Calidad del profesorado: por unos mecanismos de selección más efectivos

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por Lucas Gortazar
“People know that if you’ve been trained as a teacher in Finland you must be something special”.  Pasi Sahlberg (Experto en Educación)

Por mucho que nos empeñemos en llevar las debilidades de la LOMCE al terreno de la religión, de los derechos lingüísticos o de las competencias que deben tener las Comunidades Autónomas, el gran fallo de esta ley (y las anteriores) es que pasa completamente por alto el factor más importante de la escuela: la calidad del profesorado.

Los países que mejores resultados obtienen en las pruebas internacionales tienen un denominador común muy sólido: son capaces de atraer a los mejores estudiantes a la profesión docente. Según un informe de McKinsey sobre la calidad del profesorado, Corea del Sur, Finlandia y Singapur son países con una visión muy distinta a la hora de entender el papel del profesor en el aula. Sin embargo, cuando uno se detiene a observar las notas del instituto de los futuros profesores, todos se encuentran en la parte más alta de la distribución: es decir en el 30, 20 y 5 por ciento respectivamente.

Seleccionar a los mejores, ¿Y qué piensan ellos? 

La cuestión fundamental es por tanto comprender cómo hacen estos países para atraer a los mejores a la profesión. ¿Qué ofrecen a los profesores? ¿Cuáles son las condiciones laborales? ¿Y las salariales? ¿Cómo es considerada socialmente la profesión? ¿Existe una carrera profesional docente? ¿Cómo se valora el éxito de los mejores profesores? ¿Existen barreras de entrada (o de salida) a la profesión?

Hasta ahora la investigación empírica se ha centrado en candidatos que ya han entrado en la profesión y no los que potencialmente podrían entrar y sería deseable que lo hicieran (lo cual es importante porque las decisiones a las que se enfrentan ambos grupos son diferentes). También se ha dedicado a examinar o bien las preferencias expresadas (lo que opinan sobre la profesión) en encuestas o bien las preferencias reveladas (qué es lo que realmente hacen al tomar decisiones), pero nunca se ha comprobado cuál es la relación entre ambas (es decir, si lo que lo que finalmente hacen se corresponde con lo que dicen que harán). Por último, los estudios previos solo se han ocupado de la decisión de los individuos o bien antes o bien después de convertirse en profesores, pero nunca en el momento de tomar la decisión. Ganimian, Alfonso y Santiago responden a estas cuestiones con una investigación realizada en colaboración con el programa Enseñá Por Argentina (ver presentación con resultados).

El programa Enseñá Por Argentina pertenece a la red internacional de Teach for All (presente en 31 países), que tiene por objetivo contratar a universitarios excelentes para que enseñen durante dos años en comunidades desfavorecidas del país. Además del impacto que esto puede generar a corto plazo, la fundación tiene por objetivo involucrar a los participantes como embajadores de la reforma educativa, independientemente de la carrera profesional que elijan. Los profesores reciben una formación pedagógica alternativa por parte de la organización (semejante al modelo No Excuses, cuyo éxito ya ha sido documentado y estudiado- aquí y aquí).

Los autores realizan un experimento durante el proceso de selección de Enseñá Por Argentina. Después de rellenar la solicitud online, los candidatos reciben una encuesta, dividida en tres apartados. En esta encuesta, se informa a los candidatos que los datos de las respuestas se usarán para un proyecto de investigación de la Universidad de Harvard, y que en ningún caso podrán ser vistas por Enseña Por Argentina durante el proceso de selección. Los tres apartados de la encuesta son los siguientes:

