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Carta abierta al nuevo Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades

Estimado Sr. Ministro:

Antes de nada, reciba usted mi felicitación por su nombramiento aunque, la verdad, igual le debería transmitir mi pésame. El estado en el que se va a encontrar usted la Ciencia alcanza un nivel de desastre tal que su tarea va a ser del calibre del de la limpieza de los establos de Augías, que requirió nada menos que a Hércules. Si a ello unimos las circunstancias políticas en las que asume la tarea, con un gobierno minoritario al que van a atacar desde la derecha y la izquierda, su arrojo al aceptar el puesto raya en la locura. Pero claro, usted ya se ha subido en un barril de explosivos confiando en que funcionaría y que le lanzaría al espacio de una pieza y que lograría volver igualmente entero a la Tierra, así que los precedentes le avalan.

Dicho eso, espero perdone mi atrevimiento si le escribo para darle mis ideas para los dieciocho meses, mes arriba, mes abajo, que como mucho le van a quedar hasta las elecciones. Dieciocho meses en los que además tiene las manos atadas por un presupuesto que no pretende precisamente fomentar la ciencia, dicho suavemente. Partamos pues de la base de que no va a tener usted dinero ni posibilidades para hacer la tarea que usted mismo ha venido reclamando reiteradamente (un ejemplo de los muchos que abundan en la hemeroteca): aumentar significativamente el presupuesto de I+D. Por tanto, lo que me voy a atrever a sugerirle son cosas que deberían poder hacerse aproximadamente a coste cero, y en el tiempo que tiene por delante.

En realidad, y desde mi punto de vista, con que haga usted una cosa sería más que suficiente para justificar su paso por el flamante Ministerio: rescatar la Ley de la Ciencia que se aprobó con un gran consenso en 2011 y que luego, como es habitual, el gobierno del Partido Popular abocó al olvido y al cumplimiento a medias, tarde y mal. La ventaja de ese consenso es que nadie debería oponerse a su aplicación, si bien ni Ciudadanos ni Podemos estaban en el Congreso de los Diputados por entonces. Sería muy largo entrar en muchos detalles de lo que contiene, así que de nuevo voy a centrarme en una sóla cosa: la Agencia Estatal de Investigación, uno de los dos ejes centrales de la financiación de la ciencia que propone la ley (el otro es el CDTI, más centrado en innovación e investigación aplicada). A pesar de que la Ley de la Ciencia daba un plazo corto para crear la Agencia, el gobierno arrastró los pies cuanto pudo y terminó creándola en 2015 como un apéndice del Ministerio de Economía y otras hierbas. O mejor dicho, renombró como Agencia Estatal de Investigación el grueso de la Dirección General de Investigación, básicamente.

En este contexto, lo que le sugiero es que reforme la Agencia Estatal de Investigación para que tenga el papel que debe tener y cumpla su misión como es debido. La Ley de la Ciencia especifica que:

2. Son funciones de la Agencia Estatal de Investigación y del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial:

a) Gestionar los programas o instrumentos que les sean asignados por el Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica o por el Plan Estatal de Innovación, y, en su caso, los derivados de convenios de colaboración con entidades españolas o con sus agentes homólogos en otros países.

b) Contribuir a la definición de los objetivos del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y del Plan Estatal de Innovación, y colaborar en las tareas de evaluación y seguimiento del mismo.

c) Realizar la evaluación científico-técnica de las acciones del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica, del Plan Estatal de Innovación, y de otras actuaciones de política científica y tecnológica para la asignación de los recursos, así como la evaluación para la comprobación de la justificación de ayudas y de la realización de la actividad y del cumplimiento de la finalidad que determinen la concesión o disfrute de las ayudas. Los resultados de las evaluaciones serán objeto de difusión.

d) Asesorar en materia de gestión, sistemas de financiación, justificación y seguimiento del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y del Plan Estatal de Innovación.

e) Cualquier otra que les sea encomendada por su estatuto, su reglamento o la normativa vigente.

3. La Agencia Estatal de Investigación estará orientada al fomento de la generación del conocimiento en todas las áreas del saber mediante el impulso de la investigación científica y técnica, y utilizará como criterio evaluativo para la asignación de los recursos el mérito científico o técnico de acuerdo con lo indicado en el artículo 5 de esta ley.

