XIII Premio Sabadell Herrero a la Investigación Económica: Natalia Fabra Portela

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Coincidencias de la vida, ayer volvía de pasar unos días en el Instituto Universitario Europeo y me enteré de que Natalia Fabra, una doctora del IUE (bajo la supervisión de Massimo Motta), había recibido el XIII premio Sabadell Herrero a la investigación económica. Es una gran alegría que quería compartir con nuestros lectores, y de paso hacer unas reflexiones sobre su trabajo, y sobre el papel de los economistas en la vida pública. Pero primero de todo quería felicitar a la premiada por el merecido honor, y también al comité de selección. En un país donde el mérito no siempre se antepone a otros factores menos nobles, es preciso reconocer que todos los premios Sabadell Herrero son intelectuales de altísimo nivel internacional.

Natalia Fabra es profesora titular en el departamento de economía de la universidad Carlos III de Madrid (nota al ministerio de Hacienda: si no levantan ustedes la ridícula e inflexible regla de promoción en las universidades, se arriesgan a que no dure mucho en España), de la que fue estudiante de licenciatura antes de ir a Florencia a realizar el doctorado y a Toulouse para una estancia post-doctoral. Y no es una desconocida para nuestros lectores. Ha contribuido (aquí, aquí, aquí o aquí) a nuestro empeño en explicar nuestro incomprensible sector eléctrico. En mi caso, la verdad es que sigo sin entenderlo muy bien, pero esto dice más de mis limitaciones intelectuales y de la dificultad del problema que de la capacidad de Natalia. Espero que como gran docente que es no desespere de sus torpes estudiantes, y siga apareciendo por aquí para aliviar nuestra confusión.

Lo que es menos probable que conozcan los lectores no académicos es su trabajo científico, así que les dejo con unas pinceladas.

Su artículo más citado (conjunto con Nils-Henrik von der Fehr y David Harbord) trata del diseño de subastas eléctricas. Es un artículo motivado por un cambio que se hizo en las subastas del mercado eléctrico de Inglaterra y Gales. En él se compara el comportamiento teórico de las subastas uniformes (todos los participantes acaban pagando el mismo precio) frente a las subastas discriminatorias (los participantes pueden acabar pagando precios diferentes) y se prueba que las discriminatorias dan lugar a precios más bajos. Es más difícil ordenarlas en términos de eficiencia productiva, porque este orden depende de qué equilibrio se juegue y de valores de los parámetros. El artículo es interesante además porque revela la importancia de otros factores estructurales de la industria: el exceso de capacidad, la fragmentación del mercado, la simetría (o no) de los participantes, y otros. Esto me parece que tiene implicaciones prácticas importantes, porque revela que el conocimiento detallado de la industria es fundamental para una regulación óptima. Algo que como hemos denunciado (aquí o aquí), es improbable que suceda con nuestros reguladores, dado el diseño de la actual CNMC.

El segundo artículo más citado trata sobre Guerras de precios y colusión en el mercado eléctrico español (es conjunto con Juan Toro). Es llamativo que un artículo sobre un mercado nacional haya conseguido un impacto tan elevado, pero se explica mejor cuando uno lo lee. Detectar si existe colusión en un mercado, y la manera en la que se realiza esta práctica anticompetitiva, es siempre un trabajo de detectives, como la detección de cualquier otra actividad criminal. De manera que para conseguirlo los autores tienen que utilizar métodos casi de ciencia forense, combinando análisis dinámico de teoría de juegos, con econometría de series temporales, y un conocimiento institucional detalladísimo del mercado. A los académicos en formación que nos lean les recomiendo que lo estudien en profundidad, aprenderán mucho.

Un artículo más reciente que ya tiene muchas citas (conjunto con Nils Henrik von der Fehr y nuestra añorada M. Ángeles de Frutos que se habría puesto tan contenta con este premio), trata sobre incentivos a la inversión y diseño de mercado. Uno de los aspectos del diseño que se tratan en el artículo es justamente si la subasta es discriminatoria o uniforme. Resulta interesante enfatizar que a pesar de que la subasta discriminatoria da lugar a precios menores, esto no significa que los incentivos a invertir también lo sean. Los dos formatos de subastas son equivalentes en este sentido. La razón es que lo que cuenta para la inversión no es el nivel de beneficio medio, sino los beneficios en el margen, es decir, los de aumentar la capacidad. Y en ese margen los dos formatos otorgan el mismo incentivo.


Por último un artículo muy reciente e importantísimo
(conjunto con Mar Reguant) analiza con un modelo empírico estructural, pero muy flexible para minimizar el efecto de los supuestos funcinales, el impacto en precio de los sobrecostes por emisiones. El resultado es que prácticamente todo el impacto de estos sobrecostes se traslada a los precios (y por tanto a los consumidores). La razón es que el mercado eléctrico se organiza mediante subastas con demandas de alta frecuencia con demandas muy inelásticas, lo que da pocos incentivos a las empresas a absorber parte de ese sobrecoste.

Creo que ya queda claro que va a ser difícil encontrar a alguien, de cualquier país, que sepa más sobre los mercados eléctricos. Pero no solamente ha defendido sus ideas en la “torre de marfil” al más alto nivel, sino que ha participado de manera elocuente e informada en el debate público, no solo en estas páginas, sino de manera habitual tanto en prensa como en diversos blogs especializados en economía. Por ejemplo, participa de manera destacada en el colectivo Economistas frente a la Crisis. Así que Natalia es una intelectual comprometida en el sentido más noble de la expresión y por tanto encaja perfectamente en el loable objetivo del premio que, como indican sus bases, pretende honrar a personas que hayan contribuido “al análisis y formulación de alternativas que promuevan el bienestar social.” ¡Felicidades!

Hay 5 comentarios
  • Felicidades Natalia !!.

    Se trata de un galardón enormemente merecido. Natalia es una persona brillante, creativa, luchadora, generosa en su esfuerzo y eficiente en el uso del tiempo. Con cuatro hijos pequeños (el ultimo nacido un par de dias antes de recibir el Premio), representa un claro ejemplo de como saber conciliar a la perfección la labor como investigadora en la frontera con la siempre pesada carga de cuidar de una familia tan numerosa.

    Resulta también muy destacable que su área de especialización, Organización Industrial (IO), sea una disciplina a cuyo desarrollo en nuestro pais han colaborado decisivamente un pequeño grupo de mujeres economistas. Desde la excelencia academica, investigadoras de la talla de la añorada Maria Angeles de Frutos, Mari Paz Espinosa, Ines Macho-Stedler y, mas recientemente, Mar Reguant , entre otras, han conseguido con sus brillantes trayectorias profesionales situar este área de investigación económica en la frontera del conocimiento a nivel internacional. Otorgar el premio SH a Natalia, además de reconocer sus indudables meritos, supone un merecido reconocimiento a la magnifica labor de este grupo de admiradas colegas.

  • Mi más sincera enhorabuena a Natalia Fabra.
    Un ejemplo como el suyo permite mantener la fe en que no todo está perdido.

  • Enhorabuenisima Natalia. Espero que el reconocimiento no te sustraiga de tus vacaciones por tierras menorquinas. Nos vemos!, Abrazo

  • Muchas felicidades Natalia!
    Un orgullo haberte tenido como profesora, ser tu ayudante para las clases, contar con vos en mi comité de tesis y ser tu amiga! Qué orgullosa estaría María Ángeles! un fuerte abrazo y a disfrutar de lo merecido.

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