  • En la primera parte de la encuesta, los candidatos responden a preguntas sobre cuestiones demográficas, académicas y profesionales.
  • En la segunda parte de la encuesta, los candidatos son asignados de forma aleatoria a tres grupos distintos, un grupo de control y dos grupos de tratamiento:
    1. Al grupo de control (grupo 1) se le pregunta sobre expectativas de salarios, condiciones laborales y motivaciones:
    2. Al grupo del primer tratamiento (grupo 2) se le realizan esas mismas preguntas una vez se le informa sobre ciertas condiciones laborales específicos al programa EpA en caso de ser aceptados: (i) problemas para encontrar plazas en escuelas públicas y el peligro de que ser enviado a una escuela privada (menos atractiva para los candidatos, pues pueden acabar ensenando a estudiantes con menos necesidades educativas); (ii) riesgos de ser asignados a más de una escuela; (iii) peligro de que pueda pasar un mes después de que empiece el curso hasta que se les asigne una escuela; (iv) o que el participante se tenga que cambiar de colegio en mitad del programa.
    3. Al grupo del segundo tratamiento (grupo 3) se le informa del salario inicial que los candidatos recibirán en Enseñá Por Argentina (similar al de los profesores noveles en escuelas públicas y privadas) y por otro se les explica cómo funciona de la organización de la estructura salarial de un profesor en Argentina. Finalmente responden a las preguntas sobre expectativas de salarios, condiciones laborales y motivaciones.
  • En la tercera parte, se pregunta al candidato si sigue interesado en el proceso de selección y se le pide que sugiera cambios al programa para hacerlo más atractivo.

Los autores asumen que estas píldoras informativas no son (al menos en parte) conocidas por los candidatos del programa y por tanto pueden tener un impacto en su decisión. Siguiendo al candidato en las restantes etapas del proceso de selección, los autores son capaces de comprobar si esas intenciones expresadas en el tercer apartado de la encuesta se mantienen a lo largo del tiempo.

No solo se trata de salarios y condiciones laborales

Como era de esperar, los candidatos que reciben información sobre las complejas condiciones laborales en EpA (grupo 2) y la estructura salarial (grupo 3) expresan con mayor intensidad que el grupo de control (grupo 1) su intención de abandonar el proceso de selección (un 25% y un 31% más respectivamente). Es decir, cuando a uno se le advierte en el programa EpA ganará menos de lo que podría ganar en otros sectores y tendrá unas condiciones laborales peores a las de un profesor de la escuela pública, la probabilidad de que este afirme que va a abandonar el proceso son más altas.

Pero la verdadera contribución de esta investigación es precisamente comprobar si los candidatos que afirman que ya no tienen interés en el proceso realmente cumplen su amenaza. En efecto: observando su historial una vez realizada la encuesta, ninguno de estos dos grupos de tratamiento cumple realmente su intención de abandonar el proceso de selección en comparación con los que no han recibido dicha píldora informativa y esto se extiende a un análisis de efectos heterogéneos por diferentes grupos. El hecho de que la intención a abandonar el proceso se desvanezca por completo sugiere dos cosas:

  1. Debemos replantearnos la validez de las preferencias laborales en las encuestas de este tipo.
  2. Las condiciones salariales y laborales son menos importantes de lo que pensamos, al menos para una población de buenos estudiantes universitarios (la nota media de los que responden a la encuesta es 7.4 ), que son precisamente los que queremos atraer a la profesión (los autores consideran un promedio de 7.4 un resultado relativamente alto para la UBA (publica). Por otro lado comentan que más de la mitad de los candidatos asisten a universidades que aparecen en la lista de US News para América Latina de 2012, que se puede tomar como un grupo de universidades de mayor calidad).

