El Sur también decide

Hace apenas unos meses el mundo financiero parecía contener la respiración ante el duelo al sol que protagonizaban legisladores demócratas y republicanos en Estados Unidos sobre el límite de la deuda pública que ese país estaba a punto de alcanzar. Y digo parecía porque para algunos la solución estaba cantada y lo único que quedaba por saber era como se iban a repartir los costes y los beneficios políticos de una decisión que iba a permitir emitir más deuda con un compromiso a medio y largo plazo de establecer un control más estricto de las finanzas públicas americanas. Hoy asistimos a un tira y afloja similar en el contexto de la crisis de la Eurozona entre quienes reclaman el uso pleno de todos los instrumentos de estabilización disponibles y quienes defienden una vía más indirecta para frenar la inestabilidad en los mercados de deuda en Europa.

El diagnóstico de lo que nos ha traído hasta aquí es sobradamente conocido. Los años del boom han favorecido una falsa convergencia económica entre los países de la eurozona que no ha sido tal porque ha estado cimentada en buena medida sobre un exceso de gasto en algunos países, alimentado por un boom de crédito. La frágil arquitectura política y económica del Euro ha permitido una acumulación muy desigual de deudas, polarizando geográficamente a deudores y acreedores. A partir de ahí lo que en principio parecía un problema menor, circunscrito a algunos países periféricos, amenaza con propagarse a casi toda la Eurozona.

¿Y qué posturas se enfrentan a la hora de abordar la crisis actual? La mayoría de las opiniones coinciden en la necesidad de acelerar las reformas estructurales y –aunque esto con menos consenso- perseverar en la disciplina fiscal como la forma más segura de evitar la repetición de los errores del pasado, aun a sabiendas de que estas medidas tienen costes a corto plazo. Pero la verdadera línea roja que algunos abogan por traspasar y otros rechazan de plano es la mutualización plena de la deuda pública y, muy en particular, la decidida monetización del déficit por parte del Banco Central Europeo.

Hay buenas dosis de razón entre quienes defienden y rechazan estas medidas. A favor está sin duda la confianza bastante fundada en que unas medidas tan drásticas permitirían recortar significativamente las primas de riesgo y estabilizar, por un tiempo prudencial al menos, los mercados de deuda soberana. Conforme vemos subir las primas de riesgo de una forma imparable es difícil no sumarse al campo de los que piden el uso del big bazooka, ya que los efectos de las reformas estructurales pueden tardar tiempo en manifestarse y las economías europeas no pueden volver a acostumbrarse a vivir con elevadas tasas de desempleo durante muchos años como en el pasado. Se aduce, con razón, que las cifras macroeconómicas globales de la Eurozona –deuda, déficit exterior, etc.- son mejores que la de cualquier otra región desarrollada del planeta por lo que no se acaba de entender la evolución de nuestras primas de riesgo. Incluso estamos en este sentido peor que países menos avanzados y más inestables. Por ello, todos hemos aceptado que estamos ante un problema causado fundamentalmente por la inadecuada arquitectura política de la integración en Europa. Sin embargo las economías europeas arrastran desde hace años problemas a los que no hemos prestado suficiente atención y que explican en parte la reacción exagerada de los mercados estos días.

Por una parte está la evolución de nuestra productividad cuya tasa de crecimiento se ha reducido considerablemente en las últimas décadas. Reforzar la unidad y el tamaño de mercado y promover una mejor utilización de recursos fue un objetivo declarado del Euro en el que hemos avanzado muy poco. Por ello nuestras expectativas de crecimiento, que ya eran las más pobres entre las distintas regiones del planeta incluso antes de que se generalizase la actual crisis de deuda, no han hecho sino empeorar. En segundo lugar, un envejecimiento de la población que con la estructura actual de nuestro estado el bienestar genera unos compromisos de gasto público en el futuro que amenazan con limitar seriamente la autonomía y la capacidad estabilizadora de los presupuestos. Por último, la acumulación de déficits comerciales en algunos países que supone para muchos la mejor prueba de la difícil sostenibilidad de la zona Euro en su configuración actual. Ya he señalado en algún otro post que estos déficits han sido muchos más elevados y persistentes que los que sufrieron los países emergentes en los ochenta y los noventa y que acabarían provocando crisis financieras y reajustes muy sustanciales en los tipos de cambio reales. Estos desequilibrios han dejado a países como España, Grecia y Portugal con unas posiciones financieras netas negativas superiores al 90 por ciento del PIB. Por no hablar de los problemas de liquidez de muchos sistemas bancarios nacionales con la presión que eso pone sobre las finanzas públicas. Si tenemos en cuenta estos desequilibrios a la lógica perplejidad sobre las primas de riesgo actuales habría que añadir otra: ¿cómo es posible que los spreads hayan sido prácticamente cero durante tanto tiempo en los años del boom?

