La Política Monetaria en Su Encrucijada III: Un Interludio On the Brink

En este tercer capítulo de mis reflexiones sobre política monetaria reciente (los links al primero y al segundo), me voy a tomar un breve interludio para hablar sobre el libro de Hank Paulson, On the Brink, que salió ayer a la venta en EE.UU. y que me compré ayer mismo (no, no soy como los forofos de Harry Potter y no me quedé toda la noche esperando en la puerta de la librería, me compre la versión electrónica y me la baje al Iphone, que para eso lo tengo). Al llegar a casa por la noche, me puse a leerlo un rato y mi sorpresa fue que me lo terminé, tarde en la noche eso sí, pero de un tirón.

Tal lectura no vino motivada tanto por la calidad literaria, que no es demasiada como suele ser lo normal en estos casos, ni por “kiss-and-tell” de pecadillos sexuales que otras memorias relatan, y que a mí en todo caso me suelen importar bastante poco (aunque algún detalle gracioso sí que lo hay, por ejemplo, una de las pocas personas de las que Paulson habla mal en todo el libro, pues como buen CEO y político prefiere ser cuidadoso, es Sarah Palin, a la que llama idiota e ignorante). La verdadera razón es que es la primera memoria de alguien que ha estado en el centro de la crisis financiera en posiciones de responsabilidad directa y, lo que es más, probablemente sea la única por un tiempo ya que Bernanke y Geithner seguirán en el puesto por una temporada (bueno, Geithner no las tiene todas consigo y Bernanke ya contó, off-the-record, cantidad de cosas en In Fed We Trust).

El libro de Paulson no me ha emocionado en demasía. Compara mal con las anteriores memorias de un Secretario del Tesoro, las de Rubin, In an Uncertain World, que eran más cándidas y sinceras (Summers, O’Neill y Snow no han escrito todavía memorias aunque O’Neill se despachó a gusto con Ron Suskind en The Price of Loyalty) y no tienen ninguna reflexión particularmente profunda, pues queda claro que Paulson no es un intelectual sino un ejecutivo eficiente que sabe cortar cabezas (la historia de cómo elimina a Corzine en Goldman Sachs, que en el libro solo se isinua, es propia de un Corleone). Pero aún así, merecen la pena ser leídas, excepto por ciertos detalles de política interna americana que a los que no viven aquí les podrán parecer plomizos, como decía antes, tanto por la novedad como para entender mejor las actuaciones de la administración Bush durante sus dos últimos años.

Cosas que me llamaron la atención:

1) Paulson tiene una visión muy convencional de la crisis (con esto no quiero decir equivocada, solo que es la más común): los fuertes déficits comerciales americanos causados por la baja tasa de ahorro crearon unos movimientos de capital que eran peligrosos, el sector financiero estaba muy apalancado y por tanto, cuando llegó la crisis hipotecarias, lo que debería haber sido un problema relativamente manejable, se nos fue de las manos.

2) Paulson parece realmente convencido que si no se hubiese intervenido como se hizo en Bearns, Fannie y Freddie y luego con TARP, el sistema financiero se hubiese colapsado.

3) Lehman: su historia de porque se le deja hundir no queda muy clara, en particular dado el punto anterior. Los principal argumentos son que los activos estaban tan mal colocados que el gobierno habría perdido una cantidad excesiva de dinero, que Lehman era, en todos casos una organización disfuncional y que el gobierno británico no se plegó a las peticiones de Barclays de saltarse toda la regulación existente para hacerse con Lehman.

4) Paulson tiene muy buena opinión de Bernanke y apoya claramente todas las medidas de política monetaria no convencional. También, que la interacción entre política fiscal y monetaria, un tema sobre el que volveré en el futuro es clave, sobre todo en caso de pérdidas para la FED derivadas de sus actuaciones para sostener el sistema financiero.

5) Muchas de las decisiones de intervención se tomaron sin que los abogados tuviesen mucho tiempo de chequear el procedimiento.

6) Finalmente, y quizás esto es lo que me sorprendió más: tras la intervención de Fannie y Freddie, lo primero que hace Paulson es llamar al gobernador del Banco Central de China para asegurarle que EE.UU. va a cumplir sus promesas. Quién nos ha visto y quién nos ve: mejor ejemplo de los cambios las posiciones relativas de las naciones en el mundo moderno no conozco. Europa, cuando aparece, es solo por referencias colaterales y menores (excepto llamar populista y demagógico a Sarkozy).

Sí alguno lee el libro y tiene algo que contar, me encantaría oírlo.

La semana que viene más sobre la política monetaria no convencional.

Hay 1 comentarios
  • Bueno, con la 'review' que le haces al libro no sé si vas a conseguir que haya muchas personas a las que nos entren ganas de leerlo. Por lo que dices nada nuevo, muy 'sanitised' y si lo que más te sorprende es que lo primero que hizo Paulson fue llamar al PBOC pues será porque no leías el blog de Brad Setser (ahora Director, International Economics @ the National Security Council and the National Economic Council y desafortunadamente no longer blogging). Su último análisis de los datos de los activos del banco central chino (http://blogs.cfr.org/setser/2009/07/22/two-trillion-and-counting-%e2%80%a6/ ) dejan claro el porqué de esa llamada. Lo que también demestra este análisis es que a pesar de las palabras de Paulson no se fiaron e intentaron deshacerse de la deuda de agencies (Freddie Mac and Fannie Mae being the largest), aunque siguieron comprando Treasuries como locos - la pregunta es si esto último lo hacían por convicción o porque no les quedaba más remedio.

    Un saludo y gracias por las anotaciones tan interesantes.

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