Figura 1. Salario de los profesores

lucasgortaza1Fuente: Education at a Glance 2013, OECD

Figura 2. Horas de los profesores

lucasgort2Fuente: Education at a Glance 2013, OECD

En España las condiciones laborales “clásicas” de los profesores son razonablemente buenas en comparación con otros países de la OECD – muy buen salario medio (ver gráfico 1) y no demasiadas horas de clase, (ver gráfico 2)-, pero hay otros factores que también importan y a los que debemos prestar atención:

  1. A diferencia de otros países punteros, en España no se identifican las mejores prácticas docentes y por tanto no se forma a los demás profesores utilizando las técnicas de los profesores más efectivos con sus alumnos. Esta sería una manera de abrir la puerta al reconocimiento a los mejores docentes y de aumentar su motivación.
  2. La forma de elegir profesores no se ajusta a lo que la profesión demanda hoy día: el sistema de oposiciones no presta ningún interés a las habilidades no cognitivas de los profesores o a su nivel de madurez para gestionar un grupo de niños. Además, el coste de preparación (monetario y temporal) de las oposiciones supone una importante barrera de entrada, especialmente para los mejores.
  3. Desde 2010, se ha introducido como requisito previo para acceder a la docencia el Master de Formación del Profesorado, cuya efectividad ha sido cuestionada desde su concepción. En Singapur, los estudios de posgrado están integrados en la carrera docente y son financiados junto a una beca una vez los docentes han sido seleccionados, evitando así riesgos e ineficiencias, y de nuevo reduciendo las barreras de entrada para atraer a los mejores. Como ya se ha hablado en este blog, un periodo de prácticas con formación remunerada una vez hecha la primera selección puede ser la solución, siempre y cuando al finalizar este periodo el candidato sea evaluado en función de su efectividad como requisito previo para formar oficialmente parte del cuerpo docente.

Una reforma que afronte estas cuestiones puede ser políticamente muy costosa, aunque parece que pronto se va a discutir en el Congreso una propuesta que puede ir en esta dirección. Introducir algún componente mínimamente relacionado con el mérito y el reconocimiento a los mejores en la profesión docente generará reticencias y críticas. Pero las grandes reformas siempre dejan ganadores y perdedores: en mi opinión esta sería una con muchos ganadores y unos pocos perdedores.

Hay 13 comentarios
  • ¿Se puede enseñar a enseñar?; es decir, ¿es posible que las escuelas en las que se forman los futuros profesores puedan transmitir algo más que teorías y técnicas didácticas, metodológicas, psicológicas, organizativas o de cualquier otro tipo? Quiero pensar que sí, ya que muchos docentes han aprendido, y siguen aprendiendo, nuevas formas de hacer su tarea; y no me estoy refiriendo a cursos de informática, inglés o encaje de bolillos.
    Y una forma de aprender, que no la única, es ver cómo enseñan otros; observar en su trabajo a aquellos que son capaces de mostrar su bien hacer y contagiar el entusiasmo de lo que hacen. Claro está que para ello hay que tener una actitud o disposición previa: la intención o la necesidad de que nos contagien.
    Si esto es así, ¿por qué no se prepara mejor a nuestros maestros? Como toda pregunta, esta que acabamos de plantear ya contiene la mitad de la respuesta: la palabra “mejor”, que es un juicio de valor. ¿Mejor para qué o para quién? Si se considera que la función de la escuela consiste básicamente en instruir, en proporcionar las instrucciones necesarias para hacer algo de una determinada manera, la preparación consistirá en formar instructores o monitores; si, en lugar de impartir conocimientos, lo que se persigue es mostrar al alumno la forma de adquirirlos por sí mismo, ayudándole y alentándole en el proceso, la forma de actuar y, posiblemente, los preparadores, serán otros.
    http://www.otraspoliticas.com/educacion/el-valor-anadido

  • Parece interesante, pero ni del artículo ni de la presentación me queda claro cómo controlan que no haya trasvase de información entre los tres grupos tras el experimento pero antes del final de la selección.

    Tal y como yo lo veo, si tras la entrevista del experimento la información es de conocimiento público puede haber información homogénea entre los tres grupos y por lo tanto no debería haber diferencias de bajas del programa entre los tres grupos. Creo que esto podría controlarse comparando la tasa de bajas en el grupo de control en el año del experimento y en el anterior (si lo hubiera y los datos pudieran homogeneizarse). Si la tasa de bajas en el grupo de control fuera superior en el año del experimento en comparación con el/los anterior/es, tendríamos que asumir que el grupo de control tiene la misma información que los otros dos grupos y que por ello las conclusiones del experimento tendrían que ser radicalmente distintas.

