J. Ignacio Conde-Ruiz, Alain Cuenca y Daniel Fuentes Castro, firmado inicialmente por 56 académicos de las ciencias sociales, mayoritariamente economistas (parece ser que ya van más de 200), "comprometiéndose públicamente a no participar como ponente en ningún evento académico (Conferencia, Congreso, Jornada o similar) o mesa redonda de más dos ponentes donde no haya al menos una mujer en calidad de experta". Además, instan "al cumplimiento de lo establecido en la LEY ORGÁNICA 3/2007, de 22 de marzo; para la igualdad efectiva de mujeres y hombres". Pueden encontrar el manifiesto completo y la lista inicial de firmantes (actualizándose por momentos) aquí. La iniciativa ha tenido rápido eco en los medios (aquí, aquí, aquí o aquí).

Para los cuatro editores varones de este blog (junto con Libertad González, que les hablará mañana de los efectos de los permisos de paternidad), ha sido una grata sorpresa descubrirnos como firmantes del compromiso, a pesar de no habernos coordinado para hacerlo durante su gestación. Como han podido comprobar habitualmente los lectores, somos especialmente conscientes tanto de que el problema de la igualdad de género es particularmente acuciante en el mundo académico como de que existen diversidad de criterios sobre la mejor manera de atajarlo. Por tanto, firmamos esta entrada a título individual y no como editores del blog, constatando en todo caso tanto el que otros colaboradores habituales y puntuales han impulsado y se han sumado también a la iniciativa, como el que otros pueden no estar de acuerdo en la medida concreta a la que el manifiesto compromete. Creemos, no obstante, como ya hemos dicho otras veces, que el rol de este blog es el de generar debate sobre temas socialmente relevantes, especialmente sobre economía y sobre el mundo académico, y por ello invitamos tanto a los lectores como a los colaboradores a discutir sobre el problema y la idoneidad de las medidas propuestas y de otras posibles alternativas.

Pensamos que el objetivo principal del manifiesto es dar visibilidad  a un problema y generar un debate informado. Coinciden por tanto en muchos aspectos los propósitos del manifiesto y del blog. Simplemente se trata de hacer notar el hecho de que en muchos de nuestros actos académicos la presencia de expertas es extremadamente limitada, y además en muchas ocasiones terminan siendo las mismas "sospechosas habituales", con lo que se refuerza el estigma. En nuestra opinión, hay muchísimas académicas expertas en ciencias sociales tan buenas (o mejores o peores) que sus compañeros hombres y pensamos que una iniciativa de este tipo puede contribuir a que las que hay en el presente puedan participar más y a que haya más en el futuro, y que por tanto nuestros debates académicos sean de mayor nivel.

Frente a los reticentes (que ya nos han empezado a llamar de todo), argumentamos que en la situación actual resulta mucho más grave continuar discriminando (consciente o inconscientemente) en contra de la participación de las mujeres en el debate académico, que los puntuales errores que por la medida concreta cause el que se invite en alguna ocasión a una mujer que tenga menos que aportar que un sustituto varón. En todo caso, el espíritu del manifiesto no es excluyente sino inclusivo: la propuesta consiste en invitar al menos a una mujer a los actos académicos, sin que nada impida ampliar el número de invitados.

La otra gran reticencia que hemos encontrado es sobre la composición del grupo de firmantes, todos varones. Se podría pensar que nos creemos caballeros andantes en busca de "salvar a las pobrecitas académicas". Bienintencionados... pero machistas al fin y al cabo (les aseguramos que nos han caricaturizado de formas más ofensivas). Lejos de eso, puesto que el trabajo de las economistas se defiende por sí solo, sí pensamos que al explicitar de forma clara que un grupo exclusivo de hombres queremos formar parte de la solución y estamos dispuestos a incurrir en un pequeño coste por ello (recuerden, somos economistas... los incentivos importan) podemos tener más impacto que siendo una iniciativa más, de las muy valiosas que existen, de composición mixta o únicamente femenina.

¿Qué opinan ustedes (hombres y mujeres)?