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Algunas consideraciones sobre el déficit público en Francia

de Daniel Fuentes Castro

Este post toma partes de varios artículos de opinión publicados por el autor en eldiario.es.

Salvo indicación contraria, las cifras que se presentan a continuación están extraídas del Projet de Loi de finances pour 2015, así como del Projet de Loi de financement de la sécurité sociale pour 2015. Los Presupuestos están siendo debatidos por la Asamblea Nacional en el momento en que se edita este texto, por lo que es posible que algunas cifras que aquí presentamos sean finalmente modificadas.

1. Contexto macroeconómico

Si tomamos como indicadores el crecimiento del PIB entre 2008 y 2013 (Alemania +3,1%; Francia +0,7%; zona Euro -1,4%; España -6,7%; Italia -7,5%.), la tasa de paro entre 2008 y 2013 (Alemania -2,2 puntos; Francia +2,9; zona Euro +4,5; Italia +5,5; España +14,8) y el endeudamiento privado* del 65% del PIB, Francia ha resistido mejor la crisis que el resto de grandes economías de la zona Euro (a excepción de Alemania).

Sin embargo la crisis ha dejado el cuadro macroeconómico de Francia en tierra de nadie, tan alejado de Alemania como diferente de Italia y España. Actualmente pasa por ser el gran enfermo económico de la zona Euro, con un crecimiento estancado (0,4% esperado en 2014), una inflación en valores inquietantemente bajos (0,3% anual en septiembre pasado) y un saldo por cuenta corriente negativo (-2% del PIB en el primer trimestre del año).

A esto hay que añadir grandes dificultades para llevar adelante las reformas estructurales esperadas por la Comisión Europea (este informe reciente de NATIXIS ofrece una visión de conjunto de tales reformas, partiendo del hecho que los salarios reales en Francia crecen por encima de la productividad): un mercado laboral extremadamente rígido, un saldo por cuenta corriente en continuo deterioro desde la entrada en circulación del Euro y un déficit público recurrente. A esta última cuestión está dedicado el post.

2. Evolución del déficit público en Francia

El último superávit presupuestario de Francia data de 1974 (gráfica 1), siendo el Estado de la zona Euro que más veces ha incumplido la regla del 3% de déficit público instaurada en el Tratado de Maastricht. Ha superado este límite en diez ocasiones en los últimos quince años.

En 2013 la Comisión concedió a Francia un plazo de dos años para reducir el déficit al límite del 3% algo que, de acuerdo con los Presupuestos actualmente en discusión, no cumplirá hasta 2017. El déficit público de Francia pasará del 4,4% en 2014 al 4,3% en 2015. Hablamos por lo tanto de una reducción del déficit de 0,1 puntos el año que viene. Recordemos que España, con un ajuste menor que en años precedentes, reducirá el gasto público del 44,0% al 43,0% y su déficit pasará del 5,5% al 4,2% (tabla 1).

Gráfica 1: Déficit y deuda de las administraciones públicas en Francia

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Fuente: elaborada a partir de INSEE (datos históricos hasta 1999), Eurostat (a partir de 1999) y las previsiones en los Presupuestos 2015; cifras de acuerdo al Protocolo de Déficit Excesivo

Además, Francia se comprometió en junio pasado a reducir el déficit estructural en 0,8 puntos de PIB en 2015 pero su Proyecto de Ley de Presupuestos sólo recoge un esfuerzo de 0,2 puntos (volveremos más adelante sobre esta cuestión). El déficit estructural de Francia se reducirá un punto en los próximos tres años para situarse en 1,4 puntos en 2017, por encima del objetivo del 0,5% del PIB (gráfica 2).

Tabla 1: Previsiones de déficit y gasto público en Francia y España, 2014 - 2017

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Fuente: elaboración propia a partir de Eurostat y los Proyectos de Ley de PGE de España y Francia referenciados anteriormente. Déficit según el Protocolo de Déficit Excesivo (PDE).

La mayor parte del esfuerzo de consolidación fiscal en Francia se fía al crecimiento esperado en 2017 (gráfica 3) y se realizará vía contracción del gasto (tabla 1). La ratio de gasto público en Francia disminuirá desde el 56,5% del PIB en 2014 al 54,5% en 2017, lo que permitirá reducir el déficit 1,6 puntos en los próximos tres años (España reducirá el gasto casi 4 puntos, el doble que Francia, para llevar el déficit al 1,1%).