En estas condiciones es razonable que cualquier intento de resolver el problema de la deuda por monetización o por centrifugación despierte recelos, y que haya quienes defiendan -intereses políticos nacionales aparte- que estas medidas pueden paliar los síntomas de la enfermedad europea pero no sus causas más profundas e incluso pueden exacerbar los problemas de riesgo moral. Ya esto hay que añadir los problemas políticos que plantearía la decisión de cuanta deuda comprar de cada país y en qué momento -en otras palabras que primas de riesgo se consideran “de mercado” y cuales no-, con qué grado de condicionalidad, y la dudosa justificación democrática de esta condicionalidad en particular si viene impuesta por el BCE. Además no está claro que el sostenimiento artificial de los mercados de deuda fuera a suponer un alivio importante sobre la deuda privada cuyo encarecimiento está suponiendo el verdadero freno a la recuperación económica.

Es posible que estemos simplemente ante una estrategia para extraer el máximo de compromisos de rigor por parte de las economías en problemas y que en algún momento el BCE tenga que intervenir masivamente en los mercados de deuda soberana. Si esto acaba sucediendo todos sentiremos un cierto alivio, justo antes de empezar a preocuparnos por las consecuencias de un paso de ese calado. También es posible que Alemania se decida en algún momento a aplicar políticas más expansivas si su situación se complica –aunque no olvidemos que su tasa de paro sigue bajando a pesar del frenazo de su economía. Sin embargo aunque estas soluciones no parecen estar en la agenda inmediata no todo se cuece entre los países centrales de la Unión. En este tira y afloja los pasos de los nuevos gobiernos de Grecia e Italia y el que eventualmente salga de las elecciones en España pueden ser decisivos para que el conjunto de la Eurozona se decante por una u otra opción. Además de otros beneficios que tardarán en manifestarse, si abordamos con decisión las reformas necesarias tendremos una mayor capacidad para reclamar a Europa que agote el margen de maniobra que todavía tiene –incluso con las restricciones legales y políticas actuales- en materia de política monetaria y fiscal. En política monetaria el BCE puede reducir paulatinamente los tipos de interés a niveles similares a los de otros grandes bancos centrales, mantener o aumentar sus líneas de provisión de liquidez a los bancos mientras se completa su saneamiento y reestructuración, y aumentar discretamente –es decir sin recurrir a monetizar sistemáticamente la deuda- el volumen de su programa de compras de bonos soberanos para momentos de crisis aguda como los que hemos conocido estos días atrás. Además queda por consolidar el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera en los volúmenes pactados hace unas semanas, ampliarlo si es posible y hacerlo operativo para financiar programas específicos a los que España u otros países puedan recurrir en algún momento, incluso sin necesidad de un rescate en toda regla.

Este margen no es pequeño. De las decisiones de política económica que adopten los países del Sur también depende en buena medida que podamos explotarlo y que sirva para algo.

Hay 37 comentarios
  • Lo que yo observo con mayor preocupación es si quedará algo para cuando decidan actuar. El paro no para de crecer, mi pregunta es ¿en que punto la monetización de la deuda dejará de tener efecto?.
    Si de 5 millones de parados subimos a 6, es evidente que una barra libre de liquidez y una reducción del gastos financieros por parte del estado y del resto de la sociedad no va a eliminar el paro de golpe y para cuando lo alivie el daño social puede ser irreparable.
    La gente que pierde sus ingresos son personas no número y eso hay que tenerlo muy en cuenta.

    • El escáner. Blog de economía
      El daño ya tiene muy difícil reparación pero el problema es que no todo el mundo ve las causas del paro de la misma manera. La declaración del Comisario Europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, hoy dice mucho de cuan diferente se ven las cosas y porqué nos está costando tanto llegar a una solución de compromiso entre el Norte y el Sur: «Si yo fuera un joven español, afrontaría un paro juvenil por encima del 40%, mientras que en Holanda tienen un 4% y en Austria un 5%, y me preguntaría por qué … la alta tasa de desempleo en España, superior al 20% de la población activa, debe estar relacionada no solo con la ubicación geográfica, sino también con las instituciones, las políticas y el mal funcionamiento del mercado laboral».
      Por eso creo que si avanzamos seriamente en las reformas tendremos más capacidad para negociar una posición más decidida por parte del BCE y la EFSF (y ahora el Fondo Monetario Internacional).

  • El escaner:

    El momento en que un proyecto trata a las personas como números y como un factor más de un "Deus ex machina" (mecanismo) es la señal clara e inconfundible de que ese proyecto está condenado al más absoluto y miserable de los fracasos.

    • José Jarauta
      Según las palabras de Olli Rehn, que reproduzco en mi respuesta a El escáner …, se ve que desde el centro de Europa también los números se ven de una forma diferente. Supongo que se plantean que Holanda (por ejemplo) y España comparten el mismo marco europeo y tienen diferencias de desempleo tremendas por lo que no consideran que la crisis del euro sea la causa de nuestros males. Si la situación en Europa se deteriora posiblemente empiecen a cambiar de opinión, pero mientras tanto tenemos que ser decididos en acercar nuestras instituciones a las que tienen ellos –que además no es un modelo social más regresivo que el nuestro- aunque en el camino nos va costar lo nuestro.