Para poder cumplir esto, lo mejor es que haga usted lo que decía Ciudadanos en su programa electoral de las últimas elecciones (aquí está mi análisis de los programas, donde llegué a la conclusión de que el Ciudadanos era el mejor en el apartado de ciencia, y una vez más, no, no he votado, no voto, ni votaré a Ciudadanos):

Estabilizar la política científica española, en el marco de una Agencia Estatal de Investigación autónoma e independiente adscrita directamente a Presidencia del Gobierno, con capacidad de gestionar los recursos, definir las políticas de estímulo y apoyo a la investigación, y diseñar los planes plurianuales de actuación.

A esto habría que añadir "dirigida y gestionada por científicos independientes", para que quede explícitamente dicho que esto es una institución científica y no política. Y es que el modelo ya está inventado: en un gobierno que se proclama europeísta como el suyo, no tiene más que mirar al European Research Council (Consejo Europeo de Investigación) y copiar su funcionamiento y estructura a nuestra escala (con una salvedad: que debería prestar atención a la investigación interdisciplinar, algo que el ERC relega sistemáticamente). Me consta que a nivel de organización interna la Agencia está trabajando ya en organizar su estructura con científicos de prestigio y que está en contacto con el ERC para aprender de sus buenas prácticas, por lo que el paso más importante sería sacarla del organigrama ministerial. La otra clave de esta acción, la financiación plurianual, es algo que también tenían casi todos los partidos en sus programas, por lo que debería ser alcanzable, pero en el contexto de una lucha política partidista en la que vale todo parece muy difícil. No deje de intentarlo, pero si no lo consigue intente al menos que la Agencia gestione independientemente el presupuesto actual (el que se van a comer con patatas, Rajoy dixit) de investigación fuera incluso del Ministerio que usted dirige (por si acaso en el medio plazo el Ministerio vuelve a desaparecer). También debería serle posible a la Agencia intentar publicar anticipadamente las convocatorias, como se hace en las de la Unión Europea, para que los investigadores puedan organizar sus solicitudes, y resolverlas en plazo, para evitar situaciones en las que equipos muy competitivos no pueden continuar su trabajo. Fíjese usted en que, si logra hacer esto, habrá hecho lo que Hércules con los establos del amigo Augías: Hércules desvió dos ríos para que los limpiara, y usted habría sacado a la gestión del dinero de la ciencia de la pelea política.

Ya ve usted que solo le pido una cosa, porque soy consciente de que lo tiene complicado. Si usted consigue hacer lo que le sugiero, le garantizo que el día que deje el Ministerio los investigadores de este país lo vamos a sacar a hombros. Pero aunque no me quiero alargar, porque me consta que tiene usted mucha plancha, permítame que le diga que si quiere pasar ya a la fase en la que costearemos un monumento a su trabajo de nuestro bolsillo, quede un día con su compañera de gabinete, la Ministra de Hacienda María Jesús Montero, y pónganse de acuerdo para aliviar todas las trabas burocráticas que padecemos. Venimos quejándonos desde hace años (por ejemplo aquí) y todo lo que hemos conseguido es que las cosas vayan a peor (por ejemplo aquí), al punto de que hay Centros de Investigación del más alto nivel al borde del cierre, o investigadores con plaza ganada en oposición al CSIC que no se han podido incorporar e incluso han ido al paro. Tenga en cuenta además que esto no solo afecta al dinero que obtenemos del gobierno de España, sino al que conseguimos en otros sitios, sobre todo en Europa (problema que ha hecho incluso que se vayan brillantes investigadores de este país con sus proyectos europeos). Como sé que compartimos admiración por Forges, me permitirá que resuma esta sugerencia con una viñeta suya:

Termino ya. Le agradezco mucho la atención que pueda usted prestar a estas sugerencias, que me parece que son compartidas por la mayor parte del colectivo de la investigación en España, y le deseo de corazón lo mejor en su labor como Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, cosas que nunca han debido estar separadas ni escondidas en Ministerios de Competitividad.

Un abrazo, salud,

Anxo Sánchez