    Héctor

  • Muy interesante el post, pero el link a la propuesta en el Congreso propone un MIR sólo para los profesores de secundaria.

    Y con los de primaria que hacemos ¿Mantenemos las notas de entrada a los grados y el sistema de acceso a la profesión?

  • Efectivamente, las barreras de entrada pueden disuadir a los mejores a que se dediquen a la docencia. Sin embargo, parece que debe haber otros problemas, porque la carrera de Magisterio tiene medias bajísimas. Efectivamente, en la UAM la nota de corte es ¡cuatro! puntos más baja en Magisterio de Primaria que en Ciencia de la Actividad Física y el Deporte.
    Además, apenas hay implicación social. Un programa como EpA o Teach for America en España no tiene cabida. ¿Un chico de Madrid o País Vasco dando clases a niños andaluces? ¿O chicos más pobres de su región? Impensable, tristemente.

  • No sólo es que no se valore la calidad docente en el proceso de selección, sino que esta no se evalúa jamás a lo largo de la carrera docente, ni tiene la menor repercusión salarial o profesional. Es un problema clásico de incentivos perversos

  • La elección de profesorado es importante, desde luego. Y la carga horaria semanal -las horas de clase- también. ¿Alguna información sobre Finlandia a este respecto?...el papel del castellano en las comunidades nacionalistas y la tarea de estado en el control del mínimo que se debe enseñar creo que son cuestiones importantes.Que la religión sea calificada como una asignatura más....no es insignificante. Que desaparezca la ética de 4º de eso y la filosofía de 2º de bto...es muy grave.

  • "Las condiciones salariales y laborales son menos importantes de lo que pensamos" ¿Hay más estudios empíricos que lleven a esta conclusión? ¿Cuántos y de qué calidad? Por que yo diría que aunque no los únicos factores a tener en cuenta, sí son los más importantes.

    Por otra parte no sé si interpreto bien la figura 1 pero, ¿es en España donde más ganan los profesores?

    Saludos y gracias por estas reflexiones.

    • La figura 1 dice que en España es donde más ganan los profesores con respecto a otros universitarios, i.e., ingenieros, abogados, etc.
      Por supuesto ,esto es condicional a estar trabajando. Si le quitas los años de oposiciones, y la temporalidad de los interinos, saldría mas bajo.

  • Buenos días,

    Gracias por el artículo. Dos cuestiones. La primera, ¿podrían explicar el ratio "salary to earnings"? No se a qué se refiere. Por otra parte, la solución que proponen es, según entiendo, un MIR para profesores, e identificar a los profesores con mejores practicas docentes (habría que explicar cómo) para que estos compartieran sus técnicas (habría que explicar de qué manera). Yo la verdad es que, sin entrar a valorar la idoneidad de las propuestas, no encuentro mucha relación entre la investigación presentada y las policy implications presentadas, no se si podéis arrojar algo de luz en este sentido.

    Por otra parte, comentar mi caso, que si bien no tiene ningún valor científico, si creo que es representativo de mi sector. Yo tengo formación en economía cuantitativa. Me encanta dar clase. Pero, al menos en mi ramo, el salario que se ofrece a los profesores ni de lejos puede competir con el salario que un buen estudiante (del rango al que se pretende atraer) puede conseguir fuera de la docencia.

    Finalmente, aunque tengo la impresión de que esto no es de interes en este blog (blog que por otra parte me parece estupendo en muchos sentidos), para mi el gran fallo de la educación, en España y en occidente, es que no se da ningún peso a la educación emocional. No tiene sentido que yo sepa resolver sistemas dinámicos y no sepa identificar que actitudes mías me están generando una ansiedad que me hace infeliz, por ejemplo.