  • Voy a necesitar un tiempo que ahora no tengo para interiorizar el artículo de Javier y los comentarios de JJ y Escaner que son bien jugosos.
    El artículo es de fondo y sólo me han chocado algunas aformaciones que si bien son ciertas en un contexto son cuestionables en otros.
    Me refiero a la afirmación sobre lo conocido del diagnóstico entendido éste como la artificialidad de la convergencia. De acuerdo, pero esto es un diagnóstico parcial y sobre el euro. Además hay que inscribirlo en otros contextos más amplios y mucho más antiguos para poder tener un diagnóstico que pueda servir de base para "reparaciones de astillero" lo que estamos haciendo no pasa de un mal apaño de fortuna hasta el siguiente golpe de mar. Arreglos cosméticos como los de Mas. Nada estructural o mucho peor, lo estructural sigue engordando.

    La entrevista de Luis Garicano (vale la pena escucharle despacio) con un buen entrevistador (el paisano de la camisa kitsch) parecería indicar que todo el equipo de Fedea lo sabe, lo está evaluando y aún no ha encontrado la forma o el momento oportuno de plantearlo pero el euro está muerto, emocionalmente muerto que es la peor forma de estarlo y sólo estamos prolongando su agonía por no hacerlo "en positivo". Sin amenazas, minimizando daños, dando seguridades, pero de una vez restableciendo el sentido común y la situacíón real de las economías. No hay convergencia y hay una inflación brutal.

    ¿O no es inflación la menor capacidad de compra por la drástica reducción de rentas disponibles reales que por mucho que se oculte lleva años cabalgando? ¿Sale el sol o gira la tierra?

    Del modo que vamos llegaremos no a seis sino a ocho millones de parados y con unos movimientos migratorios propios de una guerra para, on top, no resolver nada.
    Por la noche espero poder seguir.
    Saludos y enhorabuena por un excelente y profundo artículo.

    • Manu Oquendo
      Yo soy más optimista con respecto al Euro, o por lo menos quiero serlo porque me cuesta imaginarme una vuelta atrás sin que Europa acabe perdiendo cualquier relevancia que ahora pueda tener en el mundo. Y con ella España.
      Pero el problema está en lo que tú también pareces coincidir: la convergencia real, en productividad y otros indicadores económicos y sociales, ha sido mínima y con ello no hay moneda única que lo resista, con o sin ayuda del BCE. O ponemos a las economías Europeas en senda de convergencia –y entonces todas las ayudas fiscales y monetarias que vengan serán realmente productivas- o lo demás es engordar para morir. No estoy pensando en aquello e las áreas monetarias óptimas, pero por lo menos algo que se le parezca un poco.

  • "estrategia para extraer el máximo de compromisos de rigor por parte de las economías en problemas y que en algún momento el BCE tenga que intervenir masivamente en los mercados de deuda soberana". Esa "estrategia" se parece extraordinariamente a lo que el vulgar llama "el palo y la zanahoria".

    • Andrés
      La verdad es que si, se parece a eso. Por ello como país nos tenemos que poner de acuerdo sobre si queremos perseguir la zanahoria y, si lo logramos, pedir a las autoridades europeas que no nos lo pongan imposible. Lo segundo es muy importante, pero en lo primero hemos avanzado poco. Y eso que España aún ha hecho algunos de sus deberes –aunque muy tímidamente y a regañadientes- pero otros ni siquiera han empezado, mira el caso de Italia.

  • Ah, pero entonces Alemania y los estrategas saben meridianamente dónde está el límite, y tienen perfectamente controlados el tempo y reacciones del mercado, ¿no?. El "argumento Boldrin" como le habéis llamado aquí va perdiendo peso por momentos...

    • Delvaldelbueno
      No creo que nadie tenga controlados los tiempos de una forma tan precisa, o maquiavélica. Más bien creo que todo el mundo está navegando como mejor puede en todo este lío. Aunque pueda llegar un momento en que todos estén de acuerdo en usar toda la artillería, las percepciones sobre ese momento son diferentes, para unos ya estamos en él y para otros aún falta mucho por hacer.
      Dicho eso, todo lo que hagamos en términos de reformas mientras tanto será útil, porque tampoco hemos de confiar en que la monetización va a resolver todos los problemas, o nos va a permitir aumentar significativamente nuestros déficits. Si el BCE acaba comprando la deuda en forma masiva lo primero que va a imponer es que está sea limitada drásticamente. Con ello ganaremos en que no tendremos que pagar intereses tan elevados, pero la capacidad de endeudamiento público no mejorará tanto. Y en cuanto a la deuda privada, no sé si el alivio de la pública, con un balance del BCE muy elevado, generaría un entorno de mucha confianza.

  • La raiz es economica, son los desequilibrios economicos creados por el G-2:Chinamerica.La globalización para que funcione debe ir en ambos sentidos.
    La solución es global, no es un problema solo de Europa.
    Europa resumiendo tiene dos opciones, una Europa federal tipo EEUU, con federalismo fiscal, tal como nos decian los libros de texto hace mas de 10 años, o bien hacer las maletas.
    A no ser que alguien invente la pocima de crecimiento sin deuda, o crecimiento con austeridad y como creo que parte de K. esta caducado o mal utilizado ....
    Mientras toca a los empresarios sobrevivir, si cambia el escenario, si hay credito,si hay colaboración y sinergias de empresas a nivel europeo, si hay proyectos viables habra inversion, creación de valor y empleo.