Gráfica 2: Previsión de déficit público en Francia

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Gráfica 3: Reducción del déficit y crecimiento económico en Francia

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Fuente: las gráficas 2 y 3 están elaboradas a partir del Projet de Loi de finances pour 2015. No tienen en cuenta el ajuste de última hora anunciado por el Ministro de Hacienda el 27 de octubre (que elevaría el ajuste estructural a 0,5 puntos en 2015), ni la actualización de las previsiones de crecimiento de la Comisión Europea del 4 de noviembre. 

3. El Pacto de Responsabilidad y Solidaridad

Se llama así a un paquete de medidas de estímulo a la oferta (también a la demanda, aunque en menor medida) con el que Francia pretende relanzar el crecimiento a través de la redistribución de ingresos y gastos públicos. El Gobierno francés estima que, a término, destinará unos 30.000 millones de euros a la reducción de costes laborales.

El Pacto tiene sus raíces en el Rapport Gallois, un informe sobre la competitividad de la industria francesa elaborado a finales de 2012 a petición de Jean-Marc Ayrault, entonces Primer Ministro, y que preconiza el fomento de la competitividad a través de la reducción de cotizaciones empresariales.

Las principales medidas recogidas en el Pacto son las siguientes:

Reducción de cotizaciones a cargo del empleador. Los salarios equivalentes al salario mínimo interprofesional (SMIC, actualmente entorno a 1.400 euros) quedan exonerados de cualquier cotización. La reducción de cotizaciones es progresiva es regresiva para salarios entre 1 y 1,6 veces el SMIC, extendiéndose a los salarios entre 1,6 y 3,5 veces el SMIC a partir del 1 de enero de 2016.

Reducción de cotizaciones a los trabajadores autónomos. Afecta de manera progresiva a rentas anuales netas inferiores a 3,8 veces el SMIC. Se estima que la medida concierne a más de 2,5 millones de trabajadores.

Reducción progresiva del impuesto de sociedades, del 33% actual al 28% en 2020, y eliminación de la “Contribution sociale de solidarité des sociétés” (impuesto proporcional (0,16%) que actualmente se aplica a las empresas cuya cifra de negocios anual es superior a 760.000 euros).

Reducción del impuesto sobre la renta. Reducción de 350 a 700 euros a los hogares con ingresos imponibles inferiores a 1,1 veces el SMIC. Además, se procederá a la eliminación del primer tramo del impuesto (el debate sobre los efectos distributivos de esta medida sigue abierto).

Reducción de cotizaciones salariales. Afecta a todos los salarios entre 1 y 1,3 veces el SMIC.

Revalorización de algunas prestaciones sociales. Pensión mínima actualizada a 800 euros, más una prima de 40 euros para las pensiones inferiores a 1.200 euros al mes. Plan de lucha contra la pobreza.

Simplificación administrativa para agilizar la creación de empresas.

El Pacto ha sido interpretado en Francia como una traición a la ortodoxia socialdemócrata y ha dado lugar a una crisis que amenaza con quebrar la mayoría presidencial en la Asamblea Nacional. En lo que va de año, Francia ha tenido tres presidencias de Gobierno (Jean-Marc Ayrault y Manuel Valls –éste último ha sido investido en dos ocasiones), tres ministros de economía (Pierre Moscovici, actual Comisario Europeo, Arnaud Montebourg y Emmanuel Macron) y una rebelión parlamentaria en las filas socialistas que ha impedido que los Presupuestos se aprueben por mayoría absoluta.

4. Los Presupuestos Generales 2015

Francia necesita movilizar 50.000 millones de euros en los próximos tres años para financiar las medidas contenidas en el Pacto, la reforma de las pensiones y de las prestaciones por desempleo, y otras medidas ya en marcha como el CICE (el CISCE es una desgravación fiscal a las empresas creada en 2013. Inicialmente representaba el 4% de la masa salarial (exceptuando los salarios superiores a 2,5 veces el SMIC), a partir de 2014 la desgravación ha pasado al 6%). Casi la mitad de este esfuerzo, 21.000 millones, se recoge en los Presupuestos del año que viene del siguiente modo.

En primer lugar, se computa un esfuerzo presupuestario de 7.700 millones a los gastos de funcionamiento de los distintos Ministerios, incluyendo la progresión de los salarios públicos (no los salarios en sí mismos). Utilizo la expresión “computar un esfuerzo” porque la disminución del presupuesto ministerial en 2015 con respecto a lo presupuestado en 2014 es de 1.800 millones, correspondiendo los 5.900 millones restantes a la inercia del gasto en ausencia de intervención. Dicho de otro modo, el presupuesto ministerial disminuirá en 1.800 millones en lugar de incrementarse en 5.900 millones.