    Un saludo,

  • Lo del MIR para docentes es una propuesta muy interesante. Me pregunto, primero, si se llevará a cabo y, segundo, cómo se hará. Es muy probable que parte del corpus de contratados/interinos actual sea perfectamente válido. Por ejemplo, hay casos de interinos incluso con el grado de doctor, pero que prefieren la secundaria a la universidad, por razones personales, porque la carrera docente en la universidad es dura o por lo que sea. No sólo eso, sino que es posible que tal grupo componga en parte significativa la siguiente generación de recambio de profesores. Quiero decir que alguna opción de no quedarse fuera debería dárseles, que no regalárseles.

  • No sé yo si Einstein, Planck o Newton serían los mejores profesores de física en un instituto...

    La principal diferencia con otros países es más simple que todo eso:

    En España, quien estudia es un pardillo y es marginado y condenado.
    Habrá un % de gente que se queriendo salir de la etiqueta "pardillo" deje de estudiar tanto o simplemente que el ambiente en clase generado por los que no quieren estudiar influye en los que sí (como me pasó a mi en la ESO, aunque por suerte en bachiller pude levantar la cabeza y ahora termino Ingeniería Industrial superior, pero con 12 años, siendo tímido y teniendo dificultad para relacionarme normal que no quisiera ser un pardillo más). Así que cada vez habrá menos gente que quiera ser "el primero"

    Fuera de España el que no estudias es un pardillo y es marginado y condenado.
    Habrá un % que queriendo alejarse del pardillismo estudie más y más. Cada vez serán más competitivos y cada vez aprenderán más para no ser "el último".

  • Aunque estoy totalmente de acuerdo en que es muy necesario una mejor elección/evaluación/seguimiento del profesorado, me temo que estamos ante la pescadilla que se muerde la cola: nuestro sistema educativo actual implica que "los mejores estudiantes" son los que han podido memorizar más cosas para así poder volcarlas en un examen y sacar una nota excelente. Si esos "mejores" se hacen profesores para enseñar lo mismo, no avanzaremos mucho. Necesitamos, como apunta el artículo, una reforma integral, que por un lado cambie radicalmente nuestro concepto de educación, y que por otro lado ayude a a formar excelentes profesores más allá de contenidos y oposiciones. Cambiando un poco de tema: en todos los artículos de opinión sobre educación en NeG, echo de menos estudios sobre los altísimos costes (tanto para el bolsillo como para nuestro panorama educativo) que supone la excesiva dependencia de los libros de texto en nuestro sistema educativo. En mi experiencia estudiantil (y ahora como madre), los mejores profesores siempre han sido aquellos que usaban el libro de texto como mera referencia, y no se obsesionaban con acabar temario. No sé si esto se puede medir de alguna manera, pero sería interesante....

  • Aunque bien es cierto que debe mejorarse la selección de profesores en las etas de infantil, primaria y secundaria (inferior y superior), no acabo de entender que no podamos tener en cuenta, en el mismo artículo, los métodos de "selección" de los profesores de universidad... Comparemos también las horas de clase impartidas a la semana y el salario... resulta vergonzoso las pocas horas de clase que imparten muchos profesores universitarios, durante pocos meses al año, sin que exista supervisión alguna sobre su calidad docente. Su calidad de vida profesional supera, en desmesura, el trabajo profesional de los profesores de bachillerato, FP, ESO o infantil i primaria... Algunos de estos analistas deberian, en primer lugar, o al menos al unísono, poner en cuestión la calidad de la docencia universitaria, cuando cuestionan nuestro profesorado de institutos y escuelas.
    Muchos de los profesores de institutos, impartiendo 20 horas de clas a la semana (que hable quien lo haya probado, con profesionalidad), son docentes de gran calidad. Eso si, con mucho menos salario y mucho mas trabajo que algunos de los que analizan su eficacia.

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