  • Un comentario:
    La cuestión que me parece clave es la que planteas aquí:
    "que primas de riesgo se consideran “de mercado” y cuales no".
    Si está claro que la prima nunca debió ser cero (como lo fue durante tanto tiempo) ni debe/puede ser 5% como lo es ahora, está claro que no se les puede dejar a los "mercados" jugar de esta manera con las cosas de comer. La sensata propuesta que se ha hecho desde este mismo blog sobre la emisión de eurobonos hablaba de un 2 % para esta prima de riesgo, con el argumento de que era un sobrecoste razonable ya que imponía disciplina y era pagable. ¿Mercados intervenidos? Por favor, pues claro que sí.
    Prefiero una prima exógena mal calculada que mil primas de ESTE mercado volando.
    Y una última cosa, mucho me temo que el revólver del tipo de interés de intervención del BCE ya se ha quedado sin balas. Hay un margen de bajada, sí; pero no olvidemos que el tipo de interés sin riesgo de mercado ya ha estado bajando el solito. De hecho, el spread de Francia o Austria con respecto a Alemania no ha aumentado por la subida de los tipos de sus respectivos bonos sino por la bajada del alemán.

    • Jorge Bielsa
      No tengo nada contra los mercados intervenidos, de hecho ya lo están en cierta medida y creo que tarde o temprano habrá una intervención más decidida aunque no me atrevo a decir de qué magnitud. Pero creo que eso plantea un problema político para un banco central que tiene que atender a la deuda pública de países distintos con comportamientos fiscales diferentes y con estructuras políticas, sociales y económicas tan dispersas. Eso no le sucede a la FED. ¿Qué hacer? ¿Fijar una prima de riesgo límite? ¿Una diferente para cada país? Si es así ¿cuál? El riesgo de ser acusados de discriminación y “politiqueo” es muy grande.

  • Muy buen artículo y ojalá se empiecen a dar pasos para alejarnos del abismo, si es que no es ya tarde

    Respecto a los "mercados" y su eficiente evaluación de la "realidad" de los "fundamentales" de los países, con esas afirmaciones estamos llegando al esperpento

    De lo que ha ocurrido hasta ahora no creo que haya mucho fundamento para aseverar la "profesionalidad" y el "buen tino" de los "mercados" para juzgar los agregados económicos, si eso fuera así no estaríamos donde estamos

    ¿Sabéis de lo que estoy convencido? pues de que hay un grupo de managers con la liquidez suficiente (se requiere mucha y en poco tiempo), y que se ponen de acuerdo en qué momento empezar la "puja" de deuda (tal y como se hace en general en el mundo de los "subasteros", que es un secreto a voces), los demás pequeños compradores son la "manada" que sigue a los machos alfa. Hace falta mucho dinero para sostener esto, y las recientes leyes que permiten las compras desde los paraísos fiscales sin revelar el origen aún facilitan más las cosas. Especulación pura y simple. Ahora está empezando la "fiesta" en un país subdesarrollado que se llama Francia...

    Así se han hecho, en el pasado, los "ataques" a las diferentes monedas de los países del 3º mundo, sólo que ahora se ha abierto la veda en Europa (con el precedente de Soros en 1992 contra la libra esterlina)

    Creo que estas cosas son conocidas, sólo que Alemania (y su brazo ejecutor, el BCE) lo usan para conseguir sus fines a medio/largo plazo, por medio del "Blitzkrieg" de la deuda.

    El proyecto europeo ya se ha ido al garete, últimamente salen a la luz documentos en alemán, filtrados desde el parlamento de ese país, sobre propuestas de la estructura de impuestos ¡en Irlanda!, bueno, al menos podían guardar un poco las formas....

  • "La tragedia evoluciona siguiendo un guión universal y predecible: Primer acto: negación de la crisis. Segundo acto: rabia y denuncia a especuladores, medios de comunicación y banqueros. Tercer acto: adopción de paliativos y paños calientes que nada resuelven. Cuarto acto: grave crisis económica, social y política. Quinto acto: se toman medidas que se había jurado nunca tomar".

    Crisis española: un guión -N.Maim - martes 30 de marzo de 2010 -
    Es verdad que es difícil aprender de las experiencias de otros. Pero aprendiendo de otros la España de hoy podría ahorrarse mucho sufrimiento económico innecesario. La experiencia ajena le ayudaría a reconocer que sus problemas no se aliviarán mientras siga posponiendo la adopción de reformas económicas que hoy lucen remotas e inaceptables.

    http://espiritualidadypolitica.blogspot.com/2010/03/las-cinco-etapas-de-la-crisis.html#comment-form

  • Noticia de Reuters:

    La subasta de bonos alemanes a 10 años de hoy, un desastre:
    http://www.reuters.com/article/2011/11/23/us-markets-bonds-bunds-idUSTRE7AM0Y920111123?feedType=RSS&feedName=businessNews&utm_source=dlvr.it&utm_medium=twitter&dlvrit=56943

    Parece que algunos inversores empiezan a pensar que son más rentables los bonos de otros países al 7% que los alemanes al 2%, ¿empiezan a fallar los "fundamentales" de Alemania?, y como el resto, deberán "arreglarlos" en una semana. De locos

  • Claro es que, como puede verse en el gráfico del rendimiento de los bonos menos la inflación del propio link de DFC, esto de los bonos alemanes es algo como que el inversor les paga para que le vendan sus bonos no?

