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Inmigración, discriminación y segregación residencial

¿Por qué el porcentaje de inmigrantes en el distrito Centro de Madrid duplica al de Hortaleza o Chamartín? Y en Barcelona, ¿qué explica que casi el 50% de los residentes en Ciutat Vella sean inmigrantes mientras que éstos representan solo el 14 o 15% de los residentes en el barrio de Sarrià-Sant Gervasi o Les Corts? La concentración geográfica de inmigrantes es un fenómeno común y persistente en las grandes ciudades de Europa y Estados Unidos. En el artículo “Rental housing discrimination and the persistence of ethnic enclaves” publicado recientemente en SERIEs - Journal of the Spanish Economic Association junto a Mariano Bosch y M. Angeles Carnero analizamos la presencia de discriminación en el mercado de la vivienda y sus implicaciones para la composición étnica de los barrios de Madrid y Barcelona.

Distintas teorías pueden ayudarnos a entender la distribución geográfica de los inmigrantes en las grandes ciudades. En primer lugar, la concentración étnica puede responder a las preferencias de los inmigrantes por vivir cerca de sus compatriotas, con los que comparten idioma y multitud de tradiciones y costumbres (Cutler et al. 1999, 2008). Esta proximidad facilita el proceso de integración en una sociedad que a menudo se muestra hostil ante la llegada de extranjeros.

Por otra parte, la segregación geográfica puede reflejar el rechazo de los nativos a vivir en barrios multiétnicos. En este caso tras la llegada de inmigrantes los nativos se mudan a barrios más homogéneos, aunque tengan que pagar un coste elevado en forma de pisos más caros (Card et al. 2008 o Saiz and Wachter 2001). Otra alternativa al alcance de los nativos es dificultar el acceso de los inmigrantes a los pisos de la zona a través, por ejemplo, de prácticas discriminatorias.

Nuestro estudio en SERIEs trata de identificar la presencia de discriminación en el mercado de la vivienda de alquiler y su contribución a la segregación residencial de los inmigrantes. Estudios empíricos anteriores obtienen resultados opuestos sobre la relación entre discriminación y segregación. Por ejemplo, en Estados Unidos se observa que la discriminación hacia el colectivo afro-americano se intensifica en los barrios donde la mayoría de residentes son blancos. Sin embargo en Alemania la discriminación hacia los inmigrantes de origen turco aumenta en las zonas con mayor porcentaje de extranjeros.

Nuestra contribución se centra en un experimento de campo que consiste en contactar a través del correo electrónico a los propietarios de pisos en alquiler anunciados en la plataforma de internet idealista.com entre diciembre de 2009 y junio de 2010. Cada semana varios candidatos ficticios envían un correo electrónico mostrando interés en el piso y en concertar una visita. Para señalar la procedencia étnica de los candidatos los correos se firman utilizando los nombres y apellidos más comunes entre nativos y marroquíes residentes en España. Según el Instituto Nacional de Estadística los apellidos de origen marroquí más frecuentes son El Idrissi, Mohamed, Saidi y Serroukh, los nombres más populares entre mujeres son Rachida, Aicha, Naima y Khadija, y Mohamed, Ahmed, Rachid y Youseff entre hombres. Entre los nativos los apellidos más populares son García, González, Fernández y Rodríguez, los nombres de mujer Ana, Isabel, Carmen y María, y Manuel, Antonio, José y Juan los de hombre.

Para medir la presencia de discriminación comparamos la tasa de respuesta de los correos firmados con nombres nativos y la de los firmados con nombres marroquíes. En un estudio anterior (ver aquí) también observamos que ciertas características socio-económicas de los candidatos afectan la probabilidad de respuesta. En particular, el hecho de que el candidato exponga que trabaja como profesor universitario o en una entidad financiera incrementa las posibilidades de ser contactado por el propietario. En el presente estudio también incorporamos esta dimensión socio-económica de manera que los candidatos se diferencian no solo en la procedencia sino también en el grado de formación u ocupación. Los correos se mandan de manera aleatoria a anuncios de pisos situados en distintos barrios de Madrid y Barcelona.

Los resultados del experimento confirman en primer lugar la presencia de discriminación en el mercado de la vivienda. En concreto, un correo firmado con un nombre marroquí tiene una probabilidad 18 puntos porcentuales menor de ser contestado. Si el candidato extranjero es una mujer, esta desventaja se reduce notablemente. También observamos que los candidatos con un nivel socio-económico alto (medido a través de su ocupación) tienen una mayor probabilidad de ser contactados por el propietario. Sin embargo, una ocupación prestigiosa no consigue eliminar el diferencial en la tasa de respuesta entre inmigrantes y nativos.

Por último analizamos la correlación entre discriminación y composición étnica del barrio. Nuestros resultados indican que en las zonas donde predominan los residentes nativos la tasa de respuesta a correos firmados por inmigrantes es 30 puntos porcentuales menor. Este diferencial decrece a medida que aumenta el porcentaje de inmigrantes, de manera que cuando la tasa de inmigrantes en la zona geográfica de referencia aumenta en 10 puntos porcentuales la probabilidad de que un correo firmado por un marroquí reciba una respuesta aumenta en 5,5 puntos porcentuales. Por último, extrapolando nuestros resultados obtenemos que la discriminación desaparecería en zonas en las que la tasa de inmigrantes estuviera por encima del 50 por ciento.

Nuestros resultados indican una fuerte correlación entre discriminación y segregación. Encontramos que los propietarios de pisos situados en barrios con menos inmigrantes discriminan más que el resto. Además este resultado no se ve alterado ni por las características de los pisos (precio, nacionalidad del propietario, número de habitaciones) ni por el resto de características de los candidatos (ocupación y género). Esto último sugiere que la discriminación responde mayoritariamente a la animadversión de los nativos por compartir vecindario con inmigrantes y no a otros argumentos económicos como diferencias en la probabilidad de impago entre nativos e inmigrantes.

Nuestro estudio no nos permite cuantificar la contribución de la discriminación a la importante segregación residencial de las grandes ciudades. Sin embargo, nuestra investigación pone de manifiesto que la discriminación en el mercado de la vivienda de alquiler puede representar un importante obstáculo para la movilidad geográfica de los inmigrantes y perpetuar la segregación étnica.