Cuando hace unas semanas se anunció la donación a la sanidad pública por parte de la Fundación Amancio Ortega de 320 millones de euros para equipos relacionados con el diagnóstico y el tratamiento del cáncer me pareció una gran noticia. Esto es algo que sucede habitualmente en otros países, donde benefactores individuales ayudan a financiar [leer más ...]