  • Un político por sí solo no resuelve los problemas del grupo. Lo que de verdad da fuerza a la democracia son sus reglas y sus instituciones. Hay países, como España, con su institucionalidad pública en muy mal estado, y eso también cuenta en la prima de riesgo. Si miras a Italia, te llevas las manos a la cabeza. Los últimos años vivimos la pretensión de que la política por sí sola resuelve los temas, y la crisis está demostrando que la política necesita métodos de Gobierno y reglas de funcionamiento a las que todos se sometan y, sobre todo, instituciones públicas respetadas e independientes. Manuel Marin http://internacional.elpais.com/internacional/2011/11/22/actualidad/1321997598_279889.html

    • Ramón
      La reforma de algunas de esas instituciones es precisamente una de las tareas de cualquier gobierno. En España tenemos ejemplos de órganos de reguladores y supervisores que han funcionado bien por lo que no es tan difícil aplicar la misma medida a los demás: poner a su frente personas con capacidad e independencia de criterio. Cuando hablamos de reformas siempre pensamos en grandes recortes y cosas costosas socialmente, pero hacer que esas instituciones funcionen bien y que realmente controlen al poder político y al económico no tiene coste y es determinante para la credibilidad de la economía.

  • Buenos días a todos.
    Hola, J.Andrés.

    Coincido en general con tu respuesta si bien lo que llamamos "la senda de convergencia" esconde una dosis muy importante de optimismo que no me parece realista.
    No tengo los datos a mano pero ya se han traido en alguna ocasión para indicar que si de repente Alemania o Francia dejasen de inscribir patentes globales, nosotros, España, no lograríamos alcanzar a Francia hasta el siglo XXIII y a Alemania hasta el siguiente.
    Cualquier planteamiento estratégico dentro del Euro muestra un escenario subordinado, poco o nada competitivo y dependiente de Transferencias de países que, como Alemania, también tienen sus problemas que el euro esconde.

    No es este el momento pero creo que es demostrable y por más de un motivo que los planteamientos globalizadores no son los adecuados para salir de esta crisis tanto a nivel de cada país como de la Zona Euro.

    Hoy estamos todos emperrados en mantener un error contra viento y marea. Un error que, como se pretende, no hay forma humana de convertirlo en ventaja estratégica en relación con USA o con China o Japón o la India porque cualquiera de ellos es o más fuerte o lo ejecuta con más calidad y a menor coste.

    Por el contrario, plantearse el reconocimiento de los errores en positivo no es ningún baldón, todo lo contrario, y no por eso vamos a ser menos europeos.
    Nadie critica a Dinamarca, o a Suecia por no estar en el Euro.

    • Manu Oquendo
      Por supuesto, no digo que fuera del euro no haya vida. La hay y muy buena por los ejemplos que señalas. Pero el hecho es que ahora estamos muy pillados por nuestro endeudamiento y una economía poco productiva y con malas expectativas de crecimiento. Por ello creo que nuestra única esperanza ahora es que la Eurozona se arregle un poco y nosotros con ella.
      Si se aplican las medidas que tantos economistas reclaman –Eurobonos, monetización- no dejaría de ser una nueva transferencia, por eso despierta tantos recelos en el Norte, y también en el Sur porque no muchos se temen que esos balones de oxígeno nos permitirían seguir con el comportamiento que hemos tenido hasta ahora. Por eso es crucial que nos adelantemos a esas percepciones y propongamos cambios realmente sustanciales que dejen clara que la ayuda si viene no será desaprovechada esta vez. Ya sé que es un buen deseo, pero francamente no se me ocurre de qué otra forma podemos salir de esta.
      En cuanto a la convergencia real –en productividad y todo eso- es cierto que es un proceso lento pero en el que se puede ganar mucho con cierta rapidez. Si entramos por esa senda todo son ventajas porque los procesos de convergencia efectiva suscitan mucho interés por parte del capital internacional a la hora de invertir.

  • @Javier Andrés

    Muy ilustrativas las palabras de Oli Rehn que citas. Osea que si fuera un joven español se preguntaría eso. Bueno, la inmensa mayoría de los jóvenes españoles ya lo ha hecho.

    Lo que no se si él mismo tendrá tan claro es si los jóvenes españoles, o en general europeos (la inmensa mayoría de mis compañeros holandeses son MUY euroescépticos) sienten sobre sí esa responsabilidad y oportunidad histórica que supone la UE como sentían (¿aún sienten?) los nacidos entre la inmediata posguerra y el 60-70.

    La clase de respuesta que (repito, la mayoría) de los jóvenes españoles han sido capaces de darse está articulada en ese ente difuso de soluciones que propugna el 15M. Por decirlo suave: ¿alguien encuentra entre esas soluciones "una reforma laboral que fomente la competencia y competitividad"?. Por decirlo crudamente: los jóvenes europeos quieren más PAC's. Quieren un estado y una UE que les *garantice* bienestar a costa de quién sea y como sea. Y digo europeos porque, visto lo visto, esto me parece ampliamente generalizable.

