Suponga que su coche empieza a dar señales de agotamiento: pierde potencia y hace ruidos extraños. Es muy probable que, incluso tras una obra cara de ingeniería mecánica, no vuelva a ofrecer durante un plazo suficientemente largo las mismas prestaciones que en tiempos pasados. Aunque le tiene cariño porque le ha servido mucho y bien, [leer más ...]