En segundo lugar, la administración pública territorial reducirá su gasto en 3.700 millones. En el momento en que se edita este post, el Gobierno debate la reducción del número de regiones en Francia metropolitana, que podría pasar de las 22 actuales a un número inferior a 15.

El resto del esfuerzo presupuestario para el año que viene, 9.600 millones, corresponde a la Seguridad Social. Mucho se ha escrito en Francia y en el extranjero sobre los recortes en gasto social del Gobierno francés. Lo curioso es que ni siquiera el Secretario de Estado de Presupuestos, Christian Eckert, fue capaz de detallarlos en la presentación de los presupuestos de la Seguridad Social el pasado 29 de septiembre. No fue hasta el martes 21 de octubre que detalló, al fin, el esfuerzo presupuestario a realizar por la Seguridad Social.

El mayor mordisco se lo lleva el gasto sanitario, con 3.200 millones de euros. No se trata de una reducción nominal, como ha sido el caso en la sanidad española en los últimos años. La inercia del sistema sanitario habría incrementado el gasto en unos 7.000 millones (+3,9%) el año que viene, pero con el ajuste presupuestario “solamente” crecerá 3.800 millones (+2,1%). De acuerdo con los presupuestos de la Seguridad Social, el gasto sanitario francés seguirá representando el año que viene el 8,4% del PIB, lo mismo que en 2014 (en España, de acuerdo con el Plan Presupuestario 2015, el gasto público en sanidad pasará el año que viene del 5,9% al 5,7% del PIB).

La otra partida presupuestaria de gran eco mediático han sido las ayudas a las familias. Aquí la historia es todavía más interesante. El importe total de los recortes por este concepto asciende a 700 millones de euros y procede de haber modulado las ayudas con el nivel de renta de las familias perceptoras. ¿Con qué límite? A partir de 6.000 euros netos mensuales, una pareja con dos hijos ve sus ayudas dividas por dos; a partir de 8.000 euros se dividen por cuatro. Teniendo en cuenta que la renta disponible media de un hogar francés en 2012 rondaba los 3.000 euros mensuales, no parece precisamente una medida fiscal regresiva.

Según la intervención pública del Secretario de Estado de Presupuestos el pasado martes 21 de octubre, el ajuste en sanidad más los recortes en ayudas a las familias más otros ajustes menores en las prestaciones de la Seguridad Social hacen un total de 4.100 millones de euros. Los restantes 5.500 millones, hasta totalizar los 9.600 millones de ajustes en gasto social, corresponden a medidas decididas con anterioridad a los Presupuestos (básicamente los efectos de la reforma de las pensiones y las prestaciones por desempleo, tema que merece un post en sí mismo) pero que entrarán en vigor el año que viene.

Conclusión

Francia ha decidido seguir su propia senda de reducción del déficit. La flexibilidad de la Comisión Europea es obligada, esperemos que con el fundamento económico de que Francia se adapte a su propio ciclo económico. Desde un punto de vista institucional es imposible dejar de pensar que Francia ha vuelto a obtener de Bruselas el traje a medida que deseaba.

El acuerdo ha sido posible esta vez gracias a 3.600 millones de ajustes de última hora que teóricamente permitirán reducir el déficit estructural en 0,5 puntos en 2015 (a medio camino entre los 0,2 puntos recogidos en el Proyecto de Ley de Presupuestos y los 0,8 comprometidos a Bruselas en junio pasado).

Las previsiones de la Comisión Europea dadas a conocer el pasado 4 de noviembre arrojan muchas dudas sobre la verosimilitud del escenario económico considerado en los Presupuestos de Francia. De acuerdo con Bruselas, la revisión a la baja del crecimiento tendrá por consecuencia un incremento del déficit público francés, que en 2016 será el mayor de la zona Euro: 4,7% del PIB en lugar del 3,8% anunciado por París.

Al margen de estas consideraciones, la apuesta de Francia consiste en intentar hacer compatible austeridad y estímulos a la oferta. Actuando a través de los costes salariales se propone recuperar la competitividad perdida y estimular la creación de empleo. Las medidas aplicadas priorizan el crecimiento en detrimento de los objetivos de déficit, tratando al mismo tiempo de paliar los efectos negativos de la austeridad sobre las rentas más bajas. Al menos, sobre el papel.

*FE DE ERRATAS: el endeudamiento privado del 65% del PIB se refiere al de las Sociedades No Financieras.