    Quizás la tarea, antes que reformar, sea dotar a los jóvenes de herramientas para que cuando se hagan esa pregunta sean -seamos- capaces de encontrar una respuesta más adecuada. Gracias por el blog, por cierto 😉

    • Delvaldelbueno
      Si, ese es el problema. Por ahora esa contestación difusa que supuso el 15M y que supongo, que ahora se articulará más decididamente por partidos y grupos minoritarios, se queja con razón de un estado lamentable de cosas pero reclama unas soluciones alguna de las cuales no harían sino agravar el problema. Creo que en Europa tendremos que acostumbrarnos a que si queremos mantener nuestro bienestar relativo –en comparación con los emergentes por ejemplo- tendrá que ser a costa de trabajar más eficientemente. En España el problema es mayor porque mucho de lo que logramos en años recientes fue gracias al crédito, es decir con cargo a nuestro propio futuro. Por ello, antes de normalizar nuestra situación, como mínimo al nivel de otros países europeos, tendremos que hacer un esfuerzo suplementario para pagar nuestras deudas. Y eso no va a ser muy popular precisamente.

  • Javier Andrés:

    En un mundo ideal yo también estaría de acuerdo con Oli Rehn. En éste creo que un instrumento mal diseñado y peor ejecutado como el euro nos va a llevar al desastre. Es la peor conjunción de incompetencia política y económica que recuerdo.

    En la práctica el euro ha acabado replicando con efectos peores la dualidad Norte-Sur que encontramos p.ej. en España e Italia o la que encontramos en Alemania en sentido Este-Oeste.

    Intentar revertir en las actuales circunstancias el curso de los últimos años aprisa y corriendo me parece la receta más correcta para lo que sin duda vamos a ver en los próximos dos años.

    La cabalgata de llaneros solitarios bienintencionados pero sin rumbo ni mapa conocido no presagia nada bueno.

    "Germany's Central Bank against the World".

    http://www.spiegel.de/international/europe/0,1518,797666,00.html

    Si le sumamos sus condicionantes internos la situación todavía me parece más preocupante.

    23/11 | 07:00 | Karl de Meyer

    "Merkel de nouveau prise dans un débat complexe.

    Les alliés de la chancelière sont vent debout contre une intervention plus marquée de la BCE. Un débat ironique, la classe politique allemande ayant toujours eu à coeur de défendre l'indépendance de la banque centrale."

    http://www.lesechos.fr/economie-politique/monde/actu/0201757142316-merkel-de-nouveau-prise-dans-un-debat-complexe-252876.php

    • José Jarauta
      Yo también creo que la presión en el Norte puede hacer cambiar la posición actual. A lo que me refiero en el post es a que el Sur ha hecho poco por ayudar. Como he comentado a Luis, las reformas en Grecia, Italia, España apenas han comenzado y siempre con una tentación para volver atrás. Por eso creo que el bloqueo para arreglar las cosas en la Eurozona es bilateral y por mucho que nos quejemos de la tozudez de los alemanes creo que el mejor camino para presionar para que se apliquen todas las medidas posibles es que nosotros hagamos nuestra parte rápida y decididamente. No sé si esto va a cambiar la visión de los países con menos problemas, pero lo cierto es que hasta ahora tampoco nosotros hemos puesto mucho de nuestra parte para corregir los evidentes defectos de la Eurozona.

  • Javier sabe bien que esta es la clave: "Si la ayuda si viene no sea desaprovechada esta vez" ...hay un libro que nos indica que recibimos 3 planes Marshall de Europa en fondos estructurales, si se hubiesen utilizado mejor, quizás no estaríamos como estamos.
    “España se ha convertido en el país del mundo que históricamente más se ha beneficiado de una corriente de solidaridad proveniente de otros países”,
    Fuente: José Luis González Vallvé y Miguel Ángel Benedicto Solsona en La mayor operación de solidaridad de la historia (Plaza y Valdés, 2007),

  • El BCE está jugando a la ruleta rusa con demasiadas balas en el cargador

    Se menciona repetidamente que lo que buscan los "mercados" son las medidas de ajuste, por que ellas garantizarán el pago futuro de la deuda. ¿Seguro? Yo creo que los mercados buscan ganar mucho dinero rápido, y decir que están mirando con lupa los "fundamentales" de Francia y por eso encarecen su prima de riesgo es como decir que Soros estaba mirando con lupa los fundamentales de UK en 1992 cuando atacó la libra esterlina

    En estos ataques lo que se encuentran los especuladores es la ausencia de un banco central que pueda responder a sus maniobras; yo diría que es al revés, se encuentra un banco central que se alegra y alienta las mismas, para poner "derechos" a los vagos y maleantes del Sur, el Este y el Oeste

    Las cosas no se hacen así, pienso yo, si el temor, como indica Javier, es la "barra libre" se puede hacer vía compromisos, por que, con los ataques ciegos, frenéticos y constantes de los "mercados", ahora no hay ninguna garantía que haciendo que los pensionistas pasen hambre se vaya a reducir la deuda, por que lo que se está hundiendo son la confianza, la demanda y cualquier posibilidad de pagar la deuda en el futuro

    Mientras tanto no pensamos en las causas subyacentes, en la destrucción del sistema productivo en casi toda Europa (salvo Alemania, claro, qué casualidad), en este link que os adjunto un redactor de The Guardian se lamenta de la casi completa destrucción de la industria británica, el país que inició la Revolución Industrial y con ello llegó a ser el más poderoso del mundo y el que inició la des-inversión industrial y por ello lo pagará muy caro. ¿Por qué Inglaterra no hace "cosas"?:
    http://www.guardian.co.uk/business/2011/nov/16/why-britain-doesnt-make-things-manufacturing

    Sin cambiar estas cosas no vamos a ningún lado

    • DFC
      Mi contestación a Luis apunto algo de mi opinión sobre las cosas que comentas. Pero con relación a la destrucción de la base industrial del Reino Unido, es cierto que eso supone un problema, pero vemos que la única forma de evitarlo es lo que hizo Alemania con la integración: una reforma laboral que aseguró una moderación salarial sostenida que a la larga aumenta las rentas de todos. Es cierto que el Reino Unido opto por los servicios de alto valor añadido (financieros, servicios a empresas, etc.) y nosotros por la construcción y el turismo; pero una base industrial sólida requiere unos costes laborales unitarios reducidos y en un país de baja productividad como España ya sabemos lo que eso supone.

  • Se aprecia la voluntad de equilibrio en el post de Javier, pero la entrada contrapone la posición real del BCE y algunos políticos noreuropeos, con una posición que nadie o prácticamente nadie mantiene: que el BCE tiene que monetizar deuda sin exigir compromisos a los países periféricos. Los proponentes de la monetización aceptan todo lo que menciona Javier en su entrada: la necesidad de mejorar la productividad, afrontar los retos demográficos y corregir los desequilibrios comerciales en los países periféricos (véase De Grauwe, Krugman, De Long y otros); lo que dicen es que en un entorno de pánico financiero esas reformas son inviables política, social y hasta económicamente. Y que de manera realista el único que puede cortocircuitar ese pánico es el Banco Central.

    • Luis
      Si soy consciente que todo el mundo entiende los de las reformas. De hecho lo digo en el segundo o tercer párrafo del post. Pero mi punto es que anunciarlas no es suficiente. Repasemos los casos de Grecia, Italia y España –creo que Irlanda y Portugal llevan otro camino algo más discreto de cumplir sus compromisos.
      Hace apenas una semana Italia tenía un gobierno absolutamente despreocupado de la urgencia de las reformas, con Berlusconi al frente más interesado en grabar discos que en afrontar los cambios que el mismo había anunciado unas semanas antes. Ahora tenemos a Monti, tiene otra pinta sin duda, pero no ha empezado todavía nada. En Grecia hace dos semanas nos anunciaron un referéndum para ver si querían pagar sus deudas y continuar con las reformas. Papademos no ha hecho más que empezar y aunque se confía en él todavía no hay nada palpable. Y en España el espíritu reformador del gobierno anterior fue en la dirección adecuada pero claramente insuficiente, y con anuncios de marcha atrás a la mínima ocasión. Nos parece que llevamos años ajustando y reformando pero apenas hemos empezado. En esas condiciones no tenemos muchos argumentos para esperar que otros hagan lo que sin duda nos vendría bien pero que para ellos se perciben como costes. Si hacemos nuestros deberes de forma decidida podremos emplazarles a ellos a que muevan ficha.

  • Hola, buenas noches:
    He estado escuchando a Juergen Donges por segunda vez en seis meses. Su discurso, dentro de la otodoxia germana y de su excelente conocimiento de ambos países, es hoy más templado que en Mayo.
    Ya dice cosas como que el Euro fue una mala idea porque hasta Italia entró haciendo trampas pero que es una buena moneda que otros desean y por eso es cara (es decir, otra dificultad para mejorar nuestras balanzas).
    Ha manifestado su disgusto con la cantidad de veces que cambian el tratado de Lisboa sin ni siquiera complir el de Maastrich (todos, comenzando por Alemania, se lo han saltado) y la nula voluntad de integración fiscal de los parlamentos nacionales, etc.
    Es tono fue muy diferente de las tajantes exigencias de productividad y recortes de hace seis meses. Desde el público, oyendo esto, se le preguntó si creía que Alemania iba a dejar el Euro, algo que negó enfáticamente.

    Puso el acento sobre la necesidad de reducir déficit, es decir, "hacer lo necesario para poder endeudarse a bajo coste" reconociendo implícitamente que no hay manera de revertir los flujos netos de las balanzas. Esto parece una jibarización de diseño para poder pedir prestado.

    Se le recordó que no es posible legalmente salir del euro y respondió que cambiar los tratados es lo que con más facilidad hace hoy Europa y dio el ejemplo de que el vigente se ha cambiado este año dos veces, en marzo y en septiembre.

    A este paso no es descartable que en seis meses más estemos discutiendo los detalles de una salida amistosa.
    Buenas noches.

  • Javier, la verdad es que das muy poco valor a las reformas que ya se han hecho en España: un ajuste presupuestario duro, una reforma financiera que se ha cargado las cajas de ahorros y un recorte sustancial de las pensiones. Todo esto en apenas un año, hecho por un gobierno de centroizquierda. El gobierno socialista se ha autoinmolado en las urnas por este motivo, proceso culminado con una reforma constitucional absolutamente a contrapelo de su electorado. En términos de esfuerzo reformista, y de disposición a asumir costes políticos del gobierno, creo que no está nada mal (se podría haber empezado antes, eso sí).

    Otros gobiernos periféricos han sido menos serios pero España es un socio fiable para cualquier político o banquero central noreuropeo que quiera remangarse para solucionar esta situación. Nos podemos sentar mañana mismo a discutir reformas estructurales para acelerar el crecimiento, y cómo hacerlas 100% vinculantes. Podemos hacer que un grupo de expertos estime el impacto en el crecimiento potencial de medidas que el gobierno comprometa, y exigir que se llegue como mínimo a, pongamos, el 2,5%. Pero ampliar tu crecimiento potencial va a ser irrelevante con una demanda interna en caída libre, un mercado europeo estancado y cero financiación privada bruta del exterior. Para que estas iniciativas sean política, social y económicamente viables tiene que haber un compromiso claro de la otra parte de solucionar los desequilibrios de liquidez del área del euro.

    • Luis
      Creo que el esfuerzo por las reformas ha sido notable y eso nos ha sacado de la primera línea de fuego durante algunos meses, y nos ha puesto, por ejemplo, por detrás de Italia en este lío. De hecho en Grecia van mucho más lentamente y en Italia ni han empezado. Pero creo que en España ha faltado convicción y en cuanto la presión de los mercados aflojaba un poco se ha empezado otra vez con declaraciones y nombramientos contradictorios. El gobierno ha estado demasiado condicionado por un dialogo social inexistente con agentes sociales absolutamente superados, táctica e intelectualmente, por la crisis. Los sindicatos, que han dado muestras de sensatez en el pasado, y sin necesidad de remontarse a los Pactos de la Moncloa, han tenido una actuación muy deficiente en esta crisis. Y en cuanto a la CEOE, durante muchos meses ni estuvo ni se le esperaba a la hora de hacer propuestas concretas, ensimismada en su crisis interna.
      Esos son condicionantes políticos inevitables, pero nuestros prestamistas no tienen que interiorizarlos y por eso no nos debe sorprender nuestra prima de riesgo.

  • Manu,

    no coincido en el "abstract" de la conferencia de Donges. Sí hizo hincapié en las mejoras de productividad tanto a medio (flexibilización del mercado laboral) como a más largo plazo (reforma del sistema educativo) como incluso a corto (supresión de la "pausa desayuno" instalada en las formas españolas).

    Las tres medidas "clave" para el país eran:
    - Reducción del defícit
    - Reforma del sistema financiero
    - Medidas de impulso de la productividad

    Y como cuarta medida (apuntada por Amadeo, Jurgen solo incluía 3 por razones de "retentiva" del público objetivo ... o sea, de los políticos) la eliminación de las "bolsas de ineficiencia" producto del exceso de regulación (grandes superficies, taxis, farmacias, horarios comerciales, etc...)

    No pudo ser más contrario a cualquier medida de "poolificación" (perdón por el palabro) de la deuda, sea bajo la forma de eurobonos o bajo la de compras masivas del BCE y, desde luego fue particularmente clarividente al señalar la tonteria inmensa que es tratar de reformar unos tratados que nunca se han aplicado en sus aspectos clave (límites a deuda y déficit de Maastricht o independenci del BCE o cláusula de no bail-out) ... ¿por qué se iban a aplicar los nuevos, pensados deprisa y corriendo y sin perspectiva si no se aplicaron los viejos pensados con calma? ... cualquier acuerdo con los estados actuales es evidente que se ha conseguido "bajo tortura" y eso alegaran los políticos ("socialistas de todos los partidos") en cuanto salgan de esta.

    Es interesante lo muy diferente que se puede escuchar cuando se oyen las mismas palabras ...

  • Hola, José Pablo.

    Efectivamente creo que si comparas textos verás que ambos reflejan palabras pronunciadas por Juergen. Es más no encuentro diferencia sustancial entre lo que tú recuerdas y lo que está en mi resumen. Verás que, al menos en lo descrito, no puede hay discrepancias con lo sucedido.

    Comparando las notas de la de Mayo y la de ayer se percibe un efecto Doppler curioso que es lo que traté de reflejar más que resumir la conferencia. Los cambios, no lo que resulta constante como las recomendaciones de ser más productivos, ir trabajar ya desayunados, comprar lo barato, o no pedir que los alemanes nos paguen las juergas, etc.

    En esta ocasión, creo, lo novedoso es que se despachó con entusiasmo contra la deriva modificadora de tratados incumplidos y a que no veía motivo para no modificar el tratado del euro para facilitar salidas de países para los cuales no sea viable.
    Aludió a Grecia pero se le entendió bastante más. De hecho la primera pregunta fue sobre la permanencia alemana. Esto fue asunto tabú en Mayo. No estaba ni siquiera en las preguntas del público.

    De todas formas ya Norber Wiener describe el proceso de Comunicación como la 2ª Ley de Termodinámica aplicada a los procesos de transmisión de la información.
    Tiene una frase genial: “Information may be dissipated but not gained”.

    Un abrazo.

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